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Owynn respiró hondo. Le temblaban las piernas, en realidad todo él lo hacía. Escuchó la pista y tomó aire.

Una Mañana,

Una Mañana Linda.

Tu corazón como una flor,

a mí se entregará.

Bon lo miraba admirado. Su voz era una caricia a sus sentidos.

Una Mañana,

Una Mañana Linda.

Mi corazón como una flor

a ti se entregará.

Linda será cuando me digas creo en tu amor

Me digas que no sientes temor

y cuando salga el sol será...

Una Mañana,

Una Mañana Linda.

Como la flor, como el amor que siempre te daré.

Unos ojos heterocromo se fijaron en él. Penetrando en su alma. Haciendo su corazón estallar.

Se desplazó con gracia por el escenario. Cantaba con todo su corazón. Y eso se percibía a la distancia. El moreno estaba embelesado.

Nunca había prestado atención a su voz. No era tan trabajada como la propia, pero tenía una chispa que la hacía seductora. Era masculina, sí, pero guardaba una calidez y suavidad maravillosas. No podía creer lo mucho que se había perdido al no haberle prestado más atención. Pero no volvería a pasar.

Combinando con su lenguaje corporal en el escenario era como todo él. Una vorágine contra la que ya no quería huír, es más, deseaba ser atrapado.

Sonrió.

Bon admiraba a Owynn, lo respetaba, lo deseaba, lo quería... lo amaría. Se sentía libre estando con él. Quería entregarle todo. Absolutamente todo.

Linda será cuando me digas creo en tu amor,

me digas que no sientes temor y cuando salga el sol será...

Le miró. Hizo una pausa. Pudo leer en sus labios "Te quiero".

Una Mañana...

Una Mañana Linda

Como la flor, como el amor que siempre te daré,

que siempre te daré,

que siempre te daré.

La concurrencia le aplaudió. Estaban embelesados con su interpretación. Pero la única atención que quería era la de un par de ojos verdes. Se inclinó ante su público. Y bajó del escenario.

Estaba sudando por la adrenalina. Por los nervios. Quería ver la reacción de Bon pese a que se moría de vergüenza. Nunca había cantado para otra persona en un escenario pese a sus innatas inclinaciones musicales.

Mientras caminaba, sintió una mirada que le desconcentró. Una pareja de chicos de cabello rosado sentados ante una de las mesas cercanas seguían sus pasos con ojos  curiosos. Les sostuvo la mirada con desconcierto y ellos le sonrieron en respuesta. Hizo lo mismo sin dar mayor importancia.

Llegó hasta la mesa en la que estaba con Bon y al mirar al moreno sintió la sangre subir a su rostro.

-Eh, creo que cantar no es lo mío. Eso se lo dejaré al exper...- Fue interrumpido por un par de brazos que de improviso le atrajeron por la cintura y unos labios que le imposibilitaron seguir hablando. Había muerto. Sí, eso debía ser. Porque se sintió fuera de sí. ¿Era el paraíso acaso?

-Lo hiciste muy bien- Dijo el de cabellos turquesas ocultando su rostro en el hombro del otro. El de ojos bicolor sólo correspondió a su abrazo. Agradecía que el lugar fuese tan oscuro e íntimo y su expresión atontada no fuese evidente. Sentía que lloraría de pura felicidad, que todo había valido la pena.

-Gracias. T-te quiero, Bon- El mencionado se derritió ante las palabras tímidas del otro.

-Te quiero- Sonrió. Estaba realmente feliz y agradecido de poder vivir ese momento.

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Ambos chicos daban una pequeña caminata nocturna de regreso al departamento. Una agradable brisa refrescaba sus rostros y las farolas de la calle les obsequiaban una suave pero íntima iluminación. Sumado al ánimo casi festivo y agradable de ambos parecía ser la noche perfecta.

De pronto Owynn detuvo el paso y Bon hizo lo mismo.

-Aún es temprano. Creo que iré a arreglar mi desastre capilar. - A decir que verdad quería pasar más tiempo junto a él pero pensaba que las en circunstancias actuales del ojiverde debía mesurar sus atenciones si no quería distraerle.

-¿Quieres que vaya contigo?- Su voz sonó gruesa y atractiva. El otro se sonrojó y agitó su cabeza sacudiendo cualquier pensamiento que comenzara a formarse.

-¡No, necesito que regreses a estudiar! Recuerda que ya casi es el examen. En cuanto llegue revisamos la guía con tus dudas. ¿Te parece bien? -Era lo mejor, al menos... Hasta que solucionaran ese asunto pendiente.

-Creí que serías más suave conmigo- dijo Bon haciendo un mohín.

-Oh no. Eso no pasará. Tienes un examen extraordinario que pasar y prometí que te ayudaría a hacerlo.-

-Está bien. No puedes decir que no lo intenté.- Besó su frente.

-Creo que puedo acostumbrarme a eso pero...- Se sonrojó. Puso ambas manos en las mejillas del de cabello turquesa y le miró a los ojos incapaz de tomar la iniciativa.

-No tienes que pedirlo, sólo hazlo si lo deseas-. Sonrió apretando los labios y se acercó lentamente. Quedando a escasos centímetros se sonrojó completamente y no hizo nada más.

-No puedo- Dijo totalmente avergonzado. Bon miró a su alrededor. Era una calle poco transitada. Tomó a su compañero de la mano y lo condujo a un pequeño callejón poco iluminado. Lo miró con malicia y lo tomó por los hombros acorralándolo contra la pared. Sorprendiendo al otro completamente.

-Entonces lo haré por ti esta vez- Lo besó profundamente, invadiendo, mordiendo, devorando la boca del otro, el cual respondía con deleite, aferrándose por los hombros del moreno sin importar si eran descubiertos. Quizás inhibidos por el alcohol que habían consumido.

-Te quiero- Dijo entre suspiros de satisfacción.

-Te quiero, Owynn- Esas palabras le hicieron estremecer.

Oyeron pasos a la lejanía y decidieron terminar su travesura.

-Te veo en el departamento...- Le susurró Bon. A lo que el de cabellos violetas asintió no sin antes robarle un superficial beso en los labios.

-Sí. Ve con cuidado.

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El viento soplaba con fuerza y la temperatura bajaba. Nunca podría acostumbrarse al clima inglés. Era tarde y muy poca gente deambulaba por el campus a esas horas.

Permanecieron en silencio por unos instantes hasta que el chico de deslucida mirada carmesí detuvo la caminata. Se soltó el cabello dejando que el viento lo meciera.

-No sé ni por dónde empezar... -Suspiró con cansancio. Lilly sólo observaba cuidadosamente pero en silencio.

No es que conociera demasiado a Bonnie en la HS, pero sí podría decir que al menos sabía lo suficiente para asegurar que no parecían la misma persona. Y no, no se trataba de los rasgos propios de la madurez.

El otro Bonnie era tildado de raro, nerd, quizás no encajaba con los demás pero eso se debía a que era ocurrente, sarcástico, creativo, arrebatado... en pocas palabras: estaba vivo.

Este en cambio era irritable, huidizo, apartado, triste y cansado. Sí, era sarcástico, en el fondo de su ser sabía que aún poseía esa inventiva tan brillante. Pero en esencia era una carcasa vacía emocionalmente hablando.

-¿Qué es... lo que mantiene tu determinación?- La chica lo miró con desconcierto.

-¿Disculpa?- Preguntó al ser sacada de sus pensamientos.

-¿Por qué estás aquí? Tan alejada de tu familia, amigos y personas a las que quieres.- No la miraba. Sólo veía el cielo tachonado de estrellas.

-Pues... es bastante simple. Lo hago porque quiero superarme. Mi sueño es ser concertista y nadie va a lograrlo por mí. Tuve que hacer sacrificios, pero lo veo como una inversión en mí misma.

El chico no dijo nada. Sonrió y caminó  hasta el tronco de un árbol. Acarició su corteza y se sintió listo para hablar.

-Me agradas. Eres una chica muy segura de ti. Pensaba como tú cuando me subí a ese avión. Ahora estoy muy asustado con el cambio de carrera. Es lo que quiero pero es algo nuevo. En cambio con la guitarra era muy sencillo y ese es el problema.

-Lo que estás haciendo... es por ese chico Bon ¿No es así?- Caminó hasta él quedando a su lado.- Elegir producción musical como especialidad... ¿Eso te satisface? Porque yo no lo veo al menos. -Bonnie dio un respingo. La miró con desconcierto.

-Sí. No necesito estudios adicionales para tocar la guitarra. Eso puedo seguir haciéndolo. Pero... ser productor es ir más allá. No sólo por mí. Deseo dar lo mejor y no hacer un esfuerzo mediocre. Creo sinceramente que puedo hacerlo.

-¿Tanto lo quieres para matarte acabando la matrícula un año antes contra todo pronóstico? - Le miró con severidad a los ojos. El de mirada carmesí titubeó un poco

-Sí. Con todo lo que tengo. -Le respondió con seriedad. Podía percibirse la desición en su semblante.

-Bonnie, ha pasado mucho tiempo. ¿Qué harás si descubres que las cosas no son como tú las recuerdas?

-No importa.- Bajó la mirada, sintió un nudo en la garganta. -Lilly, no soy imbécil ni ególatra. Conocí a Bon lo suficiente como para saber que él es demasiado fiel a su corazón. Pero el tiempo pasa y sé que sería injusto para él mantener la esperanza de verme volver y que no pueda ser feliz. No fui fuerte en su momento, ahora tengo que poder serlo para asumir las consecuencias de mi decisión. Me haya esperado... o no.- Dijo esto último con dolor.

-¿Por qué se separaron en primer lugar?- Se crispó ante el recuerdo de lo ocurrido en ese entonces.

-Porque fui débil y cobarde. Era muy joven y no tenía nada que ofrecer.

-Entiendo, su relación fue un problema... Ahora quieres valerte por tus medios y mostrarle que puedes cuidar de él. ¿No es así? - La miró con los labios entreabiertos y los ojos abiertos llenos de sorpresa. Se sintió como un libro abierto para la morena. Asintió muy levemente.

-Sí. No quiero volver a sentirme así nunca más.

-Si lo que me dices respecto a Bon es cierto y tú testimonio no está viciado por los influjos de tu ideal romántico... Él estaría muy molesto contigo.-

-¿Por qué lo dices?

-Porque no estás pensando en tu propia felicidad.

Esas palabras le pegaron justo en el corazón. Sabía que la chica tenía la razón. Por eso le tenía semejante aprecio. Era muy parecida a él. Le agradaba su franqueza sin miramientos.

-Supongo que tienes razón- ocultó su mirada entre los largos mechones.

-Te sigues castigando por lo que te pasó.- Suspiró pesadamente. Quizás era momento de expiar sus culpas.

-Lo he considerado... Sé que parece una locura después de todo este tiempo pero no puedo perdonarme por haber herido así a Bon.

-¿Qué fue lo que pasó? Hasta donde entendí, su relación era buena.

-Lo era... - Sonrió con el nostalgia. -Bon es la única persona de la que me he enamorado. Y hubiera deseado no haber tenido que alejarme de él. Pero, su padre no estaba de acuerdo con nuestra relación y me lo hizo saber de la peor manera. Además estaba comprometido en un matrimonio arreglado. ¡Sólo Dios sabe si se terminó casando!- El semblante se le cayó al pensar en ello.

-¿Quieres saber si lo está? -El chico sintió un vuelco en el corazón- Puedo pedirle a mis amigos que lo averigüen. Con la única condición de que dejes de hacerte daño por eso. Y que serás fuerte pase lo que pase.- Abrió los ojos desmesuradamente. La observó incrédulo y dudoso. ¿Estaba listo para conocer la verdad?

-Pero... sólo haré eso si cumples la condición de pensar más en ti mismo y cuidarte. Quizá hasta disfrutar de la vida.- Dijo con una media sonrisa.

-Supongo que tienes razón. Lo intentaré. No sé qué haría sin ti "mamá" - Sonrió.

-No hay de qué "hijo"- Le dio un par de palmaditas en la espalda.

-Me da tristeza tener que dejarte el último año sola...

-Estaré bien.

Caminaron en silencio un poco más hasta que visualizaron el enorme edificio del dormitorio femenino.

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-Una mañana... - canturreó Bon mientras repasaba las notas que su compañero había dejado para él. Hizo una mueca de disgusto y suspiró.- ¡Cielos, Owynn! ¿Qué tiene que ver con la música barroca Rembrandt y Copérnico? Estudio música, no arte y menos ciencia... - Por un instante se quedó mirando su móvil.

Estaba tardando demasiado. No habían tomado lo suficiente como para que hubiese perdido el camino de vuelta.

Intentó tranquilizarse. Probablemente estaba siendo quisquilloso con el tema de la peluquería pero, se estaba demorando demasiado.

Tamborileó los dedos sobre el escritorio. En serio se sentía inquieto. Y no, no era esa ansiedad generada por la sensación empalagosa de ver a la persona que recién corresponde tus sentimientos. Era algo más.

Tomó su móvil desbloqueando el protector de pantalla con un movimiento del pulgar. Entonces vio la hora: las once de la noche.

Se alarmó y a toda prisa se dirigió a sus contactos para llamarle.

Una llamada entró antes de que él pudiera hacerlo. El número pertenecía a Owynn, por lo que contestó a toda prisa.

-¿Dónde estás? ¡Ya es muy tarde! ¿Por qué no has..?

-Bon, perdóname. Tuve un pequeño percance. ¿Puedes venir por mí? - A Bon se le erizó la piel. La voz al otro lado se oía débil, entrecortada. Parecía que estaba reteniendo las ganas de llorar.

-¿Dónde estás? -Sintió su propia voz quebrarse. Estaba verdaderamente asustado. No entendía qué estaba mal y el de ojos bicromo no se lo estaba diciendo.

-Te mando mi ubicación. No tardes por favor.- Colgó. Tenía una horrible sensación de todo ello.

Tomó sus llaves y salió a toda prisa.

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Y volvimos a los mini capítulos. Me disculpo de antemano por la profunda inactividad en la que he caído. La razón es que no había terminado la primera ilustración que vieron. Y de hecho no la terminé.

Este capítulo lo dedico a BonnieLapin (TW@/ LapinSugar). Que se encargó de completar la primera y digitalizar la segunda ilustración completamente. Mi eterno agradecimiento a esta dulce personita.

Por favor denle mis saludos en sus redes. Hizo un grandioso trabajo...

Pues bien niños, gracias por su amor por y paciencia a este humilde fic.

Les quiere Draw for Love.