Flor marchita.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Los días pasaron lentos... lentos y dolorosos de esos que te queman hasta el alma.

Apenas y la veía, siempre estaba con él y esa era su excusa para no estar conmigo, ya no se sentaba más a desayunar con nosotros, ya no platicaba conmigo como antes... ya éramos solo personas que solían conocerse.

El fin de semana llegó, mi enano decidió pasar el fin de semana con sus padres pues los extrañaba, solo un par de días pero sabía que le harían bien.

—Ya llevas tu pasaporte —le recordé en el aeropuerto.

—¿Por quién me tomas? —negó abrazándome— te veo el lunes.

—Si no se cae el avión —me burlé, recibí su putazo que me merecía.

—Jens —lo abrazó Pa— me cuidas a Lu si, vigílalo bien, que no tome el avión equivocado.

—Yo lo cuido —asintió— me alegra no ir solito.

Mi tío Lu lo llevaría pues tenía que ir a ver cuestiones de su empresa... suerte por el, regresaría sin brazo.

—¡No te vayas! —chillo Harry abrazado a su papá.

—Tres días mi amorcito —lo llenó de besos a punto de chillar igual que su bebé— y mamá Raven te cuidara muy bien.

La mamá de Harry había fallecido en el parto, a partir de ese momento mi tía Raven se acercó de nuevo a mi tío Lu, estaban destinados y tenían que poner sus caminos en orden para volver a estar juntos.

—Tranquilo Harry, de tres días luego se vuelve un día —miré a mi Pa.

El bebito saltó a mis brazos para ir a los de mi papá después.

El tío Lu me abrazó para llenarme de besos.

—No me extrañes tanto de acuerdo —dijo riendo.

—Imposible —negué.

Temi llegó tarde pero justo a tiempo para despedirse de su padre y el enano.

Los vimos irse, con mi tío tomado de la mano de Jens... era para que no se perdiera mi tío.

—Bien, vamos a desayunar —dijo Pa abrazando a la tía Raven.

—Panqueques —miró a mi Pa sonriendo— el bebé quiere panqueques —añadió sobando su barriga.

—¡Si panqueques! —exclamó Harry feliz— bebé quiere panqueques.

El castaño era todo un amor.

—Me parece bien —sonrió mi papá— ¿Vienes princesa? —le dijo a Temi que miraba su teléfono.

—Lo siento tío Wint tengo un compromiso en la tarde —le dijo abrazándolo.

—Claro crecen y se van —bufó mi Pa molesto.

—Yo me quedó contigo —lo abrazó Harry.

Mi pa sonrió complacido, miré al bebito serio.

—Es mío —le dije al oído.

—Ya no —me miró victorioso besando su mejilla.

Me sentía ofendido, Temi se despidió para irse.

Nos fuimos a desayunar panqueques, amaba la promoción de todos los que puedas comer... ja para mi quinto plato los vi temblar.

Regrese a la casa para cuidar de mi patito, me acosté en el sofá cuando llegó mi papá sentándose a mi lado.

—¿No vas a salir ir hoy? —preguntó jalándome a él para abrazarme.

—Si me quieres fuera de casa mejor dímelo —negué dolido.

—Tienes diecisiete y prefieres pasar un fin en casa, es preocupante —señaló recargándome en su hombro.

—Tenía algo que hacer pero ya no sé si ir —conté.

—¿Tu y Temi están bien cariño? —preguntó lo que ya se sospechaba.

Asentí, no quería contarle pues sería complicado de explicar.

—¿Algo con Cas? —preguntó pícaro.

Negué para abrazarle.

—Anda vete, diviértete un poco —besó mi frente— han sido días difíciles.

—Invi vamos... —dijo Pa ya sin playera— oh que incomodo.

—Si me querías fuera de la casa solo me lo hubieras dicho —negué asqueado.

—Es el segundo fin de semana —sonrió papá torpe.

Negué para besar su frente e irme a mi habitación.

—Tranquilos me quitaré los implantes —los calme.

—¡Es lo mejor! —me gritó Pa.

Subí a mi habitación para en efecto quitármelos, muchas veces en el día solía darme un descanso de todo el ruido así que me los quitaba.

Me acosté para ver una serie pero sin mi enano no era lo mismo, era más rápido si, no recibía las quejas sobre la lógica, también, sin embargo era más divertido verlo como reaccionaba.

Y aunque quería centrarme en eso mi mente solo iba y venía en Temi... porque había hecho una promesa.

Terminé rindiéndome dándome una ducha y arreglándome para ir al festival de música.

Bajé para ver a mis papás en la cocina, con Pa sentado con una bolsa de hielo en su tobillo.

—¿Qué pasó? —pregunté confundido.

—Tu papá casi me mata —gruño.

Mi pa lo abrazó para besar su mejilla.

—Lo siento —dijo triste.

—Tal vez si me preparas pan francés —sonrío.

—Wi —asintió papá— ¿Siempre si vas?

—Si papá —asentí— vuelvo en un rato.

—Con cuidado —pidió papá.

Me despedí de ellos para salir, el festival de música tendría varias bandas y una hora de novatos que es donde estaría Temi.

Llegué al lugar dónde definitivamente no encajaba, todos llevaban ropa multicolor pintados por todas partes y luego yo con una sudadera enorme, una libreta en el bolsillo por si las dudas y mi pulsera donde decía que era sordo, esa última siempre conmigo.

Entré mirando a todos, demasiado ruido que mi cabeza no soportaba así que decidí apagarlos, veía que la gente me miraba y no sabía si era por mis implantes o por lo sabroso que estoy.

Me terminé por comprar un refresco y unas papitas para quedarme sentado esperando.

Un par de chicas trataron de hacerme la platica pero me excusé en mi lengua de señas, mi suerte se acabó con un chico que si sabía.

—<¿Lindo día no?> —sonrió el castaño.

—<Si, supongo> —asentí.

—<Algún motivo en especial de estar aquí> —mencionó interesado.

El rubio de ojo verde estaba sentado demasiado cerca.

Mi orientación sexual solo la defino como lo que venga, si es mujer, hombre, no binario lo que sea esta bien, aunque sinceramente me atraían más las mujeres, aun así no estaba cerrado a nada.

—<Mi prima va a cantar, vengo de apoyo> —expliqué.

—<Debe cantar hermoso entonces> —se asombró mirando al estadio.

—<Supongo, no lo sé> —contesté sincero.

El chico me miró para negar y golpear su mano en su frente.

—<Soy un imbecil no es así> —se atacó nervioso.

—<No te preocupes, estoy acostumbrado> —lo calmé.

—<Al menos te tocó uno lindo> —guiño.

—<No te lo voy a negar> —acepté.

Estuvimos hablando un poco hasta que sus amigos llegaron por él.

—<Me tengo que ir> —suspiró— <Joder te han dicho lo guapo que eres>

—<Bastante> —asentí riendo.

Soy nieto de Miss México, heréde los genes de mi Pa y los ojitos azules de mi papá... y aún con eso no era lo suficiente para ella.

—<Perdona el atrevimiento pero hay cosas en la vida que se deben hacer o te arrepientes para siempre> —soltó para plantarme un beso, un beso dulce y un poco largo.

El chico se fue sonriendo y yo... dios seguramente ya había pasado de moreno a rojo en un segundo.

Esperé el turno de mi chica y por fin llegó, a una distancia considerable aguardé mirandole.

Ella subió casi temblando y es que a pesar de lo ruda que pudiera parecer Temi le daba miedo las grandes multitudes.

Empezó a rebuscar entre la gente seguramente a su chico pero no... me encontró y con una mirada se formó una sonrisa en su cara.

Asentí para verla y que supiera que estaba aquí para apoyarla, las vibraciones empezaron y gracias a los altavoces fue más fácil sentirla, sentir su voz como pocas veces lo hacía.

Esas vibraciones, eran impresionantes, cuando se detuvo empecé a sentir la vibración de los aplausos, los acompañe mirando a todos aplaudirle a mi chica.

—<Gracias> —dijo antes de irse.

Sonreí, la chica no tardo en llegar para aventarse a mi en un abrazo, la levante para abrazarla de la misma forma.

Prendí mis implantes para escucharla por suerte había un descanso por lo que no había música.

—Tu, estás aquí —me miró.

—Hice una promesa —le recordé.

Ella me atacó a besos, la abracé con fuerza extrañándola.

—Eso fue asombroso —halague— me hiciste sentir, sin palabras.

—Gracias Oti —me abrazó con fuerza.

Poco nos duró porque caraculo llegó.

—Claro que tenías que estar aquí —se quejó— a que viniste Autumn si ni siquiera la puedes escuchar.

Y por razón alguna me dolió.

—¿Conner que te pasa? —exclamó molesta.

—Tienes razón, soy sordo no es noticia, jamás podré escuchar lo maravilloso que canta o realmente como es su voz —le miré— pero estoy aquí para apoyarla, porque eso es lo que haces con las personas que amas.

—Es mi novia —me recordó.

—No soy de tu propiedad imbecil —atacó.

—En serio, otra vez me cambiaras por él —atacó Conner— tienes que separar familia de noviazgo Artemisa.

—No tengo que —señaló— porque yo decido estar con quien me de la jodida gana y sabes que Conner no hagas esto porque si me haces elegir lo eligió a él.

Temi me tomó la mano para jalarme y sacarme de ahí.

—¡Artemisa! —le gritó él.

—Jodete Conner —nos fuimos.

En el estacionamiento nos dirigimos a mi auto.

—Me llevas —pidió— a tu casa a donde sea pero a la mía no, no quiero que Harry me vea así.

La entendía el bebé era muy sentimental.

—Tranquila Temi —la abracé, unas lágrimas ya habían recorrido su mejilla.

No dijimos mucho durante el camino... un par de sollozos sin embargo tomé su mano para calmarla.

Al llegar a casa solo estaba papá preparando la cena, con mi pato sobre la mesa.

—No te convencieron de cocinarlo verdad —dije aterrado.

—Primero muerto —negó— le estoy preparando su cena a Patosaurio.

—¿Y la nuestra? —pregunté confundido.

—Ah tu padre quería comida China así que fue por ella —besó mi frente.

Temi abrazó a mi papá, nos vio extraños pero decidió no hacer preguntas, subimos a mi habitación para tirarnos en la alfombra recargandonos en la cama.

—Soy una estupida —se quejó.

—Él es el mayor imbecil de la vida Temi —señalé.

—No me quita lo estupida —suspiró— digo todo lo que he hecho estas semanas... tenias razón Oti, lo siento.

—No te preocupes —la atraje a mi para abrazarla— yo siempre estaré aquí para ti.

Ella besó mi mejilla recargándose en mi hombro.

—Es que siempre caigo en la misma mierda, no aprendo —negó— siempre terminan haciéndome daño y yo... ¿A caso hay algo mal en mi?

—Lejos de tus malos gustos en hombres no, eres perfecta —sonreí.

Ella soltó una pequeña risita para negar.

—Lo dices porque eras mi primo —señaló

Entonces recordé las palabras de aquel chico lindo, que sin miedo se atrevió a besarme.

—El problema es que no te ves como los demás te ven, como yo te veo —suspires

—¿Y como es eso? —arqueo confundido.

Me giré para quedar frente a ella.

—Como una chica divertida, una chica que defiende a todos porque es lo que le han enseñado, una chica, amable, dulce de esas por las que darías tu vida por ellas y estarías dispuesto a todo por tal de ver esa sonrisa en su rostro —solté.

Esa sonrisa que me dió, esa que derretía cualquier cosa.

—Si esa —asentí— eres el tipo de chica con la que quieres pasar todos los días de tu vida porque sabes que valdrán la pena, el tipo de chica con la que puedes pasar horas sin aburrirte, el tipo de chicas que deseas algún día te vea de la misma forma en que tú la ves.

Ella me miró con los ojos cristalizados.

—Oti...

—Temi yo —un segundo, una palabra y todo cambiaba— te amo.

—Yo también Oti —susurró— eres mi primo, mi hermano.

Suspiré para negar y tomar su mano.

—Te amo desde que tengo memoria pero más que eso tú... tú me gustas, joder me gustas desde antes de que el ser corredor fuera mi pasión, me gustas Temi, me gustas mucho y yo... estoy enamorado de ti —confesé.

Una lágrima rodó por su mejilla para tomar con sus manos mis pómulos.

—Somos primos Oti —me recordó.

—Pero no lo somos —señale— y lo siento pero yo no puedo decirle a mi corazón a quien amar, no puedo decirle que no se vuelva loco cada vez que te ve, no puedo decirle que vuelva a latir cuando me miras... no decidí enamorarme de ti y aún así lo hago.

Sin darme cuenta estábamos cerca... tanto para atreverme a robar ese beso, ese beso que soñaba desde hace mucho, ese beso con ese motivo.

Ese beso que al ser correspondido me detuvo el corazón.

La seguí besando y ella prosiguió sin parar y de un momento a otro las cosas se empezaron a calentar, de un beso a otro me quito la playera, de un beso a otro le quité la suya, y entré besos y caricias ella cayó sobre mi, bajando besando mi abdomen para besar mis labios, desabrochándome el pantalón, y cuando su mano se iba a introducir en mis bóxer se detuvo.

—No... esto, esto es un error —retrocedió poniéndose la playera.

—Temi no... —la detuve tomando su mano.

—Lo siento Oti pero esto no puede ser —dijo llorando —no puedo hacerte esto.

La chica se levantó para dejarme ahí, sin playera y con los pantalones desabrochados.

—Eres un estupido —me dije.

Me quedé sentado procesando lo que había pasado... porque lo que estaba pasando es que si, me había rechazado.

—Oti, te encuentras bien —dijo papá entrando.

—Ahora no quieres —pedí secándome la lágrima que había rodado por mi mejilla.

—Autumn si quieres hablar...

—¡Dije que ahora no carajo puedes entender! —le grité — joder ya no soy un niño pequeño que necesita a sus padres todo el tiempo puedes dejar de molestarme o es que no tienes una vida propia.

Mi padre no dijo nada, solo se quedó serio mirándome.

Me levanté para encerrarme en mi baño porque sabía que la había cagado... que había lastimado a mi padre y eso no estaba bien.

Pa trató de hablar conmigo pero ni siquiera le contesté, me quedé ahí por un largo rato hasta que me decidí por salir.

Fui a la habitación de mis padres donde estaba Papá en cama leyendo como siempre, me miro para bajar su libro.

—¿Ya estás mejor? —preguntó tranquilo.

No dije nada, me acosté a su lado abrazándolo, ocultando mi cabeza en su hombro como cuando era pequeño.

—Lo siento —susurré con un hilo de voz.

—Esta bien Oti —me calmó acariciando mi pelo.

No sé en qué momento pero empecé a llorar, mi Pa me abrazó con fuerza para calmarme.

—Tranquilo mi niño sácalo si, sácalo todo —me permitió.

Lloré hasta sacarlo todo porque estaba jodido, ya no había vuelta atrás.

Dejo esto y me voy lentamente...

No me maten por favor, pero ya era hora.😰

Nuestro enanito anda de viaje con sus papis y la bolita de odio, eso si Lu vuelve en pedazos probablemente. 🤷🏽‍♀️😬

Primero hablemos de ese beso de Oti con aquel chico.🌚

Que esperaban de Oti nada más y nada menos que iba a ir.🥺

Caraculo como siempre jodiendo pero broo...

¡SE BESARONN!😱
¡CASI SE COJEN!😱😱
¡Y LO DEJO! 😱😱😱

Hasta aquí me reporte Joaquín, nos vemos la siguiente semana para descubrir que pasará entre estos dos, cuídense, pórtense bien que si no viene Elmo. 🔥

Los tqm 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro