//Narra Shaden//

Ya ha pasado tiempo desde que estamos en Vorèia. Lo cierto es que es bueno estar en nuestro reino. Me pareció extraño que nadie estuviera buscándonos, como si nadie hubiera huido, y eso que pasamos directamente por la capital.

Vorèia estaba hecha un desastre cuando llegamos, la muerte de su hija afectó mucho al jefe. Por suerte el hermano de Lauren, Sebastián, nos ha estado ayudando a reconstruir la aldea. Aquí pocas veces en veinte años alguien a visto algún demonio, por lo que todos estaban aterrados por el ataque del príncipe del Este.

—Shad, ¿Que más falta?

—Pues lo más importante, tonto —me ve con una cara de confusión que no lo creo —¡El límite del río, Day!

—Había olvidado que hasta eso destruyeron

—No se preocupen por eso, ya envié aldeanos para que nos ayuden

—Eres muy amable Seb. ¿Ves? Él si es inteligente

—No te pedí tu opinión, niña tonta

—¡Oye!

—Me recuerdan a mi hermana

—Lo lamentamos

—Está bien, no éramos muy unidos

—Ellos me contó que viajabas mucho, desde pequeño

—Sí, apenas me dejaron no consideré la posibilidad de volver más de una semana. Mi destino favorito es el Oeste, admiro a sus reyes

—¿En serio?

—Sí

—Bueno, bueno, dejen de hablar de eso, Daysam debe ir a revisar el río

—Cierto, nos vemos en la noche

—Adiós

—Shaden ¿Podrías cuidar de los niños que van a ir al bosque?

—Claro —al no haber mucha comida la gente va a cazar y recolectar comida en el bosque, por lo que se hacen tandas para cuidar de los niños que van ahí

Ya conozco este camino de memoria, es realmente bonito. De pronto de empezó a oscurecer, por lo que empezamos a llamar a los niños para que regresaran. Algo no está bien, puedo sentirlo.

De pronto algo me jaló hacia un árbol, no podía hablar, algo tapaba mi nariz y boca, suerte que puedo aguantar la respiración mucho tiempo, al pasar unos minutos me soltó, sin embargo alcancé a oler un poco de la sustancia que tenía el pañuelo. Empezaba a sentirme agotada, no respirar durante tanto tiempo me dejó un poco mareada.

—Vaya, no sabía que estabas tan bien entrenada —esa voz, creo que conozco esa voz, no estoy segura, todo es muy confuso para mí en este momento, ni siquiera puedo mantenerme en pie —Descansa princesa —susurró en mi oído, ahora estoy segura, es él

¿Por qué?

Ya no aguanté más y me desmayé.

//Narro yo//

En un castillo blanco y al lado de un lago, una mujer peliazul y un hombre pelimorado estaban hablando de algo importante.

—Todo está en su lugar

—Llevo tantos años esperando por esto

—Pronto los volveremos a ver, a los chicos, a nuestros padres, a Drew

—Espero poder despedazar a los causantes de eso

—Tengo la sospecha de que Silas ayudará en eso

—Extraño mi hogar, a mi hermano

—Y yo extraño el tiempo en que podíamos divertirnos juntos, sin con las peleas

Ambos se quedaron recordando el tiempo en que podían divertirse sin preocupaciones. Un tiempo que ahora parecía una simple ilusión. Algo lejano e imposible.