2. Cuddling. | Cuddling es acurrucarse, abrazar con suavidad, acariciar, hacer mimos.

Llegó cansado y fastidiado al edificio 2-A, sobretodo fastidiado, solo le hecho una ojeada a la sala común, pero no había algo de su interés, no tenía nada que hacer ahí, se dirigió directo al ascensor y presionó el botón que lo llevaba a los pisos de arriba, se demoró en bajar, apenas las puertas se abrieron se acomodó con la espalda en la pared del metal y presionó el piso correspondiente, subía poco a poco ¿Siempre subía tan lento? Lo único que quería era llegar a su habitación, tirarse a su cama y quedarse allí, el enemigo de la ocasión había sido difícil, dejandolo agotado, sus brazos dolían, y su jefe no era muy amable, tampoco le gustaría que lo fuese, como si no tuviese la capacidad, después de lo que parecio una eternidad que no duró más de dos minutos las puertas se abrieron de par en par, se movió por el pasillo mientras arrastraba un poco los pies, se dirigió a su pieza, cuando faltaba una puerta por llegar se detuvo, tal vez podría hablar con Eijirou, sería relajante, bostezo, tenía sueño, tal vez al día siguiente, si el día siguiente sonaba bien, fue a su puerta y la abrió, se recostó sobre su cama.

—Blasty—Escucho la dulce, aunque en ese momento algo molesta, voz de su novio—Llegaste—Parecía feliz.

¿No era obvio? El rubio suspiro con pesadez mientras le daba una mirada molesta. Kirishima se encontraba en la habitación de Bakugou sentado en el escritorio con cuadernos desparramados sobre la mesa, una bandana negra, regalo de Katsuki, en la cabeza, un lápiz en su oreja derecha, de ropa una polera negra que el rubio conocía bien, así que ahí estaba mi camiseta, unos jeans cómodos y sus ridículas crocs rojas, al parecer alguien si pudo salir temprano de sus pasantías. El pelirrojo miraba con atención a su pareja, el rubio se quedaba en silencio con un rostro de cansancio, soltó un bostezo, se tapó los ojos con las manos y murmuraba molesto, acciones que Eijirou encontró adorables, aunque encontraba casi cada acción de Katsuki adorable, aunque no todas, como cuando gritaba mucho o era arisco con sus compañeros.

—Katsuki—llamó, levantó uno de los cuadernos de la mesa y se lo mostró—Tengo problemas con este—Con su lápiz apunto uno de los ejercicios de su cuaderno—¿Podrías...—Katsuki lo miro, leyó el ejercicio, para después darle la espalda y acomodarse en la cama—Esta bien—Dejo el cuaderno de lado—No pensaba molestar a su novio si este estaba cansado.

Katsuki escucho ruido a su espalda, tal vez Eijirou se iría de la habitación al ver lo cansado que estaba, le agradaba su compañía pero su cansancio era grande, no pudo evitar sentirse algo triste de que el pelirrojo se retirase, pero nunca escucho la puerta, es más, sintió peso por el costado de su cama y se volteo, se encontró con esos ojos rojos junto a esa sonrisa de tiburón que conocía bien, muy bien, no pudo evitar sonreír un poco. Kirishima hablo acerca de lo cansador que debió haber sido la pasantía, también de que vio la noticia sobre el villano que detuvo, de lo masculino que era su novio, que ya al día siguiente le preguntaría del ejercicio en el que tuvo problema que por ahora descansará -Katsuki solo murmuraba ruidos que parecían asentir a lo dicho por Eijirou- eso mientras tenía la mano derecha en su mejilla y hacia círculos con el pulgar, a veces se quedaba en silencio y solo lo miraba como si fuese lo más interesante e importante en el mundo, y para Eijirou lo era.

—¿Sabes que te quiero?—murmuró Eijirou en su oído, se había acomodado a su lado y le daba besistos en la frente y le susurraba otras cursilerías, ese pelirrojo parecía que nunca se cansaba—Te amo ¿Lo sabes?

—Lo sé—¿Qué si lo sabía? Jamás lo he dudado. Se aceco y junto sus labios, fue un beso simple, pero no necesitaban más. Y nunca lo dudaré.

Y aquí termina el día dos, estoy escribiendolo en la noche al borde del sueño, me disculpó si hay alguna falta y que sea tan corto. Espero que les haya gustado y nos vemos mañana.

-Cambio y fuera