Después de la cena, todo transcurrió en silencio, apenas y si termino su plato, Hiro subió directamente al cuarto que compartía con el mayor sin decir nada.

Cass estaba notoriamente sorprendida y Tadashi lo "conversaba" con Miguel o al menos eso parecía hacer pues solo le daba mil y un razones para que su hermano no saliera con alguien.

Tal vez eran celos o simplemente estaba siendo sobreprotector pero estaba seguro que su pequeño hermanito no podría con esto.

–Cariño, el ya no es un niño–Respondio Miguel con toda tranquilidad posible mientras el Tadashi daba vueltas en la cocina.

–Si pero ¿Y si le va mal? ¿Y si no lo logra? ¿Y si...

–Tadashi–La castaña quien estaba lavando los platos volteó a ver a su sobrino con la mirada de una madre autoritaria parandolo en seco–Se que ni tú ni yo esperábamos esto, pero tiene veintiun años y es momento que conozca a alguien tú solo relájate y deja que la vida siga su curso.

El asiático suspiro rendido; tía Cass tenía razón tan solo debía relajarse, después de todo Hiro no era más un niño pequeño a pesar de tener la actitud de uno.

–¿Te llevo a casa, amor?–Preguntó volteando a ver al moreno.

–Pedire un taxi no te preocupes–Recibio una sonrisa por parte de su novio–Habla con Hiro ¿Si?.

El Hamada acompaño al menor a la puerta dónde el taxi que pidió con minutos de anticipación lo esperaba.
Volvió a entrar a la casa para dirigirse a su habitación y poder hablar con su hermano quién seguramente estaría haciendo una rabieta.

Al subir las escaleras pudo encontrar todo en silencio y a oscuras, solo la tenue luz de la calle que entraba por la ventana del escritorio abierta viendo que Hiro estaba sentando en el tejado a través de ella.

Y obviamente no dudó en ir y hacerle compañía.

–Hola pequeño genio–Saludo con una sonrisa mientras se sentaba a su lado–¿Estás bien?.

–Hola y si, estoy bien solo algo aturdido supongo.

–No tienes que hacerlo si no quieres solo por ser Miguel no estás obligado a...–Inmediatamente fue interrumpido por su hermano menor.

–Quiero hacerlo, además supuse que esa carita de Miguel te mataría si decía que no–Dijo riendo levemente.

Ambos volvieron a reír después de aquello para que el silencio durará tan solo unos minutos.

–No es justo para ti ni para Miguel que siempre este pegado a ustedes–Hiro rompió el silencio–Creo que debo conocer gente y si te lo preguntas ya hice mi berrinche antes de que llegarás.

–Que maduro eres–Bromeo sarcástico–Hiro, no eres molestia pero tienes razón, ábrete y conoce a alguien que te haga sentir lo mismo que Miguel a mi.

Volteó a verlo con una sonrisa de enamorado para darse cuenta que su hermano lo veía con una expresión escéptica.

–Ok tal vez no tanto pero entiendes a lo que me refiero.

–Creo que si... Lo hago–Finalizo Hiro la conversación con un gesto algo más comprensivo.

Para los hermanos Hamada definitivamente fue una buena noche.

[. . .]

–Primo mío, sangre de mi sangre, inspiración de mi música...

–Primero, según tu el chino ese es la inspiración de tu música y segundo, no te hago favores.

Miguel dió un fuerte suspiro al ver a su primo que solo comía helado en el sillón ignorandolo.

¿Cómo le diría que le consiguió una cita sin su consentimiento?.

–Hector por favor relájate, no necesito un favor solo vine a ver a mi primo favorito–Dijo a manera de excusa para tener la atención del mayor.

En esos momentos Miguel se encontraba en la casa de su primo, Héctor Rivera, quien hace tan solo un mes había terminado con su novia Imelda después de seis largos años de noviazgo.

Cómo mejor opción, al mayor no se le ocurrió mejor idea que pasar un tiempo en la ciudad de San Fransokyo donde Miguel llevaba a cabo sus estudios y consiguiendo una casa tomo todo y se fue de México para un descanso.

Todo inicio bien, la casa pertenecía a una señora mayor con bastantes recidencias la cual dejo vivir ahí a Héctor para que la cuidara, consiguió trabajo en un bar como músico y gastaba todo su dinero en cosas innecesarias.

Todo un logro a su edad o al menos en su mundo pues casi siempre se encargaba de deprimirse por la mujer que amaba.

–Solo pensé en como estaría mi músico favorito y ya.

–Deprimido como siempre–Bufo levantándose del sillón para sentarse–Ya Migue' dime que ocupas.

El menor todo los ojos con fastidio al ver que no lo endulzaria con sus palabras bonitas.

–Te conseguí una cita con el hermano de mi novio–Dijo cruzándose de brazos.

–No, ni madres–Se levantó rápidamente del sillón para caminar a la cocina y meter nuevamente el bote de helado.

–Hector por favor, sabes que no puedes seguir así–Miguel lo siguió insistiendole–Mira, ándale, va a ser solo una cita y ya si no te gusta pues hasta ahí.

Le dió un sermón bastante grande omitiendo detalles como que Hiro era un caprichoso y testarudo que incluso llegó a creer que era aromático

Que en su vida había tenido una relación y que jamás le había atraído alguien. Así como con el mismo Hiro omitió que su primo estaba deprimido 24/7 por su ex novia y que era un pendejo.

En fin, detalles.

–¿Pero y si no me gusta y me lo quiero tirar?–Preguntó recibiendo un zape como respuesta–Para ti es fácil a ti te dan tus sagrados alimentos siempre.

–¡Héctor!–El mayor se hecho a reír al ver el fuerte sonrojo en su primo–Ya te digo yo en donde se van a ver y eso.

Héctor asintió sin quitar su sonrisa burlona.

–Tengo que ir a que me den mis sagrados alimentos, como yo si tengo con quien–Ataco Miguel con una sonrisa mientras caminaba a la puerta–Suerte procesando lo de Hiro.

Dicho esto se retiró dejando al mayor frustrando y con dudas.

¿Hiro? ¿Cuál era la necesidad de un novio tan rápido?

Siempre podría ponerse pedo y llamar a su ex ¿Verdad?

Ni siquiera sabía porque había aceptado... Esperen ¿En qué momento acepto?.

Bieeenvenidos al Limalaya ¿Helado?.

Está medio kk pero sentía que ya debía escribir algo para que esté shipp fuera algo :'v

Obviamente dedicado a CallMeMemoAponte uwu y a nuestro hijo Donny también ;u;

Nos vemos luego.

Baaay~ :D