Un chico caminaba tranquilo por unas calles de la ciudad, volvía de su primer día en cuarto de secundaria, pero el colegio decidió finalizar las clases antes de tiempo debido a los supuestos ataques extraños alrededor del mundo.

-"Quedense en casa mientras la situación se tranquiliza"- dijeron sus profesores, algo asustados. Les dijeron en la primera hora de clase, provocando que los estudiantes salgan de la escuela temprano y tengan que refugiarse en sus casas.

El chico no entendía nada, a nivel global a los ciudadanos, no se le dieron detalles de los ataques y quienes lo provocaban. Por lo cual el chico estaba tranquilo ya que los "adultos" se encargarían.

- ¿Debería ir con el maestro hoy?- se preguntó el chico cabeza de hongo, mientras caminaba devuelta a su casa. Apesar de que le habían dicho refugiarse en su hogar.

-No quede con mis amigos así que supongo que...- mientras hablaba consigo mismo sobre que hacer en este día, derepente sintió una gran energía espiritual en la ciudad, acercándose con violencia.-¿Eh?- el chico sintió la energía espiritual acercarse, mientras rodeaba su cuerpo de energía Psíquica- ¿Un espíritu?¿y este poder?- se preguntó consternado. El ser del cual emanaba tal exagerada cantidad de energía espiritual, estaba destruyendo todo en la otra punta de la ciudad, y ahora se estaba acercando al resto para destruirla.

El sujeto, hizo un movimiento con su brazo para cortar varios edificios y hogares del lugar, provocando gritos de pavor entre los confundidos ciudadanos que no entendían que pasaba.

-¡¡Los edificios se partieron a la mitad de la nada!!- gritaban varias personas incrédulas de lo que acababan de presenciar con sus ojos.

Mob vio esto con la guardia ya alta, quien sea que hizo eso era poderoso, sentía que poseía un gran nivel espiritual.

-¿¡!?¡¡Mi casa, está en esa dirección!!- gritó alterado, corriendo hacia su hogar. Termino usando sus poderes psíquicos por la presión del momento, llegando en unos segundos, encontrándose con su casa media cortada, sus padres heridos debido a escombros que cayeron encima suyo, junto a su hermano que se hallaba sangrando de la cabeza y con un brazo cortado, se encontraba llorando mientras veía por donde vino el ataque.

-¡¡Ritsu, Papá, Mamá!!!- gritó alterado Shigeo, sacando los escombros a sus padres, y corriendo hacia su hermano, cargandolo en sus brazos.

-¡¡Ritsu!!- le gritó a su hermano, que entrecerraba sus ojos-¡¡Ey!!-

- Hermano...lo siento. Desvíe lo mejor que pude a nuestros padres al sentir el ataque cerca, pero mi brazo...-

- Tranquilo Ritsu, tranquilo- le tranquilizaba su hermano mayor mientras lloraba un poco.- Estás bien, estarás bien pronto-

- Hermano, se está...acercando- le dijo Ritsu, señalando hacía donde vino el ataque, pudiendo ver Mob al inminente guerrero de pelo corto y negro, caminando hacia ellos con una mirada vacía.

En Egipto, algunos Hollows, entes espirituales, estaban atacando a los humanos. Nadie podía verlos, por lo cual todos estaban aterrados ante los seres del más allá. Junto a estos seres, llegaron tropas revividas del ejército de Freezer, que destruían todo con ataques de Ki.

-¡¡¡Es el día del juicio!!- gritaban como en muchos otros lugares del mundo ante tantos asesinos y criaturas matando por doquier.

- Perdona nuestros pecados Muhammed- oraba una musulmana mientras veía todo este caos desde su hogar, abrazando a su familia.

Los soldados de Freezer disparaban por doquier, con sus ojos rojos por el control que aquel "Dios" tenía sobre ellos. Explosiones resonaban, acompañados de la destrucción ya de por sí extensa de parte de los Hollow.

- Jajaja, Todos caerán ante K...- un soldado, de repente fue atravesado por algo invisible. Perforando su boca y llegando hasta perforar su garganta desde el otro lado.

-¿qué está...?- los soldados miraron al soldado caer desconcertados, sangrando de la boca y cayendo muerto misteriosamente. Los soldados estaban confundidos, y antes de poder reaccionar, terminaron siendo atravesados por ese mismo misterioso poder.

-¡Han sido masacrados ahí!!- gritó uno de los tantos presentes en el aire junto a una horda de los soldados, pero la horda fue consumida por un abrasador fuego que no podían ver por sorpresa, cayendo calcinados ya que alcanzaba este fuego, una temperaturas superiores a los 1000 grados.

- Muy bien hecho, Kakyoin, Avdol- dijo un hombre viejo a un chico de cabello rosado, llevaba puesto una ropa de secundaria en plena ciudad en el desierto.

- Muchas gracias, señor Joestar- le contestó el chico, ante el ojo humano normal, no se podía ver nada, pero ante los ojos de un psíquico, se podía ver una especie de ser alado suyo, de color verde y ojos amarillos que se estiraba con filosos tentáculos o patas. Ese ser era su "ser" espiritual, algo que él y varios psiquicos denominaban "Stand"

- Yare, yare, Daze. ¿Tenía que pasar esto justo ahora?- se preguntó un chico algo fastidiado, tenía 17 años, llevaba también ropa de instituto y media 1.95 metros.- Estamos muy cerca de Dio, esto solo nos restrazara-

- No podemos evitarlo, Jojo. Esto es muy peligroso, y esta gente no tiene como defenderse ante unos oponentes así- le contestó un hombre de color negro con vestimenta típica de Egipto, atrás suyo se veía otro "espíritu " con forma de pájaro humanoide musculoso junto a él, con un abrasador fuego.

- Tsk, que fastidio- expresó el joven a regañadientes.

- Qué más da, ayudemos lo más que podamos- sugerio un sujeto de pelo blanco y cuadrado, con aretes de corazones partidos.

- Entonces, démosle una ayuda, y después seguimos buscando a Dio- sugerio el hombre viejo, mientras espinas salían de sus manos.

Estos 5 sujetos estaban dispuestos a defender a la gente del lugar, eran los únicos capaces de hacer eso. Y si de todas formas su vida corría peligro en su ya atrevida misión, enfrentar una horda de soldados alienígenas no era descabellado.

Junto a ellos, estaba también un perro que solo se rascaba las bolas, observando desde lejos a los 5, era un usuario también de esos extraños poderes. Siendo compañero de estos 5 en sus combates, aunque siempre evitaba combatir ya que no era su estilo, o no le importaba la misión que emprendian.

Goten y Trunks se hallaban enfrentando a varias de los soldados que llegaron a su ciudad, cerca de la corporación Capsula. Ambos niños peleaban lanzando ráfagas de Ki a todos los soldados presentes, golpeandolos para poder dejarlos inconsciente o matarlos. El número de soldados era enorme, pero solo los dos niños, podían deshacerse del gran número con su gran Ki.

-Que molestos son estos- se quejó Trunks, lanzando una bola de energía que explotó en el cielo y mató a decenas de soldados en el aire. No obstante, los soldados que murieron fueron reemplazados por otros que llegaron al poco tiempo- Rayos...¡¡¡Sí que insisten!!!- gritó exasperado agarrándose del cabello.

Los niños estaban peleando sin sus transformaciones, ya que no se habían topado con ningún oponente fuerte en el lugar. Mas cambiarían las tornas, cuando un sujeto de Cuerpo Verde con una cola, junto a sus 3 guardias reales, llegaron al lugar con una gran sed de sangre y carne humana.

Goku y Vegeta llegaron a la tierra con la teletransportación, encontrándose con aquel panorama tan desgraciado.

- Esto es terrible...- Manifesto el guerrero Z sintiendo tantos Ki malignos en la Tierra- ¡¡¡Mierda, Vegeta agárrate!!!- le gritó Goku al hombre de ropa azul, volviendo a poner sus dedos enfrente.

-No me des ordenes insecto, ¡¡Debiste teletransportarnos directamente a la corporación cápsula!!!-

- Lo siento, por los nervios terminé teletransportandonos unos 90 kilómetros lejos del lugar- le contestó serio el guerrero. Haciendo que Vegeta solo agarrase su hombro en silencio. El ki del dios que llegó, le había abrumado más de lo que creía.

Sin embargo, ambos fueron derepente victimas de una bola fuego que se estrelló contra ellos, y les produjo algunas pequeñas quemaduras.

- Tsk, ¿Quién...?- preguntó Vegeta enojado.

- Parece que hay mucha más gente fuerte en este mundo de lo que recordaba hace años, han soportado mi bola de fuego- les comentó una voz gruesa, proveniente de un sujeto de apariencia flaca y pelo muy largo, una cabellera desordenada junto a una ropa ninja muy antigua. Estaba encima de una montaña, manchado en sangre de varios ninjas y guerreros que lo desafiaron en la media hora que llevaba revivido- Veamos si soportan, algo más grande-

En el más allá, la sociedad de almas estaba teniendo una rápida reunión de Capitanes.

- Hemos movilizados a todos los demás Cegadores de almas de la sociedad para intentar retener la repentina aparición de Hollows por montones en el plano terrenal. Pero tenemos nosotros aquí presentes una responsabilidad aún más grande que esa- habló un hombre viejo con una cicatriz en forma de X en su frente, teniendo una larga barba gris que llegaba hasta su estómago.

Estaba reunido con los capitanes de la sociedad de almas, guerreros Shinigami que se encargaban de proteger el equilibrio entre la vida y la muerte. Este equilibrio se encontraba tambaleando por la presencia de aquel ser que amenazaba con su presencia en el universo. Seres como él, podían sentir dicha presencia por su gran conocimiento, poder y por ser sujetos con cierta capa de divinidad o importancia universal, aunque variaban entre estas personas entre poder sentir la presencia de este supuesto "Dios". Los capitanes presenten, no podían sentir al dios, pero sí sentían como la línea sobrenatural se habia diluido por la llegada de este hace menos de media hora.

-¿ y cuál es?- preguntó Byakuya Kuchiki, capitán de la Sexta división.

- En este momento, el dios de la destrucción Bills junto al Ángel Whiss, deben haber llegado donde este Ser. No sabemos si podrán vencerlo o expulsarlo de nuestro universo, otros dioses de poder igual a él lo han intentando y han fracasado, tengamos fé en que, siendo el dios de la destrucción, pueda destruirlo con su Hakai, además de contar con la ayuda de Whiss. Pero en el caso de que falle...-

- Tendremos que todos aquí, frenarlo. ¿No es así?- preguntó Syunsui Kyōraku Capitán de la primera división.

- Siendo sincero, las posibilidades reales de vencerlo son pocas, pero no cero. He pedido la ayuda del cuarto y último arcángel, Mael, para poder tener una oportunidad de vencerlo con su Sunshine. Un poder que en sus manos, harían temblar a cualquier deidad por ser casi infinito. Además de él, el rey Shinigami de la escuela de Shibusen va a ver si toma partido de esto de alguna manera, y los gobiernos del plano terrenal mandaran a sus mejores guerreros, entre ellos los famosos héroes clase S junto a la poderosa Esper Tatsumaki, a los almirantes, y a los 13 zodiacos de la organización Hunter-

- Esto parece ser claramente un suicidio- le dijo Syunsui Kyōraku, mientras fumaba su pipa con su sombrero ocultando sus ojos.

- No parece, lo es. Las posibilidades de vencer son casi cero, así que díganme, ¿están dispuestos a combatir?-

- Como ha sido siempre, Yamamoto-sama- le dijo en capitán de la décima división, Tōshirō Hitsugaya.

- Entonces, está decidido- sentenció el viejo Yamamoto, haciendo que los capitanes salgan para prepararse, mientras este solo se quedó con una mirada vacía, sintiendo desde su asiento, la batalla que se libraría en una parte, alejada en el vasto universo.

..........

....

-¿Quién demonios eres?- le preguntó el dios de la destrucción al supuesto "Dios" frente a él. Rodeado de cadáveres, mientras apretaba sus puños suavemente, viendo que la sangre de sus oponentes flotaba alrededor suyo, y algunos rasguños en lo que parecía ser su armadura.

Poseía algunas abolladuras en su torso, pero no eran muy grandes, una especie de corte en su antebrazo tal vez del rey muerto de Hueco mundo, junto a otros rasguños en su armadura negra. Tenía unos ojos vidriosos, en otra palabras un casco, su armadura cubría todo su cuerpo.

-¿Quién soy? Deberías saberlo ya, desde que he llegado, no he ocultado quien soy- en ese infinito vacío, sus palabras solo eran lo único escuchable. No había ni una luz donde estaban flotando, aparte de las demás luces del cosmos. La galaxia donde estaban, ya no poseía ni una estrella o planeta por su batalla contra los dioses, todos fueron eliminados.- soy un ser que ha trascendido todos los seres vivos, la cúspide de la evolución, superior a todos los dioses, y el que eliminará este mundo, mi nombre: Es Kronos-

El dios se mostraba imponente, aún con enfrentar seres de incomensurable poder, se hallaba con mucha energía como para poder destrozar a muchos más dioses o seres con mismo poder. Bills estaba nervioso, al igual que Whiss, quien solo apuntó su bastón a él sin más.

- No perteneces a este mundo, y te has atrevido a dañarlo profundamente tanto como espiritual como universalmente, has matado a muchos dioses y sus representaciones, ¿Quién se cree que es usted?- le preguntó Whiss mientras Ki emanaba de su cuerpo.

- Soy DIOS- les aclaró mientras flotaba lentamente hacia ellos- y estoy aquí para destruirlos a ustedes y a todo-

- No lo permitiremos- manifestó Bills mientras creaba dos esferas de Hakai en sus manos.

- Eso dijeron los otros. Cuando termine con todos ustedes, no quedará nadie para recordarlos- su armadura se encendió, obteniendo un tono rojizo en sus repulsores que amenazaba con borrar cualquier cosa.

Bills en ese preciso instante, mando dos esferas de Hakai directos al dios, que simplemente las golpeó como si no fueran nada.

-¿¡!?- Bills se alarmó tras esto, parece ser que una pequeña cantidad de Hakai no iba a bastar.

Whiss se aventó hacia él, golpeándolo con su bastón en el torso y luego dando otro impacto en su casco que no le hizo la gran cosa. Disparó una gran potente rayo de Ki que surco varios años Luz en el lugar, pero que no hizo a Kronos retroceder, es más, aprovechando ese preciso instante le dio un golpe en la cara al Ángel que le sacó varios dientes con su enorme potencia, posterior a eso le dio un golpe en el pecho que lo alejó varios años luz.

Bills voló hacia él y brindó varias patadas destinadas a su pecho, brazos y cabeza, siendo eludido por el sujeto de armadura que disparó un rayo en su rostro provocándole quemaduras, y después le agarró la cola para terminar arrancarsela con crueldad. Whiss llegó al lugar nuevamente, dando varios golpes y ataques por todo su armadura, con toda la fuerza que poseía, mientras Bills que se estaba retorciendo del dolor, se reincorporaba y iba a ayudar a su Ángel guardián. Ambos daban golpes a velocidades lumínicas, pero Kronos los bloqueaba a ambos a la vez con sus dos manos, le dio un gancho que Bills que le alejó mientras le descolocaba la mandíbula, para luego darle un potente puñetazo a Whiss rompiéndole el brazo.

Rápidamente, agarró del cuello a Whiss y voló con él hacia un planeta lejano, estrellandolo contra este y disparando un potente rayo que destruyó todo el planeta. El Ángel parecía haber sido borrado, pero en un santiamén apareció entre todas esas piedras, lanzando varias hacia el dios que solo las destruyó con sus rayos. Llegó hacia él con una potente ráfaga de ki que recibió sin más. Whiss lanzó todo el ki que tenía, pero el dios simplemente lo recibió sin pestañear, desviando la gran cantidad con sus dos brazos. Su armadura quedó algo marcada por el impacto, pero estaba relativamente bien. Whiss iba a largarse con su velocidad del lugar, pero Kronos le agarró del cuello, rompiendolo y decapitado al Ángel.

Bills vio que Kronos se había alejado en segundos de donde estaba, viendo esto como una oportunidad, creo dos grandes esferas de Hakai concentrado, para esta vez definitivamente, borrarlo de la existencia, usando todo su ki. Kronos regresaba hacia Bills con la cabeza de Whiss en sus manos, lo más pronto que pudo, aventó ambas esferas de Hakai, quedando a escasos centímetros de Kronos. El dios estaba apunto de ser borrado ante la mirada del dios de la destrucción. Pero las dos esferas de Hakai desaparecieron de su vista, callando al dios por completo.

-¿Q-Qué?- tartamudeo Bills sin creérselo, Kronos llegó a él, y le brindó un golpe en su pecho que lo atravesó por completo, hasta llegar a su espalda. En ese enorme espacio, Bills se retorcía del dolor y del frío que empezó a invadir su cuerpo.- Imposible...el hakai debió destruirte-

- Las técnicas de su mundo son curiosas y bastante efectivas, pero todas las técnicas de cualquier multiverso tienen debilidades o formas de neutralizarse. Tuve que destruir "el espacio" que recorrería tu poder para hacerlo desaparecer por completo, en otras palabras, eliminé el espacio-tiempo que iba a recorrer tu "Hakai" para borrar tu técnica- habló tranquilamente Kronos, mientras soltaba la cabeza de Whiss, y procedía a agarrarle del cuello a Bills.

- ¿q-que que eres?- le preguntó Bills al sujeto de armadura, mientras esté cargaba en su mano energía.

- Soy un verdadero DIOS -

- Tú no eres un dios, tú nunca serás uno- le contestó Bills, mientras veía escender el repulsor de la mano de Kronos en su rostro.

- Y tú dejarás de ser uno- disparó el rayo de energía, destrozando su cabeza por completo. Soltó lo que quedaba de su cuello, y el cuerpo del dios de la destrucción junto al de su Ángel guardián, quedaron varados en el espacio, junto al resto de cadáveres de deidades. Esto, solo era el comienzo de una gran guerra.

Anime War: End for K-ronos

Personaje de: Spider-man1999