//Narro yo//

Emma y Alan estaban reunidos cerca del río.

—¿Estás segura?

—Alan, mi lugar está aquí. Yo acepté esto hace diez años y lo sigo aceptando

—Las reglas no son tan rígidas

—Pero es lo que yo quiero. Cuida de mi hermana ¿Sí?

—Sabes que lo haré

—Gracias —se abrazaron

Esta sería la última vez que se vieran en mucho tiempo. Pronto el grupo partiría al siguiente pueblo y ella ya no podía acompañarlos.

—Alan, ¿Y mi hermana?

—Volvió al bosque

—¿Por qué?

—No puede alejarse más Mahra, debe proteger el bosque

—Era obvio

—No seas así Aidan, ¿Es que acaso no te importa? Es tu melliza

—Mahra, por favor, ya viví muy bien diez años pensando que estaba muerta, estaré bien ahora que se ha vuelto a ir

—Tiene razón

—Alan

—Es necesario que lo aceptes y sigas adelante, ya pasaron diez años lejos, un tiempo más no tiene por qué afectarte —a regañadientes aceptó

Todos continuaron con su camino, sintiendo como arrastraban el peso de todo lo sucedido ahí.

//Narra Artemisia//

Estaba terminando de arreglarme cuando tocaron la puerta

—Señorita, su hermano la espera

—Gracias, puedes irte

Me dirigí hacia el corredor.

—Buenos días, Cian

—Asia, buenos días. ¿Lista para ir a ver a papá

—Aún siento que no estoy lista para escuchar lo que me tienen que decir

—Lo estás, ya verás

—Sí, tienes razón. Ya ha pasado un mes desde que llegué aquí, es hora de saberlo

—¿Ves? Siempre tengo razón

—Presumido

—Soy hijo de Drew LaRousse, es obvio —sonreí

Me encanta estar aquí. Puedo ser quien soy sin que me juzguen y puedo usar mi poder con total libertad.

Aún recuerdo como fue que llegue aquí

Flashback

Estaba en una habitación, me dolía mucho la cabeza. ¿Que había pasado?

—Por fin despertaste, hermanita

—¿Cian? ¿Que pasó? ¿Cómo llegué aquí? ¿Que era ese polvo?

—Pues bienvenida al Reino del Este —entonces desperté completamente

—¿¡Que!?

—No grites, es de noche

—¿Que pasó?

—El polvo que inhalaste era una combinación de valeriana y sauce blanco, quienes estaban contigo ahora deben creer que estás muerta

—¿Que...? —el temor de apoderó de mi

—No te preocupes, la combinación no es dañina, estoy consciente de tu condición

—¿Cómo...?

—¿... Lo sé? —completó por mi —Aunque no lo creas papá siempre ha estado pendiente de ti, al igual que yo

Estaba confundida era mucha información en muy poco tiempo.

—Vamos, los reyes han estado ansiosos por hablar contigo, dormiste dos días

Lo acompañé, estaba en shock.

—Mamá, papá, Asia ya despertó

—Hija —corrió a abrazarme

—¿Mamá?

—Lamento la forma tan brusca de traerte pero de otra manera no habríamos podido ponerte a salvo

—¿Papá? ¿De que hablas?

—El Bosque de los Susurros ya te estaba cambiando, te estabas perdiendo hija —contestó mi madre

—Yo...

—Ya ha sido suficiente por hoy —acudió Cian a mi rescate

Fin del flashback

—Llegamos —abrió la puerta de la sala en la que estábamos y la cerró a nuestras espaldas

—Hija, es hora de que te contemos la verdad

Me lo contaron todo. Cómo tuvieron que actuar odiarse para ocultar la existencia de Cian, el hechizo de Brianna hacia mi madre, la forma con la que lograron romper el hechizo, como tuvieron que continuar con el engaño para que yo estuviera a salvo, como planearon todo para que tuviera una excusa para salir de Ambarus, como fue que tuvieron que enviar a Cian en mi búsqueda, y por qué tuvieron que mentirle a mis amigos.

Al terminar salimos de ahí para que pudiera entender todo. También me disculpé por lo que había pensado todos estos años, pero ellos me dijeron que eso también hacia sido necesario para continuar con la farsa y que no era mi culpa.

—¿Sabes? Entiendo si ahora quieres la corona del Reino del Este, yo no voy a ser un impedimento —bajó la cabeza — Después de todo solo soy el hijo bastardo del rey, y también has tenido que pasar por mucho por mi culpa —paré y me dí la vuelta, mirándolo enojada, lo que hizo que imitará mi gesto

Le dí una bofetada tan fuerte que hizo que chocará contra la pared a su espalda —¿Estás escuchando lo que estás diciendo? ¡¡¡Jamás vuelvas a hablar de ti de esa manera!!! ¡¡¡JAMÁS!!! —le tome el rostro —Eres mi hermano, mi único hermano, jamás podría odiarte o culparte por lo que pasó. Te amo hermanito, tu siempre has estado conmigo aunque yo no me diera cuenta —lloré —Lo único que quiero es que seas feliz, te lo mereces. Tu eres el Príncipe Cian LaRousse, heredero del trono del Reino del Este, y nada no nadie va a cambiar eso. Mi aspiración nunca a sido un trono y jamás lo será, y quién se atreva a decirte algo como lo que me acabas de decir me las pagará muy, muy caro hermano, sea quién sea —prometí

—Gracias —sonrió

Sonreí y lo abrase. Tratando de demostrar lo mucho que lo quiero.

—Un momento ¿Acaso dijiste que nunca llegaría a ser rey? —trató de quitarle hierro al asunto

—No seas bobo, sabes a qué me refería

—Lo sé. Te quiero mucho hermanita

—Y yo a ti. Te quiero mucho Cian

Lo adoro, y haría cualquier cosa por él.

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Se siente bien feo lo que dijo Cian pero luego podría empezar a pensar diferente ¿No?