Navidad

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Cuando era pequeño me encantaban las navidades, a Cade le encantaba disfrazarme de cualquier cosa navideña, ya fuera de Santa, muñeco de nieve o reno.

Era lindo de pequeño pero a los nueve ya era demasiado, después pasamos a Pijamas en conjunto y tras su muerte... empecé a odiar estas fiestas.

Las fiestas con los Blue... eran muy divertidas, había ido a una que otra en Canadá con su familia, se podía sentir lo que era una verdadera familia.

La mañana de navidad después de ese enorme desayunos era tradición seguir en Pijamas.

Jensen se quedó dormido recargado en las piernas de Talita, la chica... era muy alta.

—A veces se le olvida que es mi novia y no la de él —se quejó Jens sentándose a mi lado.

—Parece que se llevan muy bien —dije feliz.

—Se adoran —sonrió mirándolos — creo que la quiere más que a mi.

—Jake te ama —afirmé— más de lo que tú crees.

Jensen asintió para verme.

—¿Cómo estas bolita de algodón?—preguntó revolviendo mi cabello.

—Bien —asintió.

—Si Jake te hizo lo del brazo...

—No, no fue él —lo calmé— me caí de las escaleras.

—¿Te empujó? —preguntó nervioso.

—No —negué riendo— no es tan malo como crees.

Jensen me miró inseguro alzando la ceja

—Me rompió el ojo tres veces y tiró de las escaleras dos —me cuestionó.

Tal vez si era un poco malvado.

—Fueron accidentes —estableció Jake despertando.

—Una lata de metal a mi cara no es accidente —regañó.

—Tu me provocaste...

Se empezaron a pelear como siempre, fui a la cocina para ayudar pues me sentía mal por no hacer algo.

—Esta bien no tienes que ayudar—me calmó Jon.

—Por favor —pedí.

Después de tanta insistencia aceptaron.

—Bueno nos puedes ayudar con la Lasaña —me dieron las cosas.

Me puse un guante en mi mano malita para ayudar lo que era muy simple.

—¿Ya sabes a qué universidad ir hijo? —me preguntó Damian.

—Aún no —suspiré.

—Está bien, es lo que le digo a Jake siempre, tómense su tiempo es una gran decisión—señaló el.

—No es verdad, siempre me dices que cuando me vaya de casa se irán de crucero los dos solos —se quejó el menor entrando.

Damian asintió feliz, Jake se puso ayudarme comiéndose la mitad del queso, razón por la que nos terminaron corriendo de la cocina.

—Y para cuando se van a casar —dijo Jake mientras comíamos un par de galletas.

—Wow wow vamos con calma —lo detuvo ella.

—Así es estoy chiquito —se quejó Jens.

La excusa que siempre usaba.

—Mejor enséñame a tu novio, yo quiero verlo, anda enséñamelo —insistió Talita.

El castaño sacó su teléfono para empezar a presumirlo.

—Tienes buen gusto he —le sonrío— y ese culito.

—Tali —lo regañó Jens.

Le mostraron al foto terminando por aceptar que era un buen culito.

El timbre de la casa sonó a lo que Jake sonrió divertido.

—Yo abro —dijo corriendo a la puerta.

Unos segundos después un pequeño moreno corrió a mí para abrazarme.

—¡Dean! —dijo Dani —feliz navidad.

—¡Feliz navidad! —sonreí— que gustó verte.

El chico me abrazó súper feliz para besar mi mejilla.

Sofi entró junto con Ander y Jake mirándome picaró.

—Más invitados —sonrió Jens.

—Jensen, Tali ella es Sofi, el es Ander y el pequeño de ahí que viene tan guapo es Dani —presentó— mi hermano y mi cuñada.

Jens y Tali se levantaron para saludar.

—Wow eres muy alta —dijo Dani asombrado en mis piernas.

—Dani —regañó su hermana.

—Tranquila estoy acostumbrada—le sonrió— fue por comer muchas verduras sabes.

El pequeño corrió hasta Sofi emocionado.

—Quiero muchas verduras —asintió.

—Exacto come muchas si no quedas igual de enano que mi hermano —se burló Jake.

Jens asintió riendo dándole razón.

Seguimos la tradición armando casitas de jengibre.

Dani estaba súper feliz comiéndose al pobre hombre de jengibre mientras su hermano estaba decorando.

—Ya te acabaste las gomitas Dani —regañó Ander.

—Perdón Andy —dijo descuidado siguiendo comiendo.

—Yo te doy de las mías —calmó Jens dándole sus gomitas.

—Gracias —dijo Sofi que estaba sentada a mi lado.

—No sabía que iban a venir —mencione a la morena.

—Jens me hablo y tuvo buenas razones para que vineiera —contó.

—No quería cocinar —dijo Dani comiéndose otro hombre de galleta.

Ella asintió feliz llenando de besos al pequeño Andy a lo que Dani se puso celoso.

Al acabar nos pusimos a ver un clásico en lo que decorábamos el árbol.

—¿Por qué no fuiste con Cami? —me preguntó Dani.

—No me gusta —contesté.

—No te gusta Disney —remarcó la morena incrédula.

Jake se empezó a reir.

—¿Qué? —preguntó Sofi intrigada.

—No te atrevas...

—Le dan miedo las botargas —explicó él.

Se empezaron a reír, no era mi culpa... había sido culpa de un drogadicto que me espantó de pequeño bajo una botarga de Pooh.

—¿Y tus hermanos mayores? —me preguntó Jens mientras en vez de adornar el árbol adornaba a su hermano con ayuda de Dani.

—Están bien —asentí— Li ya va a tener sus gemelos y me dejo ponerles el nombre.

—Que bien —sonrió— elige uno bonito, si no terminas poniéndole Charmander como mi tío a su hermano.

—Disculpa Charmander es el mejor jodido nombre de la historia —se opuso Jake.

Como era costumbre se empezaron a pelear... otra vez, por suerte fue hora de la cena y todo se veía delicioso.

—Bien antes de iniciar porque no agradecemos, vamos cada uno diga algo de lo que está agradecido —pidió Jon.

—Mi hermosa familia —dijo Damian.

—Mi familia —dijo Jens mirando a su mujer.

En palabras de Jake pronto abría boda, solo estaba esperando a sus vacaciones para llevarla a un lugar bonito y proponérselo.

—Por tres —dijo Jake— y mis amigos, y mi culito que no está aquí.

—Agradecida por mis nuevos amigos —dijo Sof mirándome— y mis hermanitos—agregó besándolos.

—Mi familia —dije mirando a Jake.

El chico me abrazó feliz.

Proseguimso a cenar tremendo pavo, acompañado de papas al horno, esa rica lasagna y tartas de postre.

Era divertido ver como Jake le ponía mas comida al plato de su hermano, siempre lo hacía.

Terminamos a nada de salir rodando, como ya era tarde Dani se acomodó en mi para dormir.

—Será mejor que nos vayamos —dijo Sofi mirando a su hermanito con amor.

—Gracias por venir —dije feliz.

—Me alegra pasar este día contigo —mencionó ella mirándome.

—A mi igual —correspondi.

—¡Vamos ya bésense! —exclamó Jake mirando.

—Si, antes de que nos vayamos —apoyo Andy.

Dijeron ambos comiendo un par de galletas mirándonos con intriga.

Ella me miró para robarme un beso haciéndome poner rojito.

—Feliz Navidad Dean —dijo cargando a su hermanito.

—Feliz navidad —repetí confundido.

Damian los llevó a su casa pues ya era noche.

—Ah todos con pareja y yo aquí solito —se quejó Jake— ay mi culito.

—Lo veras pronto —negué divertido.

—Yo lo quiero ya —gimoteó.

—Oh pobre bebé —dijo Tali abrazándolo.

Nos quedamos un rato más viendo películas hasta que fue hora de dormir.

—Jake —lo llamé.

—Ya tomé mi pastilla de dormir que quieres —gruñó.

Solía ponerse así antes de dormir pues sin su pastilla no lo conseguía.

—Te quiero mucho —afirmé.

—Yo igual ahora ya duérmete que viene santa —gruñó.

—Y gracias por invitar a Sofi yo...

El chico se levantó para ponerme la almohada en la cara.

—Duérmete o te hago dormir —gruñó.

Asentí para acomodarme, el chico se acomodó en mi para por fin dormir.

Desperté por el pequeño golpe de alguien sobre mi.

—Déjame dormir —gruñó.

—No ya es de día, ya llegó Santa —señaló.

—Somos un poco grandes para...

—No te atrevas a decirlo —gruñó poniendo su mano en mi boca.

Asentí, el chico me levantó para jalarme golpeando la puerta de a lado.

—Muévete enano —despertó a su hermano.

Bajamos a ver los regalos, básicamente eran muchos regalos para el niño.

—Esos son tuyos —señaló una pequeña montaña.

—De verdad...

El niño asintió divertido abriendo sus regalos.

Empecé abrir mis regalos, varios libros, muchos dulces y un par de sudaderas.

—Ya veo que les fue bien —dijo Damian bajando con su esposo.

—Muchas gracias —agradecí feliz.

—Agradécele a Santa —dijo Jon mirando a su hijo.

Me aventé a él para abrazarlo.

—Hey fue Santa —se quitó de mi abrazo.

—Si —dije con un par de lágrimas.

—Santa quería darte los papeles de adopción —contó Jens bajando.

—Pero los malvados elfos no me dejaron —gruñó.

Negué para abrazarlo más, desde que Liam se fue siempre había querido vivir con Jake... sin embargo sabía que eso no se iba a poder siendo yo el último heredero y Cam solo un bebé.

Abrimos todos los regalos felices, al terminar recibí una llamada inesperada.

—Hola Dee Dee —saludó Dean.

—Pensé que te habías olvidado de mi —reclamé pues no me había llamado.

—Lo sé y lo siento mucho pero tengo aquí a unas personas que te quieren conocer —dijo.

Mi hermano giró la cámara para enseñarme eso dos hermosos bebitos.

—Li... —dije viendo a los bebitos— son hermosos.

—Ayer entró en labor de parto Eve —explicó— dejé el teléfono en casa y yo...

—Lo entiendo —dije embobado en los bebés.

—Espero que ya tengas los nombres —me sonrío.

Asentí, lo había pensado demasiado consultando muchos libros de bebés.

—Léa y Emmet —confesé— si no te gustan puedo cambiarlos yo tengo muchos...

—No —dijo Eve— son hermosos, me gustan.

Sonreí emocionado aún viendo a los bebitos, el pequeño Emmet abrió sus ojitos para verme.

—Me alegro de que por fin tengan su familia unida —mire a mi hermano.

—Tu eres parte de ella —me recordó Li— te iremos a visitar muy pronto de acuerdo.

—Si por favor ya quiero cargar a esos bebés —asentí emocionado.

—Yo me voy a robar a uno —interrumpió Jens entrando para correr y ver a los bebitos.

—Ya dejó que mi hermano se junte contigo no quiero que seas mala influencia para mis bebés—se negó.

—Quien crees que les enseñará hacer sus primeras travesuras —asintió— están hermosos Eve, por suerte se parecen a ti.

—Gracias pequeño Blue —saludó feliz.

Jensen llegó por el alboroto para ver a los bebitos, unos muy preciosos.

Nos quedamos platicando un rato hasta que los dejamos descansar.

—Cuídense, te amo Dee Dee —se despidió mi hermano.

—Yo más, dales un besito de mi parte —pedi.

Mi hermano se despidió feliz.

Me quedé un rato mirando la pantalla.

—Esto amerita un chocolate caliente—sonrió Jake— iré por el.

Jake se fue corriendo feliz por los acontecimientos.

—Hey se que estos tiempos pueden ser muy difíciles para ti —me dijo Jens abrazándome— pero sabes que siempre nos tienes a nosotros, te quiero como a un hermano lo sabes verdad.

—Yo también —correspondi.

—A veces más que al mío —dijo riendo.

—Te escuché —dijo Jake llegando— no hay chocolate para ti por grosero.

—Es que él no me golpea y casi mata como ciertas personas —señaló.

Esas peleas.... Las peleas de hermanos que siempre extrañaría en mi casa.

Ay tenemos bebitos 💕

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