V - Vehemencia

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"R-repito; esto es t-tu cULPAAAAA." Al moreno le daba ansiedad el simple hecho de no asistir a su institución y estornudar con frecuencia, así mordiéndose sus uñas sin parar. Pero Cody hacia el intento por impedir esto, alejando su palma de su dentadura.

"Bien; agradece que al menos mi madre te dejó quedarte... Te podré cuidar, qué lindo." Empujó el pañuelo contra la puente de su nariz, al otro extremo estaba el gatito inquieto que se movía a través de la habitación y hasta rasguñaba los zapatos del castaño. Este lo miró, dejando de molestar a Noah y con el ceño fruncido. "Ya te voy a dar la leche. Espérate que estoy cuidando a tu papá que por descuidado le afectaron de más los encantos..."

"¿ME CULPAS A MÍ?" Le proporcionó un golpe en su ojo, lo cual provocó que el ojiazul cubriera este con ofensa. "VETE A DARLE DE COMER EN ESTE INSTANTE. Seguro tu mamá cocina mejor que nosotros dos juntos." Se cruzó de brazos, y Anderson quiso contraatacar, pero de un lado Noah tenía razón. Ellos habían deseado hacer algo para el felino y habían terminado justamente en ese desastre.

Suspiró, agarrando al gatuno entre sus manos y yendo en dirección a la cocina. "Ignora los gritos de tu papá. Así va a estar cuando deje de negarse ante mi inefable belleza... es mejor que la de Justin, ¿No es así, Codymaster Jr?" Sonrió al escuchar un ronroneo, acariciando la diminuta cabeza de su mascota. "Muy buena respuesta..."

Concluyó su paso en las escaleras, sus pies impacientes chocaban contra el suelo. Estos estaban impotentes por la simple razón de ya querer retirarse y volver a encerrarse en su aislamiento; rara vez que cruzaba palabra con su progenitora al final era algo incómodo. Todo lo contrario con sus amistades, pero era porque su madre hacia las conversaciones tan escasas con su tonalidad seria.

Se aproximó al frigorífico con cautela, intentando que ninguna tabla rechinara para atraer la atención de su mamá. Abrió la puerta, buscando un biberón y la caja del líquido blanquecino. Al visualizar ambos y finalmente tener el gusto de irse con rapidez a su habitación, pasó lo que menos quería.

"Anderson." Escuchó resonar en sus oídos, retumbando sin cesar como un eco en una cueva sombría. Estaba carente de lozanía, sentía cómo palideció sin gastar tiempo. "¿Por qué Noah... Dudó cuando le dijiste 'amigo'?"

"No importa ma, solo se confundió. Somos mejores amigos..." Evitó cualquier otra vía de plática, así huyendo de la escena para dirigirse al piso de arriba nuevamente. Exhaló todo el aire que su pecho había acumulado para no morir de pánico, así adentrándose en su cuarto mientras el objeto para bebés se posicionó en la comisura del animalito, bebiendo su leche mientras clavaba sus garras y un hilo de este se derramaba un poco.

"Tomatito enano, me siento cómo uno. Ahora... soy de tu misma especie." Anderson se acercó, poniendo su mano en la frente del otro y comprobando sus cuestiones; era garantizado que poseía fiebre.

No podía soportar la idea de que este se vea enfermo por su culpa. Si, lo admitía en el fondo de su mente. La nube que nublaba su juicio y provocaba que su cabeza mandara señales para reflejar su preocupación en sus expresiones lo obligaron a dejar a su 'descendiente' (si se le podía decir así a su pequeño) y sujetar una cuchara, vertiendo la medicina.

"¿Te acuerdas que hice esto una vez? Bueno... A abrir la boquita, ¡ahí viene el avioncito ~ !" El delgado no se dejaba persuadir, y cuando Cody logró sin distracciones ingresar el elemento a su interior; fue abruptamente empapado con una escupida.

"Esa cosa sabe HORRIBLE." Negó sacudiéndose, y sacándole la lengua a aquel que se decidió por ser su cuidador. Pero de repente una cucharada enorme amenazaba con invadir sin ningún tipo de cuidado a su cavidad bucal.

"¡Tómatelo, TÓMATELO!" Ambos no hacían más que forcejear sin parar, aunque esto era una dificultad porque ambos tenían el mismo nivel de vigor y por eso ninguno se llevaba la corona.

"NI DE BROMA." Reanudó la lucha continua sin mover mucho sus curvaturas, ya que su intención no era que esa sustancia de sabor terrible se infiltre en su paladar. Soportaba aperitivos agridulces o demás, pero él mismo le había confesado que era quisquilloso.

En una de esas Cody metió la herramienta entera, así casi ahogando a Noah el cual ahora sí no opuso resistencia ni imponía aires de superioridad. Solo rebobinaba a su estado pasado; querer esa porción de oxígeno en su organismo de nuevo.

"Ya lo logré... ¿caíste, no?" Sus sentidos se agudizaron, alterando su orgullo y parpadeando arrepentido. "Noiki, ¿Estás bien?"

"PUES OBVIO. M-ME ESTOY ATRAGANTANDO ASÍ QUE ESTOY MÁS QUE BIEN." Tosió con fuerza, así cayendo rendido en la cama sin propósito de reincorporarse aunque sea a medias.

El lóbrego temblor que viajaba por Cody era visible, y hasta predecible. Él portaba una esencia de tristeza, quizá si fue muy apurado y debió esperar a que se acostumbrase...

¿Pero qué importaba? Él aveces también era cruel con su humanidad y el enano solo tenía que poner una barrera que aguante las miles de espadas atravesando sus paredes de cristal.

Además que si se trataba de Noah su paciencia era inquebrantable, para su pedazo de cielo hasta liquidará del planeta a quién sea por su felicidad.

Pero esa oración que una vez carraspeó se divagaba aún sin frenar la repetición, y examinando esta con detenimiento se percataba de diversos temas.

¿Cómo su razonar no le indicó sobre lo obvio?

"Por más que odie a Gwen, yo nunca la he tratado de tal forma." Susurró su misma sentencia fundida en odio, el que tendía a brindarte un lóbrego latido entrecortado sin pedirlo.

Seguro tenía un motivo coherente para ello: no se creía que Noah odie a algún ser sin uno aparente, ¿No es así?

Percibió cómo su chiquito ya estaba adormecido y con la paz en su totalidad, sus facciones relajadas a diferencia de él. Dejó de darle tantas vueltas al asunto y cómo su puerta ya estaba con cerradura en caso de no querer justamente ahora un inconveniente, corrió un poco la manta, así acostándose con su amado.

"Tomatitooo..." Un murmullo lo devolvió a la faz de la tierra, tallando sus párpados mientras el adverso se acurrucaba en su torso, abrazándolo en el proceso.

"Hey Noiki, ¿Estás bien?" Ciertamente parecía un muchacho embriagado y aún sumido en sus sueños, más por cómo su energía para los gestos afectivos aumentaba, experimentando múltiples besos.

En lo más rotundo de su corazón agradecía que Cody le diera hospitalidad sin necesidad de incógnitas, trazando una línea clara que dibujaba unas estrellas al lienzo.

"Te amo mucho..." Se originó una sonrisa en el sabelotodo, le extrañaba que un carácter tan huraño cómo el de Noah ahora esté nefelibato sin una explicación, pero guardó silencio. "No sé para qué ir al museo a contemplar 'arte' si ya te tengo a tí y además que te veo diariamente..." Su dicción era entorpecida lo cual se le complicaba más al menor comprender, aunque eso le ablandó su pulso.

"Gracias, Noiki..." Se estremeció con los acendrados mimos que le daba su enamorado meloso, así cerrando sus ojos con paz.

Y así continuaron, Cody algo confundido pero agradecido del porqué Noah pese a estar resfriado se aferraba con vehemencia a él, cómo si fuera una madre desesperada por su recién nacido.

Se vienen cosas para el siguiente cap. :3

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