Capítulo 27

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Una nueva mañana se abría paso. La suavidad y frescor de la brisa mañanera hacía deslizar las cortinas de la habitación y acurrucarse a dos cuerpos. Esta vez era distinta de las anteriores, no había ropa de por medio, tampoco impedimentos. Tras la más maravillosa y frenética de las noches, en la que todo había sido expresado con el más claro de los lenguajes y las incertidumbres dejaron de interceder, un abrazo sincero, que permitía a cada uno sentir la cálida presencia del otro, los envolvía.

Jimin fue el primero en despertar, quedándose embelesado por unos segundos mientras observaba el rostro de Jungkook, recordando una vez más cuán hermoso y sensual era el hombre con quien compartía su vida, de quien había logrado aprender tanto y se había enamorado locamente. Era lo mejor que le había ocurrido en muchos años, haciendo valer la pena todos los obstáculos a superar para lograr estar juntos. Ese amanecer tan tranquilo y placentero era la prueba de que estaban acercándose al futuro que aspiraban.

—Santo cielo, ¿cómo es que he llegado a amarte tanto? —susurró observando sus facciones y le depositó un beso en las mejillas.

—Porque soy irresistible. —Jungkook abrió sus ojos, dedicándole un guiño travieso.

—¡Si estás despierto, dilo! —alzó la voz, avergonzado por haber sido sorprendido con la guardia baja, con un intenso carmín en sus mejillas.

—Jejeje, es que si no fingía estar dormido, seguro que no me decías eso. —Vio al castaño hacer un puchero—. No te pongas así. —Se acercó peligrosamente a su rostro—. Yo tampoco puedo resistirme a ti. —Sonrió y acomodó su torso sobre él para comenzar a besarlo.

—Jungkookie, por favor... detente. No podré soportarlo —le dijo en el primer instante que sus labios se separaron, pensando en el dolor en sus caderas.

—Qué raro, esa misma frase la dijiste anoche; aunque..., si mal no recuerdo, fue mientras empujabas tus caderas hacia mí porque deseabas que llegara más profundo. —Se relamió—. Después dijis...

Las manos de Jimin se cruzaron sobre sus labios para hacerlo callar.

—¿Y se supone que digas eso ahora? —le habló rápidamente, con el rubor llegando ahora hasta sus orejas.

—Este es el momento justo para decirlo, así puedo tener todas esas expresiones que me enloquecen, solo para mí. —Lo besó una vez más, explorando cada rincón de su boca, a la vez que le deslizaba las manos por el abdomen.

—Lo lamento.

—¿Qué lamentas? No entiendo —preguntó preocupado. La mente de Jimin solía acelerarse y lo dejaba sin tener idea de a qué se refería, pasaba bastante seguido.

—Se suponía que cuando te mejoraras, sería yo quien te hiciese todo lo que desearas... y terminó siendo todo lo contrario, por eso... lo siento.

Jungkook sonrió, ¿cómo era posible que tanta amabilidad pudiera pertenecer a una misma persona? Cada momento que compartían lo hacía encontrar la personalidad del castaño más cautivadora.

—¿Era eso lo que te mortificaba? No tienes que preocuparte; te debo la vida, todo de mí te pertenece... Darte placer, es mi placer —añadió coqueto, avergonzando al mayor—. Si saber esto no te tranquiliza, simplemente pasemos a una segunda ronda y compláceme cuanto quieras. —Tomó sus labios una vez más.

Justo cuando los besos de Jungkook se disponían a descender, un sonido se dispersó por la habitación, uno que hizo al sicario ofrecer una mirada asesina a su propio celular. Se propuso ignorarlo y continuar su labor, pero el tono de llamada entrante no se detenía, provocando que su tolerancia comenzara a llegar al límite.

—Será mejor que contestes, debe ser importante.

El azabache solo pudo suspirar pesadamente y relamerse al observar esos tentadores e hinchados labios, se levantó y al ver el nombre del contacto en la pantalla, un par de venas se saltaron en su frente.

—¡Te juro que si no es importante, te mataré! ¡¿Qué quieres, Tae?! —respondió la llamada con evidente enojo.

Calma, tigre, ¿cuál es el problema?

—Ninguno, simplemente estoy sorprendido de cómo alguien puede interrumpir en los momentos precisos tantas veces como lo haces tú —expresó con hastío.

Jajaja, imagino qué sucede... No quiero detalles de qué estabas haciendo.

—Tampoco te los iba a dar. Termina de decir lo que quieres, estoy ocupado.

—Pues te informo que voy saliendo para allá, ahora.

—¡¿Cómo?!

—No te alteres así, desde ayer en la mañana te dije que iba, o acaso estuviste tan "ocupado" que lo olvidaste.

Recordó la conversación telefónica de la mañana anterior, solo pudo aceptarlo.

Ya, lo que sea, te estaré esperando —concluyó resignado y colgó.

Se sentó en la cama con pesantez y le explicó a Jimin, quien simplemente lo besó en la mejilla y se dispuso a tomar un baño, pero, como aún se tambaleaba, Jungkook lo alzó en brazos hasta la bañera, lamentándose por no poder divertirse un rato en la ducha. Posteriormente, prepararon juntos el desayuno y el mayor salió a hacer unas compras, así les daría más privacidad para conversar de trabajo. Unos minutos después, arribó Taehyung.

El hacker le explicó que estaban contra reloj. Kim Jiyeon podía escapar en cualquier instante y no habían conseguido reducir las opciones lo suficiente como para organizar una estrategia que les permitiera atraparlo. Jungkook se puso manos a la obra rápidamente, ojeaba los documentos con velocidad y precisión, separando la información que consideraba útil, a la vez que esquematizaba posibles radios de acción del prófugo. Solo 45 minutos bastaron para que todos sus análisis se completaran, entregara a su amigo los resultados de su búsqueda y le explicara los distintos rumbos que podría llegar a tomar la persecución. Taehyung estaba asombrado, esas teorías estaban a otro nivel, a él jamás se le hubiese ocurrido relacionar los aspectos seleccionados para crear un plan de seguimiento.

—Gracias. No sé cómo lo haces, pero con estos datos, definitivamente podremos bloquear su escape.

—No seas dramático, de seguro si se lo pedías a BangPD o a Jin, los resultados hubiesen estado listos más rápido.

—Ellos están demasiado ocupados con la estabilización económica y la compra de las acciones como para sumarles más trabajo. Esto era mi responsabilidad, debía llevarlo hasta el final por mi cuenta, es por eso que lo lamento, realmente lo siento —añadió, bajando la mirada apenado.

—No entiendo de qué va tu disculpa. —Al parecer todos se habían puesto de acuerdo ese día para ofrecer disculpas sin sentido alguno para él.

—Ya te lo he dicho, esto era mi responsabilidad, pero no tuve las habilidades suficientes para llegar a este resultado que has logrado en menos de una hora... Estás fuera de servicio y aun así, yo...

—Sobre esto hablamos ayer por teléfono, Tae, te dije que no le dieras importancia. Además, ya estoy bien.

—Pero...

—Nada de peros, ¿qué te preocupa, estar en deuda conmigo? ¿Qué deuda más grande que la que tengo yo contigo por todo lo que has hecho por mí desde que me hirieron?

—No es lo mismo, eso forma parte de mi trabajo como tu subordinado.

—¿Entonces ocultarme información también es tu trabajo? —cuestionó con obvias segundas intenciones ante la terquedad de su compañero.

—¿Qué quieres decir?

—No soy tonto, Tae. ¿Hace cuantos años crees que nos conocemos? No le di importancia porque en ese momento saberlo no iba a cambiar nada, además de que pude intuir por qué no me dijiste... y te estoy agradecido por ello.

—Sigo sin ver el punto de esta conversación, Kook.

—Todos, en especial tú, saben perfectamente que al líder no se le puede ocultar información. Pero, eres el único que sabe cuáles son... los traumas de mi pasado que no puedo manejar. —Arqueó sus labios formando una pequeña pero sincera y agradecida sonrisa—. El objetivo principal de la infiltración al edificio de Sato era obtener información y decodificarla, ¿en serio creíste que no notaría que intencionalmente no me mostraste esos datos durante tu informe ese día, o siquiera después? Tal vez no los vi, pero puedo suponer cuál era su contenido.

Fue en ese momento que V supo de qué hablaba su amigo.

—Kook, no era mi intención romper las reglas, pero...

—Sé cuáles eran tus intenciones, no lo deduje sino hasta hace poco. Sé que esa decisión, al igual que la de llevar a Jimin para que salvara mi vida, la tomaste como mi amigo, no como mi subordinado... Por ello, te reitero, estoy sumamente agradecido. —Se inclinó en una reverencia sincera y lo miró a los ojos con ecuanimidad, intentando mostrar que todo estaba bien.

—¿Hace poco? —Trató de continuar la conversación. Si no decía nada, terminaría por quedarse petrificado por esas palabras sinceras que lo habían desconcertado.

—Estaba estancado en mi pasado, pero pasaron algunas cosas que me permitieron darme cuenta de que debo vivir mi presente y superar el pasado, si quiero proteger lo que es importante para mí... —Rememoró aquel horrible sueño, del que despertar le recordó que ya no estaba solo—. Con Jimin a mi lado, sé que podré hacerlo, él no es solo mi presente, es mi futuro; mi todo.

Tanta sinceridad en la expresión de su amigo tenía a Taehyung desorientado y sin saber cómo reaccionar. Nunca pensó que sus esfuerzos por ocultar el contenido de aquellos videos sobre las horribles violaciones hubiesen sido inútiles. A fin de cuentas, nada pasaba desapercibido al instinto de Jungkook. Agradecía infinitamente que hubiese crecido lo suficiente como para poder hablar de ello de esa manera.

—Me alegro de que así sea.

—No planeaba decirte nunca que sabía sobre ello. Verte con tantas inseguridades por algo tan simple como pedirme un favor, me hizo querer recordarte que hacer cosas el uno por el otro es natural, simplemente porque... somos amigos —concluyó, algo sonrojado.

El hacker no pudo hacer más que avergonzarse de su propia actitud. Las inseguridades con las que cargaba le habían hecho olvidar que entre él y Jungkook existía un lazo más fuerte que el de una simple relación de trabajo, no había motivo para dudar o apenarse. Crecieron juntos como hermanos, se cubrieron las espaldas mutuamente en incontables trabajos y había perdido también la cuenta de en cuántas ocasiones se habían salvado la vida.

—No digas esa clase de cosas como si nada, no sabré cómo reaccionar. Enamorarte te ha convertido en un filósofo romántico de la vida —habló bajo y desvió la mirada intentando ocultar su vergüenza, y también una pequeña sonrisa de alivio. Jungkook estaba avanzando poco a poco, él debía hacer lo mismo y abandonar sus dudas.

No tardó demasiado para que V se marchara a toda prisa luego de recibir una llamada de Hoseok, avisándole que ya lo esperaban para poder planear de qué manera desplegarse. Se despidió y dejó a su amigo con una copia de los documentos en casa para darles una segunda mirada, en caso de que hubiese pasado por alto algún detalle producto a la revisión rápida de los mismos. Ya pasaba de mediodía, era necesario actuar velozmente.

Faltaba poco para que el Astro Rey se ocultara y todos se dirigían a los posibles lugares, luego de haberse dividido previamente las rutas previstas. No podían permitir que esa droga llegara a manos de la mafia, más aún sin conocer del todo su funcionamiento.

Todo había terminado demorando demasiado, Taehyung había tenido las manos llenas con ese asunto. Había logrado mantener a raya los movimientos de Jiyeon, era la primera vez que se sentía tan cerca de acorralarlo y atraparlo. Sin embargo, se sentía inquieto, Jungkook estaba oculto en un lugar del que era casi imposible sospechar; empero, le preocupaba no haber interceptado ningún movimiento por parte de Jahangir. No quería sacar conclusiones apresuradas, pero no podía evitar tener un mal presentimiento.

Sintió su celular vibrar en su bolsillo.

Habla V.

—Taehyung, soy yo —respondió una voz que conocía perfectamente.

—¡¿Asura?! —exclamó incrédulo al escuchar al Sr. Jeon—. ¿Ocurre algo? Usted no suele llamar, mucho menos por celular. —Estaba asustado, temía por una mala noticia.

Su temor sería despejado con las palabras que escucharía a continuación:

He encontrado a Jahangir —dijo, eliminando el estrés del hacker.

—¡¿Cómo?! ¿Dónde? —Se emocionó. Era la mejor noticia que podía recibir en ese instante.

En Khovd, Mongolia. Estaba dirigiendo una empresa bajo un segundo nombre; usaba el dinero para financiar la persecución de Jungkook y comprar información sobre mi ubicación, mientras extorsionaba a sus empleados.

—¡No me lo puedo creer! Nunca pensé que, después de tanto tiempo, lo encontraría de la nada.

—No fue de la nada..., uno de sus subordinados lo traicionó. Aparentemente, había una situación interna complicada, no sé los detalles. Su escondite se encuentra en las afueras de la ciudad, he corroborado con algunos informantes de confianza y los datos son fidedignos, pero debo ser precavido. Voy a reunir información por unos días y luego me dirigiré hacia allá

—¿Ya Nochu lo sabe?

—No. Eres el primero al que llamo, encárgate de hacérselo saber a los demás..., incluido mi hijo.

El Sr. Jeon se sentía avergonzado. Tras saber por Sihyuk que su carta había llegado a manos de su hijo, no sabía cómo tratar con él. Nunca fue el más cariñoso de los padres, siempre mantuvo su distancia, tratándolo como un colega de trabajo más, por lo que era difícil llamar, o al menos eso pensaba él.

Te mantendré informado. —Fueron las últimas palabras que articuló con gran velocidad antes de colgar.

El de cabellos grises solo pudo mostrar una casi imperceptible sonrisa, conocía al Sr. Jeon bastante bien, era casi como su propio padre, seguía siendo tan torpe con las palabras como de costumbre. Se alegraba de que todo estuviera a punto de terminar. No era bueno anticipar la felicidad a los acontecimientos, pero el solo hecho de que tantos años de oscuridad estuvieran a punto de terminarse, era algo sin precedentes para él.

En el preciso momento que se disponía a llamar a Jungkook, vio su nombre reflejarse en la pantalla, denotando una llamada entrante.

Nochu, qué coincidencia, justamente iba...

—¡Tae, qué bien que contestes! —lo interrumpió—. Estuve revisando los datos una vez más y descubrí una nueva ruta de escape que pasé por alto. Me estoy dirigiendo hacia el lugar ahora mismo.

—¡¿Estás loco?! ¡No puedes ir solo!

—Tranquilo, está en la ruta contraria. Seguramente es un señuelo para despistar, voy a revisar solo por rutina.

—¡Podría ser todo lo contrario, lo sabes bien! ¡No me tomes por idiota! ¡Siempre quieres hacer lo que te viene en gana! ¡Es peligroso, espera por refuerzos! —lo regañó.

Cálmate, ni que fueras mamá gallina. Todo estará bien, nos vemos más tarde. —Concluyó y colgó.

—Ese imbécil —susurró para sí.

Recién se recuperaba de una herida que casi le quitaba la vida y ya iba a cometer otra imprudencia, ¿cómo podía alguien tener tan poca noción del peligro?

¡Holiwis! No pensaba actualizar hasta el jueves, pero tuve un rato libre ahora, así que aproveché.

Oficialmente, se acabaron los momentos románticos, se va a armar el desmadre. En un rato actualizo el siguiente.

Chao chan 😘

Hasta dentro de un rato.

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