Epílogo

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La caída de los pétalos de las flores de cerezo anuncia el nuevo cambio de estación. Sentados en una manta color marfil, disfrutando de la fresca sombra brindada por el oloroso follaje rosa, dos personas observan el paisaje natural del hermoso parque a su alrededor.

—¡Abuelo, abuelo! —exclamaba un niño que corría hacia ellos—. Mira lo que me regaló un chico con el que estuve jugando. —Mostró un juguete perteneciente a la película “The strange world of Jack” en sus manos.

—Qué buena suerte, Yunho. —El Sr. Jeon acarició sus cabellos—. ¿Le agradeciste apropiadamente? —El pequeño asintió.

—Ya podemos jugar juntos, papá. Ya tengo dos juguetes —Pasó su mirada brillante de emoción al hombre de castaña cabellera al lado de su abuelo—. Solo falta que Jungkook-hyung llegue con otro juguete, me lo prometió.

Jimin miró al hombre mayor a su lado con mirada melancólica. Decidió adoptar al pequeño después de su operación y quimioterapia. Gracias al tratamiento efectivo y oportuno, la posibilidad de crecer como un niño saludable se había abierto para el ya casi adolescente. Sin embargo, a pesar del paso del tiempo, la idea del cumplimiento de una promesa que podía parecer infantil había quedado grabada en lo profundo de ese corazón, la de jugar junto a las personas más importantes de su vida: Park Jimin y Jeon Jungkook.

La razón para que la promesa no hubiese podido ser consumada hasta ahora era siempre la misma: la ausencia de Jungkook.

—Mira, Yunho. —El Sr. Jeon le extendió una bolsa con dulces—. Ve y compártelos con tu nuevo amigo. —El niño asintió y se fue corriendo.

—Gracias. Ya no sé qué justificación darle cuando me pregunta. —Se pasó sus manos por el cabello—. Ha pasado casi un año desde que todo terminó, pero no logro adaptarme a la ausencia de Jungkook. Pensé que estaríamos juntos...

—A veces es difícil adaptarse a los cambios, pero todo pasa por una razón. El paso del tiempo lo hará más llevadero, aunque no soy quien para hablar.

—¿Más llevadero? Créame, no consigo sobrellevarlo. Los tres últimos meses han sido toda una tortura... No pudo ni compartir lo suficiente con Yunho para que este lo llame más familiarmente y no simplemente: Jungkook-hyung... ¿Usted no lo extraña?

—Te mentiría con negarlo. Tantos años de sufrimiento y persecución me impidieron verlo crecer; yo también creí que podríamos recuperar el tiempo perdido, pero el destino es caprichoso... Sin embargo, creo que el hecho de estar acostumbrado a su ausencia hace que esta situación no sea tan extrema para mí. Por tu mirada, me atrevo a afirmar que lo debes extrañar más que yo.

Un par de lágrimas se asomaron en los ojos del castaño, pero antes de que pudiera ahogarse en su llanto, sintió el peso de una botella apoyarse en su cabeza.

—¿Qué es este ambiente lúgubre? —cuestionó Taehyung, alzando una bolsa con snacks con su otra mano—. Es la primera vez que el trabajo nos permite reunirnos así. Nada de tristeza, ¿ok?

—Así es, Jimin, la primavera es para pasarla bien entre amigos —intervino Hoseok, apareciendo desde detrás de Taehyung.

—¡Hobi-hyung! —El castaño se limpió torpemente las lágrimas. Estaba sorprendido, hacía mucho que no lo veía—. ¿Qué tal los estudios?

—Todo perfecto. Con algo de suerte me tendrá trabajando bajo su tutela, futuro director del Hospital Central de Seúl, jeje.

—¡No digas eso en voz alta, es vergonzoso!

—¿Por qué habría de serlo? Es el resultado de tus méritos, mantén la frente en alto.

El rotundo éxito de la novedosa técnica quirúrgica, así como los espléndidos resultados de las cirugías del proyecto de beneficencia que lo corroboraban, hicieron despegar la carrera de Jimin, colmándolo de méritos y reconocimientos que lo habían hecho escalar hasta convertirlo en la persona más importante y respetada del hospital y gran parte del país, e incluso en el extranjero si de Medicina se hablaba. Hoseok, que nunca perdió las ganas de recuperar sus estudios, retomó la universidad de medicina; se graduaría en unos años, y con increíbles resultados. Se estaba encargando de crearse un currículum lo suficientemente bueno como para poder trabajar en la misma institución que el castaño. Su admiración no había disminuido.

—Cambiando de tema, ¿qué tal el trabajo, Tae?

—Todo bien. Las inversiones se mueven favorablemente. Parece que este será un buen año.

Taehyung, al igual que Namjoon y Yoongi, había empezado a trabajar para BangPD en una de sus empresas. El CEO, tras comprar las acciones de aquellos políticos corruptos, se había convertido, en conjunto con Seokjin, quien estaba moviendo sus negocios desde Estados Unidos a Corea, en el nuevo pilar de la economía coreana.

—¿Yoongi no vendrá? —preguntó Hobi, extrañado de que no llegaran juntos.

—Tal vez más tarde, aunque lo dudo. Dijo que hoy iría a escoger departamento junto a Nicolette.

—Desde que se casaron están hechos unos tórtolos. —Namjoon se incorporó a la conversación. Acababa de llegar con unas bolsas en la mano—. Traje el almuerzo.

—¡Nam-hyung! —El castaño lo recibió con una sonrisa. Su relación con todos los antiguos miembros de Bangtan se había vuelto muy cercana.

—¿Trajiste pollo frito? —interrogó Tae.

—No, pero traje sushi.

—¡¿Cómo vas a olvidar el pollo frito?!
—El sushi es delicioso, y saludable.

—No digo que no lo sea, pero, ¡no se concibe ver las flores en primavera sin pollo frito! —El ex hacker rodó los ojos—. Llamaré para que nos traigan.

—No exageres, Taehyung.

—No lo hago, Sr. Jeon. Aunque, pensándolo bien, al menos no rompió el envase con el sushi antes de llegar aquí, por algo es el rey de la destrucción.

—Jajajaja. —El mayor solo pudo echarse a reír—. Creo que podría extrañar estas reuniones si regreso a las fuerzas armadas.

—¡¿Qué?! —La exclamación al unísono no se hizo esperar.

—No se asusten. Solo me encargaré del entrenamiento de los nuevos reclutas. Es algo que pensé desde hace tiempo. No puedo vivir una vida sedentaria, no va conmigo.

—No sabía sobre eso. —El tono de Jimin se volvió notablemente más bajo—. Otra vez la casa se sentirá más vacía. —Desvió la mirada.

—¿Qué sucede, Jimin? ¿Por qué la cara larga? —La voz de Seokjin se escuchó a las espaldas de todos.

—Pensé que esta clase de reuniones eran más animadas —añadió Bang Sihyuk, que llegaba a su lado.

—Jin-hyung... —El médico se quedó sin palabras y solo pudo correr a sus brazos. La amistad y confianza que había crecido entre ambos era inmensurable.

—Tranquilo. —Le acarició el cabello—. No te lo robaré por más tiempo. —Sonrió comprensivo.

La expresión sorprendida del menor no se hizo esperar después de esa declaración. Cuando vio el gesto hecho por Seokjin, que señaló detrás de sí, las lágrimas se apoderaron de sus ojos y corrió a toda velocidad hacia el auto que se veía estacionado en la orilla de la carretera y del que se bajaba un hombre con traje negro que sacaba unas cajas con cerveza.

—¡Jungkookie! —exclamó desde lo más profundo de su corazón, expulsando todo el aire de sus pulmones en su veloz y desesperada carrera.

—¡Jiminie! —Soltó todo lo que traía en las manos y lo alzó en sus brazos.

El abrazo se transformó rápidamente en algo más. Las ganas de sentirse que tanto habían estado conteniendo por meses se transformó en un apasionado beso que les robó el aliento y parte de la cordura.

—Espera un momento —expresó en el pequeño lapso que sus labios se separaron para recuperar el aire en sus pulmones—. Si sigues haciendo eso, no te prometo que pueda contenerme aunque estemos en público. —El fuego y la pasión en cada contacto de Jimin tenía al sicario fuera de sus cabales.

—No me culpes, llevo demasiado tiempo deseando hacer esto —se acercó a su oído—, y más. —Depositó una pequeña mordida y tentadoras succiones en su oreja—. Además, no hay nadie más aquí.

—No me la pones fácil. —Mordió su labio.

—Es tu castigo por ni siquiera llamarme en estos últimos meses. Pensé que me estarías engañando con algún chico americano.

—Ni aunque fuera un clon tuyo. —Se acercó lo suficiente como para que los labios de Jimin vibraran al compás de sus palabras y fueran acariciados por su aliento—. Esta noche te demostraré cuán necesitado he estado de ti. —Robó sus labios, succionándolos más fuerte que antes.

—¡Oigan, tórtolos! ¡Ya tendrán tiempo para todo después! ¡La cerveza se calentará!

Se separaron con una pequeña sonrisa de complicidad y se acercaron a los demás con las bebidas.

—Estoy de vuelta, papá —saludó al Sr. Jeon con una expresión de añoranza silenciosa. Seguía sin ser bueno con las palabras cuando se trataba de su padre.

—Bienvenido a casa, hijo. —El fuerte abrazo que le fue propiciado al recién llegado por su progenitor sorprendió a todos. Su padre no era de los más expertos expresando cariño.

—Y así dice que no lo extrañó tanto —susurró Jimin con expresión enternecedora por la escena ante sus ojos.

—¡Papi! —La voz de Yunho se escuchó acercarse a gran velocidad.

Jimin se extrañó un poco, el niño solía decirle papá; sin embargo, verlo abrazarse con fuerza del torso de Jungkook, casi con lágrimas en los ojos, mientras el azabache le acariciaba los cabellos con un: "Ya regresé, pequeño", hizo un nudo formarse en su garganta, atrapando las palabras de infinita felicidad que deseaba expresar por lo que presenciaba. Se sentía tan familiar y tan perfecto todo que no podía creer que fuese real.

Todos se sentaron en un círculo y comenzaron a ponerse al día mientras comían y bebían. Vistos de lejos, seguramente nadie imaginaría el oscuro pasado que cargaban en sus hombros. Vistos de cerca, felicidad sin reservas era lo que emanaba de cada uno. La posibilidad incierta que decidieron tomar un año atrás era ahora un presente totalmente cierto y que abría las puertas a un magnífico futuro para todos. El que merecían después de tanto sufrimiento.

—Y dinos, Jungkook, ¿qué se siente estar en el top tres de hombres más poderosos del país? —cuestionó el ex francotirador.

—Demasiado ocupado. Me muero por salir de vacaciones y despertar cada mañana con Jimin entre mis brazos. —El castaño se sonrojó.

—Dios, me siento pegajoso por tanta melosidad. El tiempo en Estados Unidos te ha hecho daño —dijo Taehyung.

—Es que es cierto. En los últimos meses apenas he tenido tiempo para dormir. Aunque, prefiero despertar rodeado de papeles y no de... —La palabra cadáveres no abandonó sus labios. Eso era agua pasada—. Olvídalo. Mejor despertar rodeado de Jimin, jajaja.

—No te canses demasiado, todavía queda mucho por hacer. —Seokjin dio su opinión.

—¿Te irás de nuevo? —La mirada suplicante y algo ansiosa del médico se dirigió a su novio; dejaba claros los pensamientos en su mente.

—Tranquilo, Jimin. Lo que falta por hacer en América lo haré yo. Tendrás a Jungkook todo para ti. —Fue Jin quien respondió su interrogante con una pequeña sonrisa.

—No era mi intención... Si tiene que irse, lo entenderé.

—No te angusties. —Jungkook le giró gentilmente el rostro y le acarició la mejilla—. Oficialmente, todo lo que necesitaba hacer para ser feliz a tu lado ha sido hecho. Ahora seguiré dando todo por ti, juntos en nuestro hogar. —Depositó un corto pero dulce beso en sus labios—. Nada nos separará, ya no.

La radiante sonrisa de Jimin se arraigó en su rostro. No pudo contenerse y se abalanzó sobre él, cayendo abrazados en la manta. Todos rieron por la liberación de las emociones contenidas del castaño. Ese par de tórtolos se merecía estar juntos de una vez.

—Te amo —dijeron al unísono. Y sus labios se volvieron a unir.

¿Alguien pensó que Jungkook estaba muerto? 😜

Oficialmente, este es el final. Fue una gran experiencia para mí adaptar esta historia, más aún siendo el primer fic que escribí. Tiene muchos aspectos a mejorar, pero igual posee un lugar especial en mi corazón. Poder mirar la trama y mi narración de hace un año fue a veces un suplicio, ver esos primeros capítulos me dio ganas de mandar todo a borradores una que otra vez 🙈🙈🙈. Sin embargo, a medida que iba avanzando me iba dando cuenta de cómo poco a poco me he ido acercando a lo que soy ahora. A escribir se aprende escribiendo, de eso no cabe duda.

Todavía tengo mucho que aprender y mejorar, lo sé; esta historia y “Complicated love” son mis únicos longfics hasta el momento, muy pronto retomaré “Over lies” y tengo muchas otras ideas que quiero materializar. Lamento demasiado no disponer de tanto tiempo como quisiera, pero poco a poco iré dando forma a todas mis historias para compartirlas con ustedes.

Estos últimos capítulos fueron intensos, a pesar de estar solo releyendo para editar, al haberlo escrito hace ya varios meses, me sentí nerviosa en más de una ocasión. Espero que todas esas emociones se les hayan transmitido tan siquiera un poquito.

Solo queda un apartado extra de curiosidades que subiré ahora también.

Chao chan 😘

Hasta el próximo fanfic.

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