Prólogo

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Dejame contarte una pequeña historia, simple y corta pero a su vez tierna y cálida, una historia que trasciende el tiempo e inclusive el espacio. Atraviesa los limites impensables para así transportarnos a ese bello mundo que describe en sus palabras, que nos mantiene pensando en el "¿que pasaría si...?" hasta no poder mas, pero que a pesar de todo hace latir el corazón. Ven y pasa, estas invitado a escuchar mi casi increíble e impensable historia, en un lugar donde todos los deseos se hacen realidad.

Hace mucho tiempo en un lugar muy lejano; porque claro, una mágica historia comienza cuando nadie sabe y donde nadie se lo espera; los reyes estaban muy contentos esperando el nacimiento de su hija, su querida princesa, pero ocurrió lo inesperado. Rápidamente se dirigieron al sumo sacerdote, el mismo les había comunicado una noticia tan pronto supo que la reina tendría un bebé, la misma había sido la causa de que todas las pertenencias de ese bebé fueran dedicadas a una fémina pero al ocurrir tal sorpresa era bastante comprensible que se sintieran preocupados, esperaban la llegada de una bella hija pero en su lugar lo que obtuvieron fue un tierno varón de cabellos negro-malvas y ojos de un bello tono amatista. La conmoción en el castillo fue mucha pero mas para los tres adultos quienes en ese momento no podían caber en mas nada que no fuera preocupación, miedo, de el futuro que le depara a ese niño.

A pesar de todo paso el tiempo sin problemas, el hijo primogénito de los reyes creció como una chica, usando los bellos vestidos que sus padres le proporcionaban, manteniendo su cabello largo hasta la cadera y muy bien peinado, un rostro y porte femenino y encantador, lo cual no podía estar mas alejado de su realidad. Cuando no tenia que estar frente a personas que no conocen su género real se viste como quiere, no importando si es ropa de mujer o de hombre, sinceramente le da igual, no le incómoda usar ambos tipos de trajes, también su personalidad, voz, porte, todo lo demás, cambia, se vuelve muy travieso e infantil, deja de finjir una voz fina, se apega a todas las personas que encuentre a su paso, sean su madre, padre o algún sirviente que hubiese tenido la desgracia de pasar por cerca de él.

Ese día era especial, su cumpleaños número diecisiete, por lo tanto la festividad también tenia que ser ciertamente especial, lo mejor para la "princesa" del reino. A pesar de el nerviosismo que sus padres tenían al llegar la tan fatídica fecha, según las palabras del sumo sacerdote la noche de su decimoséptimo cumpleaños, la misma donde empezaría su mayoría de edad, conocería a esa persona destinada, un chico no invitado directamente, aceptar su hilo rojo o romperlo dependía al completo de ambas partes. La única suerte que tenían a su favor era el hecho de que su hijo no ha mostrado interés por otras féminas que no sean su madre, la cual quiere mucho, su prima, porque la ve como una hermana, o su niñera, la cual disfruta molestar cada vez que tiene la oportunidad, y la habitual e incomoda pregunta relacionada con sus partes íntimas dirigidas a uno de sus empleados, mayordomo personal del príncipe.

-Me aburro~-se quejaba el chico haciendo mil y un pucheros que solo lograban hacerlo ver lindo

-Espere un poco por favor Ouma-sama-suspira por enésima vez en toda la mañana, solo son las diez si acaso las once de la mañana y el baile para celebrar es por la tarde, como era común para la celebración tenia que usar un vestido nuevo que no llegaba hasta después del almuerzo, tampoco tenia permitido salir hasta que el momento llegue así que su único modo de entretenimiento en esos momentos era el pobre inocente que no tenia la culpa de haber nacido de la forma en que lo hizo-Pronto llegará Amami-sama a hacerle compañía extra, de esa forma podrá divertirse un rato hasta que llegue el nuevo traje para esta ceremonia-

-Pero me aburro~, aunque un robot no comprendería mis sentimientos~- muestra un claro tono de burla hacia su compañero quien a pesar de estar acostumbrado no podía evitar molestarse por las palabras de su señor

-¡Eso es discriminación hacia los robots!-y como era costumbre volvían a la misma discusión de todos los días, la cual hubiera continuado de no ser por los toques en la puerta, el joven mayordomo se decide por abrir la misma antes de llegar a términos mayores con el chico que en ese momento solo mantenía un puchero en señal de clara molestia, misma que se esfumo al reparar en la persona que había decidido pasar a sus aposentos

-¡Amami-chan!-antes de que el aludido pudiera hacer algún movimiento ya el menor lo había tumbado de un abrazo

-¡Sumo sacerdote!-

-Buenos días Ouma-sama, Kii-Bo-saluda separando el cuerpo del príncipe de encima suyo-¿listo para la celebración?-muestra una sonrisa triste, no quería que su pequeño travieso sufriera pero a la vez era consiente que no podría escapar de su destino

-¡Mucho~!-sonrie ampliamente para automáticamente segundos después deprimirse-pero me aburro de esperar~-

Suelta una pequeña risa, terminando de pararse ambos-No te preocupes que pronto estara, por ahora te puedo adelantar un detalle-dice, a lo que los ojos de Ouma empiezan a brillar de la emoción

-¿Que es~? ¿Que es~?-da saltitos alegre en el mismo lugar

-¿Recuerdas a la chica con la que estuve hablando hace una semana?-asiente con energía-ella es una pianista muy reconocida en el reino, tocará en la fiesta de esta noche-

-Yay~, ¡ya quiero escucharla! ¡ya quiero escucharla!-por accidente se tropieza con su mayordomo y terminan ambos en el piso, uno riendo feliz de la vida y el otro muy avergonzado ante tal posición

-Pues vamos preparándonos, pero primero...Ouma-sama, ¡al baño!-

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Antes que nada...¡FELIZ CUMPLEAÑOS MINI HITLER OUMA KOKICHI!

Listo, ya me descargue, esta historia esta dedicada a nuestra querida tortilla de uvas, si es que se entiende, iba a ser un One-shot pero como que la trama es mucho mas compleja lo cambie a historia, no se de cuantos capítulos sera pero tengo estimado no muchos, creo...

La portada no es la verdadera, no me dio tiempo a terminar de colorearla así que cuando la tenga lista cambio la portada

Un dibujo que hice a finales de febrero de Ouma:

Si se ve mal es por la cámara del móvil.

Bye-Bee

Pd: La multimedia del capitulo es un pastel que casualmente compramos ayer... Coincidencia ¿verdad?

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