La cita doble

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N/A: Hola chicos...Dios mío, qué pena con ustedes. De verdad que lamento mucho haberlos hecho esperar tanto tiempo por este capítulo, espero puedan perdonarme. Pero bueno, tuve ciertos problemas personales que me mantuvieron alejado del teclado, luego fue falta de tiempo y además está que este capítulo es uno muy importante porque ocurre algo, ¿qué cosa?, tendrán que quedarse para averiguarlo, pero digamos que es algo con lo que me esforcé en que quedara perfecto. Y como pueden ver, aquí está el nuevo cap...con más de 20 mil palabras (el más largo que he hecho hasta ahora), ojalá esto y el contenido sea suficiente para compensar la ausencia de este fic en este largo tiempo. No creo tener la misma cantidad de visitas que llegué a tener en su momento, veo al Fandom un poco más apagado que antes, pero aún así estaré agradecido con todo aquel que lea el capítulo y deje su comentario UwU. También doy aviso que el capítulo contiene una escena musical por la parte final, así que será mejor que tengan sus audífonos preparados.

Bueno, ya sin nada más que agregar, comencemos con el capítulo. Disfrútenlo.

La noche de la cita doble había llegado y las 4 personas involucradas se preparaban para llevar a cabo sus respectivos planes. Cada uno tenía un objetivo diferente para esta cita: Lori quería encontrar la mejor forma de arruinar las intenciones de Ronnie Anne cuando le toque cenar en su casa. Lincoln quería dar otro paso en su relación para conseguir su tan ansiado primer beso. Bobby quería corregir su error con Lincoln y ganarse su perdón. Y Ronnie Anne quería ganarse el corazón de su amado peliblanco.

De entre los 4, quien más tenía problemas para llevar a cabo su plan era la niña del cabello azabache. A diferencia de los demás, su experiencia en el campo en el que estaba envuelto su objetivo era nulo, no conocía nada acerca del romance o del amor, mucho menos del coqueteo. Nunca nadie le había gustado antes, a lo mucho le caía bien, y el género de romance no era precisamente su favorito en lo que a películas se refiere, así que no tenía idea de qué hacer para ser correspondida por su amor. Sin embargo, había aspectos muy generales que ella conocía, como era el verse lo más linda que pudiera para tener la atención del chico. En base a este aspecto, empezó a buscar un atuendo que sirviera para impresionar a Lincoln.

En su closet solo tenía sus suéteres morados y sus shorts azules, es todo. No era de esas chicas que se compraban 10 vestidos cada semana y tiene un clóset lleno de ropa hasta el tope, ella era sencilla, solo tenía la ropa que iba usar para la escuela y para dormir, nada para eventos más formales por así decirlo. En conclusión, ella no tenía nada para impresionar a Lincoln...o así pensó, hasta que recordó a algo importante, a su prima Carlota, quien en cada navidad y cumpleaños siempre le regalaba uno o dos atuendos "lindos" con el que atraería a los muchachos. En esos momentos odiaba esos regalos, pero ahora le agradecía a su prima por su insistencia.

Fue a buscar en el closet la caja donde guardaba esa ropa para no tener que verla. Al abrirla encontró amurruñados todos los vestidos que su prima le ha regalado. Los sacó todos y empezó a analizar cuál sería la mejor opción para la ocasión. Pero estaban amontonados y no podía verlos todos, así que empezó a deshacer esa mini montaña para visualizar cada una de las prendas, pero en el fondo encontró algo que le estremecería y la haría sentir algo que no había sentido con tanta fuerza desde hace años...miedo.

En el fondo de ese tumulto de ropa estaba el mismo vestido que ella usó en su otra escuela, el mismo que le trajo tantas desgracias, bajo la falsa promesa de un futuro mejor. Ver ese vestido la hizo sentir el mismo temor y angustia que sintió en ese fatídico momento. Inevitablemente revivió ese momento. Sentía con fuerzas las miradas acusatorias de los otros niños, oía las risas burlonas dirigidas hacia ella como si estuvieran a su lado, aumentando de intensidad y despreciándola a cada momento. Intentaba recordar que eso no era real, pero el miedo era tan fuerte en ella que no podía dejar atrás esas risas.

Agobiada por las burlas, Ronnie Anne cerró las puertas del clóset mientras exhalaba el aire con cansancio. Real o no, había representado un gran esfuerzo mental para ella. Cuando se calmó, soltó un suspiro de decepción a sí misma y se sentó en el suelo.

-Diablos, ¿cómo voy a impresionar hoy a Lincoln si ni siquiera puedo ponerme un tonto vestido?

La niña no tenía idea de lo que debía hacer. Tenía prácticamente nulo conocimiento en esas cosas del amor, nunca creyó que necesitaría algo de eso, pero ahora es cuando más lo requería. Ella amaba a Lincoln y quería estar con él, pero sabe que con su actitud y reputación tarde o temprano la relación acabaría y no podría hacer nada para arreglarla. Esta cita podría ser su mejor oportunidad para deslumbrar a Lincoln y convencerlo de quedarse con ella, pero si no podía ponerse un mísero vestido pues mucho menos podría hacer para enamorarlo. ¿Acaso había algo que pudiese ayudarla en este momento?

Parecía que no...pero recordó que sí había algo que podía ayudarla. Abrió nuevamente el clóset y buscó entre sus suéteres morados aquel amarillo que le regaló Lincoln hacía como una o 2 semanas atrás. No importaba si se lo compró para que ella dejase de golpearlo o que fuera menos intensa con él, ese suéter era la mejor forma para destacar en los ojos de Lincoln y de expresarle lo mucho que le importa.

/

En la residencia Loud, había un ambiente musical promulgado por el varón de pelo blanco de la casa. El chico tenía su teléfono conectado a un pequeño amplificador inalámbrico y reproducía una de las canciones que le había pasado su novia en su primer día de noviazgo. Ciertamente se había vuelto fanático de aquellas canciones, y esta noche las reproducía mientras se enlistaba para su cita.

La cuestión era que a él le gustaba...pero a sus hermanas le torturaban. Para ellos solo era pop en otro idioma, pero la constancia con la que escucharon las canciones había sido tanta que ya les llegó a irritar, al igual que pasó con la canción de ese estúpido zorro de Fenton. No las dejaba realizar cálculos, escribir sus poemas, jugar con sus juguetes, hacer música, ni nada que se les venga en mente, era tan molesto que no les dejaba realizar sus actividades con tranquilidad.

La paciencia de Luna llegó hasta el límite y decidió tomar cartas en el asunto. Se acercó al cuarto de Lincoln dando pasos con fiereza y golpeó la puerta.

- ¡Lincoln! ¡Apaga tú molesta música! -exigió Luna.

Normalmente ella no se interpondría en el disfrute de la música de uno de sus hermanos, pero estaba cansada (al igual que sus hermanas) de escuchar la misma canción una y otra vez sin cesar, igual que el incidente de Fenton, el maldito zorro musical de Lily. Incluso las demás hermanas salieron de sus habitaciones y se unieron a la protesta.

Inmediatamente la música cesó, posteriormente Leni salió de la habitación.

-Bueno Lincoln, ya creo que estás listo para tu cita. Con ese atuendo la dejarás encantada.

- ¿Qué? -dijo Luna al ver a su hermana mayor salir del cuarto. Luego la tomó por la camisa y la encaró-Leni, ¿qué rayos haces ahí?

-Lincoln me pidió ayuda para arreglarse con su cita con Ronnie Anne y yo le elegí una ropa que lo haría verse elegante y no muy extravagante-explicaba Leni con inocencia

-Pero no se supone que lo ayude a arruinar su vida.

- ¿Arruinar su vida? Solo le ayudé a vestirte. ¿Acaso eso le arruinará la vida? -preguntó Leni asustada.

-No, me refiero a que...

- ¡Ya estoy listo!

Luna fue interrumpida cuando Lincoln anunció su salida del cuarto. El peliblanco dejó ver a todos su nuevo atuendo, el cual consistía en su misma camisa naranja de siempre, un pantalón caqui, zapatos cafés y un peinado elegante...que se deshizo de inmediato para ser el de siempre.

- ¿Vas usar eso? -dijo Lola

- ¿Algún problema? Yo digo que es perfecto. Me veo elegante y casual al mismo tiempo, ideal para impresionar a las chicas.

-Bueno...eso es cierto. Es simple, pero también efectivo-aceptó Lola.

-Ahora, el toque final.

Lincoln saca una colonia en spray y se la esparce por todo el cuerpo. La nube que formaba el spray llegaba hasta las hermanas alrededor de él y estas se encontraban tosiendo.

-*Cof* *Cof* ¿Qué es eso? -preguntó Lana disgustada.

-Solo es algo de perfume.

-Hueles como la letrina de la realeza.

-Gracias.

-No era un cumplido.

-Tampoco una ofensa.

Lincoln revisa su reloj y ve que ya es hora de irse.

- ¡Lori, ya es hora de irnos!

- ¡Un segundo! -dijo Lori desde su habitación.

Dentro del cuarto se encontraba ella terminando de arreglarse. Llevaba puesto una camisa de vestir azul, una falda morada con cinturón y unos tacones de gatito azules en ellos. En este momento estaba terminando de colocarse sus pendientes, cuando Lucy salió de entre los ductos de ventilación.

- ¿Lucy? ¿Qué haces? Ya estoy por salir-avisó Lori mientras la veía por el espejo.

-Lisa me pidió que viniera para informarte algo.

La mayor voltea a ver su hermana de frente.

- ¿Se trata de la información de Ronnie Anne?

-Más o menos. Me dijo que te dijera que nos encontremos en los baños del restaurante para pasarte la información.

- ¿Por qué no la mandó contigo?

-Dijo que estaba creando un programa que recopile toda la información disponible de ella en la red por muy pequeño que sea, y también está desarrollando un plan B por si acaso.

-Hmmm...no es mala idea, aunque me parece un poco arriesgado encontrarnos allá en el restaurante...bueno, confiaré en Lisa. Solo traten de usar algo para evitar que las atrapen, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.

Dicho esto, la gótica salta de nuevo a los ductos para reunirse sigilosamente con sus hermanas. Lori terminó de arreglarse y salió también de la habitación.

-Bueno, ya estoy lista, Lincoln. Andando.

-Ya era hora-dijo Lincoln haciendo molestar a Lori.

-Mucha suerte, hermanos.

-Que tengan una bonita cita.

-No se diviertan demasiado.

Decían cada una de las hermanas para despedir a Lincoln y a Lori en camino a su cita.

-Claro...-dijo Lincoln mirando sospechosamente a las chicas al inicio, pero luego se encogió de hombros restándole importancia-En fin, no se sorprendan si vuelvo a casa con la cara marcada.

Lincoln salió de la casa directamente hacia la camioneta. Estando en la puerta principal, Lori volteó a ver a sus hermanas una vez más y les dio el pulgar arriba. Las chicas respondieron con el mismo gesto y la mayor se retiró de la casa. Luego, las 8 (siendo la excepción Leni) fueron a la habitación de Lisa para terminar de afinar el plan para separar a Lincoln y a Ronnie Anne, el cual estaban seguras de que esta vez definitivamente iba a funcionar.

/

Tras un viaje de unos cuántos minutos, los hermanos Lincoln y Lori llegaron al lugar de la cita: "El restaurante Franco-mexicano Jean Juan". Los dos bajaron de la camioneta y se reunieron con sus respectivas parejas a las afueras del restaurante.

- ¡Osito bubu!

- ¡Nena!

La pareja adolescente se reencontró con un corto beso.

-Lamento haber tardado en llegar osito, es que ya sabes cómo a veces es el tráfico por las noches-se excusó Lori.

-Tranquila, nena, yo lo entiendo. Además, no hace mucho que llegamos así que no importa, ¿verdad Nini? -le preguntó Bobby a su hermana.

- ¿Eh? Ah, sí, sí, cómo digas-replicó Ronnie Anne distraídamente, ya que tenía la vista fija en su pareja-Hola, Lincoln-saludó muy apenada. Ahora que sabía de sus sentimientos por el peliblanco, se le hacía más complicado hablar con él ahora, y más ahora que está determinada a lograr que se fijara en ella.

-Hola, Ro...-Lincoln quedó a media oración cuando cayó en cuenta del look de su novia. En sí solo era muy idéntico a su look actual, siendo el único cambio el tipo de suéter que usaba, ya que se trataba del suéter amarillo que le regalo en su primera cita oficial.

-Eh...hola, pequeño Loud-saludó Bobby también con pena, aunque en su caso fue por todavía tener presente aquella plática que tuvieron el día en que los visitó.

Pero Lincoln no le devolvió el saludo. Estaba absorto tras ver a su nueva usando el suéter amarillo que le regaló. A Lori no le gustó esto, así que le dio un codazo para que le devolviera el saludo, pero no funcionó, Lincoln simplemente no tenía los pies sobre la tierra.

El ambiente se tornó rápidamente incómodo, con los hermanos Santiago creyendo que el peliblanco los ignoraba porque estaba enojado con ellos o algo por el estilo.

-Ehm...será mejor entrar ya-sugirió Bobby para romper el ambiente incómodo.

-Adelántense ustedes, tengo que hablar con Lincoln-dijo Lori sin ocultar su molestia hacia el peliblanco.

Los hermanos Santiago ingresaron al restaurante sin titubear, dejando solo a los hermanos Loud. Lori giró hacia Lincoln y le regañó.

- ¡¿Qué diablos pasa contigo?! ¡¿Por qué ignoraste a Bobby, tú...?!-Lori interrumpió su regaño cuando vio una sonrisita boba dibujada en el rostro de su hermano que la desconcertó- ¿Y ahora qué pasa contigo?

-Ella...ella...está usando...el suéter que le regalé-explicó Lincoln sintiéndose en las nubes. Honestamente, él creía que tras el fallido primer intento de integrar a Ronnie Anne a su grupo de amigos ella se desharía del suéter que le había regalado. En cambio, ella lo conservó y lo volvió a usar hoy, mostrando tener cariño hacia el regalo, y es esta clase de gesto los que le daban más esperanza a Lincoln de poder consolidar su relación con su amada pelinegra.

- ¿Tú le...? Espera un minuto, ¿cuándo le compraste un suéter? Más importante aún, ¿cómo le compraste un suéter? ¿Por qué no nos lo dijiste? ¿Qué tanto nos estás ocultando?

-Solo diré que lo que sabes es una gota, lo que desconoces...un océano-dijo Lincoln para responder todas sus preguntas vagamente, para luego ingresar al restaurante.

Solo estaba que explotaba de rabia por haber sido burlada por su hermano por casi un mes, pero ya nada podía hacer para corregir el pasado. Ahora debe concentrarse en el presente para poder restregarle en la cara a Lincoln en el futuro sobre que tenía razón acerca de Ronnie. Y con este pensamiento para aplacar su ira, la primogénita de la familia Loud ingresó finalmente al restaurante.

Los 4 se encontraban en la recepción esperando que llegara el mesero para atenderlos.

-Bon Jour, estimados clientes. ¿En qué les puedo ayudar? -saludó un mesero de baja estatura de piel oscura con un bigote de extraña apariencia, lentes circulares y una boina roja.

Para los demás se trataba de un simple mesero con baja estatura, pero para Lincoln era muy claro que aquel empleado era en realidad su mejor amigo, Clyde McBride, disfrazado y entró en pánico. Antes de que el afroamericano pudiera decir algo más, Lincoln le tapó la mano y habló por él.

-Jeje, ¿le-les importa si hablo un segundo con el mesero? Es que...quiero discutir el especial de esta noche. Vayan adelantándose-avisó el peliblanco y luego se llevó a Clyde a la fuerza a un lugar apartado.

Por su parte, Lori escuchó a alguien llamándola a través de susurros audibles. Al voltear al origen, vio a sus hermanas, cada una con un pésimo disfraz de gabardina beige, sombrero fedora y bigote falso, ingresando al baño. Lori supo que tenía que ir con ellas, así que también buscó una excusa.

-Sí, y yo voy a...ir al baño antes de comer. No fue buena idea haber tomado tanto refresco antes de venir. En fin, los veo en la mesa-dijo Lori y luego se fue directo al baño, dejando a los hermanos Santiago solos.

De regreso con Lincoln, él había llevado a su amigo al cuarto del conserje. Una vez dentro, lo soltó y empezó a exigir explicaciones.

- ¡Clyde, ¿qué demonios haces aquí?!-preguntó Lincoln claramente molesto.

- ¿Yo? Pues...nada, ya sabes...solo disfrutando de la comida de los restaurantes-explicó Clyde mostrando nerviosismo.

-Clyde...-Lincoln se cruzó de brazos y endureció la mirada, ya que no creyó en la tonta excusa de su amigo.

Viéndose derrotado, Clyde hizo su confesión.

-(Suspiro) Yo solo vine a ver si puedo ayudarte con tu cita doble de hoy, es todo.

-Claro, ¿seguro que no tiene que ver con separar a mi hermana de su novio?

-No, no, por supuesto que no.

Lincoln levantó la ceja, dudando de la palabra de su mejor amigo.

-Aunque si Lori llega a terminar con Bobby y se encontrara disponible, sería un bono extra-admitió Clyde sin culpa o vergüenza.

No obstante, sin darse cuenta, Clyde se encontraba sobre la pared mientras Lincoln lo sostenía del cuello de la camisa y lo miraba fúrico.

- ¡Clyde, esta noche tiene que ser más que perfecta si quiero convencer a mi hermana de que Ronnie Anne no es mala para que me deje salir con ella, no hay espacio para tus tonterías con Lori! Te lo advierto, si llegas a arruinar las cosas entre Ronnie Anne y yo juro por Dios que me encargaré de hacer el resto de tu vida muy miserable, ¿entendido? -amenazó Lincoln al afroamericano con una mirada aterradora y un aire amenazante muy presente.

Clyde estaba aterrorizado, nunca había viso a Lincoln con esa misma ni mucho menos amenazando a alguien. El miedo que le invadía, le obligó a explicar las cosas.

- ¡N-n-no, no, Lincoln! ¡Yo nunca...ha-haría eso, lo juro! ¡S-s-solo vinimos a ayudarte con tu cita, lo juro! -explicó Clyde con un tartamudeo involuntario.

Lincoln lo soltó y Clyde cayó al suelo, el miedo le flaqueó las piernas. El albino suspiró pesado y habló.

-Clyde, entiendo lo que quieres hacer y tu intención es buena, de verdad lo aprecio, pero...espera, ¿cómo que vinimos?

Fue en ese entonces que Clyde entendió que había hablado de más, a pesar de que fue el miedo que le hizo hablar tanto, y ahora tenía que enmendar su error.

- ¿Yo dije "vinimos"? -dijo Clyde con una sonrisa nerviosa-Jeje, qué tonto, quise decir vine.

-Los chicos están aquí, ¿verdad?

-Eeeeehhhhh...no-Clyde intentó ocultar su nerviosismo, pero era muy notorio.

Mirando con sospecha, Lincoln asomó la cabeza hacia las mesas del restaurante en busca de algún indicio de sus amigos. Los encontró a los 4 en una mesa intentando ocultarse tras los menús. Lincoln tomó del cuello de la camisa a Clyde y lo arrastró consigo hacia la mesa donde estaban los chicos.

- ¡Oh no, nos descubrió! -se alarmó Zach.

- ¡Baja la voz, que nos va a oír! -reprendió Rusty a su amigo.

-Creo que viene hacia acá. ¡¿Qué hacemos ahora?!-dijo Stella asustada.

-Hay que ver por dónde viene y luego irnos disimuladamente a otro lado-sugirió Liam.

Los 4 alzaron la cabeza sobre los menús. Para su alivio, Lincoln no se encontraba a la vista de alguno.

-Uff, qué alivio, no nos descubrió-dijo Stella aliviada.

-Yo no diría eso.

Ante la súbita aparición de Lincoln, los 4 saltaron del asiento producto del susto. Tras recobrarse de la sorpresa inicial, observaron a su amigo Lincoln apoyándose de la mesa cargando con la otra mano a Clyde por el cuello de la camisa. Zach miró un momento al pasillo por donde debieron salir y luego a Lincoln, sin entender cómo se zafó de su vista por un momento.

- ¿Cómo hiciste eso?

-Oh no, yo seré el que haga las preguntas acá. ¿Qué hacen ustedes en el restaurante?

- ¿Nosotros? Nada-dijo Zach.

-Sí, ya sabes, solo estamos aquí para...pasar el rato-agregó Rusty.

- ¿Pasar el rato? ¿En un restaurante? ¿Y justo en donde tengo mi cita con Ronnie Anne?

-Ehh...en nuestra defensa, no sabíamos que aquí era tu cita-dijo Stella como excusa.

-Oh claro, por eso Clyde está vestido como camarero, ¿verdad?

Lincoln alzó a Clyde por el cuello de la camisa, el cual comenzaba a asfixiar al moreno.

-Lincoln...suéltame...por favor-pidió Clyde apenas con aire.

-Oh, lo siento Clyde-se disculpó y luego lo soltó.

Mientras Clyde recuperaba el aliento, Lincoln continuó exigiendo respuesta.

- ¿Y bien? ¿Van a decirme por qué están aquí o van a seguir mintiéndome?

-Pues...-dudaron los 4 en decirle.

- ¿Acaso vinieron a sabotear mi cita con Ronnie Anne? ¿Es eso?

- ¿Qué? ¡No!

- ¿Entonces?

-Bueno...es que...nosotros...

Los 5 seguían dudando si confesarle todo a Lincoln, pero la mirada fulminante y penetrante con la que los miraba fijamente los ponía muy nerviosos. Podían jurar que en sus retinas se dibujaban unas calaveras llameantes, dispuestas a torturarlos para sacarles respuestas.

- ¡Ya! ¡Está bien! ¡Vinimos porque temíamos que tu cita se arruinara! -confesó Stella, adelantándose a los demás.

Lincoln relajó la mirada tras conseguir lo que quería y prosiguió con sus preguntas.

- ¿En verdad es por eso?

-Sí, en serio. Lo juramos por lo que más quieras.

-Está bien, aprecio mucho su intención chicos, pero no era necesario que vinieran hasta acá a espiar mi cita.

Los chicos apartaron la mirada con pena, lo que reactivó las sospechas de Lincoln.

- ¿Qué es lo que saben? Hablen ya.

-Bueno, es que...-comenzó a explicar Rusty-Escuchamos a tus hermanas hablar sobre un supuesto plan que están armando. Creemos que vinieron para sabotear tu cita.

-Entonces eso era lo que planeaba-musitó Lincoln con desdén, ahora que confirmaba que sus hermanas tenían una tetra para separarlo de Ronnie Anne-Claro, por supuesto que no me iban a dejar disfrutar una cena tranquila-expresó con sarcasmo y algo de molestia.

- ¿Por qué no me lo dijeron antes? -cuestionó Lincoln con reproche, a lo que sus amigos se intimidaron.

-Pues, es que sabíamos que ibas a estar concentrado en tus hermanas, y...no queríamos que dejaras olvidada a Ronnie Anne por culpa de ellas.

Por mucho que Lincoln quisiera refutar ese argumento, no podía hacerlo. Se conocía muy bien, así que sí podía creer que por estar buscando a sus hermanas y evitar que arruinaran su cita él no le prestaría la debida atención a su novia, lo que podría desencadenar en una rabieta de parte de ella.

-Ok, lo entiendo. Pero no tenían por qué venir hasta acá para cuidar de mi espalda. Yo puedo resolverlo solo, no necesitan hacer esto.

-No, Lincoln, no lo entiendes-dijo Zach-Vinimos aquí porque queremos ayudarte. Somos tus amigos, pero desde que todo este asunto de Ronnie Anne empezó sentimos que no hemos hecho nada por ti.

-Es cierto-intervino Liam-Sentimos que no te hemos apoyado en nada con lo de Ronnie Anne, y vinimos para corregir eso.

-Queremos ayudarte, Lincoln-añadió Stella-Y quizás tengas razón en que puedes resolver esto solo, pero de todas formas queremos ayudar en lo más que podamos, para que no tengas que cargar con el peso de una relación tú solo y que esa carga se te haga más ligera.

Lincoln se conmovió al escuchar la determinación de sus amigos y la nobleza detrás de sus actos. Y ya que lo pensaba bien, si ellos lo ayudaban a encontrar a contrarrestar el plan de sus hermanas, entonces podrían disfrutar de su cita con Ronnie Anne sin preocupación alguna.

- ¿Están seguros que pueden manejar todo esto? Hablamos de 10 chicas que además son muy testarudas.

-No te preocupes, Lincoln. Tenemos todo cubierto para evitar que tus hermanas arruinen tu noche. Confía en nosotros.

Y a pesar de que ellos no tenían mucha experiencia lidiando con sus hermanas revoltosas, algo en su interior le decía que podía confiar en ellos.

-(Suspiro) Está bien, chicos. Voy a confiar en ustedes. Pero cualquier cosa me avisan.

-Tú tranquilo, Lincoln, tenemos todo bajo control. Y, en cualquier caso, Clyde podrá ser nuestro mensajero con su disfrazo-explicaba Rusty para tranquilizar a su amigo-Tú disfruta de tu velada con tu chica mientras nosotros nos hacemos cargo.

-Está bien, los dejo a cargo entonces. Y...gracias, chicos.

-Ni lo menciones. Ahora ve que tu novia se enojará si te tardas demasiado.

Ahora que tenía todo aclarado con sus amigos, Lincoln se retiró hacia la mesa donde tendría su cita con Ronnie Anne en acompañamiento de sus respectivos hermanos. A pesar de que sabía que sus hermanas estaban al acecho, no se sentía nada alterado, podía confiar en que sus amigos podían hacerse cargo de todo. Lo único que le quedaba resolver era el asunto con Lori, quien seguramente actuaría en su contra bajo las sombras, pero ya pensaría en algo para eso.

Hablando de Lori, la mayor se encontraba en el baño, y no era precisamente para usarlo. Dentro, estaban sus hermanas esperándola, portando unos extraños disfraces de gabardinas beiges y sombreros de fedora.

-Ok chicas, vamos a... ¿por qué traen eso puesto? -preguntó Lori confundida.

-Son disfraces, así nos mantenemos de incógnito y pasamos desapercibidas-explicó Luna.

- ¿Es broma? ¿Quiénes además de ustedes usarían unos trajes tan ridículos?

-Cosplayers de detectives, obvio-dijo Lynn, como si fuera redundante.

Lori se guardó su comentario al ser irrelevante para el tema de esa improvisada reunión.

-Como sea, ¿tienen toda la información de Ronnie Anne?

-Lisa.

Luna chasqueó los dedos para ordenarle a su hermana menor que le diera la información a Lori. La pequeña genio sacó de su gabardina una carpeta tipo sobre de color amarillo.

-Bien Lori, aquí dentro tienes toda la información que pudimos recolectar acerca de la indeseable pareja de Lincoln, Ronalda Anne Santiago.

-Excelente.

Lori tomó la carpeta contenta de tener información necesaria para llevar a cabo su plan para alejar de una vez por todas a Ronnie Anne de su hermanito. Al sacar la hoja de adentro esperaba encontrar una gran cantidad de información referente a la así llamada pareja de su hermano, pero en su lugar encontró una sola línea de palabras que decían "Ronnie X"

- ¿Qué esto? -Lori revisó de arriba abajo y del frente al revés y no encontró nada más escrito- ¿Acaso hay más escrito en tinta invisible?

-Me temo que eso es todo lo que pudimos averiguar del individuo.

- ¿Y qué se supone que es esto?

-Es el nombre de la cuenta en YouTube que usa Ronnie Anne para ver sus videos, los cuales primordialmente son de Skateboarding. Ahora, sé que eso no ayuda en mucho, pero...

- ¿No ayuda en mucho? -interrumpió Lori- ¡NO AYUDA EN NADA! ¡¿De qué me sirve saber que ve videos en patinetas?! ¡De nada! ¡Lo único que les pedí es que buscaran más información de Ronnie Anne para usarla en su contra y ni siquiera eso pudieron hacer!

- ¡Ah, ¿sí?!-dijo Lynn saltando al ataque contra su hermana- ¡Tú no sabes lo difícil que fue para nosotras encontrar esa información, así que mejor no hables!

- ¿De qué diablos estás hablando?

-Esa chica es una fantasma-dijo Lola-No tiene ninguna red social en la cual buscar información. Casi no se consigue fotos de ella en internet y son muy viejas.

-Lo único que pudimos averiguar de ella son solo rumores. Viene de una escuela de la gran ciudad donde también era conocida por ser una bravucona, y si te acercas a Lincoln te dará una golpiza. Es todo-dijo Lucy.

-Literalmente es lo que ya sabíamos de ella. Y sólo tenemos esta información inútil de que le gusta el skateboarding, ¿qué se supone que haré ahora?

-Tranquila, ya hemos ideado una alternativa al respecto-dijo Lisa para tranquilizar a la mayor-Por favor usa esto durante la cena

Lisa le entrega a Lori un comunicador inalámbrico para que se lo coloque en el oído. La mayor miró entre confundida y molesta a su hermana.

- ¿Y esto?

-Un comunicador que fabriqué yo misma para poder escuchar la conversación. Ya que no pudimos recolectar información previamente, lo mejor será recolectarla de forma remota para generar respuestas congruentes, tener retroalimentación y al momento de que llegue la cena tendremos suficiente para exponer a Ronnie Anne Santiago de una vez por todas.

Lori no respondió ni replicó a la idea de su hermana, pero no había necesidad, su cara expresaba el grado de absurdez y surrealismo que tenía sobre dicho plan.

-Ok...entiendo que no les di mucho tiempo para armar un plan, ¿pero literalmente este es el mejor plan que pudieron idear?

-Si tienes una mejor idea, solo dilo.

Esta vez Lori no pudo replicar. No tenía nada mejor para solucionar su problema.

-(Suspiro) Está bien. Solo por favor mantengan la cabeza baja, si nos descubren estaremos perdidas.

-Tranquilízate hermana, tenemos a Lucy y ella es una maestra en no hacerse notar-dijo Luna señalando a su hermana gótica.

-Lo que sea, solo no llamen la atención.

Ordenó Lori y posteriormente salió del baño. Una vez fuera, soltó un suspiro cansino.

-A veces creo que soy la única sensata en la familia.

La mayor se encaminó a la mesa donde Bobby y Ronnie Anne estaban esperando.

En cuanto a ellos, se acomodaron en la mesa sin problema. Mientras esperaban a sus respectivas parejas, Ronnie aprovechó el tiempo para hablar algo con su hermano.

-Oye, Bobby. Yo... ¿puedo preguntarte algo?

-Sí, ¿qué pasa hermana?

-Bueno...me preguntaba si tú...ya sabes, me dabas un consejo sobre...cómo gustarle a alguien.

Bobby se sorprendió al escuchar el tipo de pregunta que le realizó. Nunca ella le había hecho una pregunta de esa índole, ni siquiera había mostrado interés previamente. Ciertamente él había esperado a que ella un día se le acercase y le hiciera una pregunta así para orientarla, pero también quiso aprovechar la oportunidad para molestarla un poco.

- ¿Por qué la pregunta? ¿Quieres enamorar más a Lincoln o qué? -preguntó esbozando una sonrisa picarona. El resultado obtenido fue el deseado, ya que Ronnie Anne estaba sonrojada como nunca había visto antes

- ¡¿Qué?! No, no, no. Yo solo...es una tarea de la escuela y... ¡mira, no tengo por qué darte explicaciones! Solo responde la pregunta y ya-dijo Ronnie con evidente nerviosismo.

Bobby no pudo evitar reírse un poco por la divertida reacción de su hermana, pero también sintió algo de ternura. Era claro que quería que Lincoln se enamorara de ella, pero lo que no sabía ella era que ya lo había conseguido sin proponérselo. Bueno, al menos le ayudaría con su supuesto problema con un buen consejo.

-No tienes que preocuparte demasiado por eso, Nini. Si quieres gustarle a alguien solo tienes que mostrarle interés y ser tú misma. Pero lo más importante de todo es demostrarle cuánto lo quieres, porque las acciones hablan más que las palabras-dijo Bobby como consejo a su hermanita.

Esperaba que ella le agradeciera por eso o que al menos lo reflexionara.

-Agh, gracias por nada, pedazo de idiota.

Pero definitivamente no esperaba que se enojara y luego lo despreciara. No entendía qué fue lo que ocurrió, ese fue el consejo que le dio su madre y le había funcionado, creía que con su hermana funcionaría también, no que ella lo desechara como si fuese un terrible consejo. Eso hizo sentir un poco mal a Bobby.

-Ah, por cierto, si llegas a llamarme Nini enfrente de Lincoln, te juro por Dios que romperé cada mesa de este restaurante con tu estúpida cabeza, ¿entendiste?

Ahora con la amenaza de su hermana estaba mal y asustado. Hoy se le veía más susceptible a las emociones de lo normal, seguramente por lo nerviosa que estaba. Si seguía así, definitivamente sería una noche muy larga.

En eso, llegaron las parejas de ambos.

- ¿Y bien? ¿Qué pasó con los especiales? -preguntó Bobby a Lincoln para olvidar lo sucedido.

- ¿Los especiales? -dijo el peliblanco sobresaltado-Pues...no hay especiales.

- ¿No hay especiales?

-Así es. Vaya restaurante, ¿no? -finalizó el albino con una sonrisa nerviosa.

-Oye Lori-Ronnie Anne también quiso aprovechar la cita doble para hablar un poco más con su cuñada, pero no estaba segura de qué podía hablar con ella-Ehh...tardaste un poco en el baño, ¿no crees? -comentó la morena casualmente, aunque se sintió tonta al momento.

- ¿Tú crees? -dijo Lori mostrando el mismo nerviosismo de su hermano-Pues...es que...había una señora gorda adentro y...se tardó mucho. Solo eso, nada raro, jejeje-explicó Lori esbozando una sonrisa nerviosa al final.

Los dos hermanos se miraron mutuamente, como si expresaran con la mirada lo raro que percibían a la pareja del otro. Sí así iba a ser toda la noche, esta sería una larga cita doble para los 4.

El momento incómodo fue disuelto gracias a la aparición de una banda de músicos del restaurante.

- ¡Uh la la! -exclamó el líder de la banda con un acento mexicano-Oh, young amore. Esto merece, ¡música! -expresó el cantante refiriéndose a Lincoln y a Ronnie Anne, listo para dedicarles una canción.

- ¡No, no! Nada de música, por favor-sin embargo, Ronnie Anne los detuvo de hacerlo, ya que no quería llamar demasiada atención de las personas en el restaurante pues le hacían sentir incómoda. Sin más remedio, la banda se retiró por ahora.

Luego de eso, Clyde disfrazado de camarero llegó a la mesa para tomar los pedidos.

-Buenas noches-saludaba el afroamericano con un mal acento francés-Bienvenidos al buffet franco-mexicano Jean Juan. Yo seré su camarero, ¿en qué les puedo ayudar?

Los mayores no reaccionaron ante la aparición del supuesto camarero, pero Lincoln estaba sudando a mares por el riesgo que le hacía correr su amigo, y Ronnie Anne lo miraba sospechosamente.

-Eh, disculpa, pero ¿te he visto en otro lado? Te me haces conocido.

Tanto Lincoln como Clyde se alarmaron por esto, y fue tarea del segundo de arreglar todo.

- ¿Yo? N-no l-lo creo. Nunca la he visto a usted. Digo, creo poder recordar a una chica tan linda como usted-comentó Clyde con nerviosismo.

Esperaba que eso hubiera servido para salir librado de la precaria situación. No obstante, al ver la cara estoica y de fastidio de parte de Ronnie Anne y una cara de enojo de parte de Lincoln entendió que no le había funcionado. Pero peor fue la reacción de Bobby.

- ¡Oye, tiene solo 11! -dijo Bobby rojo de ira porque un mesero esté filtrando con su hermana.

- ¿Qué? No, no. No fue en ese sentido, yo solo...-Clyde iba a explicar todo, pero fue interrumpido con el carraspeo de Lincoln, quien buscaba llamar su atención. Después le dijo con seas que cortara la explicación, pues no había un punto para ello.

Clyde suspiró y siguió con su papel.

-Me disculpo por las molestias causadas. ¿Qué se les puede ofrecer en esta noche?

Olvidando lo sucedido, los 4 revisaron sus respectivos menús para prepararse para ordenar.

-Uy, el especial de esta noche se ve exquisito-comentó Bobby.

-Pero creí que dijiste que hoy no había especial-le dijo la morena al albino, quien nuevamente sintió los nervios apoderarse de él.

- ¿Qué? No, yo...no dije eso. Digo, no quise decir eso, sino que...no había nada especial en el especial. ¿No es así, camarero?

-Eh, claro, lo que el chico quiso decir es...que el especial de hoy no es especial, es solo un especial común. Es que tenemos otros especiales que...son más especiales, pero solo lo servimos en días especiales. Por eso solo hay especiales normales, y no especiales especiales.

La explicación dada por el mesero no convenció a Ronnie Anne, pero como era la primera vez que visitaba ese restaurante no iba a cuestionar nada.

-Entonces, ¿qué recomiendan? -dijo Bobby.

-Tenemos Quiche Rancheros, son la especialidad de la casa.

Lincoln golpea su frente en señal de frustración y decepción, su amigo mostraba ser bastante inepto en su papel de mesero.

- ¿Qué me dicen de los tamales de zancas de rana?

-Iugh, no me comeré nada que salte o se arrastre en mi plato, Bobby-rechazó Lori con asco- ¿Qué más tienen ustedes?

- ¿Qué opinan del Fromage con queso? -comentó Lincoln diciendo lo último en español.

-Espera-dijo Ronnie Anne- ¿Puedes...repetir eso, por favor?

- ¿Qué cosas? ¿Fromage con queso?

La morena soltó un gemido tras escuchar eso.

-Sí, eso mismo-dijo totalmente cautivada por la forma en la que decía palabras en español. Hasta ahora no se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba oírle hablar español.

En cuanto a los demás, ellos vieron a Ronnie Anne con una ceja levantada, pues esa era una actitud extraña de su parte.

- ¿Ok? Creo que pediremos eso, ¿alguna objeción?

Ninguno se quejó al respecto y además pidieron bebidas y un pequeño postre para al final de la cita. Clyde tomó la orden y se retiró a llevarla a los chefs, en el camino sacó un walkie talkie.

-Aquí mesero francés, todo despejado-comunicó Clyde a sus amigos por el walkie talkie.

-Aquí fuego encantador, la entrada está despejada-informó el fallido intento de Don Juan, Rusty, desde la entrada del restaurante.

-Aquí conspiranoico inquisidor, el sector izquierdo está despejado-avisó el conspirador del grupo, Zach, desde el lado izquierdo del restaurante.

-Aquí fármaco natural, el sector derecho está despejado-indicó el granjero, Liam, desde el lado derecho del restaurante.

-Aquí Stella, el sector superior está despejado-señaló la fémina del grupo, Stella, desde la mesa donde se reúnen.

-Ah, Stella, tienes que decir tu nombre en clave-dijo Rusty.

- ¿Qué? Pero si ya saben que soy yo.

-Eso no importa, la misión se puede ver comprometida si usamos nuestros nombres reales-explicó Zach dejando salir su lado paranoico.

-Vamos chicos, eso es absurdo.

- ¿Acaso quieres que las hermanas de Lincoln nos descubran? Recuerda que una de sus hermanas es una genio que puede intervenir nuestras líneas si quisiera.

-Exacto-apoyó Liam a su amigo-Así que para tomar precauciones debemos usar nuestros nombres en clave. Así que dilo.

-Pero es muy vergonzoso.

-Dilo.

-Por favor, no me obliguen.

- ¡Dilo! -exigieron todos al unísono.

Viéndose acorralada, Stella tuvo que ceder y usar su nombre en clave.

-Aquí...loca de los robots, todo despejado-dijo Stella sintiendo mucha vergüenza por ese nombre en clave. Sí estaba interesada en la ciencia y quizás una que otra vez haya mostrado mucho entusiasmo por los robots y la ingeniería, pero de todas formas no le gustaba ser tomada por loca solo por eso, prefería volver a ser conocida como la chica nueva.

-Bien chicos, ya que todas nuestras áreas están despejadas, es momento de realizar el sondeo sigiloso-indicó Clyde a sus amigos-Stella, tú te serás nuestro vigía, asegúrate de hacernos saber si ves alguna de las hermanas de Lincoln o si alguno está en peligro de ser descubierto.

-Entendido, Clyde.

-Bien. Ahora, es momento de entrar a la acción. Buena suerte a todos.

- ¡Sí! -exclamaron todos y fueron a realizar sus tareas de sondeo y vigía para encontrar a las hermanas de Lincoln y evitar que arruinen la cita de esa noche.

Y hablando de las chicas, ellas estaban sentadas todas juntas en una mesa, todavía usando sus disfraces de detectives. Todas estaban con los ojos clavados en la laptop donde podían estaba la salida del auricular al cual estaba conectada Lori, siendo la única excepción Leni quien estaba viendo el menú. A la mesa llega un camarero, primero extrañado por la peculiaridad de la vestimenta de sus clientes, pero lo dejó pasar de largo para tomar la orden.

- ¿Puedo tomar su orden...señoritas? -dijo el camarero no estando seguro si sus clientes eran chicas.

-Ah sí, quisiera una orden de pasta a la boloñesa para la mesa 15, por favor-ordenó Leni al camarero

- ¿Qué? -dijo Luna despegando la vista de la computadora cuando escuchó la orden de Leni-No. No queremos eso. Leni, ¿qué estás haciendo? -reclamó la hermana musical a la modista.

-Solo ordenaba la comida.

-Pero ni siquiera nuestra mesa es la 15.

-Lo sé, era para la mesa de Lincoln y Ronnie Anne. Es que se me ocurrió que sería muy tierno que ellos comieran del mismo plato y entonces los dos comieran el mismo fideo y terminaran por darse un beso. Como en esa película de perritos, ¿cómo era que se llamaba?... ¡Ah sí, Beethoven!

-Eh, Leni, creo que te refieres a "La dama y el Vagabundo"-corrigió Lisa a la segunda hija de la familia.

-No, esa es la de los dálmatas, estoy segura de ello-aseguró Leni sin darse cuenta de su error.

En lugar de replicar, Lisa miró a sus demás congéneres.

- ¿Por qué dejamos que viniera?

-Podría haber soltado la sopa con mamá y papá-explicó Lola.

-Como sea, no queremos ordenar nada. Gracias-aclaró Luna al camarero.

-Lo siento...detective, pero si usted y su...agencia se quieren quedar, tendrán que ordenar algo.

-Agh, bien. Tráiganos una cesta de pan, por favor.

-Temo que eso es solo un aperitivo, tendrán que ordenar una entrada.

-Está bien pues, déjeme ver qué podemos ordenar.

- ¡Uy, ya sé! Pidamos los tamales de zancas de ranas, se ven deliciosos-sugirió Lana. Pero de su gorra salió un enojado Brinquitos que le golpeó con la lengua.

- ¡Auch! -se quejó Lana por el golpe, pero cuando miró a su mascota enojada se dio cuenta de su error-Ah, cierto. ¿No los tendrá mejor de caracoles? -preguntó Lana, con la aprobación de su rana.

-Parece que alguien se arrastra ante su mascota-dijo Luan sin perder la oportunidad de hacer de las suyas.

- ¡Qué asco! No quiero nada que tenga baba en el cuerpo-dijo Lola con asco- ¿Tienen algo que coman la clase alta de Francia?

-Eso serían los caracoles o el caviar-explicó el camarero

-Iugh, olvida los caracoles. ¿Y qué hay del caviar? ¿Qué es eso?

-Hueva de pescado perfectamente cocida.

Lola sintió ganas de vomitar. ¿De verdad esto era lo que comía la clase alta francesa? De ser así, entonces mejor cambiaría su meta de vivir en Francia por Italia o Inglaterra.

- ¿Tienen pudín de sangre? -preguntó Lucy.

-Ah...no, señorita, no tenemos eso.

-Suspiro, en ese caso lo que sea está bien siempre y cuando esté quemado-dijo Lucy resignada.

- ¿Por qué no pedimos la ensalada de papaya francesa con mango? Se oye muy buena y saludable-sugirió Leni.

-No quiero cenar ensalada, quedaré con hambre. Yo quiero esos burritos franceses de salsa de queso. Es lo que necesito para ganar energía-dijo Lynn.

-Si es así, lo necesitaremos extra picosos. Serían una buena referencia para hacer bromas.

- ¡No! -negó Luna-No ordenaremos nada de eso.

-Vamos Luna, para sazonar mis chistes con algo picante. ¿Entiendes?

-Tiene que ser algo para todos-dijo Luna con firmeza

-En ese caso, permítanme hacer una sugerencia-dijo Lisa-Lo que más requerimos son alimentos que ayuden al desarrollo y al mantenimiento de las funciones cognitivas del cerebro y contrarrestar el deterioro continuo al que nos veremos involucradas a cumplir una edad madura. Basándonos en eso, la comida ideal para nosotras sería cualquiera que contenga pescado acompañado de hojas verdes como lechuga, espinaca y demás, también disponibilidad de bayas como los arándanos o fresas y por supuesto unas nueces como las almendra. Además, un pequeño postre para después de la cena hecho de cacao sería lo ideal. Ahora, para una correcta distribución alimenticia, cada una de las partes deben estar separadas y acompañadas con una ración de arroz, y el plato tiene que ser de tal tamaño que todas podamos consumir una cantidad ideal de cada ingrediente sin que haya un desbalance nutricional. ¿Tiene algo como eso?

El camarero miró con una ceja levantada a Lisa, confundido por el extraño pedido.

-Pues...tenemos pescado, pero se nos acabó el arroz.

Lisa exasperó y se cruzó de brazos.

- ¿Qué clase de restaurante no sirve platillos que estimulen la actividad cerebral? Les aviso que eso les saldrá muy caro en la reseña.

El camarero respondió suspirando con fastidio. Luna también estaba harta de eso y solo quería llegar a una resolución que deje satisfechas a las 8.

- ¿Ustedes venden pizza? -preguntó Luna.

-Somo un restaurante de fusión de comida mexicana y francesa...pero sí, vendemos pizza.

-Perfecto. Entonces tráiganos una pizza con 1/8 de margarita, 1/8 de carne, 1/8 picante, 1/8 mega carne, 1/8 quemada, 1/8 napolitana con jamón, 1/8 vegetariana y 1/8 con anchoas.

-Que sean ricas en fósforo y Omega-3, por favor-añadió Lisa.

-Ok-dijo el camarero mientras anotaba- ¿Y querrán algo de beber?

- ¡Refresco! -respondieron todas al unísono.

-Perfecto, ya vuelvo con su orden-dijo el camarero y luego se retiró.

-Ni se crean que pagaré por todo esto, estoy ahorrando para una guitarra autografiada por Mick Swagger y ustedes no me lo van a arruinar. Dividiremos la cuenta en 8 y no quiero objeciones, ¿entendido?

-Sí-replicaron todas algo decepcionadas por tener que pagar.

Mientras tanto, el camarero llevó el pedido a la cocina para entregárselo a uno de los chefs.

-Esta orden es de una pizza, así que avisa para que saquen la masa.

-Enterado-respondió el chef.

-Oye, espera-detuvo el camarero al chef para preguntarle algo- ¿acaso hoy había una convención de detectives o acá hay una promoción para ellos?

- ¿Promoción? ¿Qué no era el martes?

-Ajá, yo pensé lo mismo, pero vinieron unos raros disfrazados de detectives o no sé si son detectives de verdad que vinieron por eso.

-Bueno, tú no digas nada por si acaso.

-Entiendo. Y oye, ¿soy yo o Hank está actuando un poco extraño?

El camarero señaló a su compañero llamado Hank, quien resultaba ser Clyde disfrazado. Este estaba pasando por el restaurante, como si buscase algo, ignorando en el proceso a los clientes que lo estaban llamando. Y, por si fuera poco, mientras caminaba hizo tropezar a otro camarero y lo hice caer al suelo con todo y la bandeja de comida.

-Yo lo veo igual que siempre-dijo el chef encogiéndose de hombros.

El camarero tocó más el tema y siguió con su trabajo sin prestarle más atención ni a las hermanas ni a Clyde.

De vuelta a la mesa de los enamorados, estos estaban en medio de un silencio muy incómodo. Los 4 estaban nervioso por la cita de esa noche por diferentes motivos, y por ello no se motivaban a dar el primer paso. Sin ir más lejos, el caso de Lori era porque esperaba instrucciones de sus hermanas.

-Muy bien, Lori-comenzaba a dar indicaciones Lisa a través del intercomunicador-Ya tenemos todo listo para comenzar.

-Perfecto-respondió Lori.

- ¿Qué cosa, bebé?

- ¿Qué? ¡Ah no! Solo decía que... ¡es perfecto que estemos los 4 aquí juntos! ¿No creen? Así podemos hablar y conocernos más. Díganme, ¿cómo fue que se hicieron novios?

-Ah...bueno...fue...ya sabes...algo...

Ronnie Anne tenía problemas para explicar la vergonzosa forma en la que ambos terminaron juntos, pero por suerte Lincoln intervino.

-Ella se me acercó un día y me preguntó si quería ser su novio, y yo lo dije que sí.

Lori quedó un tanto pasmada por la simpleza de la historia detrás del comienzo del noviazgo de su hermano.

-Alto, ¿eso es todo?

-Pues, sí. Esto es todo.

-Bueno, hubo más que eso-intervino Ronnie Anne-Ya sabes, fueron mejores palabras y...aaahhh... ¿romance?

Tanto Bobby como Lori miraron a los niños con una ceja levantada.

-Ya veo, eso suena...lindo. No sabía que te gustaba Lincoln, Ronnie-dijo el joven mexicano a su hermana.

-Pues...no sé, quizás. Es que...siempre me pareció un poco lindo, creo-dijo la morena entre risas con un rubor marcado en sus mejillas.

-Alto, ¿siempre te parecí lindo? -preguntó Lincoln sorprendido.

-Ahhh...bueno...yo... ¡no tengo que explicarte nada! ¡Solo me pareciste mejor que los demás bobos de nuestra clase! ¡Déjame en paz!

Ronnie Anne iba darle un golpe en el hombro a Lincoln como de costumbre, pero antes de hacerlo, observó que Lincoln cerraba los ojos preparándose para el golpe, entendió que nuevamente estaba actuando como la vil bravucona que golpeaba a quien sea que la molestara. Definitivamente él no querría a alguien así como su novia, así que por el bien de relación se abstuvo de dar ese golpe y en su lugar se tapó la cara con las manos para cubrir su vergüenza.

-Aw, eso me recuerda a cuando nos volvimos novios, ¿te acuerdas, bebé? -dijo Bobby volviéndose meloso.

-Claro que sí, osito bubú. Jamás olvidaré el que fue el día más importante de mi vida. Estaba teniendo un mal día en la escuela y creí que nada lo podía salvar, hasta que llegaste tú como un caballero de armadura resplandeciente y sacaste de esa torre de miseria en la que estaba atrapada-continuó Lori con el mismo aire meloso que su pareja.

Tanto la pareja de niños en la mesa como las hermanas Loud que estaban espiando gruñeron con fastidio, pues esta sería la centésima vez que les cuenta la sonsa historia de amor entre Bobby y Lori. Para no tener que oírlos, Ronnie Anne se puso la capucha y haló los cordones sobresalientes para cerrarla.

Mientras tanto, en una de las mesas, una familia 3 estaba teniendo una linda cena tranquila, hasta que Rusty llegó y perturbó la paz de la familia. El pelirrojo inspeccionó el rostro del padre en busca de algún rastro de disfraz, tocándolo y moviéndolo sin el consentimiento del hombre. Repitió el mismo proceso con el niño y tampoco encontró nada. Intentó hacer lo mismo con la mujer, pero apenas hizo además de querer tocarla esta lo mandó a volar a otra mesa de una cachetada. Aterrizó en la mesa donde un grupo de chicas estaban teniendo una cena agradable, y se embarró todo con la comida.

-Aquí fuego encantador al grupo-avisaba el pelirrojo tras sacar su walkie talkie-Sin señales de las hermanas de Lincoln. ¿Qué tal ustedes?

-Aquí conspiranoico, creo haber encontrado a algunas de las chicas mal disfrazadas-informó Zach al ver a una señora a sus 60 años de cuerpo voluptuoso (específicamente su trasero). El vestido que llevaba era amarillo con lunares blancos y Zach aseguraba que ese bulto en su parte posterior era prueba de que algunas de las hermanas se escondían ahí dentro.

Para probarlo, se escabulló dentro del vestido y empezó a jurungar dentro.

- ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH! -gritó la señora al sentir algo en su retaguardia y empezó a saltar para sacudirse aquello que la estaba alterando.

Al ver al niño pelirrojo de lentes salir de debajo de su vestido, la señora entro en un estado de furia e indignación atemorizante, algo que asustó al chaparro. Lo tomó de la camisa y de un golpe con su bolso lo mandó a volar por el aire hasta caer directamente a la fuente del restaurante.

-Falsa alarma, solo era una señora con un trasero enorme-informó Zach con mucho dolor.

-Tampoco he podido encontrar nada, pero sé que están por aquí. Su olor sigue impregnado -dijo Liam, mientras olía a una niña, quien claramente estaba muy incómoda por ello.

-Si es así, entonces nuestras sospechas fueron ciertas, ellas están aquí ocultas en algún lado. No vayan a descuidarse, chicos-dijo Clyde, mientras servía la comida a la mesa donde estaba una familia de 4 personas.

-Ah, camarero, esto no fue lo que ordenamos-indicó el patriarca de la familia.

-Mantengan los ojos bien abiertos-dijo Clyde para luego alejarse de la mesa, ignorando los reclamos del hombre.

-Es cierto lo que dice Clyde-dijo Stella vigilando desde su mesa todo el lugar con unos binoculares en la mano-No debemos bajar los brazos, por lo que sé las hermanas de Lincoln son muy buenas escondiéndose y podrían estar ocultas bajo nuestras narices.

- ¡Quita tu nariz de mi comida, baboso! -se escuchó a una niña reclamar en el walkie talkie y posteriormente el sonido de una cachetada seca.

-Eh...ok. Cuento con ustedes para que me informen de cualquier progreso en la operación.

-A la orden-exclamaron todos.

En cuanto Rusto colgó, centró su atención a las chicas de la mesa en la que estaba.

- ¿Algunas de ustedes hermosas damas quisiera pasar un rato candente con el fuego encantador?

Las chicas en respuesta le tiraron agua encima, y Rusty sintió como su llama (inexistente) se apagaba.

De regreso a la mesa de los enamorados, Lori y Bobby seguían relatando su historia de amor por millonésima vez. Lincoln estaba aburrido, pues la historia se la sabía tan bien que ya perdió todo rastro de gracia y su novia lo ignoraba estando con la cabeza metida dentro de su suéter. Lo que Lincoln no sabía era que mientras estaba oculta, Ronnie Anne buscaba en internet información referente a cómo flirtear o enamorar a la persona que le gusta. Estaba leyendo y repasando un artículo de WikiHow referente al tema con el fin de usar sus sabios consejos en Lincoln y hacer que él se enamore de ella. Uno de los consejos dictaba que debía hablar con él cosas que le interesen a ambos.

- ¡Eso es! -expresó la morena con entusiasmo, al mismo tiempo que sacaba la cabeza de su suéter- ¡Lincoln!

- ¡Ah! ¿Qué? -exclamó Lincoln con sorpresa cuando fue sacado de sus pensamientos.

-Dime, ¿te gusta la lucha libre? A mí me encanta. Es genial cuando los combatientes se lanzan desde el escenario y ¡Bam! les dan un certero golpe al pobre diablo que está en el suelo.

-Eh, bueno a mí personalmente no me gusta.

-Oh, bueno, a mí tampoco me gusta. Es mucha violencia.

-Pero si...

- ¿Qué me dices del soccer? A mí me encanta, es mi deporte favorito de todo el mundo.

-Honestamente no soy mucho de deportes.

-Oh, sí, no importa, a mí tampoco me gusta mucho.

-Oye, no tienes por qué...

- ¿Y las enchiladas? Me fascinan las enchiladas.

-Yo...nunca he probado una.

-Oh...claro.

Al ver su plan fallar de forma tan estrepitosa, Ronnie Anne se sintió totalmente desanimada y dejó caer su cabeza en la mesa. Por mucho que intentara no podía encontrar algo de qué hablar con Lincoln, y si no podía formar una conexión con él entonces jamás podría estar con él. Aunque quizás ella pudo haberse dado por vencida, pero Lincoln no, él también quería tener un tema de conversación con su novia para pasar una noche agradable con ella, y tenía el tema perfecto para dicho fin.

-Oye Ronnie, ¿viste el nuevo tráiler del nuevo "Muscle Fish"?

-Sí, pero me pareció muy pretencioso.

- ¿Verdad que sí? Mostraron una muy gameplay muy corta y poco sustancial como para catalogarla como un juegazo.

-Gracias, eres el primero que no se deja hipnotizar por ese espectáculo de luces-dijo Ronnie Anne con más animo que hace un momento.

-Digo, no es que crea que es malo ni nada, pero por lo poco que mostraron no debería decir que es el próximo gran juego del año.

- ¡Exacto! Es lo que digo yo. Es como si no aprendieran nada del desastre que fue el nuevo Ciberpunk.

-Ugh, ni me recuerdes esa bazofia.

Los dos ríen mientras recuerdan el fiasco de aquel juego, o eso creían. En realidad, estaban riendo por el buen rato que estaban pasando los dos. Sin saberlo, Ronnie Anne estaba teniendo lo que quería, pues ella y Lincoln estaban gestando, o mejor dicho, reforzando el lazo entre ellos dos. No había nadie más entre ellos, ni Bobby no Lori, solo eran los dos teniendo un tiempo agradable juntos como suelen tenerlo.

Y en cuanto a la otra pareja, ellos estaban perdidos en su historia de amor que perdía cada vez el sentido de la realidad y recaía más en la fantasía. Lori estaba tan inmersa en su cuento de hadas, y en los ojos de su amado, que ya se había olvidado que se encontraba en una cita doble con su hermano, pero sus hermanas se encargarían de recordárselo.

- ¡LORIIIIIIIIII! -le gritó Lola usando el tono más agudo y chillón que pudiese emitir con su grito.

- ¡AAAAAAAAHHHHHHHH! -gritó Lori cuando su pobre oído fue lastimado.

- ¿Eh? ¿Pasó algo bebé?

-Eh, no, nada. Es solo que...se me metió un insecto al oído. Voy a apartarme un momento para quitármelo. Ya regreso, mi amor-avisó Lori y se apartó de la mesa.

Estando a suficiente distancia, Lori procedió a hablar con sus hermanas.

- ¡¿Qué diablos están haciendo?! ¡Pudieron dejarme sorda!

-Pues te lo buscaste. Estabas tan enfocada en tu estúpido novio que te olvidaste de la misión.

-Ay por favor, eso no es cierto.

- ¡Mira a la mesa!

Lori volteó a la mesa y observó a Lincoln y a Ronnie Anne hablando animadamente. A decir verdad, nunca había visto a su hermano hablar con alguien tan alegremente, ni siquiera con su mejor amigo Clyde, y verlo tan feliz hablando con esa chica, que también se mostraba muy animada con la conversación, le hizo enternecer un poco.

- ¡¿Ves lo que provocas con tus distracciones?!-reclamó Lola desde el intercomunicador, lo que despabiló a Lori.

-Solo fue un momento, no es para tanto.

- ¡¿Cómo que no es para tanto?! ¡En ese momento que mencionas ya Ronnie Anne está reforzando aún más el lavado de cerebro a nuestro hermano mientras tú cuentas esa estúpida historia tuya!

- ¡¿Cómo dijiste?!-dijo Lori ofendida.

-Hermana mayor-intervino Lisa tomando el comunicador-entiendo que el amor que siente por su pareja masculina sea de tal escalar que su percepción del tiempo y espacio se vea alterada, pero debo insistir en que deje de lado su imaginación hiperactiva para seguir con la misión. Como usted dijo, estamos cortas de tiempo y no lo podemos desperdiciar. Ya tendrá tiempo para glorificar a su amado en otro momento, pero por ahora debe concentrarse.

-Agh, está bien-respondió Lori de mala gana y cortó la llamada para regresar a su mesa.

-Hey, chicos, ¿de qué están hablando? -saludó Lori a la joven pareja.

-Oh, de nada importante-respondió Lincoln.

-Ah, ya veo.

Clyde llegó a la mesa trayendo la charola con la comida.

-Aquí tienen su orden, 4 platos de "fromage con queso"-Clyde sirvió los platos y luego fue a donde estaba Lori-Y para usted, cara bonita, le traigo un nacho perfecto de nuestra más fina colección, cortesía de la casa.

-Uy, gracias, amigo.

Bobby iba a tomar el nacho pensando que era para él, pero Clyde le golpeó la mano.

-No, esto es solo para la bella dama.

Lincoln le llamó la atención carraspeando la garganta, luego lo atravesó con la mirada para que dejara la actitud tosca con Bobby. El moreno tragó saliva al captar la amenaza.

-Pero...s-si a e-ella le g-gusta pueden compartirlo-añadió Clyde con nerviosismo-Bon Appetit-dijo antes de retirarse

-Gracias.

Los 4 comenzaron a comer de la comida. Lori ciertamente consideraba el platillo muy bueno, a pesar de que no era más que queso derretido sobre una masa con queso dentro. El sabor era tan bueno que cerró los ojos para saborearlo por completo. Pasó un tiempo degustando el queso pues el sabor le encantaba, pero al abrir los ojos observó a la autoproclamada novia de su hermano jugando con el queso derretido para hacer figuritas con él para su diversión. Lo peor era que Lincoln se divertía con verla hacer figuritas con el queso, y para completar él parecía querer intentarlo también. Viéndose enfada por esa gran falta de modales en la mesa que mostraba la morena, y la mala influencia que ejercía sobre su hermano, estuvo dispuesta a regañarlos, sin embargo, antes de que pudiera hacerlos los niños se vieron interrumpidos por el timbre de llamada.

-Oh, es mío, lo siento. Dame un segundo-el peliblanco toma su teléfono y contesta la llamada- ¿Hola?

Todos en la mesa pudieron escuchar un ruido muy agudo que no pudieron identificar si siquiera era humano, pero era muy molesto. Poco a poco la intensidad de aquel ruido bajó hasta que se pudo identificar que era... ¿el llanto de una chica?

- ¿Qué diablos fue eso? -preguntó Ronnie Anne irritada.

- ¿Eso? Yo...no sé. Déjenme resolver esto y ya regreso.

Lincoln se levanta de su silla y se va a un lugar apartado de la mesa. Ya sin la presencia del peliblanco, Ronnie Anne relajó el cuerpo y reposó la cabeza sobre su brazo en la mesa y mostró una cara de total desinterés y aburrimiento.

-Eh, hermanita, ¿no vas a comer tu comida? -dijo Bobby al ver a su hermana revolotear la comida con la cuchara.

-Nah, se ve asquerosa.

Lori mostró una mueca de molestia tenue al escuchar la respuesta de Ronnie Anne

-Entonces, ¿por qué la ordenaste?

-En realidad fueron ustedes que la ordenaron. Si fuera por mí, estaría en mi habitación jugando videojuegos.

La mueca de Lori se endureció más ante esa respuesta.

-Pero... ¿no quieres hablar con Lori y conocerla?

-No, suena muy aburrido.

Y con esa última respuesta, la cara de formó una prominente mueca de molestia rayando a la ira. Ahora veía que todo el desagrado que sentía por Ronnie Anne estaba justificado. Ella era grosera, agresiva, desinteresada y tosca, tal cual la describían los rumores.

-Agh, es peor de lo que pensaba-comentó Luna desde el otro lado del comunicador, seguido de la secunda de las demás hermanas.

-No importa, es momento de que ejecutes el plan y la desenmascares frente a todos.

Las pocas dudas que tenía sobre aquello se disiparon por completo, y ya que estaba completamente decidida, se dispuso a poner en marcha la jugada que acabaría de una vez con todo.

-Oye, Ronnie.

-Ronnie Anne, para ti.

-...claro. Ronnie Anne, escuché que te gusta patinar.

-Sí, ¿qué hay con eso?

-Nada, nada. Es solo que...no sabía que te gustaba los deportes para delincuentes.

Bobby soltó la cuchara con todo el queso cuando escuchó lo que dijo Lori. Conociendo a su hermana, se enfadaría mucho por su comentario y todo terminaría en pelea. Lo que no sabía Bobby era que eso estaba previsto por Lori, y tanto ella como sus hermanas esperaban la reacción violenta de Ronnie que podrían usar para terminar esa farsa de relación.

-...ok.

Sin embargo, lo único que obtuvieron fue una respuesta vaga y un encogimiento de hombros por parte suya. Ninguna lo entendía, se suponía que Ronnie Anne se enojara ante tal comentario y luego la situación escalaría hasta llegar a la explosión de violencia con la que suele culminar la morena, era lo que sucedía en situaciones similares. Pero esta vez, Ronnie Anne desestimó su comentario totalmente. Quizás no era la actitud más madura que podría tomar, pero era completamente diferente a la esperada.

- ¿Ok? ¿Qué significa eso?

-Bueno, si tú crees que patinar es de delincuentes es cosa tuya, no mía.

Quizás fue un poco brusca con Lori, pero Bobby estaba aliviado y feliz de que su hermana no haya estallado de rabia.

-Entonces, ¿no vas a decir nada? ¿No vas a defender a los patinadores ni a ti misma por decir que son delincuentes?

-Ya te dije que es cosa tuya, no mía.

-Pero...pero... ¡no se supone que esa fuese tu reacción! -dijo Lori sintiendo la frustración tomando control de ella.

- ¿Ah sí? Entonces dime, ¿cómo se suponía que debía reaccionar? -dijo Ronnie Anne mirando con los ojos entrecerrados a Lori.

La mayor sintiendo la hostilidad de la chica Santiago, se dejó llevar por sus sentimientos.

-Quizás literalmente como un animal que no mide sus palabras y terminara por lanzárseme encima.

Tanto Ronnie como Lori se estaba clavando espadas con la mirada. Bobby al notar eso, tomó cartas en el asunto.

-Oye, bebé, ¿me acompañas a la recepción un momento? Necesito hablar algo contigo un momento.

-Seguro, Bobby-replicó la rubia denotando enojo en su voz.

Bobby le tomó de la mano y la llevó hasta la recepción, donde procedió a hablarle.

-Lori, entiendo que no te lleves bien con Ronnie Anne, pero ¿podrías ser amable con ella por favor?

- ¿Yo? -replicó ofendida- ¿Qué hay de ella? Fue grosera conmigo primero.

-Sí, lo sé, y entiendo, pero por favor perdónala. Ella no lo hizo a propósito.

-A mí parecer literalmente sí lo hizo.

Lori alzó la cabeza un poco para ver la chica en cuestión y la vio con la misma cara de aburrimiento de antes mientras tocaba la comida con la cuchara.

-No, Lori, no es así de simple.

- ¿De qué hablas?

-Es que...(suspiro) mira, Ronnie Anne no está acostumbrada a hablar con las personas.

- ¿Eh? -expresó Lori con confusión.

-Lori, a Ronnie Anne se le ha hecho difícil hacer amigos desde que llegamos a este país. De hecho...en Great Lakes City la molestaban sus compañeras.

-Oh...ya veo

Lori ya había sospechado algo así desde que las amigas de sus hermanas mencionaron algo al respecto la vez que las conoció, pero no había tenido la oportunidad de indagar al respecto hasta ahora.

- ¿Sabes cómo fue?

-No. No lo sé. Solo sé que era la que nadie le hablaba y el blanco de unas chicas que la acosaban. Hubo una chica que fue su amiga un tiempo, pero Ronnie un día dijo que la traicionó y no quiso saber más de ella.

-No entiendo, ¿una traición?

-Tampoco lo entiendo, pero...desde entonces no ha confiado en nadie y por eso es...tan cortante. Aunque también es mi culpa-murmuró Bobby sintiéndose decaído-Pero no te lo tomes personal, no es que odie o algo por el estilo, es solo que...es su manera de mostrar que tiene miedo a ser herida.

-Lo entiendo Bobby, pero de todas formas no puedo simplemente dejar pasar su actitud. Si no haces nada, tu hermana jamás cambiará.

-Pero fíjate, Lori, aunque no lo veas Ronnie sí ha cambiado. Y todo es gracias a tu hermano, de no ser por él ni siquiera habría considerado la idea de venir acá.

-Vamos, Bobby, los dos sabemos que Lincoln literalmente solo está con ella por conveniencia.

-Yo también pensé eso al principio, pero él me demostró que de verdad la quiere. Pero más importante aún, Ronnie Anne confía en él y también lo ha llegado a querer.

Lori era muy escéptica ante la última afirmación. Pero tras darle un ojo nuevamente a Ronnie Anne, observó que tenía la vista puesta sobre el lado donde se retiró Lincoln, y además su mueca demostraba que se sentía sola sin él a su lado. Aquello suavizó la expresión facial de Lori, tal vez Ronnie Anne no era solamente una bravucona grosera y violenta, tal vez también tenía sentimientos.

-Por eso Lori, te pido que por favor hagas un esfuerzo por llevarte bien con Nini. Hazlo por mí. Lo último que quiero es que algo arruinara la felicidad de mi hermana.

Bobby miraba a su pareja con esos ojos de perrito que flaqueaban la dureza de Lori y ablandaba su corazón. Lori no estaba al cien por ciento convencida de aquella historia, pero también sentía por las palabras de su novio que había mucha verdad en ellas a pesar de faltarle muchos detalles a dicha historia.

-Bueno...-quería negarse, pero la mirada de Bobby la hacía sentir culpable. Y al final terminó por ceder-(Suspiro) Está bien, Bobby. Yo...lo intentaré.

- ¡Gracias, nena! -el mexicano le dio un abrazo y un beso en el cachete como agradecimiento-Te aseguro que en cuanto la conozcas bien, Nini te caerá muy bien.

-Sí...tal vez.

-Ahora regresemos a la mesa.

-Eh... ¿puedes adelantarte primero? Tengo que hacer una llamada rápida.

Bobby le guiñó un ojo y se dirigió a la mesa. Lori sacó su teléfono para disimular y les habló a sus hermanas a través del intercomunicador.

-Chicas, ¿oyeron eso?

- ¿Qué cosa? -respondió al otro lado de la línea.

-Eso que me dijo Bob, ¿no estaban escuchando?

-No, la pizza llegó después de que le dijeras ese comentario a la desgraciada esa y apagamos el micrófono para que no nos escucharas masticar.

Lori se golpeó la frente y soltó un gruñido de molestia.

- ¿Por qué? ¿Pasó algo importante?

-No...bueno, es que Bobby me explicó que a su hermana la acosaban y tal y que por eso se volvió bravucona. Y pues...no sé, literalmente ya no estoy segura de hacer esto.

-No te dejes llevar por la lástima, Lori-intervino Lola-Obviamente Bobby inventaría esa historia para que sintieras pena y te dieras por vencida.

-Pero, ¿qué hay de esas chicas que también dijeron lo mismo?

-Mira, Lori, Bobby solo quiere manipularte con una triste historia para justificar su comportamiento para que creas que es una "dulce princesita" en el fondo cuando no es así. Digo, mira a Lynn, ella también sufrió de acoso y no es tan mala como Ronnie Anne.

-Exacto-apoyó Lynn a su hermana-Espera, ¿qué? -hasta que cayó en cuenta de lo que dijo.

-Mi punto es que no caigas en su juego, Lori, y enfócate en el objetivo.

-Pero, ¿qué tal si todo es cierto?

-Escucha, hermana-se metió Luna a la conversación-No importa si es verdad o no, Lincoln no puede estar con alguien así sea como sea. Sabes que al final todo terminará mal para él de una forma u otra porque ella es incapaz de amar a alguien, y no queremos que nuestro hermano sufra por estar con alguien así. Así que tienes que seguir con la misión, recuerda que es por Lincoln.

-Sí...quizás tienes razón.

-Claro que la tenemos. Ahora ve allá y acaba con todo.

-Bien...

Lori dejó de disimular con el teléfono y regresó a la mesa, pero ahora no estaba segura de que si lo que estaba haciendo, tratar de alejar a Lincoln de Ronnie Anne, estaba bien.

Mientras tanto, Lincoln estaba del otro lado atendiendo la llamada que recibió. Lo único que podía escuchar era lo que parecía ser llantos de una chica, pero no podía entender ni una palabra que decía.

- ¿Hola? ¡¿Hola?! ¿Quién habla?

- ¡AY, LINCOLN! ¡FUE HORRIBLE! -decía entre llantos la persona al otro lado de la línea.

- ¿Pero ¿quién rayos eres?

- ¡Yo estaba esperando en la escuela como dijiste y...y...! ¡ELLA ME VIO Y ME GOLPEÓ! -dijo la persona que realizó la llamada para luego seguir llorando.

Ahora que su voz era más clara para Lincoln, pudo entender mejor lo que decía, e incluso identificar la voz de la persona al otro lado de la línea.

-Espera... ¿eres...? Agh, ¿cómo era? A ver... ¿Sid, ¿no?

La chica al otro lado de la línea asiente con un gemido lloroso.

-Uff, le atiné. Oye Sid, ahora no es un buen momento para...espera, ¿cómo conseguiste mi número?

-(Snif) Bueno, no fue difícil hallar el número del chico con cabello blanco con 11 hermanas. Deberías revisar la información personal tuya que se filtra en internet.

-(Suspiro) Cierto, debería hacer algo con respecto a eso.

-Oye, ¿y de verdad tienes 11 hermanas? -preguntó Sid, cambiando su estado de ánimo abruptamente.

-Sí, tengo 11 hermanas-respondió Lincoln con fastidio.

-Wow...eso es...wow. Si yo me estreso con mi hermana y mis padres, no me imagino tú con tus hermanas. Con razón tienes el cabello blanco.

- ¡Muy bien! ¡Dime qué es lo que quieres rápido porque realmente no es un buen momento para mí! -dijo Lincoln con la paciencia colmada.

-Oh, lo siento, ¿interrumpo algo?

-Sí, mi cita con Ronnie Anne.

- ¿Qué? Oh Dios...ella no sabe que estás hablando conmigo, ¿verdad?

-No, tranquila, ella no lo sabe, pero si no quieres que se entere mejor dime para qué me llamaste rápido.

-Bueno...sobre eso...hoy fui a la escuelo como me dijiste el otro día, pero al llegar Ronnie Anne me encontró y...y...-Sid se escuchaba a punto de entrar en llanto, pero hizo uso de su fuerza para no hacerlo.

- ¿Por qué fuiste a mi...? ¡Ay, rayos! ¡Era hoy! -exclamó Lincoln golpeándose la frente por su estupidez. Luego del sermón de su maestra su mente había entrado en un estado de molestia que le hizo olvidar casi todos los compromisos de su día, incluyendo la reunión que iba a tener con Sid ese mismo día.

-Discúlpame, Sid, no pude encontrarme contigo porque mi maestra me estuvo regañando tras salir de clases.

-Ya no importa. Pero te llamo es porque...Ronnie Anne me vio y ella se enojó, pero te digo que estaba muy enojada. Hasta me dio miedo.

-Sí, me imagino. Tch...parece que será más difícil reconciliarlas.

- ¡Eso quería decirte! ¿Crees que aun haya una oportunidad para reconciliarnos? ¿Incluso cuando me odia más que nunca y tiene una nueva mejor amiga?

- ¿Eh? -a Lincoln le pareció extraño eso último que comentó Sid, pero debido a las prisas que tenía, no ahondó más en ese detalle-Mira...no lo sé. Quizás lo mejor sea ir directo a la acción, tú intentando disculparte y yo servir de intermediario por si algo sale mal. Tal vez sea mejor ir a su casa o...

- ¿Su casa? Espera... ¿crees que sea buena idea?

-No se me ocurre otro lugar. En el exterior tendrá mucha vía libre para huir, y si llama la atención causaría un malentendido. En mi casa no, porque mis hermanas se entrometerían. Probablemente en la suya cierre la puerta en cara, pero tal vez estar en un ambiente cómodo la haga menos susceptible a la agresión.

-Vaya...yo ir a la casa de Ronnie Anne. Nunca creí que lo volvería a hacer tan pronto.

-No voy a mentirte, es muy probable que te vuelva a golpear de nuevo, ¿estás dispuesta correr ese riesgo?

- ¡Por supuesto! ¡Lo que sea para recuperar la amistad de Ronnie Anne!

La respuesta de Sid alegró al peliblanco, si mantenía ese optimismo quizás había más posibilidad de darse esa reconciliación de las que creía.

-Bueno, entonces el fin de semana hablaremos más de eso para planificar todo bien y que salga perfecto.

-De acuerdo. Y oye...en serio te agradezco por esto-dijo Sid con sinceridad.

-...Ya te lo dije, no lo hago por ti, lo hago por ella.

Dicho esto, el peliblanco colgó la llamada. Al alzar la cabeza, se encontró con Stella parada justo al frente suyo, y esta repentina aparición le hizo sobresaltarse y soltar un chillido del susto.

- ¡Por Dios, Stella! Casi me matas del susto.

-Lo siento no era mi intención.

Lincoln trata de recuperar el aliento que perdió por el susto.

-Y... ¿con quién hablabas?

En vano, pues lo perdió apenas escuchó esa pregunta. No quería involucrar a Stella en el asunto de Sid, ya tenía demasiado en la cabeza con eso como para agregar a Stella en la ecuación, así que mejor optó por mentirle.

-Eh...con nadie.

-Te vi hablar con alguien por teléfono, y sonabas serios-reveló Stella mostrando sospechas por la mentira de Lincoln.

-No era nadie, en serio-Lincoln no podía evitar sentirse nervioso, por lo que su mentira se hacía evidente a pesar de que evitó hablar mucho. Por ello decidió cambiar de tema-Oye, ¿qué pasó con mis hermanas? ¿Pudieron encontrar algo?

La filipina no pasó por alto la evasión que hacía Lincoln a su pregunta, pero lo dejó pasar ya que tenían asuntos más importantes que atender.

-Por el momento nada, pero hemos hecho grandes avances hasta ahora.

- ¿Cómo que avances?

-Según mis cálculos, ya hemos descartado al 40% del restaurante. Tomando en cuenta eso, no debe faltar mucho para atrapar a tus hermanas.

- ¿Estás segura de que pueden con esto? Se suponen que tienen que agarrar a 9 personas y ya se han tardado mucho.

-Por supuesto que sí. Si nos hemos tardado es porque estamos haciendo esto con el mayor cuidado posible. Pero somo perfectamente capaces de cumplir con esta misión.

En ese instante, en todo el restaurante se escuchó el grito de una señora, acto seguido el golpe de una cartera. Por eso de los chicos pasó volando Zach, quien recibió el golpe, y cayó justamente en la fuente en el centro del restaurante.

Tras presenciar aquello, Lincoln miró a Stella con sarcasmo.

-Créeme, lo somos. Tú relájate, que tenemos todo bajo control.

En verdad no podía relajarse sabiendo que ellos, quizás los chicos más estrafalarios fuera de su familia, estaban encargados de investigar el paradero de sus hermanas y detener sus planes para arruinar su cita. Pero a estas alturas, un reclamo tendría poco efecto y tanto su novia como su hermana y cuñado lo estaban esperando en la mesa.

-(Suspiro) Solo les pido que por favor eviten que Ronnie Anne los vea.

-Tranquilo, Lincoln, aunque Ronnie Anne nos viera, conociéndola no nos pondrá mucha atención. Menos si la tiene es contigo.

Lincoln se sonrojó con lo último que mencionó la asiática de piel morena. Ahora tenía más ganas de volver a su mesa.

-Bueno, les dejo esto a su cargo. Avísenme si las llegan a encontrar.

Y habiendo dicho esto se dirigió nuevamente a su mesa, donde lo esperaba pacientemente su amada latina de piel morena.

En cuanto a Stella, ella todavía tenía sus dudas con respecto a Lincoln. No pudo escuchar bien su conversación, pero estaba segura que estaba hablando con una chica. Tenía un mal presentimiento, más con el hecho de que Lincoln trataba de ocultárselo, pero no podía ser lo que ella creía que era. Era imposible e ilógico. Quizás se trate de otra cosa, pero en estos momentos no tenía importancia, así que decidió concentrarse en la misión de buscar a las hermanas, aunque el asunto no dejaba de molestarle.

Por su parte, Lincoln regresó a la mesa.

- ¿Quién era, Lincoln? -preguntó su hermana Lori.

-Oh, nadie, solo eran esos estúpidos de Movistar que querían que me cambiaran de línea. Les dije que dejaran de molestar porque solo los idiotas usan Movistar-respondió Lincoln con una mentira.

-Yo uso Movistar.

Una mentira que le causaba más problemas de lo que esperaba, debido a que afectaba a su novia. Por lo tanto, se vio obligado a corregirse.

-Oh... ¿en serio? Pues genial. De hecho, pensaba en cambiarme a Movistar.

-Acabas de decir que Movistar es para idiotas-le señaló Lori.

-Era mentira, lo dije porque...no podía tener Movistar...pero ya puedo.

-Oh, no te preocupes. También pensaba cambiar mi línea a...la que tú tienes-admitió Ronnie Anne sonrojada.

-No, no, tranquila. Yo me cambio la línea.

-No, yo lo haré, Lincoln. No te preocupes.

-No, yo lo hago.

-Yo lo hago.

-Yo lo hago.

-Yo lo hago.

Y así los dos siguieron discutiendo por quién de los dos se cambia a la línea del otro para tener ambos la misma. Bobby y Lori se miraron el uno al otro sin entender cómo es que sus hermanos estaban discutiendo por algo tan absurdo como eso.

/

La cena transcurrió con normalidad. No hubo más interrupciones en la mesa desde que Lincoln regresó de la llamada. Los cuatro pudieron disfrutar de la entrada de la cena y ahora estaban probando los platillos principales. Ciertamente la comida estaba deliciosa, pero en la mesa regresó aquel silencio incómodo que los carcomía a todos. Las 2 parejas no llevaban un buen progreso en llevarse bien, apenas se han hablado entre ellas y cuando pudieron eran conversaciones muy cortas.

-Y... ¿cómo se conocieron? -preguntó Bobby para romper el hielo.

-Ya preguntaste eso, Bobby-replicó Ronnie Anne fastidiada.

-Oh...cierto, perdón.

Como por ejemplo esta que acaba de suceder. Hasta ahora ninguno había hecho avance alguno en sus respectivas metas. Lincoln no estaba teniendo la cita que soñaba, Ronnie no lograba que Lincoln se fijara en ella (a su parecer), Lori no sacaba algo de Ronnie que sirviera como prueba para que sus padres terminen la relación, y Bobby no podía hacer que su hermana y su novia se llevaran bien. Había empezado relativamente bien, pero la noche parecía que iba a terminar en una nota muy baja.

-Psst, oye Lori-le hablaba la hermana bromista, Luan, a la mayor.

Volteó la cabeza para pasar desapercibida frente a los demás mientras hablaba.

- ¿Qué pasa?

-Vi que te tienes problemas para desenmascarar a Ronnie Anne, así que preparé un número que podría ser de ayuda.

-Hmmm...bueno, ¿qué tienes?

-Dile que es tan fea que cuando nació los doctores no sabía si era murciélago.

- ¡¿Qué?!-soltó Lori de la impresión, atrayendo la atención de sus acompañantes en la mesa.

Rio con nerviosismo y dejó caer su tenedor.

-Ay, dejé caer mi tenedor. Dejen que lo recoja.

La rubia se agacha bajo la mesa y prosigue con su conversación.

-No le voy a decir eso-declaró firmemente.

- ¿Por qué no?

-Es literalmente ofensivo y de mal gusto.

-Vamos, sabes que lo merece.

-Eso no importa, no debemos rebajarnos a eso. Además, Bobby escucharía eso y terminaría conmigo por algo así.

-Lori, sé que eres alta y todo eso, pero estás siendo muy estirada con todo esto. Jejeje, ¿entiendes?

- ¡Luan! Tiene que haber otra manera.

Mientras Lori discutía con sus hermanas, Bobby decidió hacer un nuevo intento en entablar conversación con la pareja infante.

-Y... ¿ustedes han tenido alguna cita?

-Sí, algunas cuantas-respondió Ronnie.

- ¿En serio? ¿Qué han hecho?

-Uff, de todo un poco-ahora respondía Lincoln-Fuimos al arcade, fuimos a comprar ropa, a patinar en un parque.

- ¿Qué? -dijo Lori saliendo de debajo de la mesa- ¿Cómo que patinar?

-Ah, sí, Lincoln y yo fuimos en estos días a patinar en un parque que conozco-explicó Ronnie Anne a su cuñada, quien estaba perpleja.

- ¿Tú? ¿Yendo a patinar? -le dijo la primogénita al joven de cabellera blanca.

-Pues sí, así fue.

La mayor de las hijas del matrimonio Loud comenzó a reírse a carcajadas.

- ¿Qué es tan gracioso? -preguntó Ronnie Anne mostrando una ligera molestia en su tono.

- ¡Por favor, Lincoln! Literalmente ni siquiera puedes atrapar un balón, ¿y tú vas a patinar? No me hagas reír

Lori continuó riéndose mientras imaginaba a su hermano intentando patinar y fallar estrepitosamente, tal como ocurría cuando intentaba hacer un deporte.

Lincoln estaba acostumbrado a las burlas de sus hermanas, y ciertamente se ganó esa reputación de ser muy malo con los deportes, por ello solo trataba de ignorar las risas. Aunque la risa de Lori se escuchaba como si estuviese siendo acompañada por otras. Aquello le pareció extraño a Lincoln, así que decidió echar un vistazo a donde el sonido hacía eco. Asomó la cabeza al lado para ver atrás de Lori pasando desapercibido por ella, y lo que vio fue a un grupo de personas usando gabardinas reírse a carcajadas. No las identificó de inmediato debido a los atuendos que portaban, pero al ver la variedad de tamaños y colores de cabello que presentaba le dejaban en claro a Lincoln de que se trataban de sus hermanas. Tras descubrir esto, Lincoln pensó en llamar a Clyde y avisarle

- ¡CÁLLATE!

Sin embargo, toda acción que pensaba ejecutar se vio interrumpida por su pareja, quien gritó y golpeó la mesa con sus puños llamando la atención de todos en el restaurante. A Ronnie Anne no le importaba, se encontraba inmersa en su propia furia. Sus expresaba toda la ira que sentía y sus dientes estaban apretados con fuerza.

- ¡¿Tú qué vas a saber de patinaje?! ¡Eres solo una estúpida esnob que lo único que hace es tomarse selfies haciendo caras tontas! ¡Lincoln quizás no sea un experto en patinaje, pero lo hizo muy bien para ser su primera vez! ¡Y estoy segura que tú ni siquiera podrías poner un pie en la tabla! ¡Tú grandísima hija de...!

- ¡Ronnie!

- ¡¿QUÉ?!-gritó la mexicana cuando se vio interrumpida por su novio.

Toda la ira que sentía se extinguió cuando vio el rostro asustado de su amado, especialmente sus ojos que denotaban miedo. Nunca antes había caído en cuenta lo mal que se sentía llenar de miedo a alguien que quieres mucho. Y ver el miedo en la cara de Bobby y Lori tampoco la hizo sentir bien, pero no estaba segura de cómo remediarlo.

-Yo...yo...

Por más que intentara no podía disculparse. Tal vez era por el orgullo, la vergüenza...o por el miedo, pero las palabras no salían de su boca. Se sintió frustrada y enojada consigo misma por incapaz de emitir una disculpa, y la presión que sentía la llenaban de ansiedad. Incapaz de hacer algo para emendar su error, Ronnie Anne huyó lejos de la mesa en dirección al baño.

- ¡Ronnie! ¡Espera!

Lincoln fue directo tras ella, pero no la pudo alcanzar antes de que entrara. No podía hacer nada mientras ella estuviera dentro, por ello soltó un suspiro de lamento. Pero tampoco podía quedarse totalmente de brazos cruzados, no cuando descubrió donde era que se estaban escondiendo sus hermanas, tenía que informarle a alguno de sus amigos para deshacerse de ellas. Casualmente Clyde estaba pasando al lado suyo con una bandeja de comida encima, así que lo haló de la camisa y lo arrastró dentro del baño donde podían hablar sin preocupación.

/

Stella estaba terminando de lavarse las manos después de haber usado el baño. Ahora que se sentía aliviada, podía seguir con su labor con normalidad.

- ¡Ronnie! ¡Espera!

No obstante, tuvo un mal presentimiento cuando oyó la voz de Lincoln colarse entre la puerta clamando a la latina.

- ¿Eh?

Posterior a la voz le siguieron pisadas. Pisadas de alguien corriendo cuya intensidad aumentaba progresivamente, lo que indicaba que se estaba acercando. Eso era malo, si Ronnie Anne entraba en el baño la encontraría, y ella no podía enterarse de que se encontraba allí. Lo único que pudo hacer fue esconderse dentro de una de las cabinas...la cual estaba ocupada por una chica.

- ¡Oye! -se quejó la muchacha, aunque en realidad no estaba haciendo más que revisar su teléfono quizás para perder el tiempo.

- ¡Shhh! -Stella le calló de inmediato.

La muchacha hizo caso cuando escuchó a alguien ingresar al baño con rapidez. Por lo que oía era una niña y se encontraba un poco cansada. Hubo un breve momento de silencio, hasta que Ronnie Anne lo rompió.

- ¡¿YA ESTÁS CONTENTA?!-y lo rompió con uno de sus típicos gritos- ¡No pudiste tragarte tu maldita lengua por un miserable día y ahora todo el mundo te odia! ¡¿Acaso era tan difícil?!

- ¿Está...hablando con alguien? -se preguntó a sí misma la asiática, luego pegó el oído en la puerta para escuchar todo con más claridad.

- ¡Eres una completa inútil buena para nada! ¡Ni siquiera eres capaz de agradarle a alguien, por eso terminaste así!

-Escucha, niña, ¿podrías...?

- ¡Shhh! -calló nuevamente Stella a la muchacha- ¿A quién estará regañando?

- ¡Lo único que debías hacer era portarte bien por una sola noche y ya! Pero no. Tenías que arruinarlo todo, ¿no es así? Por eso es que nadie te quiere, porque ¡eres incapaz de hacer una sola cosa bien!

-En serio, niña, ¿podrías solo...? -insistió nuevamente la muchacha.

- ¿Puedes callarte por solo un minuto? -exigió Stella cansada de las interrupciones de la muchacha. Pero no iba a dejarse hablar así, y mucho menos por una niña.

De un momento a otro, Stella pasó de estar escuchando a escondidas dentro de la cabina a estar adolorida en el suelo tras ser expulsada de una patada fuera de ella. La muchacha salió refunfuñando del baño y dejó a las dos niñas a solas.

- ¡Rayos...! Eso dolió-soltó sintiendo dolor en su retaguardia, mientras lentamente se incorporaba. Al terminar, se encontró de frente a Ronnie Anne.

- ¿Stella? -dijo Ronnie Anne sorprendida- ¿Qué haces aquí?

La filipina entró en nervios cuando se le preguntó eso.

- ¿Yo? Pues...vine aquí con unos amigos, ¡digo! Con mi familia. ¡Digo, amigos de la familia! -inventó Stella patéticamente mientras era consumida por los nervios.

-Ah...ya veo.

Aun así, Ronnie Anne pareció haberse creído esa mentira.

- ¿Y tú?

-Bueno...estoy en mi cita con Lincoln y nuestros hermanos.

-Ah verdad...hoy era su cita. No sabía que...estarían aquí.

-Sí...es raro.

El silencio incómodo se presentó entre ambas niñas. Después de lo sucedido más temprano, era evidente que este raro encuentro iba a ser incómodo para ambas. Aunque Stella buscó la forma de romper el hielo, con lo cual esperaba que luego pudieran sobrellevar aquella incomodidad entre ambas.

-Y... ¿con quién hablabas? -preguntó percatándose de que no había nadie más en el baño a parte de ella. Podría deberse a que aquella persona salió junto con la otra muchacha...o... ¿será que estaba hablando con...?

-Eh...-el rostro de la joven Santiago se tintó de rojo cuando se le realizó aquella pregunta-Yo...estaba hablando con...una compañía telefónica fastidiosa. Los mandé al diablo, por supuesto.

-Oh...ya veo.

Stella notó que Ronnie Anne estaba mintiendo, la poca seguridad en sus palabras y sus gestos nerviosos la delataban, pero si algo había aprendido ese día es que no debía presionar a Ronnie Anne para sacarle respuesta.

Nuevamente el silencio incómodo hizo acto de presencia en el baño. Los roces que han tenido las dos a lo largo del último mes estaban trayendo consecuencias a las dos, y el que ambas hayan tenido una discusión por la tarde no ayudaba en hacer las cosas fáciles. Stella notó eso, y por mucho que intentara no podía encontrar algo que comentar que sirviera para aligerar el ambiente. Por ello, la única opción que veía viable era retirarse.

-Bueno...mejor regreso con mi familia...y amigos. Nos vemos.

-Claro.

Stella se encaminó para salir.

- ¡Espera!

Pero Ronnie Anne no se lo iba a permitir. No por guardarle rencores o algo por el estilo, era solo que...después de lo sucedido con Lori hace un momento, sentía que no podría regresar si no era capaz de emitir una tonta disculpa, y con lo sucedido hoy con Stella quizás con ella sea la mejor forma de practicar.

-Stella yo...con respecto a lo de hoy...-era muy difícil para la latina disculparse.

Todavía no estaba segura de por qué, pero le era difícil. Quizás en verdad era porque tenía miedo, miedo de que no se la acepten y que al mostrar sus sentimientos estos se vean una vez más siendo pisoteados. Pero esta vez necesitaba hacerlo, más tomando en cuenta que quería hacer que Lincoln se fijara en ella, y nadie quiere a las agresivas que son incapaces de disculparse. Por eso, tomó un gran respiro y se preparó.

-Mira, tú no tuviste la culpa de nada. Yo estaba frustrada y sensible por culpa de...por unos asuntos de mi pasado, y lamentablemente todo eso lo pagué contigo. Y bueno...tú sabes, no estuvo bien de mi parte hacer eso, así que...yo...lo siento.

Stella nunca esperó que algo como esto sucediese, y menos en el día de hoy. Era porque Ronnie Anne Santiago, la chica a quien todos temía y que nunca rendía cuentas ante nadie, se estaba disculpando con ella con sinceridad. Pero también era porque quien debía disculparse era ella, y no Ronnie.

-No, yo soy quien debe disculparse contigo, Ronnie Anne. Tenías razón, no debí haber hablado de algo que no entendía por completo, y menos de esa forma. Yo lo siento-se disculpó ahora

-... ¿Sabes qué? Las dos nos equivocamos, así que ¿qué tal si olvidamos que todo esto sucedió en primer lugar? ¿De acuerdo? -sugirió Ronnie Anne sonando más aliviada.

-De acuerdo-aceptó Stella sintiendo el mismo alivio.

De hecho, era un peso que sintió sobre sus hombros durante todo el día, pero enmendar las cosas con Ronnie Anne la hizo sentir libre de esa carga. Incluso de la alegría hizo ademán para abrazar a Ronnie Anne, pero ella al ver sus intenciones tensó el cuerpo y dio un paso atrás. Esta reacción detuvo a Stella de acercarse más, mientras que Ronnie Anne se acariciaba el brazo y miraba al suelo con pena.

-Escucha, sé que intentas ser mi amiga y te lo agradezco, pero...no creo estar lista para tener amigas.

Aquella respuesta hizo sentir mucha tristeza a Stella, pero ella lo entendía. Sin decir nada, dio la media vuelta y se preparó para irse.

-Pero...

Sin embargo, se detuvo cuando escuchó una vez más a Ronnie Anne y volteó hacia atrás para verla.

-La mesa donde nos sentamos Lincoln y yo es muy grande, así que...si algún día quieres volver a sentarte ahí...yo no me enojaría. Incluso puedes traer a los amigos raros de Lincoln.

Y al escuchar las últimas palabras que le dedicó Ronnie Anne antes de irse sintió toda esa tristeza desvanecerse para dar paso a la alegría. Estaba feliz de que Ronnie Anne y ella hicieran las paces, y más importante aún, de que las dos dieran un paso importante para llevarse bien y en un futuro cercano comenzar a ser amigas.

-Aunque claro, ya estamos por terminar la primaria, así que no creo que valga la pena mencionarlo cuando no va a durar mucho.

-No te preocupes-dijo Stella-Aprovecharemos todo el tiempo que podamos. E incluso, podríamos hacerlo cuando nos veamos en la escuela media...si tú aún quieres, por supuesto.

-Claro-le aseguró Ronnie Anne con una sonrisa.

Ahora el ambiente en el baño era mucho más armónico y ligero. El silencio entre ambas no era incómodo, era de esos silencios que se presentaban cuando ya todo estaba resuelto entre dos personas y no había nada más que decir.

-Bueno, ahora sí mejor regreso, creo que me están esperando en la mesa.

-Está bien, Stella. Nos vemos.

-Sí, nos vemos. Suerte en tu cita.

Y habiendo dicho esto, la asiática se retiró del baño, sintiéndose feliz de que definitivamente Ronnie Anne y ella hicieran las paces. Hace un momento lo creía imposible, pero ahora era una realidad, y no podía estar más feliz por ello.

-Lincoln tenía razón. Tú nunca fuiste mala, Ronnie Anne-comentó para sí misma y emprendió camino de regreso a su mesa.

Mientras tanto en el baño de los hombres se encontraban Lincoln y Clyde hablando.

- ¿Lincoln? ¿Qué pasa? Tengo que entregar el pedido de la mesa 5 o si no el jefe me bajará el sueldo.

- ¿Qué? ¡Clyde, tú no trabajas aquí!

-Oh...es verdad. De acuerdo, ¿de qué querías hablarme?

-Es sobre mis hermanas. Ya las encontré.

- ¿En serio? ¿En dónde están?

-En las mesas del fondo por el sector derecho, esas que tienen sillas acolchonadas pegadas a las paredes, justo detrás de 2 mesas que la cubren parcialmente por ambos lados. Debo admitirlo, fueron muy listas esta vez en ocultarse.

-Bueno, ¿qué hacemos ahora?

-Avísales a los chicos y busquen una forma de deshacerse de ellas sin que Ronnie Anne lo note.

-A la orden, Lincoln-dijo Clyde haciendo un saludo militar.

-Ah, por cierto, trata de ver si me consigues un postre para todos, por favor.

- ¿Un postre? No sé si pueda preparar algo en este momento.

- ¡No tú! Hablo de un postre del restaurante, algo que sirva para aligerar el ambiente.

-De acuerdo, veré qué puedo hacer.

Y ya con todo cuadrado, los salieron del baño, justo cuando Ronnie Anne estaba saliendo también.

-Oh, Ronnie, ¿ya estás bien? -preguntó Lincoln preocupado por su novia.

A pesar de que se sentía más tranquila, no sentía que se encontrara del todo bien.

-Mejor solo regresemos a la mesa.

Por eso, solo se dispuso a regresar a la mesa con Lincoln, aunque él seguía preocupado por ella.

Y en la mesa, Lori y Bobby estaban sentados sin decir nada, aunque el moreno se veía algo decaído.

-Lo...lo siento, Lori. Esto es mi culpa-se lamentó Bobby, sintiendo que todo era su culpa.

Lori quería decirle que no era su culpa para consolarlo, pero sus hermanas le interrumpieron antes que pudiera abrir la boca.

-Ay...demonios, sí grita fuerte-se quejaba Lynn, quien junto a sus hermanas sufrieron el grito de Ronnie Anne a mayor potencia gracias a los auriculares que usaban.

- ¿Qué pasó? -preguntó Lola.

-Este...Ronnie Anne se fue de la mesa.

- ¡Oh cierto! Buen trabajo zarandeando a esa bravucona, Lori-le felicitó la deportista seguida por el resto.

-Eh...gracias.

-Dime, ¿qué fue lo que hiciste para que mostrara los dientes? -preguntó Lynn sin disimular su alegría.

-Sí hermana, quizás podamos ayudarte a sacarle más si nos cuentas qué hiciste-dijo Luna contagiada por la euforia.

Pero Lori no estaba igual de alegre que ellas, porque después de pensarlo un poco había llegado a una conclusión en qué fue lo que desató a Ronnie Anne.

-Yo...me burlé de Lincoln.

Y fueron sus comentarios hacia a Lincoln. Si bien habían sido sin ánimos de ofender, puede que se haya pasado un poco, más que todo por las risas que emitió. Y tal vez Ronnie Anne reaccionó cómo ella pretendía, pero no por el motivo que esperaba. Se enojó cuando Lori hizo insinuaciones negativas hacia ella, pero cuando se burló de Lincoln...enfureció, tal como dictaban los rumores. Pero no fue porque alguien se acercó a Lincoln o supuestamente trató de ligar con él, fue porque alguien se burló de él. Entonces... ¿eso quería decir que ella...?

-Ya lo sabemos, Lori. Solo queremos saber qué fue lo que hiciste-dijo Luna, interrumpiendo sus pensamientos.

-Ya se los dije, literalmente solo hice eso.

-Eso no puede ser posible-intervino Lisa-no concuerda con su perfil psicológico ni su conducta habitual. Tuvo que haber sido algo más. Por favor, detállanos con precisión todo lo que hiciste antes de que gritara.

-Bueno, yo...

No pudo seguir cuando notó que Lincoln y Ronnie Anne volvieron a la mesa, así que cortó la comunicación e hizo como si no hiciera nada.

La morena y la rubia cruzaron miradas por un momento, pero la primera volteó a un lado. Lori al comienzo creyó que era por resentimiento, luego vio con más detenimiento su rostro y notó los signos de vergüenza que presentaba. Se desconcertó al percatarse de esto, pues no entendía por qué sentiría vergüenza. Si algo había aprendido en lo que lleva de la noche es que Ronnie Anne es una caja de misterios, la cual nunca se sabe qué es lo que contiene realmente adentro.

Clyde llegó a la mesa con una charola para interrumpir la incomodidad.

-Aquí tienen para finalizar la noche, un buen y rico postre

El afroamericano levantó la charola y reveló 4 soufflés de chocolate.

-No ordenamos eso-avisó Lori.

-Cortesía de la casa, para que pruebe algo igual de dulce que usted, bella dama-dijo Clyde con tono coqueto, aunque ninguno se inmutó por aquello. Luego de eso, se retiró de la mesa.

Los 4 miraron los soufflés con tristeza. Aquel postre representaba el final de la noche, una noche llena de amarguras y frustraciones. Si terminaban de comerse el postre, entonces la cena terminaría en un rotundo fracaso. Ninguno quería que eso pasara, pero había muy poco tiempo y el desánimo estaba muy presente en el aire. Solo les quedó suspirar y tomar su respectivo postre.

Entre tanto, Clyde y los chicos ya estaban reunidos cerca de la mesa donde estaban las hermanas de Lincoln para planificar su próximo movimiento.

-Muy bien, chicos, ya pudimos localizarlas-dijo Clyde.

-Ahora, ¿cuál es el plan? -preguntó Rusty.

- ¿Eh? Creí que tú tenías un plan-comentó Zach.

-No, sabes bien que cuando no está Lincoln el de los planes es Liam.

- ¿Yo? Para nada-dijo Liam-Si acaso esa sería Stella.

-Oye, no me mires a mí-se excusó Stella-Sabes muy bien que no se me dan esos de los planes. El que debería saber de eso es Clyde, que es el mejor amigo de Lincoln.

-Pues...yo no tengo un plan.

Y así los 4 se dieron cuenta de que se organizaron bien para localizar a las hermanas, pero nunca hablaron de qué es lo que harían una vez que las encontraran.

-Esto es malo. No tenemos un plan y se nos termina el tiempo, ¿qué vamos a hacer ahora? -expresó Clyde con preocupación.

- ¿Alguien tiene alguna idea? Lo que sea servirá-dijo Rusty, pero nadie tenía una idea...excepto por uno.

-Bueno...yo tengo algo-comentaba el granjero al grupo-pero...

- ¿Qué?

-Es...algo riesgoso y estúpido.

-No importa, solo cuéntanos su idea.

El granjero reúne a sus amigos en un círculo y les cuenta a sus amigos cuál es su plan. Al terminar, rompieron el círculo.

-Esa idea es riesgosa y estúpida-comentó Rusty tras oír la idea.

-Lo sé, pero no se me ocurra algo más que podamos hacer. Así que, si alguien tiene alguna otra idea por favor coméntenla.

Nadie respondió a la petición de Liam porque nadie más tenía un plan, por lo que tuvieron que aceptar ese.

-(Suspiro) No importa, estoy seguro que todo saldrá bien-comentó Clyde para animar el ambiente-Zach, ya sabes qué hacer.

-En camino

El pelirrojo de lentes sacó de su bolsillo un spray que usaba para protegerse de los alienígenas y se acercó a la mesa.

- ¿Oíste bien, Lori? -dijo Luan a su hermana por el comunicador-Puede que no sepamos bien lo que hiciste para alterar a Ronnie Anne, pero si usas ese chiste que te conté estoy segura de que la harás enojar bien fuerte.

-Disculpen, chicas.

En ese momento llegó Zach a la mesa y llamó la atención de todas. Cuando la obtuvo les roció todo el spray encima.

-*Cof* *Cof* ¿Qué esto? -comentó Luna.

- ¡Huele a orina de gato! -se quejó Lola.

-Gato siamés, si me preguntas-explicó Lana.

Mientras el rocío creaba una nube negra en la mesa, los chicos aprovecharon la confusión para acercarse a las hermanas y ejecutar la siguiente fase del plan. Una vez que el humo se disipó, poco a poco las hermanas recobraron la vista. Luego vieron frente a ellos a Clyde y a los chicos disfrazados...con sus teléfonos en sus manos.

- ¿Qué rayos? -dijo Lynn.

- ¡Chicos, esa es nuestra señal! ¡Corran, corran, corran! -dio la orden Zach y los 5 echaron a correr a toda prisa fuera del restaurante.

-Espera... ¡mi teléfono! -se dio cuenta Luna.

- ¡Los robaron! -continuaron las gemelas al unísono.

- ¡OIGAN, VUELVAN AQUÍ, ¡LADRONES! -les gritó Lynn para luego perseguirlos junto con sus hermanas, causando un gran escándalo.

Lincoln y Lori se golpearon la frente por la vergüenza ajena de ver esa escena tan ridícula, mientras que sus parejas levantaron la ceja.

- ¿No eran esas tus hermanas? -dijo Bobby.

- ¿No eran esos tus amigos? -dijo Ronnie Anne.

-Aaaahhhh...no-respondieron ambos al mismo tiempo y sonrieron con nerviosismo.

Continuando con los chicos, ellos seguían corriendo para huir de las hermanas.

- ¡Gran plan, Liam! -reclamó Zach

- ¡Oye, tú fuiste quien lo aprobó! -se defendió el granjero.

- ¡Sí, pero eso no quita que estemos siendo perseguidos por una manada de locas furiosas!

Detrás de ellos se podía ver a las hermanas acercarse poco a poco con ganas de hacerlos pagar por robarles los celulares.

- ¡Se están acercando! -avisó Clyde asustado.

- ¡Cuando dije que quería ser perseguido por un grupo de chicas, no me refería a esto! -promulgó Rusty lleno de pánico y frustración.

- ¡Liam! -llamó Stella al pelinaranja- ¡Guíanos! ¡¿A dónde vamos?!

-Eh... ¡A la derecha!

Los 5 viraron a la derecha como lo indicó Liam, dirigiéndose a un callejón. Desafortunadamente, a mitad de camino se encontraron con un muro de ladrillo que les obstruía el paso.

- ¡Rayos! Era 2 cuadras más adelante.

- ¡Oh, esto es simplemente genial! Muchas gracias por traernos a un callejón sin salida, idiota-reprochó Zach a Liam.

- ¡Oye! De no ser por mi idea jamás habríamos podido alejar a las chicas del restaurante-se defendió el granjero

-Pues gracias a tu brillante idea ahora seremos golpeadas.

-Bueno... ¡Rusty era el que estaba presionando por un plan! ¡Así que es su culpa! -señaló Liam a su amigo

- ¡¿Qué?! ¡Yo solo estaba presionado porque Clyde no tenía un plan cuando se suponía que debía tenerlo! -se excusó Rusty.

- ¡Oigan, yo fui quien más se arriesgó en la operación al ser intermediario! ¡Si acaso la culpa es de Stella! -se defendió Clyde.

- ¡¿Mi culpa?! ¡Si yo no fui la que nos puso en el restaurante! -contrargumentó Stella.

- ¡Sí, pero es por ti con tu cizaña de "hay que ayudar a Lincoln. Wua, wua, wua" que estamos aquí en primer lugar! -dijo Rusty atacándola.

- ¡No me pueden culpar por solo hacerlos sentir culpables!

- ¡Claro que sí, porque fuiste tan mala con ellos como nosotros!

Y así los 5 entraron en una discusión sobre quién debía cargar con la culpa de cargar. Pero pronto la discusión se vio culminada cuando sintieron la llegada de las hermanas furiosas.

-Están...en graves problemas-dijo Lynn con un aire amenazante, y dio un paso en dirección a ellos.

- ¡Alto, esperen, soy yo!

Clyde dio un paso al frente y se quitó el disfraz, sorprendiendo a las hermanas.

- ¿Clyde, eres tú? -dijo Luna sorprendida.

- ¿Por qué robaron nuestros teléfonos? -preguntó Lola molesto.

-Nuestros corazones quedan más arribas muchachos-bromeó Luan-Jeje, ¿entienden? Pero en serio, no estuvo bien.

-No es lo que creen, solo...ah...

- ¡Fue un reto! -soltó Rusty súbitamente-Sí, eso es. Un reto de la escuela, pero ya lo completamos así que...vamos a devolverlos.

Cada uno devolvió el celular a su respectiva dueña.

-Bueno...ya que todo se resolvió, ¿nos dejarán ir? -preguntó Zach esperanzado por salir de esta precariedad impune.

- ¿En verdad creen que podrán irse sin más?

Pero Lynn le hizo saber que no sería así.

-Pero... ¡ya tienen sus teléfonos!

- ¡Nos robaron! ¿Tienen idea por todo lo que he pasado en todo este tiempo? -dijo Lola victimizándose, siendo abrazada por su gemela.

-Sí hermano, eso no estuvo nada cool y tienen que pagar-dijo Luna endureciendo la mirada.

Ahora que todas estaban decididas a golpearlos, parecía que no había esperanza alguna para los amigos de Lincoln. Aun así, Clyde intentó buscar compasión en Leni.

-Leni, por favor, ayúdanos.

No obstante, la modista no parecía muy dispuesta chicos.

-Yo...lo siento, Clyde. Sé que no querías hacerlo en verdad, pero robar es malo, aun si se trata de un reto. No quiero denunciarlos con la policía así que...creo que esto será castigo suficiente.

-Bien dicho, Leni-dijo Lynn, mientras prepara sus puños para golpear-Ahora, les haré entrar a un mundo de dolor que jamás olvidarán.

-Los arrastraré hasta la oscuridad más profunda y los haré enfrentar sus peores miedos-dijo Lucy con su tono turbio.

-Les haré tragar la peor basura que me pueda encontrar-dijo Lana.

-Ya tengo mi línea de golpeo preparada, y esta vez no lo digo como broma-dijo Luan.

-Chicas, por favor, no sean tan duros con ellos-pidió Leni.

-Lo intentaremos-dijo Luna, acercándose para iniciar la golpiza.

Sin nadie que los salve, a los chicos no les quedó de otra que abrazarse en grupo en busca de algo de protección en contra de la paliza que se les viene encima.

-Solo espero que todo haya valido la pena-dijo Clyde como últimas palabras.

Sin más preámbulos, las chicas se abalanzaron sobre el grupo y comenzaron a golpearlos sin piedad, drenando toda la furia y frustración que sentían tanto por lo del robo como por otras cosas, mientras Leni cerraba los ojos y se tapaba los oídos para ignorar lo que estaba pasando frente a ella.

/

En el restaurante las cosas no pintaban bien. Luego de ese episodio extraño protagonizado por las hermanas y los chicos, una vez más las cosas se tornaron pesadas. Ninguno quería terminar la noche de esta manera, pero no sabían qué hacer al respecto.

-Y... ¿alguien quiere decir algo? Lo que sea-dijo Bobby tratando de ver si así podía romper el hielo.

Lori no estaba segura si decir lo que le indicó Luan, pero si no decía nada la noche sería una total pérdida de tiempo. Y bueno...al menos tenía que intentarlo.

-Este... ¿quieren oír un chiste?

Ninguno esperaba tal proposición de parte de la primogénita de la familia Loud, pero a estas alturas cualquier cosa para aligerar el ambiente era bienvenida.

-Sí, ¿por qué no? -dijo Lincoln y los demás secundaron.

-Bueno, ¿saben en qué se parecen un mexicano y una paloma?

Todos negaron con la cabeza en respuesta.

-En que...cuando echan vuelo ellos...tiran popó a los de abajo...je je.

Ahora que escuchaba el chiste de su propia boca...se dio cuenta de que había sido una muy mala idea. Y ver las caras incómodas de su pareja y de su hermano reforzó esa idea, ahora todo se había tornado mucho peor que antes.

-Jeje...jaja... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Hasta que Ronnie Anne empezó a reírse a carcajadas de repente. Nadie entendía por qué se estaba riendo, pero les era muy extraño que se riera a tal grado por un chiste tan ofensivo. Pasó unos segundos riendo hasta que finalmente se detuvo.

-Jaja, ay Lori, esta vez sí que te mamaste-dijo Ronnie Anne hablando español al final.

- ¡Ronnie! -le regañó Bobby.

-Ay vamos, Bobby. Es gracioso porque es verdad. Recuerdo cuando empezaste a salir con Bobby, estabas insoportable presumiendo ante todos que tenías novias, incluso conmigo.

El joven Santiago se sonrojó de la vergüenza.

-Bueno, yo... ¡Ese no es el punto! No debes decir palabrotas.

-(Bufido) Solo es una palabra, relájate. Lincoln sabe de lo que hablo, ¿verdad? -le dijo a su novio, dándole un ligero codazo.

-Eh...no estoy seguro-respondió con sinceridad el peliblanco, haciendo que la morena rodara los ojos.

-Tiene que ser una broma-musitó Lori incrédula.

Si bien no era la mejor arma de su arsenal, por lo menos esperaba que un chiste de esa índole mínimo molestara un poco a Ronnie, y ni siquiera pudo obtener eso. En toda la noche todos sus planes fueron frustrados de forma estrepitosa, y todo por no saber absolutamente nada de ella. Sintiéndose desconcertada e impotente, bajó la cabeza desanimada, sintiendo que todo esto había sido solamente una pérdida de su tiempo.

Ronnie Anne notó que Lori se sentía desanimada. Ahora que el ambiente se aligeró un poco, y que se sentía un poco más dispuesta a hablarle, tomó esta oportunidad para enmendar las cosas.

-Oye Lori-llamó la niña del cabello azabache a la rubia-sobre lo de antes...mira, yo quisiera decir que...bueno, ya sabes...yo...lo siento.

De verdad que Lori no esperaba esto de parte de Ronnie Anne. Es más, nadie en la mesa se lo esperaba, y la mueca de sorpresa que hicieron lo indicaba.

Para la mayor de los Loud no tenía sentido, se suponía que ella era un ser de violencia que primero golpeaba y luego preguntaba, no tenía escrúpulo alguno y trataba a todos como basura. Pero en toda la noche no había mostrado signo de aquella violencia, sino que mostró algo de descortesía al comienzo, pero no se inmutaba con lo que le decía, trató bien a Lincoln en toda la noche y ahora se estaba disculpando con ella por aquel roce que tuvieron ambas previamente. Y por lo que se veía, era una disculpa sincera. Si algo había aprendido en esta noche, es que no sabía nada de Ronnie Anne. Pero dejando a un lado eso, ella se estaba disculpando y sonaba sincera, lo menos que podía hacer era hacer lo mismo.

-Está bien, yo también lo siento. No he sido muy amable contigo en toda la noche.

-No importa, yo tampoco he sido amable.

Esa respuesta sincera conmovió y alivió a Lori, por ello no pudo evitar esbozar una sonrisa, misma que fue devuelta por la pelinegra. También sus parejas estaban sonriendo al ver que las dos comenzaban a llevarse bien.

Después de la disculpa, las dos tomaron una cuchara de su postre. Al saborear el dulce del chocolate, las dos quedaron totalmente encantadas.

- ¡Mmm! ¡Delicioso! -exclamaron las dos al mismo tiempo. Al percatarse, ambas cruzaron miradas un segundo y luego rieron.

-Entonces, ¿te gusta el chocolate? -preguntó Lori.

-Sí, honestamente me fascina.

-A mí también. Nuestras hermanas y yo nos volvemos locas por el chocolate, deberías vernos cómo nos ponemos en San Valentín.

-Ni me lo digas. ¿Recuerdas la vez que te enojaste porque Bobby te regaló para su aniversario de un mes una caja de chocolates vacío?

- ¿Sí?

-Pues fui yo quien se los comió.

Lori apenas pudo contener la risa ante tal confesión.

- ¿De verdad?

-Sí, pero en mi defensa, el idiota había dejado la caja en la mesa del comedor sin vigilar y...no me pude resistir. Pero debes admitir que es muy gracioso.

-Bueno, estuve enojada en ese momento, pero ahora que lo pienso sí es muy gracioso.

- ¿Saben? No fue nada divertido para mí-intervino Bobby a la plática, pero a las dos poco les importó y rieron como si nada.

El resto de la noche pasó con las dos hablando más amenamente y conociéndose mejor la una a la otra. En medio de tanta plática descubrieron que tenían más en común de lo que pensaban, como que ambas eran las que mantenían las cosas en control en sus casas, su amor por el chocolate y los videojuegos (aunque el gusto es más latente en la latina que en la rubia). A la conversación se unieron Lincoln y Bobby con el tiempo, y los 4 pudieron tener un buen momento.

Los postres de cada uno eventualmente se terminaron, pero ellos querían alargar ese buen rato un poco, especialmente Lori y Ronnie Anne.

-Vaya, Lori, debo admitir que nunca creí que tú y yo tuviésemos tanto en común ni que pudiésemos llevarnos bien-comento Ronnie Anne casualmente.

-Sí, yo también me sorprendí. Pero creo que fue porque realmente no conocía nada de ti y no podía buena conversación. Digo, literalmente solo sabía que te gustaba el skateboarding.

-Ya veo. Lincoln te contó eso, ¿no es así?

-En realidad no. De hecho, él nunca habla de ti en casa.

-Jeje...je... ¿qué?

Cuando Lori iba seguir hablando, vio que en el rostro de la joven Santiago se expresaba un dolor creciente. Esto la desconcertó por un momento, hasta que se dio cuenta de lo que había dicho.

- ¿Qué quieres decir con eso? -preguntó la morena con un nudo en la garganta que poco a poco se iba acumulando.

Bobby y Lincoln también notaron el problema que estaban causando las palabras de Lori, y trataron de contrarrestarlo.

-Ronnie, no es lo que parece. Yo...

- ¡Silencio, Lincoln! -bramó Ronnie Anne a su novio, siendo esta la primera vez en toda la noche que era genuinamente brusca con él.

-Lori-habló la morena a la mayor de los hermanos Loud- ¿Él...nunca habla de mí?

-Bueno...no es así de simple, porque él...

- ¡Ve al grano! -exigió Ronnie Anne viéndola molesta- ¡¿Lo hace o no?!

Lori se encontró acorralada. No quiso decir eso con intención de lastimarla, fue solo un detalle que se le escapó decir. Pero ya no había cavidad para arrepentimientos o para cambiar las cosas, ahora tenía que revelarle a Ronnie Anne la verdad.

-No. Él...literalmente nunca habla de ti.

Con aquella confesión, el rostro endurecido de Ronnie Anne se aflojó, y su mirada bajó hasta que solo podía ver el suelo bajo sus pies.

-Escucha, Ronnie-trataba de explicarse Lincoln-No es cómo tú piensas que es. Déjame explicarte y...

-No lo hagas-interrumpió Ronnie Anne con un tono de voz bastante melancólico-Yo...lo entiendo.

La muchacha se pasó la mano sobre el rostro rápidamente y levantó la mirada. Trató de ocultarla frente a todos, pero la tristeza en su rostro era demasiado evidente para no notarlo. Ronnie Anne estaba herida, y todos en la mesa lo percibían.

-Eh...mejor pidan la cuenta, ¿sí? Yo voy a...asearme en el baño. Ya regreso-avisó y rápidamente salió de la mesa en dirección al baño.

Lincoln estaba dispuesto a seguirla, pero antes de levantarse fue detenido por Bobby.

-Ven conmigo al buffet-demandó Bobby.

- ¿Qué? No, tengo que ir con Ronnie Anne y...

-Lo sé, pero antes necesito que me acompañes.

-Pero...

-Por favor, Lincoln, solo...espérame allá un momento. Confía en mí.

El peliblanco no estaba seguro de qué era lo que pretendía Bobby y definitivamente prefería ir al baño y explicarle todo a Ronnie Anne cuando saliera. Pero tenía el presentimiento de que lo mejor para esta situación era hacerle caso Bobby. Así que aun con todas sus dudas Lincoln acató la orden del mexicano y fue al buffet.

Estando a solas, Bobby le habló a su novia.

-Lori, necesito que hables con Ronnie.

- ¿Qué? Yo...no sé si deba.

-Eres la única en quien ella confía en este momento. A mí nunca me escucha y ahora que está molesta con Lincoln tampoco lo escuchará a él. Por eso tú tienes que ir con ella y tratar de explicarle.

-Pero...yo...

-Por favor, Lori. Al menos inténtalo mientras yo hablo con Lincoln de algo importante.

Lori realmente no estaba segura si era la indicada para hablar con alguien como Ronnie Anne en un momento tan delicada. Pero al ser la responsable de su malestar, sentía que era su deber hablar con ella para tratar de arreglar las cosas, o al menos ayudar a que Lincoln y Bobby arreglen las cosas.

-Está bien, Bobby. Lo intentaré.

Bobby y Lori se fueron cada uno por su lado hacia donde se encontraba el hermano del otro con el fin de hablar con ellos sobre lo ocurrido.

Bobby se reunió con Lincoln en el área del buffet.

-Ok, Bobby, espero que sea importante porque no tengo tiempo para desperdiciar.

-Tranquilízate, Lincoln. Sé que quieres ayudar a mi hermana, pero no vas a lograr nada hablándole.

- ¿Entonces qué se supone que haga?

Primero, Bobby tomó un suspiro que tornó el aire serio, luego respondió.

-Escucha Lincoln, no sé si lo sepa, pero Ronnie Anne...bueno, ella cree que no te gusta.

-Lo sé-dijo con tristeza.

-No solo eso-continuó Bobby-También piensa que has estado con ella todo este tiempo solo por protección.

-Lo sé, ella me lo dijo.

Aquella revelación sorprendió al adolescente, hasta lo hizo sentir algo inútil, pero pese a eso siguió hablando.

-Entonces sabes que las palabras no van a ser de mucha ayuda.

-Lo sé, pero...no sé qué más puedo hacer-dijo Lincoln sintiéndose frustrado.

-Lincoln, el problema que tienes con mi hermana es que ella no sabe que tú la amas. Tienes que demostrárselo.

- ¡Lo he intentado, Bobby! -dijo Lincoln ya exasperado- ¡Se lo he dicho muchas veces, pero...! Pero...sigue sin creerme. Me siento impotente-admitió el peliblanco.

-Pero Lincoln, sabes bien que ella es muy cabeza dura con estas cosas, no va a creer nada de lo que le digas.

- ¡Entonces dime qué hago! He hecho de todo por ella y sigue sin creerme, dime qué debo hacer.

Bobby no tuvo que pensarlo mucho, la respuesta a esa incógnita le era muy clara.

-Un gesto romántico.

Lincoln se desconcertó con la respuesta del moreno.

-Estoy seguro que has hecho muchas cosas por ella, pero conociéndola las habrá por cosas que hiciste para evitar que golpee. Por eso, esta vez tienes que hacer con el único propósito de expresar tu amor por ella, de esa forma estoy seguro que te creerá.

- ¿Un gesto, dices? Pero, ¿qué clase de gesto?

-No puedo ayudarte con eso, Lincoln. Eso es algo que tienes que elaborar por tu propia cuenta, pero tiene que ser que nadie más pueda hacer por ella y que exprese todos tus sentimientos.

El consejo de Bobby era muy útil, pero en estas circunstancias no podía pensar con claridad para idear algo que cumpliese con tales condiciones. Y con lo ocurrido recientemente, se sentía presionado para encontrar algo pronto.

- ¿Algo que nadie más pueda hacer?

Parecía que las condiciones eran demasiadas exigentes para poder cumplirlas en tan poco tiempo, no le llegaba nada a la mente. Miró alrededor del restaurante en busca de algo que le inspirara, y vio a los mariachis cantando una canción a una familia en una de las mesas. La familia se veía muy alegre al escuchar la canción de los mariachis, y los músicos probaban ser muy buenos. Ver esta escena le permitió encontrar algo que sea único en él y que pueda expresar sus sentimientos a Ronnie Anne.

- ¡Eso es! Ya sé qué debo hacer.

/

Entre tanto, Lori se encontraba recién ingresada al baño para hablar con Ronnie Anne, quien estaba terminando de mojarse la cara.

-Hola, Ronnie Anne-saludó Lori mostrando algo de timidez.

-Hola-respondió Ronnie Anne sin ánimos.

- ¿Estás bien?

-Sí-respondió secamente.

Lori no estaba segura de cómo debería abordar a alguien como Ronnie Anne, por eso el silencio era predominante en el baño. Cada cosa que se le ocurría para hablar con ella la terminaba por desestimar. No era lo mismo que hablar con alguna de sus hermanas, Ronnie Anne tenía un poco de algunas y más de sí misma que difería, era un enigma para ella. Incluso contemplaba la idea de retirarse al sentirse incapaz de hablar apropiadamente con Ronnie Anne, pero antes de tomar cualquier acción la mexicana se le adelantó.

- ¿Es cierto?

- ¿Hm? ¿Qué cosa?

- ¿Él...nunca habla de mí?

Ante tal pregunta no sabía qué hacer. Mentir estaba fuera de lugar, pero decir la verdad sería ponerle el dedo en la llaga. Lo único que podía hacer era dudar.

-Pues...eh...

Y eso fue suficiente para Ronnie Anne.

-Ya veo, no lo hace. ¿Por qué habría de? -dijo aparentando tranquilidad, pero expresando profunda tristeza.

La pelinegra cerró la llave del lavamanos y se quedó mirando el desagüe.

-Voy a romper con él-sentenció Ronnie Anne, cosa que impactó a Lori.

- ¿Qué? Pero... ¿por qué?

-Es obvio que él no siente nada por mí en lo absoluto. No sé ni siquiera por qué sigo con él...(suspiro) Ni siquiera sé por qué empecé con esto en un principio.

-Bueno...te gustaba, ¿no?

-...No. O no sé.... pero no empecé esto porque me gustaba.

-Y... ¿por qué lo hiciste?

Bajo circunstancias normales ella jamás confesaría algo tan privado, pero se encontraba de bajo ánimo, y además sentía que tal vez Lori podría entenderla.

-Lo hice porque...no quería estar sola.

- ¿Qué?

-Ya sé, no tiene sentido, pero fue así. Creí...creí que si tenía una pareja al menos podría estar con alguien al menos por un tiempo. ¿Quién sabe? Incluso podía ser mi amigo, de una forma muy extraña. Pero...nunca creí que pasaría esto. Que nunca se interesara por mí era esperable, ¿pero yo enamorarme de él? Ni en mis sueños.

Lori abrió los ojos como platos ante tal repentina confesión. Hasta esa misma tarde creía que Ronnie Anne no valoraba a Lincoln para nada, y con todo lo ocurrido en la noche más esta confesión descubre que ella en realidad lo ama. Era una noche llena de sorpresas para la mayor.

-Por eso debo terminar con esta ya. Él nunca va a sentir nada por mí, y si lo fuerzo a estar conmigo solo me estaría engañando a mí misma. Es...lo mejor-explicó Ronnie Anne, aunque el nudo de la garganta se evidenciaba en su tono.

La explicación de Ronnie Anne estaba llena de tristeza, Lori lo podía sentir. Sintió gran culpa acumularse en su pecho, pues ella era la causante de que tomara esa decisión.

-Espera, no lo hagas-dijo Lori para detenerla. Era irónico, llegó con la intención de meter trabas entre Lincoln y Ronnie Anne, ahora no podía permitir que ella rompiera con la relación-No es lo que parece. Es...culpa mía. Yo soy la razón por la que Lincoln no habla de ti.

- ¿Qué? -preguntó Ronnie Anne confundida.

-Yo...mis hermanas y yo nunca aprobamos que estuvieras con Lincoln. De hecho...te odiábamos.

-(Suspiro) Lo sé.

- ¿Eh? ¿Lo sabías? -exclamó la rubia sorprendida.

-No soy idiota, Lori, sé que todos me odian. Y está bien, me lo busqué.

- ¡No! No está bien. Nos dejamos llevar por unos tontos rumores sin conocerte bien.

-Los rumores son ciertos, yo fui quien los creó.

-No importa. Mira...no sé qué fue lo que pasó exactamente, pero si algo aprendí esta noche es que no eres esa persona que pintan en esos rumores, por eso no está bien porque no eres tú.

-No cambia nada si soy yo o no, de todas formas, a nadie le agrado.

-Ronnie Anne-Lori se agacha hasta estar a su altura y le toma de los hombros-Eso no es cierto. Lincoln...él te ama. Está dispuesto a estar en contra de todos por estar contigo, ¡y así lo hizo! Lo hizo porque él quiere estar contigo, porque él en verdad te ama.

-(Bufido) Vamos, Lori. Es obvio que solo está fingiendo para que lo siga protegiendo.

-Eso no es cierto. ¿Por qué crees eso?

-Porque...no tiene sentido. ¿Por qué...él se fijaría en mí?

Ronnie Anne soltó esas palabras reflejando la mala opinión que tiene de sí misma. A Lori se le rompió el corazón cuando esas palabras, no podía creer que alguien tan joven pudiese la autoestima tan baja. Ni se imaginaba lo que tuvo que haber pasado ella para tener esa clase de pensamiento. Y el que ella haya sido la causante de revivir sus viejas heridas le generaba gran culpa, e impotencia por no poder hacer nada al respecto. Sintió la tristeza invadir su pecho, e impulsada por sus sentimientos abrazó a Ronnie Anne para confortarla.

-Eh, Lori... ¿qué haces? -preguntó la pelinegra confundida.

-Nada. Yo solo...quería hacerte sentir mejor.

-... ¿Ok?

Ronnie Anne no entendía por qué estaba siendo abrazando por Lori y todo se volvió incómodo para ella, pero nada podía hacer ante el fuerte agarre de Lori. Sin más opción, se resignó a dejarse abrazar por ella. Incluso le devolvió el abrazo con la esperanza de hacer la experiencia más pasajera. Sin embargo, terminó por disfrutar del calor y reconforte que transmitía dicho abrazo, como si fuese algo que inconscientemente había querido que hiciera.

Aquella posición se mantuvo por tiempo, en el cual las llegaron a sentirse más unidas de lo que alguna pudo haber prevenido. Sentía que con este acercamiento podían llegar a entenderse completamente, todo mientras la emociones que sentían ambas fluían y se transmitían en ese abrazo.

/

Ronnie Anne y Lori salieron del baño un poco mejor de ánimos que cuando entraron, sin embargo, la tristeza todavía era palpable.

-Ronnie Anne...creo que deberías decirle lo que sientes-comentó Lori buscando animar un poco a la morena.

- ¿Para qué?

-Créeme, él necesita saber eso. Los dos lo necesitan, así podrías seguir con él como quieres.

-No lo sé...soy muy mala con las palabras.

-Entonces haz algo por él que transmitas lo que sientes. De hecho, es mejor así, las acciones hablan más que las palabras.

-Je...Bobby me dijo lo mismo-recordó Ronnie Anne sonriendo ligeramente, algo que no duró más de un segundo-Pero...no creo que sea buena idea, no sin que me dé un indicio de que le gusto. Y no es como si Lincoln en un abrir y cerrar de ojos estuviera por decirme que me ama-dijo Ronnie Anne con sarcasmo.

Desafortunadamente para ella, la vida tenía un retorcido sentido del humor, algo que constató cuando las luces del restaurante se apagaron y solo dejaron las de un escenario. En dicho escenario se encontraban Lincoln y el grupo de mariachis, estos con sus instrumentos en mano preparados para tocar.

- ¿Hola, hola? ¿Pueden oírme? -hablaba Lincoln a través del micrófono-Buenas noches a todos, espero que estén pasando una bonita velada.

- ¿Ese escenario siempre estuvo ahí? -preguntó Lori al ver una plataforma negra en el restaurante, algo que no había notado antes.

-Mi nombre es Lincoln Loud, y si me permiten quiero robar un poco de su tiempo para dar un mensaje a cierta persona. Entre ustedes se encuentra una chica muy especial para mí, una chica que ha mostrado una faceta dura y tosca, pero también una faceta más dulce y cariñosa. Esa chica me ha enseñado varias cosas de la vida, especialmente a que no debes dejarte llevar por las apariencias. Por eso y por muchas cosas más esa chica se ha vuelto el amor de mi vida. Y esa es... ¡Ronnie Anne Santiago!

- ¡¿Qué?!-exclamó Ronnie Anne sumamente sorprendida. Y no era la única, varios niños que estaban en el restaurante jadearon de sorpresa al oír el nombre de la famosa bravucona de la primaria de Royal Woods.

- ¿Dónde estás, Ronnie? Ven un momento, por favor-pidió Lincoln.

Pero la morena no estaba a cumplir con su petición. Había muchas personas que la estarían viendo si se presenta ante todos, y los susurros que se pasaban las personas entre sí le daban muy mala espina. Por ello decidió ponerse la capucha y permanecer oculta.

- ¡Lincoln, aquí está!

No obstante, Bobby tumbó su plan y le indicó a Lincoln su ubicación.

- ¡Luces, por favor!

Uno de los focos apuntó a dónde estaba Ronnie Anne, y pronto se vio envuelta por la mirada de todos en el restaurante.

-Bobby, vas a pagar por esto-dijo en sus pensamientos enfadada por hacer que todos la vieran.

La mirada de tantas personas la ponían muy nerviosa, apenas podía controlar los temblores que sentía. Normalmente les gritaría a todos para que dejaran de verla, pero ante tantas personas y con Lincoln y Lori viéndola no podía llegar a eso.

- ¡Ven, Ronnie! Acércate un momento, por favor.

Presionada por su pareja y por el ambiente, Ronnie Anne se vio obligada a acercarse a la plataforma. El foco la seguía a cada paso que daba, de los nervios tragó saliva pesadamente.

- ¿Esa luz siempre estuvo ahí? -preguntó Lori a Bobby y él solo se encogió de hombros.

Cuando Ronnie Anne llegó cerca del borde de la plataforma, Lincoln continuó hablando.

-Ronnie Anne. Sé que has momentos muy duros, y crees que no vas a poder ser feliz nunca. Pero no te preocupes, nena, yo he venido a traerte toda la felicidad y el amor que te mereces. Te aseguro Ronnie que conmigo habrá lágrimas no más.

Lo que dijo Lincoln apenó y confundió a Ronnie Anne al no saber exactamente a lo que se estaba refiriendo, pero no tuvo tiempo de pensarlo cuando Lincoln continuó.

- ¡Música, maestro!

Lágrimas no más de Guaco.

Uno de los mariachis movió los dedos sobre las cuerdas de su guitarra acústica para comenzar con la canción.

Mariachis: Oh ah

Oh ah.

Oh ah.

Lágrimas no más.

Lincoln y los Mariachis: Contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Pero contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Oh ah.

Al terminar el coro, más miembros del grupo de mariachis salieron de entre las sombras trayendo más instrumentos, como trompetas, una tambora, charrasca, timbales, tumbadoras...hasta una batería.

Lincoln y los Mariachis: Oh ah.

Oh ah.

Lágrimas no más.

Lincoln: Se que estás destrozada.

Cantaba Lincoln enfocando la vista en su amada Ronnie Anne.

Lincoln: Se te nota en la mirada.

Cansada y abatida.

Con la esperanza perdida.

El amor no vale nada

Mariachi: (Dice).

Lincoln: Pero estás equivocada.

Te han causado mil heridas.

Pero ahora estoy en tu vida (Yo oh).

Las personas pronto se vieron animadas por el ritmo pegadizo y la melodía alegre de la canción, tanto que ya había parejas y familias bailándola.

Lincoln: Oh ah.

Oh ah.

Oh ah.

Lágrimas no más.

- ¿De dónde salieron esos mariachis? ¿De dónde salieron sus instrumentos? ¿Y cómo es que Lincoln puede hablar tan bien el español? -se preguntaba Lori sin entender la lógica del asunto. Pero luego Bobby la tomó de la mano y la invitó a bailar, algo que aceptó sin dudas, y dejó de buscar respuestas.

Lincoln y los Mariachis: Contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Pero contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Lincoln quitó el micrófono del soporte y caminó mientras bailaba hasta llegar hasta una sonrojada Ronnie Anne.

Lincoln: Se que estás destrozada, herida, maltratada.

Le cantaba Lincoln a su novia mientras bailaba alrededor de ella.

Lincoln: No crees en promesas, ni en cuentos de hadas.

No vine a prometerte

Lincoln y los Mariachis: No, no señor.

Lincoln: Yo vine a quererte

Lincoln y los Mariachis: Par' darte amor.

Lincoln: Tratarte como sólo

Lincoln y los Mariachis: Trata un varón.

Lincoln: Pa mi tu eres la reina

Lincoln y los Mariachis: De un servidor.

Lincoln: Se que estás destrozada.

Cantaba Lincoln dejando de bailar y mirando tiernamente a los ojos a Ronnie Anne

Lincoln: Se te nota en la mirada.

Lincoln le toma de la mano con dulzura.

Lincoln: Cansada y abatida.

Pero ahora estoy en tu vida (Yo oh).

Lincoln se llevó consigo a Ronnie sobre el escenario y una vez allí siguió bailando y cantando.

Lincoln y los Mariachis: Oh ah.

Oh ah.

Oh ah.

Ya todos en el restaurante se encontraba bailando la canción a su ritmo. Es más, la bailaban coordinadamente y casi coreográficamente, como si hubieran estado practicando desde hace semanas.

Lincoln y los Mariachis: Lágrimas no más.

Contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Pero contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Lincoln ralentizó sus pasos de baile y volvió a mirar a Ronnie.

Lincoln: Tu no querías un cuento feliz.

Sólo ser feliz sin tanto cuento.

Y ahora que ya estoy aquí.

Se acabaron tus tormentos.

El peliblanco volvió a tomarle de la mano y comenzó a dar vueltas con ella.

Lincoln: Tu no quería un cuento feliz.

Sólo ser feliz sin tanto cuento.

Y ahora que ya estoy aquí.

El albino se detuvo y la soltó haciéndola girar como trompo. La latina se mareó un poco, pero pronto se recuperó cuando Lincoln siguió bailando.

Lincoln y los mariachis Contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Pero contigo voy, conmigo vas.

Conmigo lágrimas no más.

Contigo siento la felicidad.

Lincoln: Oh ah.

El baile ahora se tornaba lento. Lincoln tomó del costado a Ronnie Anne con una mano y con la otra le tomó de la mano para bailar la última parte, algo que la hizo sonrojar intensamente.

Lincoln: Oh ah.

Oh ah.

Lágrimas no más.

Tras estas últimas palabas, Lincoln se inclinó hacia adelante y los dos quedaron en pose inclinada suspendida, y la morena con el rostro colorado.

Mariachi: 5 estrellas, papá.

Dijo por último uno de los mariachis, dando por finalizada la canción.

El público aplaudió con júbilo tras culminar la presentación. A todos les había fascinado la interpretación de los mariachis y de Lincoln y se divirtieron mucho al bailarla. Lori y Bobby también aplaudieron la interpretación, también por el hermoso gesto que le hizo Lincoln a Ronnie Anne para confesarle directamente sus sentimientos. La cita había empezado con pesadez, pero con el esfuerzo de Lincoln, terminó por ser de las mejores citas que han tenido.

/

Ahora que la cita había terminado, los 4 se encontraban a las afueras del restaurante.

-(Suspiro) Fue una noche maravillosa-dijo Lori soltando un suspiro de enamorada mientras abrazaba a Bobby-No entendí cómo fue que montaron ese espectáculo de canto, pero admito que fue lo mejor de la noche.

- ¡Sí, ¿verdad! -apoyó Bobby lo dijo su pareja-Pequeño Loud, eso fue increíble. ¿Cómo fue que hiciste eso?

-Bueno...

Mientras Lincoln les explicaba a los adolescentes cómo fue que realizó todo, Ronnie Anne se encontraba guardando distancia hacia ellos. Con la canción que le dedicó Lincoln, finalmente se dio cuenta de que Lincoln está genuinamente enamorado de ella. ¿Había sido así todo el tiempo? ¿Entonces toda esa supuesta actuación se trataba de gestos genuinos de sus partes? Todas esas palabras bonitas, esos halagos, esos regalos... ¿eran auténticos? Ella ya no sabía qué pensar, por un lado, se sentía mal por haber desestimado cada uno, pero por otro...se sentía realmente amada ahora que los recuerda con otra perspectiva. Y ya que Lincoln se le había declarado de una forma tan romántica, ella debía declarársele también, pero a pesar de eso seguía sintiendo miedo. No tenía ningún conocimiento en cómo confesársele a alguien ni mucho menos de cosas románticas, tenía miedo de que arruinara todo por no saber cómo hacerlo bien. Sin embargo, el sentimiento en su pecho estaba tomando posesión de ella una vez más y le forzó a abrir la boca.

- ¡LINCOLN! -le gritó Ronnie Anne, llamando su atención y la de la pareja de adolescente.

Ahora la latina se encontraba más nerviosa que antes con la atención que recibía. Su cuerpo temblaba, sus manos comenzaban a sudar frío, su corazón golpeaba su pecho y su cara se encontraba enrojecida.

-Bueno...sobre lo de antes. Tú...pues, dijiste que...que tú...ya sabes...eso. Y yo quisiera...quiero decir que...que yo...-Las palabras que pensaba decirle se le habían escapado de la mente, ahora no sabía qué decirle lo que siente. Esto la llenaba de frustración e impotencia, no sabía qué hacer para expresar sus sentimientos.

Entonces las palabras que dijeron Bobby al comienzo y Lori hace un momento, y así supo qué era lo que tenía que hacer.

-Bueno...quiero decirte lo que yo siento...pero no soy buena con las palabras. Pero me dijeron que las acciones hablan más que las palabras, así que yo... ¡haré esto!

Inmediatamente después, Ronnie Anne tomó de los hombros al confundido Lincoln. Lo atrajo a sí misma...y lo besó en los labios. Era un beso torpe que estaba lleno de inexperiencia, pero expresaba todo el amor y gratitud que sentía Ronnie Anne por el peliblanco.

Lincoln no era el único sorprendido. Los hermanos de ambos se impactaron al ver la osada acción que había tomado la niña latina, fue algo totalmente inesperado. Sin embargo, poco después se llenaron de dulzura y emoción al ver el tierno beso que le estaba dando la niña al albino.

El beso había durado poco más de 3 segundos cuando Ronnie Anne separó sus labios de los de Lincoln. Ella estaba agitada y enrojecida, la acción derivó de un impulso que sintió en su corazón y no estaba segura de que hubiera funcionado, y ver la cara en shock de Lincoln solo ayudaba aumentar sus nervios. Pronto entró en pánico y decidió irse rápidamente.

- ¡Ok, nos vemos después! ¡Vámonos, Bobby!

Rápidamente tomó del brazo a su hermano y lo arrastró hasta el auto en el que vinieron. Los dos hermanos entraron al vehículo y se acomodaron para irse. Pero cuando estaban listos, Bobby miró a su hermana con picardía.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué me miras así?!-exclamó Ronnie Anne avergonzada.

-Por nada, por nada...sólo que no sabía que te encantaba besar.

- ¡CÁLLATE O TE ROMPO LOS BRAZOS! -gritó Ronnie Anne llena de vergüenza.

-Vale pues.

Bobby giró la llave y encendió el auto.

-Pero en serio, Nini, felicidades.

-...gracias.

Ronnie Anne volteó la mirada hacia la ventana para ver el paisaje, pero su mente solo repetía la imagen y la sensación de besar a Lincoln. Recordarlo le hacía sentir un calor vigoroso en el pecho y le traía mucha alegría. Era su primer beso...y no podía haber pedido uno mejor.

En lo que recordaba su beso, también recordaba los acontecimientos anteriores, en especial la canción que le dedicó Lincoln. Además, recordó cierta cosa que se había anotado a sí misma, por lo que sin previo avisó le dio un fuerte golpe en el brazo a Bobby.

- ¡Auch! -gritó Bobby al recibir el golpe en su brazo, lo que hizo que moviera el volante y desestabilizara el vehículo por un momento- ¡¿Y eso por qué fue?!-dijo cuando recuperó el control.

-Por delatar donde estaba y hacer que todos me estuvieran viendo en el restaurante. Sabes bien que no me gusta recibir tanta atención.

-Pero si...

- ¡¿Acaso quieres otro?!-amenazó Ronnie Anne.

- ¡No, por favor! -dijo Bobby al no querer recibir otro de los duros golpes de su hermanita.

Luego los dos continuaron su camino a casa sin hablar una vez más, pero con la sensación de felicidad presente en ellos.

En el restaurante, los hermanos Loud seguían frente al edificio. La mayor tenía una sonrisa enorme decorando su cara tras presenciar el primer beso de su hermanito.

- ¡IIIIIIIII! ¡Tú primer beso! ¡AAAAAAHHHHH! -gritó llena de emoción. Luego tomó de los hombros a Lincoln y lo encaró- ¡¿Cómo se sintió?! ¡¿Te gustó el beso?! ¡¿Sus labios eran dulces como la miel?! ¡Tienes que contarme todo! -preguntaba frenéticamente Lori extasiada por poder hablar con su hermanito de ese tema.

Pero el peliblanco se encontraba con la mirada perdida sin reaccionar a las palabras de Lori. Tras recibir el beso de Ronnie Anne, Lincoln había entrado en un estado de shock en el cual no podía responder a los estímulos a los que era sometido, como lo era los llamados de Lori.

- ¿Lincoln? ¿Estás bien? -la hermana mayor chasqueó los dedos frente al chico 2 veces y luego lo zarandeó. Gracias a esto último fue que pudo reaccionar, y lo hizo esbozando una sonrisa de enamorado y desmayándose sobre los brazos de Lori.

Al verlo desmayado lleno de amor, Lori le sonrió con ternura. Cargó al muchacho y lo llevó hasta Mansilla para regresar a la casa Loud. Una vez los dos se encontraban dentro, Lori le echó una última mirada a su hermanito dormido.

-Bien hecho, Lincoln. Estoy orgullosa de ti-le dijo mientras le acariciaba la cabeza.

La mayor encendió el motor y partió rumbo a la casa Loud, sabiendo ahora que toda la idea que tenía sobre la novia de su hermanito era equivocada, y qué los dos en realidad eran una muy bonita pareja que sacaban lo mejor del otro. Ahora que sabía esto, estaba feliz de que todos sus planes para separarlos hayan fracasado. Deseaba verlos a los dos terminando felices juntos.

N/A: Bueno, con esto damos por terminado el capítulo por hoy. ¿Qué les pareció? ¿Valió la pena la espera o los decepcioné? Ustedes sean sinceros que yo me esforcé para traerles un capítulo bueno en todo este tiempo y necesito saber si lo hice bien para mejorar la próxima. Tranquilos, que no creo que algo tan largo como esto se vuelva a repetir, con el favor de Dios el próximo capítulo es más corto...espero.

Como dato curioso del capítulo, es la primera vez que escribo un beso entre Lincoln y Ronnie Anne...o al menos la primera de forma tan detallada y expresiva. Y esa es una de las tantas razones por las que me tardé tanto en actualizar, tenía que hacer lo mejor posible para redactar un beso de la pareja. ¿Qué les pareció esa escena? ¿Me salió bien o debo mejorar? Ustedes díganme sin pena.

En fin, ya entramos en el tramo final de la historia donde ocurrirán varias cosas que espero los deje al borde del asiento. El siguiente cap consistirá en la cena familiar con Ronnie Anne como invitada, así que espérenlo con ansias 😉. En fin, sin nada más que agregar, me despido por ahora esperando verlos con otra actualización ya sea con este u otros fics. Adiós.

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