Ha pasado una semana desde que salimos de Ambarus. La comida pronto se acabará y hemos tenido que detenernos a llenar las cantimploras dos veces. Necesitamos llegar a un pueblo pronto.

—¡Oigan! ¿Esa no es una aldea?

—Sí, es la aldea de vòreia, oficialmente estamos en tierras del Reino del Norte —reconoció Daysam

—¿Que estamos esperando? Estamos en casa —apresuró a su caballo

—Su casa querrá decir —se quejó Laith

—Shaden, espera

Al llegar no podía creer lo que veía. Gente lavando o cosechando, sin preocupaciones.

—Es uno de los pocos lugares que aún no han sido afectados

—Es increíble

—Por ahora, Ágata

—Deja de ser tan pesado Laith

—No me fui gustan las tierras del Norte

—Y a mi no me gustan las tierras del Oeste y tenemos que pasar por ahí. No te quejes

—¿Y eso por que?

—Demasiados hombres lobo, Ágata

—Me ofendes —dramatizó Silas

—Es la verdad —me encogí de hombros

La gente en la aldea reconoció a Daysam y Shaden, al ser los príncipes, y nos ofrecieron quedarnos por un tiempo, cosa que aceptamos con mucho gusto, apesar de las protestas de Laith.

—¡Daysam! —corrió gracias él una chica, a quien esperaba con una gran sonrisa

—Lauren, te extrañe —le dio vueltas mientras la cargaba —Me alegra tanto verte, pequeña —se besaron

Shaden tosió falsamente —Seguimos aquí —tanto ella como Ágata se encontraban furiosas

Laith y yo nos encontrábamos sorprendidos, mientras que Mahra, Aidan y Silas temblaban de miedo.

—Lo siento. Les presento a Lauren, mi novia —y ahí todo cobró sentido

Mire a Laith aterrada y él me miró con una cara que parecía que había visto un fantasma.

—Sabía que eras idiota, pero no tanto, hermano

Ágata gritó y salió del lugar sacando magia de las manos. Todos somos a perseguirla.

—Hermanita cálmate —lo ignoró y creo haberla escuchado conjurar algo

—¡Ágata! —chocó contra una pared invisible. Hice un esfuerzo por no reír —Maldita bruja

—¿¡Que acabas de decir!? —traspasó su propia barrera para ponerle una daga en el cuello —Estúpido humano —dio la vuelta y se marchó, activando nuevamente la barrera

—Shaden, practiquemos con el arco

—De acuerdo, dos de tres

—Silas vamos a ver qué tanto has mejorado

—Está vez si lograré detener tus dagas

—Vamos Aidan, entrenemos un poco

—Solo hasta el atardecer, la última vez que llegué tarde a cenar Mahra me sacó de la casa —los dos rieron y se fueron alejando, al igual que nosotras

—¿¡Me van a dejar aquí!?

—¡Arregla las cosas con Ágata! —le respondió Laith

—¿Dónde está mi novio? —preguntó de una manera tan petulante que tuve que hacer un gran esfuerzo para no lanzarle un conjuro

—MI HERMANO está haciendo algo importante

—Ite in domum suam —susurré

Dio media vuelta y ser marchó —Vaya, se fue más rápido se lo que pensé

—¿Que hiciste? —me acusó Laith

—¿Yo? Nada

—No mientas, te escuché decir algo en latín

—Que bien me conoces —él sonrió —Tan solo le ordené que fuera a casa

—Debí suponerlo —asintió complacido y ser dispuso a entrenar

—Se conocen muy bien ustedes dos ¿No? —disparó la primera flecha

—Algo así, crecimos juntos —imite su acción

—¿Que tanto se conocen? —repitió la acción

—Últimamente ya no sé —disparé —Nos alejamos mucho esos últimos meses

—¿A qué te refieres? —bajó el arco

—Es como si... —cerré los ojos —Como si fuera alguien más, alguien diferente —disparé mi tercera flecha

—¿Cómo si no fuera con quién creciste? —disparó otra vez

—Sí...

—Te entiendo. Todos hemos cambiado mucho en estos últimos seis meses

—Es diferente. Es como si en estos seis meses hubiese cambiado por completo

—Todos lo hicimos

—Tu no lo entiendes. No sabes por que nos alejamos

Flashback

—No podemos estar juntos. Lo sabes

—Laith, por favor, no puedes irte

—Lo siento, Asia —me besó —Es lo correcto

—Lai...

—Perdoname, Artemisia —nos besamos, sabiendo que sería la última vez que pudiéramos hacerlo

Se fue, dejándome destrozada y con la carga de un reino encima.

Fin del flashback

—¿Ustedes eran...?

—Sí

—No lo entiendo, ¿Por qué tenía que irse?

—Mi madre ya nos había descubierto, nos amenazó con decirle a Wallece si él no aceptaba la misión que le iban a proponer

—¿Por qué no debía enterarse?

—Hicimos mucho más que solo besarnos...

—No...

—Sí, y ella lo sabía. Si Wallace se llegaba a enterar tendríamos problemas, en especial Laith

—Entonces decidieron separarse —asentí —¿Y el está diferente desde que volvió?

—Trata de alejarse cada vez que puede, lo máximo que se acerca es a  dos metros y no hizó el más mínimo intento por abrazarme cuando llegó

—¿Tu crees que...?

—De solo pensarlo...

—Celos

—Debo ir al Reino del Oeste. A la aldea de claveles

—Espero no haya hecho algo tan despreciable como eso o una flecha terminará en su estómago... O tal vez más abajo —sonrió con malicia

—Claro que terminará una flecha ahí. Mi propia flecha

—Así se habla. Vamos a cenar —guardamos nuestros arcos en nuestros respectivos carcaj y nos encaminamos a la casa

—¡Llegamos!

—Por fin, son los últimos en llegar —recriminó Ágata

—Por favor no me vayas a sacar de la casa —le imploró Aidan a Mahra

—Un minuto más y les hubiera cerrado la puerta en la cara... ¡Muévase y vengan a comer! Lavaran la ropa mañana

—Y Laith cocinará

—¿Por que?

—Porque yo lo ordeno —sentenció Shaden

Ya sé por dónde va eso.

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Vòreia se pronuncia vòria