Ser nueva en todos los sentidos, no es nada fácil. Cambiar de ciudad a cada momento es muy tedioso; me gustaría poder quedarme establecida en un solo lugar y lograr hacer amigos, y quizás, también conocer algún chico. Quisiera ser una joven normal, pero no lo soy.

Mi madre murió después que nací, debió haber tenido una larga vida y no haber muerto tan pronto.

Mi padre es empresario, por lo que siempre está viajando, abriendo más negocios cada día, uno tras de otro. Fue realmente alucinante cuando él decidió comprar una isla en medio del mar (no es muy grande, incluso se puede atravesar en un día), que ya hace muchos años que se encuentra abandonada debido a sucesos extraños que ocurrían allí. Hasta ahora no sé el propósito que tuvo para haberla comprado, pero ya me enteraré más adelante.

Tan solo tengo 18 años, y no sabría decirles exactamente de donde pertenezco, ya que siempre estoy constantemente en diferentes partes del mundo, soy una chica no muy alta, de piel olivo y cabello negro, con unos ojos café oscuro, sencilla y sin mucho que decirle a los demás. Se diría que soy alguien solitaria que siempre ha permanecido lejos de todos, sin embargo, siento que, si llegara a conocer a alguien y quisiera se mi amigo o amiga, puede que llegue a ser algo abierta.

Desde que tengo uso de razón siempre he podido sentir como si alguien me vigilara, al principio pensé que era mi padre, ya que, a pesar de no estar muy presente en mi vida, si me sobre protege de más, sin embargo, nunca se he sentido como si fuera una persona, es un sentimiento diferente, como sobrenatural.

Todo comenzó después de cumplir mis 15 años. Una madrugada me levanté a tomar agua y mientras me encontraba en la cocina escuche una voz algo distorsionada que repetía mi nombre, un susurro que hacía que mi piel se erizara, asustada y con mucho miedo corrí a mi habitación anhelando que simplemente haya sido mi imaginación.

Por una semana no volví escuchar aquel susurro y creía que solo era parte de mi locura, siempre he creído que sufro de esquizofrenia, ese sería el diagnóstico que cualquier psiquiatra me daría si escuchara mi caso, no obstante, aquello que creía que era solo casualidad comenzó a estar presente en mi vida, no importaba el lugar donde me encontrase, mi casa, el colegio, el parque, siempre aquella voz me atosigaba, por los siguientes tres años siguió ocurriendo todas estas anomalías, sucesos extraños o como sea que se le pueda decir.

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Aquella mañana fría y solitaria me levanté muy temprano para recoger todas mis cosas e irme a mi nuevo hogar temporal. Dos días antes mi padre me saco del colegio sin dar algún tipo de explicación, realmente no era algo nuevo, siempre lo hacía cuando íbamos a mudarnos, supongo que será para irnos para aquella isla extraña a la que quiere llevarme. Fui hasta su habitación con la idea de querer convencerlo de no irnos, sin embargo, no se encontraba allí, me pareció extraño, aunque preferí no prestarle mucha atención.

Después de organizar todo, decidí ir a correr un poco, ya estaba por amanecer y me encantaba poder observar el sol por la mañana, tomé mis auriculares inalámbricos para escuchar algo de música y relajarme, algunas casas ya tenían sus luces encendidas preparándose para un día más, para vivir un día de lo mismo de siempre; la neblina poco a poco iba abriéndose paso y así dejar ver los primeros rayos de luz; allí me encontraba yo, en lo más alto de la ciudad observando como lentamente iban asomándose los edificios, casas, calles y más. Cerré mis ojos y respiré muy hondo dejando entrar aquel frio aire que me hacía entender que todo esto era real.

De camino me encontré con mi padre y pude observar que su frente se encontraba algo sudada, esto me daba entender que había corrido, (para ser honesta el nunca sale a correr) me sujeta del brazo y me dice que ya debía irme a la casa debido a que no era seguro estar a estas horas en la calle, no comprendía la razón por la cual decía esto, ya que tenía seis meses corriendo por estas mismas veredas a esta misma hora, de igual forma decidí hacerle caso y me devolví con él.

Seguidamente de ya estar adentro me pregunta si había logrado ver algo o a alguien, honestamente no vi nada ni a nadie. Esta no era la primera vez que me hacia este tipo de pregunta, y en muchas ocasiones intente que me diera alguna respuesta a todo esto, pero siempre cambia de tema y hoy no iba a ser la excepción.

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Pasadas las horas estando en mí habitación escuché el timbre sonar, me asomé por la ventana de mi cuarto para ver quién era, sólo lograba visualizar a dos hombres altos vestidos de negro a un costado de un automóvil negro.

Mi padre salió de la casa con mucha prisa, se notaba molesto, creo que discutió con aquellas personas, uno de ellos se percató que me encontraba observando y me saludó, en sus ojos podía notar un aura tan oscura que hacía que mi cuerpo se sintiera incomodo así que decidí bajar a buscar a mi padre, no obstante este ya se hallaba entrando a la casa, le pregunté quiénes eran y la razón por la cual discutían, prefirió no darme respuesta alguna ya que según él eran cosas de adultos y que terminara de arreglar porque salíamos en una hora, me quedé en silencio observando como mi padre se encerraba en su despacho.

Siempre ha sido un hombre muy cerrado y nunca dice lo que realmente piensa, a veces siento que soy parte de la decoración de la casa y simplemente me busca cuando quiere moverme de lugar.

Desde muy chiquita me he preguntado ¿Por qué me ignora? Recuerdo muy bien la primera vez que quise saber de mi madre, él siempre con sus excusas de "son temas para adultos" tal vez si ella estuviera aquí sería diferente.

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Hola a todos espero les haya gustado este primer capitulo, si les gusto no olviden que dejando su voto y comentario me ayudarían muchísimo 😊😊😊😊😊😊

¿Qué creen que esta ocultando su padre? 🤔🤔🤔🤔🤔

Hay mucho misterio por aquí y espero estén muy atento. 🤭🤭🤭🤭🤭