T - Trébol

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"¿Y entonces...? ¿qué pasó?" Cuestionó el castaño con sus dedos entrelazados con los del otro. Una caminata serena sin pesares que se instalaran en sus espaldas, quitándoles el oxígeno para respirar adecuadamente. Este no era el caso, ya que ambos poseían agrado a la compañía del otro.

"Nos suspendieron por culpa de Izzy y sus locuras... no hay duda de porque mis juntas son preocupantes." Rió al ver el origen de la frustración del moreno. Trazó un camino por la mejilla impropia, ganándose un rubor que se expandía cómo una plaga en los pómulos del contrario. "Hey, espera... yo hacia las sorpresas hoy."

"Pero quiero un besitooo... anda, no seas malo Noiki." Le hizo unos ojitos semejantes a los de un perrito, justo los que siempre le hacía para rogarle algo. Imploraba que su plan maligno funcionara y fuera digno de recibir mimos; pero lastimosamente para Noah eso no era así.

"Qué paciente eres... te dije que te esperes, tomate." Su yema rebotó contra la nariz del chico, volteando su cuerpo hacia su rumbo previo. "Iremos a dónde planeaba juntos con el dinero que llevo ahorrando hace meses."

"¿Hace meses? ¿a qué te refieres?" Alzó una ceja, hace no más de un par de semanas ellos habían jurado pasar la eternidad con el otro de manera inesperada.

"Mis sentimientos por ti siempre persistieron ante todo. ¿Por qué crees que aveces estaba distraído? Duh, no soy Cody para despistarme por una tontería." El de piel canela procuraba sentir una mirada densa sobre sí y su guerra mental; la oscuridad batallando en lo opuesto de la luz para tomar el trono.

El ojiazul bufó, manifestando molestia y el claro duradero efecto de ese descontento; el no platicar por el resto del viaje.

"Cody, no me ignores... Apuesto a que no quieres algo dulce" Eso captó su atención con rapidez, aparecida con una velocidad vertiginosa, relamiéndose sus labios al imaginarse el empalagoso sabor al que se acostumbró y el placentero sentimiento de percibir cómo se desintegraba en su paladar.

"Bien, me ganaste." Su fugaz emoción se vislumbró en sus ojos expectantes, aunque el delgado continuó ignorando a su pareja hasta llegar a la localización asignada.

"Mira, llegamos..." Cody elevó su vista, su alegría hizo una explosión de colores en su interior y soltó la palma ajena, así adentrándose en la heladería tal cual infante, examinando los diversos helados.

"Me encanta..." Susurró, portando su positividad y absorto en su realidad de manjares sin prestarle atención a los balbuceos de su amado... Aunque se escapó del trance cuando un golpe se situó en su nuca.

"Levántate, princesa. Dime qué sabor quieres, bella durmiente." Se aproximó removiendo sus billetes que había guardado con tal de sacar a salir a su enamorado. Desde que lo planeó no pudo evitar querer ver esa linda mueca de dentadura faltante.

"Quiero... ¡ese!" Apuntó a un texto en la barra, pero confusión se presentó en él cuando Noah lo miró con duda.

"¿Aquí o afuera...?" Ladeó su rostro, entrecerrando sus párpados con una incógnita en su pensamiento. Cody hizo una seña, que Noah captó al instante.

Trás comprar su contenido, Anderson envolvía el cucurucho alrededor de sus manos con brillos. Pero cuando observó a Noah, le causó una gran curiosidad al ver su dorso del pulgar y sus compañeros sin ningún objeto.

"¿No querías nada?" Se sentó inerte en un asiento, sintiendo algo de vergüenza al sentir una fija visualización sobre él. De ahí desvió sus orbes, que lo llevaban a morder su comisura.

"Soy más fan del chocolate amargo... pero después se podría decir que soy más quisquilloso." Apoyó su cara sobre su brazo, acostándose en la mesa y esperando con paciencia a la conclusión del caramelo de su adversario, admirando sus iris celestes.

"Ah... ¿Qué miras?" Lamió escasamente su bocha, cómo un cachorro que a pesar de todo, tenía un resplandor melifluo que nadie podía apagar.

"Eres la historia más linda que el destino escribió en mi vida." Esbozó una sonrisa, su distracción concentrada en la belleza que su acompañante tenía al percatarse de un grácil sonrojo escurridizo alrededor de sus cachetes.

"Gracias, Romeo." Dejó ir una carcajada casi inaudible, exceptuando a su adverso y su cercanía. Estaba finalizando de consumir su alimento, después de todo; su amor a lo meloso lo condujo hacia la obsesión a todo lo relacionado con ello y a la tangible fluidez en comer sin atragantarse.

"Mhm... Ven." Partió al ponerse de pie, abandonando el lugar y sujetando del antebrazo al de prendas amarillentas. Emprendió su paso en dirección a un prado de verde césped, así al llegar, volver a imitar su acción en el piso.

"Siéntate." Obedeció sin reprochar, no le gustaba estar en la sumisión cuya incertidumbre lo dominaba. Pero con Noah su inseguridad se esfumaba con un solo chasquido etéreo; nunca contaba el tiempo pasado con él, aunque para su fortuna en esa fracción que había compartido yacía en el suelo con él hace una eternidad que disfrutaba.

La fragancia de las flores se coló en sus fosas nasales, brindándole más tranquilidad a diferencia de lo acaramelado que su lengua experimentó minutos atrás. Cerró sus cuencas, el único impedimento para contemplar su rasgo más notorio.

"Hey, Cody... Estos días estuve pensando sobre lo de tu meta en ser una superestrella." Era algo excéntrica la tonalidad en la que conversaba el varón, con una mezcla de tristeza y a la vez seriedad... Una fusión rara para cualquiera que lo conociera lo suficiente.

"¿Qué hay con eso?" Sus sentidos se agudizaron, su nube estaba radicalmente repleta del conjunto de letras gesticuladas por su boca.

"Me recordaste a mí... Con mi antiguo sueño." Con eso atinó en el principio de sus nervios, se encontraba precipitado y en cualquier segundo sería candidato al tomate más carmesí del planeta.

"No sé, solía tener el deseo de ser un escritor famoso en el futuro pero..." El suceso de la oración iba en decadencia, perdiendo su voz con cada palabra que formulaba. "Al final terminé siendo uno frustrado."

Esa sensación engorrosa se filtró en él, obligando a enfocarse solo en su tez.

"Solo era joven... es todo." Murmuró con intenciones susceptibles, apretando sus puños. "Tengo una teoría. Existen dos tipos de niños; existen los que quieren ser astrónomos y los que quieren ser astronautas. El astrónomo estudia cosas maravillosas desde un lugar totalmente a salvo..."

"Pero nunca podrá ir al espacio." Susurró el menor, con credulidad.

"Exacto." Formuló el bronceado, suspirando con sus poros desprendiendo vibras... deprimidas. "Es la diferencia entre imaginar y ver. Ser capaz de tocarlo... Eso es lo único que quería. Hasta que me empecé a sumergir en el mundo de la lectura con más frecuencia y a imaginarme en el lugar de los personajes, al reconocer que nunca podré hacer las cosas increíbles que ellos si. Tener las posibilidades que por su porcentaje, les brinden oportunidades de un futuro feliz a ellos sin siquiera intentarlo." Finalizó su discurso, bostezando.

Un peso se abalanzó sobre él repentinamente, dándole puesto a un suave beso que tendía a transmitir la calidez del atardecer que se ausentaría hasta la mañana siguiente.

Se separó en busca de esa curvatura de hoyuelos que apreciaba. "No está perdido, ¿Si? Podrías tener suceso. También lo había considerado, pero tú... Me animaste a seguir con mi sueño." Fue con facilidad hacia su frente, con un gesto cariñoso posicionándose sin aislamientos. "Te amo así cómo eres, y cómo tú dijiste; te apoyaré en lo que sea."

"Yo te amo mucho más, te lo juro." Su sensatez la mandó a otro lado, con otro ósculo tomando impulso en esa pública zona. Pero su reputación ya pendía de un hilo, así que lo apartó. "Espera, traje otra cosa..."

De repente una caída cedió a la tentación de invocar dolores, Cody ahora tenía aires de mareo por no haber coordinado su resistencia apropiada. Se sobó, distinguiendo un picnic organizado por el de enigmática apariencia a base de comidas preparadas por él mismo.

"Disfruta... Ah, y también." Arrancó una planta, extendiendo esta a su novio. No pudo luchar contra la salida de un sonido de sorpresa al ver ese elemento de cuatro hojas, siendo imposible el aportar áreas en dónde encontrarlo.

Ese trébol había marcado la diferencia en su corazón.

K SON ESAS AMENAZAS EN EL CAP ANTERIOR 💔💔

enfin stoi triste q la historia está x terminar (habrá algunos bonus okei) es q m arrepentí de subir diario

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