Sus miradas se encontraron entre el tumulto de invitados, el menor sonríe suavemente, sintiendo, por primera vez en su vida, como su corazón late mas rápido.

Pero para saber como llegaron a ese momento, hay que retroceder un poco mas, hasta la entrada de la noche, donde un chico de cabellos azules, terminaba de peinar a su adorable familiar.

—¿No es raro?—pregunta la fémina a su primo, mirando la coleta que ahora adorna su cabeza—¡¿Crees que le gustara?!—pasaba sus dedos suavemente por el adorno de flores silvestres que sostenía su cabello

—No te preocupes Kaede-chan, ¡de seguro que le encantará!—la sonrisa de alegría que tenia en el rostro no paso desapercibida por la chica

—Desearía que siempre sonrieras así—una mirada melancólica y un suspiro alertaron a su primo, pero a pesar de todo no permitió que tal frase le deprimiera, tenia que ser un adecuado acompañante de la hermosa damisela que en esos momentos arreglaba su vestido con especial ahínco

—Veras que le encantará, estoy mas que seguro, Kaede-chan—toma la izquierda de la joven antes de atraerla hacia si, e iniciar un vals al ritmo de cierta melodía que en esos momentos se encontraba en su mente, tonada misteriosa que desde que tiene memoria conoce—Seguro que se deleitara con tan bella damisela—una risa juguetona se burlo de tales palabras—seguro que hasta a la princesa aplacaras, mi bella dama de terciopelo—ahora es él quien se burla con un sonrojo de las mil y un cursilerías que suelta en forma de palabras

—Me alagais en demasía con tan especiales maneras de hablar, pero he de aclararle que la protagonista de esta velada no soy yo, sino la princesa de orbes amatistas, tierna y delicada como ninguna, mi misión sera el acentuar tan maravilloso ser, aun así le agradezco sus halagos, esperemos que con la llegada del alba mi caballero especial logre utilizar expresiones tan deleitantes como las que ahora usted me provee—

—Lo comprendo mi damisela, pero no ha de temer, puesto que aun si su caballero torpe ignora la rosa blanca y roja que tiene justo en frente por perseguir mariposas silvestres me encargare personalmente de cortarla de su jardín y entregársela en copa de oro y diamante a quien sepa apreciar la belleza de sus pétalos mas allá de las apariencias—detiene sus movimientos para besar la mano de la doncella—¿Así esta bien mi señorita?—

—Perfectamente leal caballero, ya que usted ha recitado tal hechizo de felicidad sobre mi persona es mi turno de devolverle el favor, aprecio con total sinceridad todos sus halagos y alabanzas, así como su protección y cariño que me profiere cada día, mas no me es suficiente, deseo que su corazón conozca la dicha que es el amar, que su vista se pose en la rosa azul que solo oculte sus espinas cuando se trate de usted y se tiña de un amatista puro con la dicha de recibir su mirada, imploro a los dioses que deje de ser mi caballero, encomiendele esa misión a mi persona especial, y que en su lugar, aparezca una señorita que necesite de su ayuda, mucho mas de la que yo ahora necesito—la sonrisa de la chica que complementaban sus palabras eran como notas musicales, que penetraban en el corazón de quien las escuchara, mas nuestro amable caballero no entiende tales oraciones

—¿Eso quiere decir que soy una molestia para usted?—

—Para nada, aprecio todo lo que ha hecho y hace aun por mi bienestar, mas por eso deseo el suyo, conozca a su persona ideal, así como yo conocí a mi torpe caballero de cartón, quiero que encuentre a quien el hilo del destino le ha encomendado, quiero que a ella le muestre la dicha cada día y reciba con felicidad el mismo amor que le entregue—abraza a su querido primo—Quiero que te enamores de alguien así como yo lo hice de Amami-kun—

—Si esas son sus ordenes las cumpliré, mi princesa de vainilla—corresponde al gesto con una sonrisa de resignación, en su mente no había espacio para el romance, él mismo se había hecho la idea de que en ese mundo, ni en ninguno paralelo, habría alguna persona destinada para si, inocente, es lo único que se puede decir sobre el joven Shuichi, ya que no sabe la sorpresa que los dioses le prepararon para esa noche

Finas carrozas de resistente madera, detalles tan atrayentes como la miel, tiradas por caballos de excelente estirpe, de allí descienden los invitados reales a tal festejo, señoritas con vestidos pomposos, señores con elegante porte, desfilaban por delante de los guardias y el sumo sacerdote, mas aun faltaba la guinda del pastel, la dama de rubios cabellos y rosado mirar. Mas esa espera no fue mucha puesto que rápidamente logro distinguir, de entre los diferentes estandartes que anunciaban la llegada de sus amos por encima de las carrozas, una muy peculiar, la belleza de la voz que guía el mundo, lo que significa que su damisela se encontraba muy cerca.

Cual fue el susto sino, cuando en vez de bajar su adorada pianista, apareció un chico de cabellos como la noche y orbes como la luna, el cual no conocía, mas al momento este ofreció su mano a la otra persona dentro del transporte, esta vez si, un largo vestido borgoña con escote de corazón, en su cuello un pequeño collar adornado con piedras semipreciosas, "Una diosa", fue lo primero que paso por la cabeza de Rantaro mientras veía embelesado como la chica se dirigía hacia él.

—Buenas noches, Amami-sama—

Notas~

¡Listo~! Al fin termine el capitulo 5 ^w^
Mas aun falta para que esto concluya >wo, pues en el próximo capitulo se conocerán los niñitos

Solo espero poder actualizar mas a menudo ；＿；）

Bye-Bee