ᴘᴀʀᴀ́ʟɪsɪs ᴅᴇ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ

[◆◈◇]

K. Young Soo

     —Soo, toma —la chica que estaba frente a mí la desconocía, ¿Y por qué me estaba dando un ramo de rosas con un sobre entre ellas? Esto tenía que ser una broma—. Te las envían, solo soy la mensajera.

     Eran seis rosas rojas en un lindo arreglo, un moño rosado y un sobre del mismo color.

     Vaya, era bastante lindo.

      —¿Quién? No lo entiendo. No es mi cumpleaños —alcé los hombros sin importancia.

     Estaba a penas llegando a la universidad y era extraño tener que lidiar con este tipo de situaciones, nadie le envía flores a una chica sin un fin o porque, quizás y solo quizás, querían llamar mi atención.

     —Solo me lo dieron para entregartelo. Tampoco me interesa en lo más mínimo quien te haya dado estas flores —rodó los ojos sin importancia, acercándome aún más el ramo de rosas para que lo tomara.

     La chica que era rubia de ojos marrones claros, delgada y con un buen vestir, me hizo entender que estaba aburrida de nuestra conversación y que pronto saldría corriendo de ella, tomara el ramo o no, a ella no le importaba en lo más mínimo, ¿Y cómo iba a hacerlo? Ni la conocía.

     —Gracias —fue lo único que emití y tomé las rosas que me extendían sus manos con algo de amabilidad.

     Tomé el sobre que estaba entre ellas y lo abrí curiosa, tal vez con un poco de emoción y otros sentimientos los cuales no podría describir.

“Soo, lo siento. He sido muy distraído. El empezar a tener nuevos amigos me a hecho olvidar quien fue la persona que se encargó y preocupó de que le hablara. Me haces sentir bien y adoro tu sonrisa, y tú sonrojo cuando me ves. Sólo deseo que me perdones.

Te quiere, Jung Kook”.

     Mis emociones salieron a la luz y ese sonrojo que él mencionaba se intensificó, Jung Kook se había convertido en alguien más que importante para mí y el saber que él se dió cuenta de sus cambios repentinos, drásticos y dañinos hacia mi persona, me hacía pensar que también se preocupa por mí y los sentimientos que tengo con respecto a su persona.

[◆◈◇]

     —Te ves radiante hoy —mi Jacky siempre halagandome con sus palabras.

     —¿Qué te pasó? —ahora era Taehyung el que preguntaba, mientras me sentaba en la mesa junto a ellos.

     —¿Qué no es evidente? —YoonGi me miraba con una sonrisa en el rostro.

     ¿Acaso estaba soñando? Porque si era así, no quisiera despertar de este día tan increíble.

     —No. Bueno, sí. Trae un ramo de rosas —Jackson lo miró curioso, analizando bien sus palabras.

     —Sí, exactamente. Excelente trabajo, idiota —YoonGi rodó los ojos con cierta molestia, su sonrisa había desaparecido gracias a los otros dos idiotas—. Jeon le dió un ramo de rosas a Soo para pedirles disculpas como todo un caballero —explicó, mientras las miradas ansiosas de Tae y de Jacky me examinaban.

     Los amaba, pero a veces era extremadamente difícil lidear con ellos.

     —¡Jeon se estaba tardando! —gritó Jackson eufórico, como si de una buena noticia le hubiese dado.

     —¿Te pidió que seas su novia? —ahora abrí mis ojos como platos, Taehyung tenía la costumbre de decir o preguntar cosas decía cosas en los momentos menos indicados.

     —Aun sigo diciendo que Taehyung es raro —YoonGi soltó una amarga sonrisa— ¿Qué no escuchaste lo que dije antes? Se está disculpando con Soo.

     —¡Oye! —gritó Taehyung ofendido por como lo habían llamado.

     —Quiero borrar aquella pregunta de mi mente. Gracias, Taehyung —sonreí de forma forzada y me acomodé mejor en el asiento.

     ¿Y por qué en el fondo dolía? No era como si necesitara ahora una relación amorosa en mi vida. No la necesito, después del desastre que había armado Jimin por un capricho y por pensar solo con la polla, no me quedaban ganas de volver a una.

     —¿No es obvio? —Jackson me observaba detenidamente, mientras hablaba de repente—. Nuestra pequeña está confundida y ustedes solo la ponen más incómoda —abrí mis ojos como platos.

     Mi sonrojo se hizo presente casi al instante, no sabía si era porque él tenía razón o por la molestia fusionada con vergüenza, confusión y temor que jugaban a desequilibrar mi cabeza por completo.

     —¿Tan evidente es? —pregunté con cierto bostezo al final, dándoles a entender que el tema no era tan serio y así le daríamos poca importancia— Porque tal vez solo lo estoy un poco, nada exagerado —agregué sacando unas gomitas de mi bolso.

     —Sí, pero aún no estás lista para decirnos lo que sientes realmente por él —YoonGi me había dejado sin palabras—. En su momento sabrás que hacer —finalizó con una sonrisa cargada de ánimo.

     Y yo esperaba poder estar lista algún día.

[◆◈◇]

     Hogar, dulce hogar.

     Tenía unas cuantas horas de haber llegado de la universidad y por fin era mi día de descanso en el restaurante, era más agotador de lo esperado. Todos estábamos en la mesa, comiendo la deliciosa cena que había preparado mi mamá, pero fijar mi vista en aquel vaso de vino tinto era mejor que escucharlos hablar sobre su increíble día, mientras yo estaba analizando los eventos de hoy ¿Y si jamás estaba lista para iniciar una relación con alguien? Me estaba preocupando y estresando por nada, no era como si Jung Kook hubiese insinuado otra cosa con las flores, sólo me mandó ese hermoso ramo como disculpa.

     —El amor la tiene distraída, ¿No crees, Colin? —escuché la voz de Nam Joon, burlándose de mi estado.

     Alcé la vista de dónde la tenía posicionada y solo miré que todos observaban expectantes, no era común viajar a otra galaxia y no prestar atención al tema de conversación que había en la mesa.

     —Algo me dice que esas rosas tienen algo que ver —Colin alzó las cejas insinuando que la persona con el increíble gesto me tenía embobada.

     —¿El amor a mí?—solté una risotada, esperando que mis padres no prestarán atención a esta absurda conversación— Solo estoy distraída.

     —¿Y cuál sería el motivo para regalarle flores a mi hija? Ese Jung Kook actúa rápido —miraba a mi padre con expresión sorprendida, ¿Qué acababa de decir?

     —Es un gesto de agradecimiento —mentí. No podía decir abiertamente que era una disculpa o mis padres comenzarían a preguntar más de la cuenta.

     —¿Qué no bastaba con. un gracias? En mi época era más que suficiente —mi padre entre cerró los ojos, viéndome fijamente como si algo le estuviera escondiendo.

     Gracias Colin y Nam Joon, son unos idiotas.

     Rodé los ojos.

     —Sí, pero eso pasaba en tu época. Ahora los chicos son más detallistas —fingí una sonrisa, mi paciencia se estaba yendo por la borda—. Entonces, ¿Puedo retirarme de la mesa?

     Papá miró a mamá, sus miradas eran confusas para mí.

     —¿Y por qué tan rápido? ¿Acaso descubrimos tu gran secreto? —Colin tenía ganas de echarle más leña al fuego que pronto se propagaría— No te preocupes, nos cae bien tu amigo Jung Kook —me dedicó una sonrisa sincera y verdadera.

     ¿Qué demonios estaba pasando hoy? Todos se estaban comportando extraño.

     —N-No —Puntualicé—. Solo que me cuesta asimilar que alguien me haya regalado rosas... Eso es todo.

     —No debes sentir vergüenza por recibir flores, hermanita. Eres una mujer muy hermosa y es lindo que alguien se haya fijado en tí —Nam Joon me sonrió orgulloso porque sabía que había superado a Jimin hace tiempo—. Últimamente tienes un brillo en tus ojos que jamás había visto antes —y ese fue el detonante de mi sonrojo.

     —¡Mamá, diles algo! —comenzaba a inquietarme, no sabía que estaba pasando dentro de mí.

     —Hija, disfruta las etapas de tu vida. Vivelas como si fueran las últimas —me aconsejó con una sonrisa cálida—. Y sí, puedes retirarte de la mesa, no dejaré que estos hombres se intrometan más en tu vida amorosa.

     —Gracias, mamá —le devolví la sonrisa apenada.

     Me levanté de la mesa y dejé la servilleta encima de ella. Estaba agradecida de tener una familia que se preocupara por mí y más por hacerme sentir comos si fuera de su misma sangre. Me acerqué a cada uno de ellos y les deposité un beso en la mejilla a cada uno, era mi manera de demostrar el aprecio que les tenía y el respeto que sentía por cada uno de ellos, además de la admiración por no derrumbarse y unirse como familia.

     Me adentre a mi habitación luego de caminar unos cuantos minutos y saludé al amor de mi vida perruno, cada día estaba más flojo y no salía de mi habitación, ¿Él sentía que necesitaba apoyo emocional y psicológico? No sé despegaba de mí.

     Me acosté en la cama junto a su compañía, su cabeza estaba en mi vientre y solo decidí acariciar su pelaje suave.

     Esto era relajante.

     Mi teléfono comenzó a sonar a mi lado, me había llegado un mensaje y por lo visto eran varios. Tomé el teléfono de la mesita de noche y los abrí, pero dejar de emocionarme sería complicado, mi corazón latía muy rápido y el nerviosismo comenzaba a aumentar.

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[Jung Kook♥️]

     —Hola, bella Soo.

     Leído 20:20

     —Quería preguntarte, ¿Qué harás mañana en la noche?

     Leído 20:20

     —Se me ocurrió tener una cita en un restaurante.

     Leído 20:20

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     Y el mundo se me paralizó.

Holaaaa y feliz año nuevo, mis bebus... La universidad me absorbe mucho tiempo y ni de escribir esta historia me ha dado chance... Espero les haya gustado 🌹

Gracias por su apoyo y su gran espera❤️

Corregido: 19/06/2024.