Magnolias

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Desde que era pequeño el tío Lu siempre me dijo que tenía "papitis" básicamente no me podía despegarme  de ellos... y era verdad, nunca había pasado mucho tiempo lejos de ellos, mi récord era dos días.

Pero cada cierto tiempo mi Pa tenía que ir de viaje para entregar libretos, usualmente nos colábamos mi papá y yo pero esta vez no podía por los estupidos  entrenamientos.

—Puedes enviarlo por correo —gruñi en él desayuno.

—Tengo que ir Oti, sólo serán tres dias —me calmó.

—Que tal video llamada —me apoyo Papá que estaba en las mismas.

—No te unas —le miró serio— tres días, no más.

El enano bajo con Titus con su mochila sobre él.

—¿De verdad? —señalé divertido.

—Para eso están los caballos —sonrio— en que estábamos.

—Que mi Pa dijo que nos odia y nos va abandonar —conté molesto.

—Dije que tengo trabajo y no estaré por tres días —explicó riendo.

—Mhm se parece a la conversación que tuve con mis padres cuando dije que me venía —añadió sentándose viendo el desayuno— puedo pasar, amanecí con el estómago revuelto.

—¡No! —dijimos al unísono.

—Está claro que me odian —asentí.

Negué riendo para ver a Pa.

—Espera y mis entrenamientos de la mañana— me quejé.

—Puede ir Jens —señaló.

—Ni muerto —aclaró comiendo a la fuerza— lo de correr no es lo mío.

—Le dire al ruso —propuso Pa.

—Ni hablar, le grita mucho —se negó papá.

—Temi —propuso.

—No se levanta a menos que sea por una hamburguesa —le recordé.

—Los gemelos ni una palabra más —sentenció— son tres dias de acuerdo, pueden con eso y les recuerdo que al menos estarán ustedes dos juntos y yo solito.

Papá lo abrazó con fuerza para besarle.

Me tuve que resignar y quedarme sin mi Pa, me tuve que despedir pues Pa se iba mientras íbamos a la escuela.

Lo abracé con mucha fuerza mientras recibí su abrazo.

—Te hablaré al llegar de acuerdo —besó mi frente— te amo mi niño.

—Yo también Pa —lo abracé más.

—Me los cuidas Jens —besó su frente.

—Siempre —asintió abrazándolo.

Nos fuimos antes de que me pusiera más sentimental.

—Vas a llorar —se burló.

—Tal vez —acepté.

El chico me dió unas palmadas, para acomodarse haciéndose bolita.

—¿Estas bien? —pregunté preocupado.

—Si, solo tengo nauseas —explicó.

El chico trató de dormir un poco durante el trayecto, aunque al llegar no se veía con buena cara.

Metí mis cosas al casillero para sacar otras.

—Hola guapo —saludó Temi con su estupido novio.

—Hola —saludamos.

—Felicidades Oti —dijo el chico palmeando mi espalda.

—Gracias Conner —sonreí disimuladamente.

Temi abrazó al enano quien se quejó.

—No, me siento mal —se quejó.

—Pobre bebé —besó su frente— ay Jens tienes fiebre.

—No estoy caliente tú lo estás —gruñó.

Puse mi mano en su frente y era verdad.

—Debes ir a casa enano —me adelanté.

—Estoy...

No pudo terminar la frase pues vomitó el pobre, para mi suerte sobre Conner, no quería reírme pero... lo siento era gracioso.

—Lo siento —dijo Jens, demasiado pálido.

—No te preocupes —negó evidentemente molesto.

—Venga Jens te llevo afuera para que te de el aire —lo calmó— le llamaré a tu papá, le puedes dar un poco de ropa.

—Claro —asentí mientras lo sacaba.

Alguien de limpieza llegó y lleve al chico al baño para darle algo de ropa pues siempre tenía ropa extra.

Con asco se quitó la ropa y no era de más, yo hubiera vomitado de vuelta probablemente.

—Lo siento, debió comer algo que le cayó mal —lo disculpé.

—Está bien —sonrió— y agradezco controlarás tu risa.

—Yo... lo siento —me reí.

—Debes estar feliz porque me diera mi no —atacó.

—¿Qué quieres decir? —llegué al punto.

—No te agrado lo entiendo, Temi es como tu hermana, eres sobreprotector pero creo que podemos tratarlo como adultos no es así —señaló— recuerda que las relaciones son de dos —sonrio.

—Si, así es —asentí tranquilo.

El castaño suspiró para verme.

—Lo siento solo... me gusta mucho y a veces me siento intimidado por ti, lo que tienen es... inigualable— se disculpó.

—Tranquilo, como dijiste somos como hermanos —reproche para irme.

Al salir ya estaba papá ahí, me acerqué para ver a mi chico que ya estaba en el auto.

—Te veo al rato —revolví su cabello.

—Lo llevaré a que lo revisen en el hospital —explicó papa besando mi mejilla.

—No hospitales no —se negó cansado.

—Si, es por tu bien —besé su frente.

Papá se lo lleve aunque ahora me sentía solito, me fui a la clase, al llegar ahí estaban las chicas.

—¿Qué donde esta el enano?, tenía buenas burlas hoy —se quejó Talita.

—Se enfermo, las pruebas tal vez caigan en el pasillo sur —me burlé.

—Asco —negó.

Me senté en mi lugar, Cas se acercó para sentarse frente a mi.

—Hey y entonces hablaste con tu entrenador —sonrió emocionado.

—Oh perdón lo olvidé, mi Padre se fue hoy de viaje de trabajo, lo del enano y ahora recuerdo que debo buscar a alguien con quien correr por las mañanas —me quejé.

—Puedo ir yo —dijo de inmediato— me aseguro de que no mueras aplastado por un coche.

—¿De verdad? —pregunté nervioso— Claro sería genial solo si quieres.

—Así será —aceptó— pero tú pagas mi café de la mañana.

—Hecho —acepté.

Con un trato seguro me alegraba poder correr con la chica, era mejor que los gemelos pues nunca terminábamos la ruta.

Después de la clase fuimos con el ruso una botella y aceptó hacerle la prueba para el equipo femenil.

Mientras la chica corría me quedé con Talita un rato.

—Hey sobre lo del otro día...

—Ni una palabra —me miró, si me aterraba que me pisara y eso que yo era alto.

—Puedo preguntar —me llené de valor.

—Tu le gustas, el té gusta —señale— soy malo en fisica pero no estupido para química y ahí hay.

Ella suspiró para mirarme.

—Soy una chica de casi dos metros y me estatura es lo que menos reluce de mi —explicó— sabes como me veré con un novio que apenas y me llega a las caderas.

—Quien te crea esa mentira, una mujer que utiliza fosforescente con zebra no es de las que le importen lo que piensan los demás —acerté en lo obvio.

Ella asintió cruzándose de brazos cansada.

—Es por él realmente —suspiró— parece que en estos momentos no está dispuesto amar a nadie, y a mi me gusta, desde lo cuatro.

Asentí procesándolo.

—Su mejor amigo murió y hace no mucho también lo perdemos a él —conté— creo que solo tienen miedo de sentir algo por alguien y perderlo, si lo llevas con tiempo seguro que podrán ser lo que sé que quieren desde los cuatro.

Ella asintió para abrazarme.

—Era un niño tan tierno —mencionó— aún recuerdo cuando nos casamos.

—Yo fui un buen padrino —asentí.

A los cuatro añitos decidieron que se casarían, y en aquel kínder detrás de la resbaladilla los case en secreto.

—Si entre, sí entre —corrió Cas para abrazarme.

—Bien hecho chica —la felicito Talita.

—Te dije que eras buena, ahora él es rudo y no lo mires a los ojos —me adelanté aún en el abrazo.

—Así será —dijo divertida.

Fuimos a disfrutar de la comida de celebración, nos sentamos en mi mesa lo que no le pareció del todo a Temi cuando llegó con su novio.

—Casa llena —mencionó él sentándose.

—Me sentía solito sin mi enano —expliqué.

—Bueno ya llegué, gracias por acompañarlo —sonrió la morena.

—Hay espacio para todos cariño— la abrazó Conner— me agrada que seamos muchos.

—Claro —dijo mirándome molesta.

Ay Dios esa mirada... me iba a reprochar más tarde, decidí huir con la vieja confiable de que el entrenador me quería temprano.

Salió peor pues me hizo correr más vueltas, después de ese asco de día regrese a casa, papá estaba cocinando.

—Huele bien —anuncié mi llegada.

—Es caldo de pollo —sonrio— y no te atrevas hacer caras.

Mi peor enemigo: el caldito de pollo, y es que no era fan de ver el pollo ahí flotando.

—Malvado —negué.

Papá me abrazó para besar mi mejilla.

—¿Cómo está Jens? —pregunté preocupado.

—Ya mejor, no está acostumbrado a comer cualquier cosa —explicó— está dormido en el sofá.

Asentí para irle a ver, en efecto estaba dormido en el sofá.

Me acosté sobre él para molestarlo.

—No, pesas mucho —gruñó— quítate gordito.

—Soy puro músculo —negué riendo.

Se despertó para mirarme y negar.

—¿Cómo te sientes? —pregunté sentándome a su lado.

—Mejor —se acomodó en mi— ya deje de vomitar.

—Gracias por apuntarle a Conner —me burlé.

—Me lo estaba guardando —sonrió cansado.

Choque puños con el enano.

—Tu novia te manda saludos y que te mejores —asentí.

—Entonces hablas de otra novia que no conozco— se burlo.

—Tal vez venía una que otra grosería en eso —confesé.

—Si, esa es mi chica —dijo orgulloso— al menos ya tengo excusa para que no me lleves a correr.

—Tranquilo Cas irá conmigo —conté.

El enano me miro con esa cara de pervertido, igualito al emoji de Luna negra.

—¿Qué? —pregunté confundido.

—No será para darle celos a Temi —añadió.

—Es mi amiga —agregue— pero si le dan celos a Temi por mi mejor.

Jens negó, la plática se vió interrumpida pues Temi llegó para traerle unos sueros a Jens.

—A la otra apunta al suelo y no a mi novio —pidió.

—Fue un accidente —mintió abrazándola.

—Lo sé — acarició su cabello— que te dijo el doctor.

—Ah nada relativo, pero subí un kilo —sonrio orgulloso— que probablemente ya volví a bajar por todo lo que vomité —suspiró molesto.

—Oh de eso no te preocupes, te vamos a subir de peso —sonrio Temi maliciosa.

Jens se tiró dramáticamente, Titus llegó para subirse al sillón.

—No puedo creer que no vayas acompañarlo a correr —hablo de más— luego no te quejes de con quien corre.

—¿Con quien corres? —me miro confundida.

—Con Cas —se adelantó el enano.

Le miré molesto, a lo que correspondió con una sonrisa torpe.

—Debe ser la fiebre —se levantó— tio Wint ahora si quiero ese baño —huyo el traidor.

—Así que prefieres correr con Cas, qué conmigo— se apresuró.

—Yo... sabía que ibas a decir que no —me adelanté.

—Pues ahora digo que si, iré yo contigo ni creas que...

—Es por Conner —me adelanté, no podía echarle encima a una enemiga como Temi... era malvada si se lo proponía.

—¿Qué? —dijo confundida.

—El... dijo que las relaciones eran de dos, y que le molestaba que fuéramos tan unidos —lo siento chico, pero no quería una discusión con ella— yo, no quiero meterte en problemas con él.

Ella suspiró para abrazarme con fuerza.

—Lo siento Oti —se disculpó— lamentó que te obligue hacer estas cosas.

—Entonces correrás conmigo —sonreí.

—No, ni muerta —se adelantó— además si me quiero deshacer de ella solo hace falta que corra un par de días contigo —me miró extrañada— lo dije y no lo pensé verdad.

—Así es —negué divertido, a veces le pasaba— ella es buena Tem.

—Eso lo decido yo —aseguró para besar mi frente— ahora me voy que tendré una buena plática con Conner.

—No, eso solo hará que le caiga más mal —traté de detenerla.

—Te dijo eso —arqueó las ceja molesta.

—Am No —me deslinde.

Ella negó, para besar mi mejilla.

—No te preocupes Oti, tengo todo bajo control —sonrio maliciosamente.

La chica se fue, Jens empezó aplaudir.

—No eres tan pendejo como creí —sonrió.

—Pa me enseñó algunas cosas —guiñe.

—¿Qué te enseño tu padre? —intervino Papá intrigado.

—Que te recuerde que te amo —sonreí torpe.

—En este punto se que no es bueno —se negó— venga a comer.

Conner había jugado mal su ficha y yo había dado mi primer paso.

Derrocando el rey el juego termina, sabias palabras de mi Pa que era hora de poner en práctica.

Solo diré, ESO MAMONNNN por el final🙌🏻

Se nos va nuestro latino por unos días, ¿sobrevivirán sin el? Esta por verse.🧐

Se nos enfermo nuestro enanito pero ya vemos que va mejor en su recuperación de peso.😊

La que le va a caer a Conner por mamon y andar amenazando al Atuncito.🔥

Pero bueno nuestra Cas no está jugando tan mal las cartas y Talita ni se diga.💅🏽

Jensi ya nos exhibiste pero nos salió mejor.🥴

En fin nos vemos el siguiente capítulo, se me cuidan mucho con estas lluvias 🥴

Les dejo este meme precioso 🙌🏻

Gracias, gracias, gracias 🥺 LucianaGV1999

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro