CAP 49

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Sang.—musitó al separarse del beso.

—¿Qué ocurre, preciosa?—preguntó cerquita de sus labios.

—Te amo.—confesó.—Mucho, mucho, mucho...

Él le robó otro beso y sonrió.

—Yo también te amo mucho muchito, mi amor.—la abrazó cariñosamente, mientras disfrutaban tener sus cuerpos así de cerca.

(...)

Luego de esa tarde, Vanessa regresó a su casa. Mientras Sang Hyuk se quedaba en la suya.

Debían estar bien descansados, porque al día siguiente tendrían que volver a la escuela. Y si se quedaban juntos a dormir obviamente estarían gastando energía, haciendo cositas íntimas.

La noche fue tranquila para ambos. Hablaron por teléfono antes de irse a dormir. Y luego se dispusieron a conciliar el sueño. Cosa que ambos lograron.

La pelinegra, soñaba cosas tranquilas.

Mientras que Sang Hyuk, por error mental estaba teniendo un sueño húmedo con su prometida.

¿A qué se debía eso?

... Pues ni idea.

Era la primera vez que le ocurría algo así. Además, que las imágenes del sueño no eran tan simples...

La cabeza de la chica subía y bajaba... Y eso lo volvía loco cada vez más. Apretaba las sábanas con sus manos y hundía su cabeza en almohada... Así continuaron, hasta que alcanzó su orgasmo y dejó salir aquel líquido blanquecino y viscoso, en la boca de la chica. Mientras está más que satisfecha se lo tragaba y luego pasaba su lengua por sus labios, de manera sensual, para limpiar los restos...

Ese sueño sin dudas lo alarmó y lo hizo despertarse.

Estaba ligeramente sudado. Con su respiración entrecortada y con un problemita entre sus piernas.

Maldijo y se sentó en la cama. Agarró su cabeza y removió sus cabellos con frustración... Se estaba odiando a sí mismo, por haber soñado tal cosa con su linda e inocente chica.

Sin más se puso de pie, y no le importó que fuese plena madrugada, se metió a la ducha cuando se despojó únicamente de su mono deportivo y bóxer, ya que dormía con el torso desnudo como siempre hacía, y pronto sintió el agua fría caer sobre él...

Era una tortura, pero no tenía muchas opciones... O se duchaba con agua helada, o terminaba tocándose, y eso último sin dudas no iba a hacerlo. No quería sentirse más sucio y depravado de lo que ya se sentía.

(...)

Al día siguiente, Tae Yang fue el primero en llegar a su casa, para ir juntos a la escuela, ya que siempre se iban ellos dos y Vane, porque Hwi Young vivía en otra dirección.

Todo fue muy bien, "hipotéticamente" hablando. Ya que Sang Hyuk se ideaba mil y unas formas, para hablar con su chica sin sentirse culpable, por haberla visto de ese modo, en sus sueños...

¡¿Por qué demonios tengo una mente tan perversa?!... Se preguntó internamente, y luego cuando Vanessa apareció en su casa, se sintió aún peor.

Su chica... Tan hermosa y de alguna forma inocente... Se sentía la peor persona de la tierra, cada que esas imágenes perversas se paseaban por su cabeza de manera tortuosa.

—Hola, buenos días.—saludó la pelinegra, quien tenía hecha dos bonitas trenzas en la cabeza.

Las cuales caían a la altura de su abdomen, debido al largo de su cabello.

Además de eso, sus flequillos sueltos la hacían verse aún más bonita.

—Buenos días, preciosa, ¿de dónde saliste?—habló Tae Yang coqueteándole.—Por un momentito, provocaste que mi homosexualidad se fuera al suelo...

Sang Hyuk se paró delante de la chica, ocultándola, y luego amenazó a Tae Yang con golpearlo.

—Oye, ¿qué te pasa? Está muy linda y todo eso, pero es mi prometida. Contrólate las hormonas.—dijo y luego tanto la chica como Tae Yang comenzaron a reír.

—¿Viste eso?—le preguntó a Vane, entre risas, mientras señalaba a su mejor amigo.—Aish, pobrecito, aún no le queda claro que tú eres mi hermana, y Hwi Young mi esposa...

—Oh, ¿ya es tu esposa y yo no lo sabía?—sin más lo golpeó en el hombro.

Tae Yang rió levemente y antes de que pudiese agarrar a la chica, para darle un abrazo cariñoso como siempre hacía... Sang Hyuk la abrazó a la altura de los hombros, pegando la espalda de la chica, a su pecho. Juntó sus mejillas y luego le dió un cariñoso beso en esta.

—Míralo, súper celoso.—se burló el rubio y luego negó.

(...)











____________________________________

El tema del sueño húmedo no termina ahí...

Sólo para advertir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro