//Narra Mahra//

Cuando desperté me sentía deshidratada y con un gran dolor de cabeza.

Mire a mi alrededor, estábamos en un claro en medio del bosque. No recuerdo nada.

Aidan y Laith no se encontraban cerca, Ágata aún estaba inconsciente, y Silas y Alan estaban a mi lado, pero se fueron pronto a buscar a nuestros amigos.

—¿Que sucedió?

—No lo sé

—¿Y Laith? ¿Y mi hermano?

—Silas y Alan fueron a los demás

Hizo un sonido afirmativo, poniendo con a la más larga conversación que habíamos tenido en al menos un mes.

—Ágata —no respondió, lo que tome como una señal de que podía seguir hablando —Sé que hice muchas cosas mal, y que te dije cosas muy feas, pero de verdad lo lamento, de verdad quiero que volvamos a ser amigas

—Tu no entiendes nada, eras mi mejor amiga, y, si bien el insulto, es cierto, te metiste con lo que no debías, y eso no es justificable

—… ¿Lo sabes?

—¿Que si lo sé? ¡Todos lo saben!

—¿Todos? —"¿Alan lo sabe?" Quise preguntar

—Incluso Emma —se levantó y en silencio me pasó un odre de agua y un poco de comida

Sinceramente no me quedaron ganas de seguir con esa plática.

—Por cierto, nunca dije que dejáramos de ser amigas, no del todo al menos —¿Que se supone que responda?

//Narra Aidan//

En este momento estoy odiando a los hombres lobo.

—Vamos —un pequeño empujoncito de Silas puso en una sería prueba mi paciencia

—Puedo caminar, no es necesario que me empujes

—Es para que no escapes

—No sé si recuerdes que necesitamos sangre para sobrevivir —argumentó Laith

—Pues la próxima vez avisen

—De acuerdo —respondí, Silas parecía satisfecho, pobre —Creo que tú garganta abierta será suficiente aviso

—Jaja, muy gracioso

—Eso sonó muy licántropo —agregó Alan

—Sigue diciendo eso cuando acaben con nuestra paciencia —ahora me agrada un poco más el imbécil que una vez consideré uno de mis mejores amigos

Aunque ¿A quien engaño? No soy mejor que él

—No quiero ser comida de vampiro, gracias

—No te preocupes Silas, la sangre de perro no es muy buena —la satisfacción de ver la expresión de enojo que tenía le dió fuerza a mi paciencia

Cosa que se esfumó muy rápido.

Al llegar al claro encontramos que los cazadores estaban ahí. Todo había sido una trampa.

¿Desde cuándo hay cazadores aquí? No importa, no en este momento

Y entonces peleamos contra ellos como los valientes seres que somos.

Ese fue un buen chiste.

No me enorgullezco mucho de lo que pasó después pero bueno.

Huimos... Cómo cobardes. Sí... Mejor olvidemos la última parte... O mejor todo... ¡No importa! Nos fuimos de ahí, punto, sin explicaciones.

Me pregunto cómo estarán Shaden y Daysam.

Mejor duermo mientras pueda. Creo que el veneno me hace pensar de más.

//Narra Shaden//

He estado aquí unos días. Es una especie de... ¿Campamento? No sé, hay algunas personas viviendo en pequeñas casas ocultas en un bosque. ¿Dónde estoy? Tampoco lo sé.

Durante este tiempo he estado ideando un plan de escape. Aunque me siento un poco culpable, todos me han tratado muy bien, incluso Sebastián, él fue quién me secuestró, no me ha dicho por qué.

Cómo sea, el hecho de que me traten bien no quita el hecho de que me hayan separado de mi hermano, no quita que me secuestraran.

—Shaden, ¿Sigues molesta por lo que pasó?

—No Sebastián, después de todo me han tratado muy bien

—De verdad que no tenía intención de hacer eso en un principio, pero me lo pidieron

—¿Quién?

—Los reyes —¿Los reyes?... Oh, ya, para él "los reyes" son el tío Paul y la tía Dawn. No pienso averiguar por qué lo hicieron

—Lo siento —susurré, luego le golpee la cabeza con el mango de la daga que tenía oculta

Al ser él mi único guardaespaldas me fue fácil salir.

De verdad lo siento. Tal vez si las cosas hubieran sido diferentes podríamos ser amigos, tal vez incluso me hubiera enamorado de él. Pero me secuestró, y yo tengo algo que hacer.

//Narro yo//

—Escapó

—Me lo esperaba. Ninguno es como el inútil de Ash

—Amor, sabes que...

—Lo sé, eso no le quita lo inútil —la interrumpió el hombre pelimorado

—No me interrumpas —replicó la peliazul en un tono casi infantil

Parecía que su esposo respondería a eso con alguno de sus comentarios sarcásticos, pero entonces un sirviente los interrumpió. Su mirada, antes suave y enternecida, la cuál solo utiliza con su esposa e hijos, se tornó fría como un muro de hielo intraspasable, esa fue la señal para la peliazul de que su tiempo de pareja había terminado, al menos hasta que llegara la noche.

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Ya están cerca de llegar si Reino del Este, ¿Que problemas y sorpresas le esperan para llegar a su destino?

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