Abrí lentamente mis ojos, estaba algo adolori@ por alguna razón. En cuanto mi vista se adaptó a la iluminación del lugar, pude notar que estaba atad@ a una silla de manos y pies.

“¿Qué rayos?”

Escuché como unos pasos se acercaban hacia mí, lo que me hizo subir mi mirada como acto de reflejo. Una sombra estaba “parada” frente a mí, lo único que se podía diferenciar eran sus brillantes ojos morados.

“¿¡Quién eres!?”

Un momento... No... No puedo hablar. Muevo mis labios pero mi voz no logra salir.

“¿¡Qué rayos sucede!?”

Intenté liberarme de las ataduras, pero estas solo me apretaban más; no tube otra opción que dejar de forcejear. La sombra rió.

–Deja de forcejear... No te servirá de nada– soltó otra risa. Puedo escuchar su voz hablándome, pero me es imposible ver su boca. Literalmente, era una criatura de sombras– probablemente te estés preguntando el por qué estás aquí, pero tranquil@, no te haré daño...– se acercó a mí, rodeandome– vaya, realmente eres de su sangre... Me repugnas.

“¿De qué hablas?”

–Ni siquiera te esfuerces en hablar, no podrás hacerlo, así que ahorrate el esfuerzo– se colocó nuevamente ante mí, yo lo miré con desprecio– escúchame con atención, querid@, quiero que le envíes un mensaje a tu padre y a tu tía– su figura borrosa tomó la forma de un chico, apenas y se notaba su corto cabello, y su boca con su sonrisa macabra– diles a a esos dos, que Oliver... Está de regreso~

“¿Oliver?”

–Todos creyeron que yo había muerto solo por entrar a ese torpe bosque, pero fué todo lo contrario– soltó una risa leve– morí, si, pero reencarné en las sombras, volviéndome parte de ellas. Cuando desaparecí, escuché que le avisaron a tu querido y “especial” padre sobre mi desaparición en aquel bosque...– pude ver como su sonrisa se iba y su expresión burlona cambiaban totalmente a una llena de rencor– pero fué lo suficientemente miedoso como para no ir a buscarme. Yo estaba vivo cuando él tuvo la oportunidad de salvarme, pero fué un cobarde y me dejó morir allá... Por eso, ahora busco venganza– volvió a sonreír, pero de manera más... Macabra– veamos cuanto resistirá tu madre ante las “explosiones de ira” de tu padre– comenzó a reír de nuevo.

“¡No te atrevas a meterte con ellos!”

Intenté liberarme, pero él se fué, dejándome allí atad@. Intenté gritar, pero...

Todo se tornó totalmente negro.

[…]