Caí al suelo después de oír aquellas palabras, no entendía como pudo haber sucedido eso, como Romina pudo haberse suicidado y no sabía el porqué. La última vez que la vi se sentía devastada pero nunca pensé que llegaría hacer tal cosa.

Las lágrimas salían, Jos se acerco a mí y me tomo de los brazos. Abrazándome como si su vida dependiera de ello.

—Jos...Romina...—susurre en su pecho aun con las lagrimas cayendo por mis mejillas—Ella se suicido—dije y volví a gritar, Jos me apretó aun mas fuerte recargando su barbilla sobre mi cabeza.

— Emma todo estará bien te lo aseguro—Jos dijo

— Jos quiero volver a México, por favor, quiero estar con ella aunque no se dé cuenta que estoy allí—suplique—Jos por favor...si tanto dices que me quieres, me llevaras de vuelta.

—Está bien—inhalo y suspiro

— ¿Emma estas bien?—Bryan se acerco a nosotros, se suponía que iba a estar atrás de los arboles pienso que al oírme gritar se altero y vino hacia mí.

Negué con la cabeza y corrí a abrazarlo dejando a Jos solo mirando. El me abrazo de inmediato, le devolví su móvil y le agradecí por habérmelo prestado. Sin él no me hubiera enterado de lo que paso con Romina.

Bryan me dio un último abrazo, pues tal vez sería nuestra última vez que nos veríamos. Volví al lado de Jos, el me tomo del brazo y caminamos hasta su auto.

Condujo de nuevo a la cabaña, todo mi cuerpo temblaba, estaba nerviosa, triste al saber que mi mejor amiga ya no estaría nunca más conmigo.

Jos aparco el auto frente a la cabaña, el salió primero y luego yo. Me recargue sobre el auto mientras que Jos traía todo lo necesario para nuestro vuelo. Cuando vi que el salía y marcaba por teléfono a alguien más decidí en volverme a introducir dentro del auto.

— Como no tienes pasaporte, volveremos a México ilegalmente —Dijo y volvió a ponerme el papel húmedo que hizo desmayarme rápidamente.

-o-

— Emma despierta, Emma ya hemos llegado... —Fui abriendo los ojos poco a poco viendo a Jos rápidamente—Ya estamos en México, solo me falta conducir hasta tu casa—me acaricio la mejilla y prendió el motor del auto.

Aun permanecía un poco cansada por lo que Jos me había puesto. Mire a mi móvil que marcaban las 6:25 pm ¿tanto nos habíamos tardado?

Cuando me di cuenta ya estábamos frente a mi casa.

— Quédate aquí, por favor —dije y salí del auto, entre a mi casa. Lo primero que vi fue botellas de alcohol vacías. Subí por las escaleras dirigiéndome a la habitación de mi padre. Pero no había nadie. Estaba tan desesperada de que le hubiera pasado algo. Mis ojos se nublaban y las ganas de llorar aumentaban. ¨todo estará bien, cálmate Emma, el está bien. Ahora necesitas ver a Romina¨ Me dije a mi misma, me limpie las lagrimas que habían resbalado por mis mejillas y deje una nota pegada en la mesa de la sala de estar.

¨Papa si vez esta nota antes de que vuelva o estemos ya juntos, llámame por favor

ATT: Emma :)¨

Salí de la casa, Jos estaba con las manos en su cara, entre al auto tome su mano y le sonreí con una sonrisa tímida.

— Es mi culpa Emma, si no te hubiera llevado a Santa Monica todo hubiera sido diferente—dijo y negó con la cabeza.

— No Jos, no es tu culpa, no es de nadie. Tu no sabias lo que podría pasar, además me la pase muy bien todo este tiempo que estuve contigo —dije acariciando su mejilla, me acerque a él uniendo nuestros labios—¿podrías llevarme a la casa de Romina?—pregunte y el asintió con la cabeza.

Al llegar Jos aparco el auto detrás de algunos más, mire mi regazo, no podía entender como paso tan rápido esto.

— ¿podrías entrar conmigo? —pregunte aun sin apartar mi vista de donde estaba.

— Estaré contigo cuando más lo necesites —Dijo y salió del auto.

Dudaba si entrar por esa puerta, iba hacer demasiado verla ahí inmóvil y sin vida. Jos me tomo de la mano y entramos a la casa. Como me lo imagine Romina estaba ahí en un ataúd, sus padres estaban más unidos que siempre, ahora sus peleas no le importaban. Todo lo que pasaba en su mente era en Romina, su hija, me lo puede imaginar al ver sus caras.

Muchos del colegio estaban ahí, la mama de Romina me vio y corrió hacia a mi abrazándome. Rápidamente le correspondí y al igual que ella comencé a llorar.

— No sé cómo pudo...soy una mala madre Emma —dijo aun llorando

Me separe de ella y camine a donde estaba Romina, estaba tan indefensa, tan sola, tan ella. Como dije no puedo creer que ella haya hecho eso. Somos amigas de hace mucho tiempo y una vez yo tuve los mismos pensamientos, pero Romina los destruyo diciéndome que la vida es hermosa y no vale la pena quitársela por alguien que no merece nuestra atención.

Sus manos estaban unidas en su pecho, sosteniendo nuestra foto, la foto cuando ambas nos habíamos dado cuenta que nuestra amistad era más que una amistad, éramos... hermanas. Sonreí al verla entre sus manos. Y recordé que yo tenía una copia. Lo cual en la parte de atrás decía:

¨20 de agosto, 2013. Prometemos estar siempre juntas hasta el final. No importa que estupideces hagamos por la otra, pero siempre estaremos juntas. Te amo Emma, siempre lo hare, porque me has enseñado lo que es una verdadera amistad y gracias por eso. Con amor Romina :)¨

Al menos eso es lo que decía mi fotografía, la que Romina me escribió. Pero siempre quedara en mi corazón.

— Cuando la encontramos en su cuarto sostenía esa fotografía en su mano derecha, pensamos que quizás quería ser sepultada con ella —dijo su madre acercándose—dejo una carta, pero no lo hemos abierto, no podemos. Sería un placer que tú la leyeras. —dijo y asentí.

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Bien, como dije la fanfic está a punto de terminar así que hare lo que pueda para no tardar en actualizar. Casi llore en este capítulo :( pero bue...Por cierto la imagen que Romina y Emma tienen se las dejo en multimedia.

Att: Ell