76;

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Temblaba entre restigios de besos robados. Pesadillas que mi vista iban nublando.
Sudor frío, melodías sin notas, sin sonido.

Eterno invierno.
Calor entre palmas marcadas por la noche, esa tan oscura y tenebrosa.

Llegó.
Un día sin más.
Me liberó,
lo rescaté,
me besó,
me salvó.
Lo amé,
me amó,
nos amamos.

Pero.
¿Cuánto durará?.

Digo, para prepararme para qué mi corazón se rompa, sin más.

Pues.

Si al despertar no lo veo al lado mío me aborda la desesperación, hasta que lo veo parado al otro lado de la habitación.

Conjeturas de dolor, muecas sin notorios cambios, ojos fríos, sonrisa invisible... lo odio con todo el amor qué me satura, con todo el cariño que perdura.

Lo necesito para respirar, para no estar sin rumbo, para saber que al fin estoy a salvo en unos brazos llenos de historias que amo besar y acariciar, sin fin, sin pensar en la opinión de los demás, del mundo.

Las dudas me consumen.
¿Me amarás de verdad?
¿Realmente me querrás?
¿Son realidad tus susurros?
¿Eres tan mío?
No, quizás yo te pertenezca más a ti que tú a mi. Poseas mi infinito, ante este jodido latido y mi fin.

Esta noche me fumo la melancolía, con un vaso de ron a mis pies, caducando esa ártica brisa qué me envuelve, ante aquella eterna promesa de no caer al vacío si me sostienes.

No es normal tener más miedo a perderte a ti que a mi vida.
No, no es bueno pensar así, no si se que te tengo ante mis labios, traspasando aquella colina.
A veces miro tus ojos ante mis sueños, entre sábanas manchadas de sufrimiento ajeno, propio, desdichado, inmaduro y loco.

No te niego, me seduce aquel vértigo de tirarme ante esa eternidad, para evitar el día en que me abandones y vuelva a ese encierro de terror blanco.
Tengo prisa por ver el final, pues me vencen los miedos y el negro extremo.

No pediré perdón por cuestionarte si realmente me quieres. Yo lo hago y me jode, me rompe no saber si realmente me tienes y no piensas en usarme y luego desecharme, cómo cuál artefacto que tiras al perder su utilidad.

Pudiendo tener a cualquiera me tienes a mí, a este desecho de alma rota, marginado del destino, odio reprimido.

Aún así sólo puedo decir...

Te amo, dura, frágil, fuerte, dolorosa, eterna, insaciable, corrupta, egoísta, egocéntrica, bella, poeta, malvada y rencorosamente triste. Así es mi amor por ti. Así describo mi sentir.

Además se qué no me amas de verdad, sólo me usas para llenar el vacío en tú helado intento de corazón insípido. Todo lo qué no pudiste tener con ella.

Me vale muy poco, pues me maté en la puta cuándo te dije que mis ojos añoraban los tuyos.

Te odio.
Te amo.

Ya sólo tú me entiendes, idiota.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro