–Te amo–Dijo depositando un beso en sus labios.

–Yo te amo más–Y otro beso fue repartido.

–Yo te amo aun más...–Pero antes de concretar un último beso se escucho un pesado y exagerado suspiro.

–Si si, Miguel ya sabe todo eso Tadashi, prometieron no hacerlo mientras ceno–El menor de los asiáticos miro a la avergonzada pareja.

–Lo siento cuñado, es la costumbre–El nombrado Miguel se disculpó entre risas nerviosas.

Hiro rodó los ojos y siguió buscando entre su bolsa de gomitas las que fueran rojas, en realidad si era costumbre.

Desde que su hermano mayor, Tadashi, había conocido a ese chico mexicano hace más o menos un año, todo había sido asi desde entonces.

En palabras de Tadashi, todo Miguel era hermoso, desde su piel morena pasando por su mirada café y su voz de ángel; para su hermano Miguel Rivera era una obra de arte.

Y para Miguel las cosas no eran diferentes, su hermoso cabello azabache, su piel blanca y sus ojos negros llenos de amor. Básicamente el moreno creía que su hermano era la perfección misma.

Y no los culpaba, pero después de todo, nunca aprobaría que su querido hermano mayor fuera secuestrado por los encantos de un mexicano.

La comida estaba siendo servida por una mujer castaña que conversaba animadamente, tía Cass, la tutora de Hiro y Tadashi.

Aquella mujer delgada y de ojos verdes pasaba el plato con sopa de fideos y algún otro acompañamiento mientras mantenía su sonrisa.

–Espero que te gusten los fideos Miguel–Le dijo dándole su plato.

–Señora Cass, cualquier cosa que usted prepare es deliciosa–Miguel correspondió la sonrisa.

Por su parte, Hiro hizo gestos imitando exageradamente a Miguel ganándose que un pequeño pedazo de brócoli atinara en su cara por parte de su hermano.

–Oh, aún recuerdo cuando intentaste ser músico–Tadashi lo señaló con una sonrisa maliciosa, el sabía perfectamente como odiaba esa historia.

–Ow es verdad, cuando a los cinco años te compramos ese piano de juguete y querias componer música–Siguio Cass al momento de sentarse en la mesa.

Miguel estaba riendo invebitablemente, imaginaba a Hiro tocando bruscamente el piano mientras intentaba cantar una canción.

Y para el nipón eso era genial, ahora el tonto se reía cuando se enteró de que en algún momento el también fue un tonto.

La cena transcurría con tranquilidad, entre chistes y pláticas y por su puesto los inevitables mimos de la feliz pareja.
Entonces el ambiente cambio un poco; Miguel comenzó a preguntarle cosas ocasionales.

¿Y para cuándo la novia? ¿Te interesa alguna chica? Y todas esas clases de preguntas incómodas; Tadashi también estaba extrañando por la actitud de su pareja e incluso se atrevió a celerse un poco.

El por su parte respondía con dos cosas no y ew que asco.

¿A qué quería llegar el latino con todo esto?

–Hiro te presento a mi primo...

Y e ahí la gota que derramó el vaso, Cass y Tadashi quedaron en shock mientras Hiro aseguró desmayarse por cinco minutos.

¿Como dices que dijiste? ¿Primo? ¿El y...? ¡Definitivamente no!.

–Amor–El mayor tocó su hombro con una risa nerviosa–Hiro es un poco inestable respecto a estos temas.

Aún no salía de aquel trance donde se encontraba, en veintiun años de vida jamás se preocupó por conseguir pareja y ahora esto.
¿Era acaso como una advertencia divina de que su reloj biológico corría? Debía darse prisa en todo caso.

–Miguel si esto es venganza por todo lo que te hecho pues perdón–Dijo en un tono de indignación.

–No lo es, es solo que mi primo Héctor corto con su novia y pues pensé que sería perfecto para ti.

¡Claro! Porque en la mente de Miguel eso ocurría; pelearian todo el tiempo, nunca estarían de acuerdo y se celarian por todo, serían una estupenda pareja.

–¿Tía Cass? ¿Tadashi? Por favor digan algo–Al notar la incomodidad en ambos mayores Hiro entro en pánico.

–Depende de ti cariño y si tú quieres o no salir con ese chico nunca está de más darle una oportunidad.

–Ademas es primo de Miguel.

Lo miraron con una sonrisa nerviosa, se dió un golpe mental al darse cuenta que no lo apoyarían.

–Hirito porfavor–Volvio la vista a Miguel quien lo miraba suplicante–Aunque sea una oportunidad, nunca te he pedido nada.

Esa escena le dió en el corazón de alguna u otra manera puesto que con esa maldita cara de súplica que el moreno ponía sabía perfectamente que a su hermano le rompería el corazón.

Y bueno tal vez y si tenía razón, siempre el maltercio de ambos.

Si iban al cine, Tadashi llévate a tu hermano.
Si iban a comer, Tadashi llévate a tu hermano.
Si es que iban a tener un momento a solas, Tadashi no puede porque Hiro está en casa.

Se había vuelto molesto últimamente.

–Esta... Está bien–Todos voltearon a verlo con incredulidad–Una oportunidad solamente.

La castaña y el mayor se veían con sorpresa y un tanto de miedo mientras que Miguel estaba que saltaba de alegría.

Hiro, te presento a mi primo...

¿A qué rayos se acababa de condenar?.

Holuu ;v lamento no seguir mi retorcido proyecto pero ps muchas cosas acontecieron en mi vida.

Chocodato curioso: el título original de la historia era “¡Te presento a mi primo!” Y por eso Miguel dice eso ;v

Dedicada a mi CallMeMemoAponte
<3 aun no tengo internet pero me lo robo de

Esto es todo por hoy uwu