*̥˚ chapter twenty one: ain't it fun*̥˚✧
-ˋˏ 'ain't it fun living in the real world? ain't it good, being all alone 'ˎˊ

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PASAR Meses Y Meses En Un Mundo De Prisiones con Kai fue un dolor de cabeza. Pero se hicieron muy amigos. Se unieron por el hecho de que sus familias y aquelarres los odiaban por lo que eran. Kai era una mierda molesta, pero sólo se tenían el uno al otro. Lo sabían todo el uno del otro, él le contaba a Keziah la historia de su vida y ella la suya. Incluso se las arregló para aguantar su llanto por la muerte de Kol, aunque se sintió extremadamente incómodo todo el tiempo.

Incluso había algunas ventajas en su situación, como que podían entrar gratis en Disneyworld. Pasaron una semana entera aprendiendo a manejar las atracciones antes de subirse a ellas y divertirse.

Al parecer, cuando llegaron de nuevo a Mystic Falls, la suerte estaba de su lado. Se habían instalado en la mansión de la familia de Keziah, que tenía un aspecto completamente diferente, ya que su familia no era la propietaria desde 1994, pero seguía siendo su hogar. Kai se encontraba allí, haciendo Dios sabe qué, mientras que Keziah sólo caminaba por las calles. A veces, Kai podía ser demasiado, y ella sólo necesitaba un tiempo a solas.

Caminando por la calle familiar, no pudo evitar fruncir el ceño. Pasó tantos días en la casa de Elena cuando todos salían a pasear sólo para ser apartados tantas veces.

Se detuvo en su paso, cuando escuchó el sonido distintivo de voces. No había nadie más aquí, ¿verdad? Cautelosamente, se dirigió en dirección a las voces, que se hicieron más fuertes.

―Muy bien, háblame de ello.―

De ninguna manera. Damon Salvatore estaba aquí.

―Antes de que el Otro Lado colapsara, mi abuela dijo que hizo un sacrificio para que yo pudiera encontrar la paz.―

Y Bonnie Bennett. ¿Cómo diablos llegaron aquí? Keziah se escondió detrás de un auto, acercándose lo más posible sin que notaran que estaba allí.

―La parte en la que realmente tienes una teoría.―

―Bueno, esto claramente, no es la paz, de lo contrario no estaría atrapado aquí contigo.―

―Grosera .―

―Ella debe tener, no sé, me envió a alguna parte. Y cuando tomé tu mano... te llevó conmigo.―

―Bueno, ¿por casualidad susurró una palabra segura en sus últimos respiros. ¿Una pista, tal vez? ¿Un camino brujo para salir de aquí?―

―No, pero si llegamos aquí por magia, la magia debería ser capaz de sacarnos.―

―¿Y ese ceño fruncido que no está al revés me dice qué?―

―Phesmatos incendia.―

―Sigue sin poder hacer magia. Perfecto.―

Interesante, Bonnie Bennett no tiene su magia y no saben cómo llegaron aquí. Keziah tenía que decirle a Kai inmediatamente.

Escabullirse sin que lo vieran fue fácil, tan pronto como estuvo lo suficientemente lejos, se fue a pie hasta su casa. Encontró a Kai tumbado en un flotador en la piscina, con un cóctel en la mano. Se metió en la piscina, sin importarle la ropa que llevaba puesta, y nadó hacia él.

El gran chapuzón llamó su atención. ―Keziah, ¿qué demonios? Estaba intentando broncearme. ―Gritó, levantando las gafas de sol sobre su cabeza.

Finalmente llegó hasta él y cruzó los brazos sobre su flotador , apoyándose en él. ―Kai, tengo la mejor noticia.―

―¿Estás enamorada de mí? Lo siento, Keziah, pero estás ―

―Kai-―

―simplemente no eres mi tipo. Puede que haya sido demasiado fuerte cuando nos conocimos, pero ahora soy un hombre cambiado. Te veo como...―

Ella lo interrumpió empujándolo a la piscina. Cuando volvió a salir a la superficie, le miró con cara de ―Ya has terminado. Ya no somos los únicos aquí.―

―¿Qué quieres decir?―

―Hay dos personas más aquí. Para ser exactos Damon Salvatore y Bonnie Bennett.―

―¿Acabas de decir Bennett?―

Ella sonrió mientras asentía con la cabeza. ―Así es.―

―¡Nos vamos de aquí! ―Kai gritó.

―Woah, no tan fácilmente. Bonnie no tiene su magia.―

―¿Qué quieres decir con que no tiene magia? ―La ira era evidente en el tono de Kai.

―Ella no tiene acceso a su magia.―

―Será mejor que lo controle, antes de que haga algo drástico. ―Kai amenazó.

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Habían sido dos meses de observar y esperar. Observábamos a Bonnie y Damon como halcones, esperando a que Bonnie accediera a su magia. Parecía que todo lo que hacían era discutir. Nunca pasaba nada interesante. Fue idea de Kai observarlos, para ver si alguna vez pasaba algo. Nunca lo hizo.

―Kai, ¿qué estás haciendo? ―Susurró Keziah con dureza al verle levantarse, haciendo evidente el lugar donde se escondían. Estaban frente a las ventanas de la cocina de la pensión Salvatore, agazapados debajo de ellas. Bonnie y Damon habían vuelto a discutir antes de que ella se marchara enfadada.

Kai hizo un gesto patético con la mano, llamando a Keziah para que lo acompañara. Ella lo siguió al interior a través de una puerta que conducía a la cocina vacía. ―¡Kai! ―Susurró de nuevo.

―Oh, cállate, Keziah. Creo que es hora de hacernos presentes. Sólo vamos a molestarlos un poco. ―Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro mientras se acercaba al periódico en el que Bonnie había estado trabajando durante meses.

Kai pasó las páginas hasta que aterrizó en el crucigrama casi completo, sólo faltaba el 27 a través. ―¿No me digas que sabes la respuesta? ―Preguntó.

―Yellow Ledbetter. ―Habló despacio mientras escribía cada letra. ―Me llevó un tiempo encontrar un periódico con todo relleno. Me puso de los nervios.―

Keziah rió en silencio y siguió a Kai fuera de la casa, no sin antes robar unos cuantos arándanos y llevárselos a la boca.

―Que empiecen los juegos mentales.―