La de cabello morado le dio un cariñoso abrazo a su hermano mayor, mientras le besaba la mejilla.
Y éste reía de la felicidad, amaba cuando su pequeña hermanita era tan cariñosa con él.
-Gracias Binnie, en verdad me gustó mucho.-se refirió al regalo del mayor.
Era el último que había abierto. Todos le gustaron, pero el de Sang Hyuk y el de Young Bin, por razones más que obvias, fueron los más especiales.
-Bien. Entonces, ¿qué quieres hacer?-preguntó Tae Yang.
-¡Vayamos a la playa!-dijo emocionada, sosteniendo una botella de 7up en la mano.
-Idiot, yo creí que era una cerveza y es un estúpido refresco.-soltó Tae y todos rieron.
Sang Hyuk tomó a su chica en brazos, y la acarició mientras miraban al rubio con una mueca.
-Mi bebé no tomará ninguna bebida alcohólica.-comentó.
-Pero si hoy es su cumpleaños.-opinó Seo Yeon algo ida.
-Está pequeñita, además, el alcohol no es bueno para ella.-informó y luego miró la carita de Vanessa, la cual estaba haciendo un tierno puchero.-¿Verdad, bebé?
-Sí, papi...
Y ahí fue cuando todos, incluyendo sí misma, se quedaron en shock.
-¿L-Le llamaste "papi"?-preguntó su hermano ido.
Ella asintió sonrojada.
-Bueno, aunque, no me sorprende, no le dices así a papá, así que vale para Sang Hyuk...
Tae Yang ya sabía de esto, al igual que Hwi Young y Seo Yeon, pero nunca lo habían escuchado en vivo.
-Entonces, Sang Hyuk-hyung, ¿es tu papi?-preguntó el de cabello largo; la de cabello morado asintió.
-Sí lo soy, y ella es mi bebé. Déjennos en paz.-se llevó a la chica y el resto les siguió.
(...)
-¿Umm?-preguntó el castaño, mirando a la pelimorada que tenía sentada al lado.
-Ah, no, no, no era nada.-negó moviendo sus manos.
Sang Hyuk sonrió ante tal gesto y tomó una de ellas, para entrelazar sus dedos.
-Te amo.-confesó y él rió levemente.
-Yo también te amo, preciosa.-dijo y luego la tomó del mentón, para verla a la cara.-¿Por qué tienes esa carita?
Le preguntó, ya que la chica tenía un leve puchero y los ojos acuosos... Los cuales no tardaron en dejar escapar lágrimas.
-¿Por qué estás llorando, Vanessa? ¿Te pasó algo?-preguntó preocupado.-Dime ya, me estás asustando...
Ella sólo lo abrazó y lloró en su hombro. Mientras que a él no le quedó más remedio que acariciarle la espalda.
-Dime, por qué lloras, por favor.-pidió con voz suave.
-S-Sang Hy...-simplemente no pudo decir más que eso, ya que el llanto se lo impidió.
Finalmente, no tuvieron más opción que esperar a que el llanto acabara y Vane se calmara un poco.
-¿Por qué lloraste?-preguntó sosteniendo su rostro, para luego acariciarlo.
-Sang Hyuk... ¿Tú nunca me dejarás, cierto?-preguntó con voz rota.
Él algo desconcertado, enarcó una ceja.
-Vanessa, tú y yo nos vamos a cas...
-No me refiero a eso.-lo interrumpió y luego volvió a llorar.
-Dime, entonces, ¿qué es? Verte llorar me está lastimando...
-Sang Hyuk, quédate todo el tiempo conmigo... No te vayas lejos de mí... No quiero que se vuelva realidad ese sueño...
Contó y su prometido suspiró.
-¿Qué soñaste?
-Tú... Lleno de sangre... En una camilla de hospital... Siendo trasladado a la sala de emergencias...
Contó, mientras rompía en llanto.
-Lo vi todo... Estaba contigo sosteniendo tu mano, pidiéndote que te quedaras conmigo... Pero en cambio las máquinas comenzaron a sonar, y... Y... Y... Te desvaneciste...
Contó sumamente asustada, incluso temblando.
Sang Hyuk se acomodó y la agarró, de tal forma que ella quedara sobre él. Con los rostros a tan sólo centímetros.
-Vanessa, no llores más... Eso fue sólo una pesadilla... No me pasará nada de eso, ni algo parecido... Siempre estaré sano y salvo, junto a ti... Aún debemos casarnos en estas vacaciones, luego de que nos graduemos, así ya falta muy poco, y luego cuando sea el momento preciso, tendremos muchos hijos preciosos, al igual que nosotros...
Explicó para tratar de calmarla, pero en cambio provocó que se sorprendiera.
-¿E-Estas vacaciones?
Él asintió con una sonrisa y ella lo abrazó, escondiendo su rostro en el cuello ajeno.
-¿Por qué? Nunca habían puesto una fecha aproximada...
-Lo decidí con nuestras familias... Pero quise darte la sorpresa hoy.-explicó.-¿Por qué, no te quieres casar?
Ella negó eufóricamente.
-Sí quiero hacerlo... Casémonos.-él sonrió y luego la acarició, para dejar un beso en su sien.
Estuvieron así, hasta decidieron separarse.
-Casi me quedo dormida en tu hombro.-dijo de buenas a primeras y él rió.-No dormí casi nada, por causa de esa estúpida pesadilla...
-¿Quieres dormir?
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Tranquilas que no ocurrirá nada.
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