—Marcooooooooo.

La de pelo dorado hizo un puchero y se tiró sobre su amigo, que no se había levantado del sofá en todo el día.

—Deja el móvil de una vez y hazme caso... —se quejó Star, intentando arrebatarle aquel aparato a su compañero.

Marco frunció el ceño y estiró el brazo hacia atrás, haciéndole imposible a Star alcanzarlo.

—Star, déjame, estoy hablando con Jackie... —gruñó, empujando a Star para deshacerse de ella.

Cuando la chica volvió a encontrarse en el suelo, Marco continuó charlando con la que se había convertido en su novia pocas semanas atrás.

Star murmuró un par de juramentos y apretó los puños, sintiendo aquel nudo en el estómago que sentía siempre que Marco hablaba sobre Jackie.

—Como quieras... —susurró, dándole la espalda a Marco— Estaré en mi habitación...

Quedó quieta unos instantes, esperando una respuesta por parte de Marco. Pero, al no obtenerla, frunció los labios y subió las escaleras que daban al segundo piso con los ojos escociéndole.