CAP 48

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(...)

Una vez estuvieron más que preparados, la chica comenzó a moverse encima suyo, mientras apoyaba sus manos en el trabajado torso de éste, adornado por aquel tatuaje tan sensual.

Pronto la temperatura de ambos cuerpos, y la de la habitación en general comenzó a aumentar.

La pelinegra se mordía los labios, para no ser tan ruidosa... Aunque, lo pensó bien y... Ellos estaban en su habitación y Young Bin en la suya, también ocupado, era imposible que la escuchara.

—Mmm... Sang Hyuk...

El mencionado jadeó y sonrió fascinado. Después posó sus manos en las nalgas de la chica y las apretó.

—Ahh...

—Amor, te haz vuelto muy ruidosa.—se burló y ella quiso golpearlo, mas ahora no podía concentrarse en algo más que no fuese el placer recorriendo su cuerpo.—Tus gemidos me excitan...

—Mmm, sí...—aumentó un poco la intensidad de sus movimientos.—A-Ahh...

Estaba gimiendo sin contenerse. Ya se había cansado de que cada vez que ellos hacían el amor debían contenerse, por cuestiones de no alterar el orden público en sus propias casas.

El castaño con rayitos gimió y luego hundió su cabeza en la almohada.

—Confesaré algo.—avisó y ella asintió como pudo.—... Me encanta tenerte encima...

Eso pudo haber sonado muy sucio... Pero, ellos ya estaban comprometidos... Ya nada se vería raro entre ellos. Estaban acostumbrados.

—Ahh, sí... Sang Hyuk... Mmm...

(...)

La noche continuó agitada, hasta que ambos ya no pudieron más y llegaron al clímax juntos.

Luego de eso cayeron rendidos. Y se durmieron abrazaditos, a pesar de estar desnudos, cubiertos solamente por la sábana.

Cosa que fue hermosa cuando despertaron a la mañana siguiente. Vanessa tenía su cabeza encima del brazo de Sang Hyuk, mientras éste la acariciaba y le daba pequeños besitos.

Ella lo abrazó por el cuello y luego le dio un beso en el hombro.

—Extrañaba despertar contigo así.—dijo Sang Hyuk feliz.

Ella sonrió contenta y lo apretujó más, mientras cerraba los ojos y se acomodaba nuevamente.

Estaban tan cómodos que se volvieron a quedar dormidos. Hasta que ya se sintieron totalmente recuperados y fueron a tomar un baño juntos.

(...)

—¿Cómo les fue en la noche, bellos durmientes?—preguntó Young Bin sirvieron el desayuno, para todos.

La pareja rió levemente.

—Fue genial.—confesó Vanessa.

Su hermano se volteó sorprendido.

—Sang Hyuk, ¿qué demonios le hiciste que está tan tranquila?—su cuñado rió y luego acarició el hombro de su princesa.

—Es un secreto nuestro... ¿Y tu novia? ¿Ya se fue?—preguntó y el pelirrojo negó.

—Aún está durmiendo.—dijo y luego le lanzó una miradita a su cuñado, miradita que no pasó desapercibida por Vane.

—Young Bin, abusador, por lo menos llévale el desayuno a la cama.—dijo su hermana haciéndole un mueca.

—Está bien Rapunzel, eso haré.—su hermana lo miró y luego rió levemente.—Bueno, vayan comiendo, iré a ver a mi novia.—avisó y los dejó solos.

Ellos estaban muy felices. Tan felices que parecían par de soles brillantes.

—¿Estás contenta mi amor?—preguntó y ella asintió con una sonrisa radiante.—Yo también.—luego de esa confesión se dieron un corto, pero amoroso beso.

(...)

En la tarde se fueron a casa del chico. Estuvo hablando con los padres de éste un rato y luego mimó a su pequeña cuñadita, que cada vez se veía más grande y hermosa.

—Vanessa, ven.—Sang la llamó y ella fue a la cocina con él.

—¿Umm?

—Mi madre los hizo, son fideos picantes, ¿te atreves a comerlos?—preguntó y ella sonrió.

—Acepto el reto.—se sentó en la silla que estaba frente a él, en la isla de la cocina.

Comenzaron a comer... Todo iba bien, hasta que Vanessa tomó un bocado y comenzó a sentir el picante... Eso provocó que se atorara. Entonces empezó a toser levemente, y sin querer todo lo que tenía en la boca lo devolvió al tazón.

Sang se rió de ella, y luego empezó a soplar la porción que había tomado con los palillos, de manera en que hizo boquita de pato y eso hizo que comenzaran a reírse ambos.

Luego continuaron comiendo, mientras se quejan por lo picante que era.

(...)

Al final acabaron con los labios rojos. Y tomando mucha agua.

—Nunca más en mi vida volveré a comer algo picante.—sentenció ella, y él rió levemente, para luego abrazarla por el cuello...

Se acercó a su rostro y le dio un besito de piquito de manera cariñosa. Ella rió con ternura y luego se dieron un beso más profundo.




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Capítulo dedicado a @LOLLIPOP_COTTON ❤

Espero que te haya gustado, luego me das tu opinión como siempre 😉

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