Abrí mis ojos lentamente, y en cuanto mi vista se adaptó a la iluminación del lugar, pude notar que estaba en un calabozo. Qué realmente confindid@

“¿Qué estoy haciendo aquí?”

Comencé a recorrer el lugar con desconfianza, pués no me apetecía quedarme en un mismo lugar, el ambiente se sentía muy pesado... Demasiado...

Pude ver cientos de celdas mientras recorría los pasillos, unas en peor estado que otras.

“¿Por qué estoy aquí?”

Todo estaba en calma, total silencio... Esto no me agrada, para nada.

Me quedé quiet@ al escuchar como alguien se acercaba, así que inmediatamente corrí a esconderme. Logré ver como una mujer de cabellos rojizos se acercaba por el pasillo.

“Toddy...”

–Buenos días, precioso~– pude ver como se acercaba a una celda cerrada– ¿te has adaptado ya a tu hermosa joyería?– habló con arrogancia.

–En cuanto salga de aqui, ¡desearás nunca haberme conocido!– esa voz...

“Papá...”

–Claro que no, mi cielo, porque cuando salgas de aquí, estarás completamente bajo mi control~

–¡Maldita zorra!– pude escuchar gruñidos provenientes de mi padre, debe de estár transformado.

–No, no, no~ no debes hablarle así a la princesa del eclipse~

“Princesa del... ¿Eclipse?”

–¿¡Qué le hiciste a mi familia!? ¿¡En dónde están!?– papá vociferaba mientras que al parecer tiraba de unas cadenas, creo que está encadenado en esa celda– ¡Si les hiciste algo, te juro que te mato en este instante, desgraciada!

–Nada de malas palabras, Bon~– ella chasqueó sus dedos, y al segundo después escuché un grito de dolor de papá, para luego haber silencio total. Toddy rió– descansa, monstruito– y sin más se fué de allí. Logré acercarme a él.

“¡Papá! ¿estás bien?”

Él ni siquiera me miró, no directamente. Creo que no puede escucharme.

–M-mi... Familia...– intentó levantarse, pero estaba muy débil como para lograrlo. Logré divisar un extraño collar en su cuello, parecía egipcio– n-no me... Rendiré– intentó levantarse nuevamente, pero el collar comenzó a emanar una extraña luz negra– ¡G-gah!– chilló, cayendo nuevamente y retorciendose del dolor, mientras esa extraña luz rodeaba su cabeza.

“¡Papá!”

Intenté abrir la puerta, pero mi mano la traspasó totalmente.

“¿Q-qué?”

Intenté repetidas veces, pero en ninguna dió resultado. Papá dejó de retorcerse quedándose quieto, con la respiración pesada.

“P-papá, ¿estás bien?”

No me escuchó. Logré ver como unas lágrima negras salían de sus ojos y resbalaban por sus mejillas hasta caer al suelo.

–N-no debo... R-rendirme...– sus ojos poco a poco se tornaban grises, su pelaje se volvía más oscuro, sus dientes se volvían completamente colmillos y el pelaje de su cola se enfurecía, formando pequeñas púas. Papá cerró sus ojos, respirando profundamente.

“¿P-papá...?

“Al fín lo tengo” escuché una voz detrás de mí, por lo que me volteé de inmediato, encontrándome una figura sombría con unos brillantes ojos morados “no eres tan fuerte, después de todo” río “pronto todos verán el monstruo que realmente eres”

Y todo se tornó totalmente negro.

[…]