Capítulo 39: Wiene.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jsjs, también 21 días sin vernos por aquí. 

Bueno, ciertamente tuve problemas de tiempo, pero ya he regresado a las andadas Bv. 

Tuve un dilema sobre este capítulo, y ese fue sobre cómo le haría para añadir interacciones de Bell con sus novias e interacciones de las novias de Bell para que le tomaran cariño. 

Mi solución fue simple, lo hice al mismo tiempo XD así no me tardaría 4 capítulos de puro relleno y pasaría mas rápido a la acción. 

En fin, disfruten :3

Explotación sexual.

.

.

.

Cuando se reunió con los demás, compañeros y amantes incluidas, Bell dio la orden de regresar al piso 18, cancelando la mini excursión en el calabozo.

Ignoró las miradas confundidas de los demás, y la inquisitiva de Axela que miraba fijamente la zona de sus brazos, los cuales parecían estar cargando "algo" invisible.

Realmente, fue una gran suerte que Axela no tuviera activada su habilidad, de ser así, la <Vouivre> dejaría de ser invisible.

-- Bell, detén esto — La voz de su novia (principal) hizo que se detuviera — Ya estamos lo suficientemente alejados de las miradas no deseadas, así que revela lo que estás escondiendo.

Bell formó una sonrisa seca.

Como esperaba, Axela se había dado cuenta de que cargaba algo invisible.

Ahora estaban en el piso 18, adentrados en el bosque, en el lugar que una vez tiempo atrás Bell se había enfrentado contra las ejecutivas de la <Familia Astrea>.

-- Por favor, no se alteren.

Girando sobre su talón y encarando a sus compañeros, miró fijamente a todos con una expresión indescifrable.

Bajo la mirada confundida de los demás, y la seria de Axela, llevó la palma de su mano hacia a donde suponía que estaba la máscara que ocultaba a su reciente conocida.

Cuando la retiró y canceló la función de invisibilidad, el cuerpo completo de la "chica" de piel blanca azulada fue visible para todos.

-- ... ¿Q-Qué?

La sorpresa fue por parte de Bell al escuchar el sonido del filo de las armas siendo desenfundas.

Llevando su vista hacia sus amigos y amantes, se quedó sin palabras.

Daphne tenía en mano su daga de bastón, apuntando hacia él, no, hacia la <Vouivre> con claras intenciones hostiles.

Haruhime y Cassandra miraron con incredulidad mientras retrocedían unos pasos de él, no, de la <Vouivre>.

Sus miradas plasmaban confusión y terror.

Lili junto a Mikoto habían preparado sus armas correspondientes, una ballesta de mano y una <Katana>, tomando una posición de combate y mirándolo con precaución.

Welf no había hecho nada, sin embargo, parecía muy enfadado, su mirada lo delataba.

Finalmente, la mas peligrosa del grupo, Axela.

Ella estaba con su <Katana> en mano, lista para decapitar a la amenaza. Sin embargo, Bell pudo adivinar "quienes" eran a verdadera amenaza para Axela.

Iba a matar a los que apuntaban sus armas a Bell.

La chica monstruo comenzó a temblar de miedo en sus brazos, aterrada por las intenciones hostiles dirigidas hacia ella.

"¡ Esto es malo! ¡Alvis, restringe a todos!"

[Entendi—]

-- ¿Qué demonios están haciendo...?

La pregunta murmurada, por más débil qué sonara, detuvo toda acción por parte de Axela y Bell.

-- Pregunto de nuevo, ¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁN HACIENDO?!

El origen del furioso rugido pertenecía a Welf.

No dirigía su furia hacia Bell, quien por una extraña razón que no conocía estaba cargando en sus brazos a un monstruo.

Tampoco a Axela, quién estaba lista para matarlos a todos menos a Bell y a la <Vouivre> en sus brazos.

Él caminó pocos pasos hacia adelante, entonces giró sobre su talón y le dio la espalda a Bell, como si lo protegiera.

El objetivo de su palpable ira eran los demás, aquellos quienes habían levantado sus armas contra el capitán del equipo.

-- ¿Welf...?¿Qué hacemos, preguntas...? ¡Es obvio, protegernos de un monstruo!

La que respondió a su pregunta fue Daphne, una de sus tres amantes.

Ella lo miraba furtivamente mientras decía lo obvio, pero a la vez estaba extrañada de qué Welf reaccionara de tal manera.

Después de todo, en estos dos meses donde habían fortalecido su relación, nunca había visto tal faceta como la actual.

Siempre era tan agradable, amable y bromista con ella, incluso en las noches que compartían la cama, su cuerpo era tocado de forma delicada cuando estaban en temas íntimos, así que realmente esta ira en él era extrañamente peculiar.

Para ella, que estaba sumamente confundida por la situación presentada, Welf no suavizó su mirada.

-- ¡Guarda silencio, Daph!

Su arrebato la hizo tragar saliva, dandole una mirada incrédula que claramente estaba sorprendida por haberle hablado de tal forma.

Los demás, Mikoto y Lili, también se sintieron extrañamente intimidadas por la ira que Welf emanaba.

Bell confundido detrás de él y Axela mirándolo fríamente con su <Katana> en mano se mantuvieron al margen y no interfirieron.

-- ¡Bajen sus armas y escuchen, ahora!

La orden fue acatada después de unos segundos en silencio, Daphne junto con Mikoto y Lili dejaron de estar en guardia. Parecían dudar de hacerlo o no, pero al final habían hecho caso.

Por supuesto, la única que tenía su arma en mano era Axela, observando todo con una mirada fríamente calculadora.

Teniendo total atención, Welf caminó hacia su amigo detrás de él.

Ignoró a la <Vouivre> que temblaba de miedo en sus brazos, y colocándose a lado de su amigo, desenfundó su <Gran Espada>.

Al instante pudo sentir la intención asesina de Axela sobre él, advirtiéndole que sí hacía algo tonto como querer atacar a Bell, su cabeza rodaría por el pasto del bosque.

-- No haré nada como eso — soltó firmemente.

Regresando una mirada sólida hacia Axela, luego miró a los demás.

-- Escuchen, puede que sea un idiota, pero sigue siendo nuestro capitán.

Sus palabras comenzaron con un insulto para Bell.

-- ¡¿E-Ekk?! — el peli-blanco a su lado tembló por la cruda realidad.

Ahora la intención asesina sobre Welf era el doble que la de antes, por supuesto, el origen era Axela.

Pero ignoró la sofocante presión sobre él y continuó.

-- No sé por qué trae a un monstruo con él, pero... sigue siendo nuestro capitán. Si alguno de ustedes no es capaz de tratarlo como tal, mejor que se marche de la <Familia>.

Welf enterró su <Gran Espada> en la tierra recubierta de pasto, justo frente a él. Entonces colocó su mano derecha sobre el hombro de Bell.

Afilando su mirada, demostrando que hablaba en serio, continuó.

-- En el momento en que una <Familia> pierde el respeto por su capitán, queda destruida. ¡No somos mocosos jugando a ser aventureros!

Ante esa cruel verdad, los que habían apuntado sus armas a Bell, o a la <Vouivre>, bajaron la mirada.

-- Bell es el capitán, quien dirige el barco. ¡Si ese barco se hunde, nosotros nos hundimos con él! ¡¿Entienden eso?!

Sus ceños se fruncieron, y Daphne ahora entendía el arrebato de Welf.

Fue hasta ahora que Axela enfundó su arma, dejando de estar alerta y relajando su expresión.

Ahora, en la <Familia Phobos> estaba claro que Bell no era integrante, sin embargo, todos habían acordado que debido a su gran capacidad estratégica, él sería quien liderara a la <Familia>.

Por lo tanto, él era el capitán.

-- Permíteme elogiarte, Welf. Has puesto en palabras mis pensamientos, gracias por eso. De no ser por ti, hubiese cortado las extremidades de todos aquí y dejado desangrarse hasta morir.

-- ¿E-Eh...? ¡¿Me acaba de llamar por mi nombre, Axela-sama?!

Dejando todas las emociones vividas en un corto momento, Welf se sorprendió cuando Axela lo llamó por su nombre de pila.

La única vez que eso había pasado anteriormente había sido cuando tuvieron el conflicto con la <Familia> de Mikoto, e incluso en ese entonces, había sido solo para amenazarlo.

Desde el pasado al presente, había sido un gran cambio.

-- Bien, como dijo el Herero. ¿Hay alguien que esté en contra?

La escena imposible se desvaneció un segundo después, lo que hizo que Welf diera una sonrisa vacía.

-- ... Fue buena mientras duró — murmuró.

El ambiente hostil y pesado desapareció tras unos segundos de largos suspiros por parte de todos.

-- Lo sentimos — dijeron los demás.

Se tomaron un tiempo y se sentaron alrededor de Bell, mirando a la "chica" que se aferraba al peli-blanco.

No dijeron u opinaron nada, simplemente guardaron silencio ante el escenario inimaginable de un monstruo que no los atacaba.

Bell, quien se había quedado en silencio y asombrado por las palabras de su mejor amigo, se dejó caer de trasero contra el pasto del bosque.

-- ... Menos mal — murmuró.

Se sentía aliviado de que nada se hubiese salido de control, por supuesto, se lo debía a su amigo Welf.

-- Bell...

La "chica", notando que la anterior hostilidad hacia ella había desaparecido, habló.

-- ¿Si?

A tales alturas, Bell apenas y se impresionaba. La había oído hablar y agradecerle cuando la encontró, lo que le hizo mas fácil de digerir ahora.

-- ... Gracias.

-- De nada, ahora estás a salvo.

Dedicándole una sonrisa a la "chica", Bell soltó otro suspiro de alivio.

Era agradable, la joven de piel azulada entre sus brazos no se parecía a nada en un monstruo, y desprendía la aura de una niña recién nacida.

-- Espera un momento, ¿ella acaba de hablar?

Oh, ahora que lo recordaba, era la primera vez que sus compañeros la escuchaban.

No pudo identificar de quién vino la pregunta, pero presentía que todos la habían murmurado al mismo tiempo.

Mirando hacia las caras incrédulas de sus amigos, Bell sonrió torpemente.

-- Haha, es una larga historia...

Axela en especial se mantenía mas calmada, sin embargo, sus ojos llenos de incredulidad la delataban.

X X X





X X X



En la habitación subterránea del <Gremio>, <Cámara de Oraciones>.

Sentado en el trono de piedra elevado sobre el nivel del suelo, con su rostro sereno siendo iluminado por las 4 antorchas crepitantes en el lugar, estaba Uranos.

Dios fundador de Orario.

-- Uranos, tenemos problemas. Una de "ellos" han salido a la superficie.

Su nombre fue mencionado, haciendo que bajara su vista hacia el origen del la voz monótona parecida a la de un fantasma.

-- Fels.

Desde las sombras que la iluminación de las 4 antorchas no alcanzaba emergió una figura humana cubierta por una túnica negra.

El espectro del <Gremio> le reportó al dios sobre lo que había visto a través del objeto mágico instalado en la entrada del calabozo.

-- ¿Quiénes fueron?

-- Bell Cranel, Axela Ogara y la <Familia Phobos>.

Las llamas crepitaron con un sonido ardiente, dejando en silencio el lugar después de un sonido chispeante.

Cerrando sus ojos, Uranos dictó sus órdenes.

-- Mantendremos la vigilancia por ahora. Observaremos las acciones de Bell Cranel.

-- Entendido.

Sin objetar u opinar, Fels desapareció en las sombras de la habitación.

Guardando silencio por un largo tiempo, Uranos finalmente murmuró una frase impregnada de esperanza.

-- Muéstrame, Bell Cranel, sí eres el puente que conectará a la humanidad con "ellos".

Mandando sus oraciones hacia el aventurero que había causado tantos problemas desde su llegada a la ciudad, el lugar que quedó en silencio.



X X X



En la <Mansión del terror>.

Siendo re-nombrada por Phobos después de que Bell dijera que era vergonzoso que la mansión tuviera su apellido como nombre, ahora muchas personas estaban en la sala principal del lugar.

Riveria Ljos Alf, Anna Claes, Eina Tulle, Syr Flover (Hörn), Mikoto Yamato, Kaguya Gonjouno, Haruhime Sanjouno, Cassandra Ilion y Axela Ogara.

Todas las amantes de Bell excepto Laurier, quien estaba en una misión fuera de Orario, estaban sentadas en el largo sofá de la sala.

Por otra parte estaban Phobos y Daphne sentadas a lado de Welf en un sofá mas pequeño. Por alguna razón Hefesto no había sido informada.

Lili estaba en un asiento individual, observando nerviosamente la escalofriante escena donde se desarrollaba una intensa batalla de afiladas miradas.

-- ¿C-Chicas? Podríamos empezar por calmarnos todos, ¿sí?

El causante de tal escenario, Bell, estaba en el centro de la sala, sentado sobre la alfombra con la <Vouivre> sobre sus piernas.

Solo una manta roja cubría su desnudo cuerpo.

-- Bell, déjame ver si entendí bien. Encontraste a una <Vouivre> herida llorando en el calabozo y no dudaste en traerla a la superficie, ¿verdad?

Bell miró a Riveria, quien había hecho el mas breve resumen de la situación y le asintió.

Un suspiro exasperado vino después de que él asintiera.

-- Lo siento, pero no puedo quedarme callada sobre esto.

-- ¡...!

-- Por favor no me mires así, cariño. Sea cual sea la razón, traer a la superficie a un monstruo es un tabú. Es mi deber como vice-capitana de la <Familia Loki> reportar esto al <Gremio>.

Dando una expresión complicada hacia las frías pero racionales palabras de su pareja, Bell bajó la mirada hacia la "chica" en sus piernas.

Parecía temerosa de los que la rodeaban a ella y a Bell, como si intuyera que la mayoría eran personas que podrían matarla sin dificultad alguna.

"¿Qué hago...?"

No podía hacer que Riveria guardara silencio diciéndole algo como "hazlo por mi, tu novio", realmente sería caer muy bajo.

-- Ya veo. Como pensaba, tendré que silenciarte, Elfa jade.

Mientras pensaba en una posible solución, escuchó el chirrido del metal siendo desenvainado y la voz de su novia Axela.

Ella seguía insinuando que todo aquel que se interpusiera en el camino de su amado sería eliminado.

A la fría mirada de Axela y su intención asesina, Riveria no retrocedió.

-- Señorita Axela, esta vez no acataré sus órdenes. Es un tema muy distinto el que está llevándose a cabo, no uno sobre nuestra relación con Bell.

-- Bien, no me importa, eso no cambia el hecho de que te voy a silenciar justo ahora.

Mientras la tensión en el ambiente crecía, Bell les gritó nerviosamente.

-- ¡C-Chicas! ¡Por favor, cálmense, ¿si?! ¡Pelear no nos llevará a ningún buen resultado!

Las miró a ambas, quienes se miraban la una a la otra con miradas hostiles y afiladas, cada una con sus armas preparadas.

La situación actual era una donde una batalla campal podría desarrollarse en cualquier momento.

-- Fufufu~

Entre todo el caótico escenario, una risa divertida resonó por la habitación.

Todos, completamente desconcertados, miraron hacia Kaguya quien reía ligeramente mientras cubría sus labios con la punta de sus delgados dedos.

-- ¿Qué es tan gracioso, Kaguya? — preguntó Axela con irritación.

La joven oriental de la <Familia Astrea> sonrió y miró a todos en el lugar, descansando su mirada en la <Vouivre> finalmente.

La "chica" parecía comprender que Kaguya era monstruosamente fuerte, dado que se aferraba a Bell mientras temblaba del miedo bajo su mirada.

Sus labios formaron una ligera sonrisa mientras tarareaba una melodía y pensaba en sus palabras.

-- Umm, ¿qué tal si hacemos una votación? Somos una familia después de todo, ¿no? Por supuesto, primero deberíamos de escuchar a nuestro novio, Bell. Votar sobre la vida de esa <Vouivre> sin saber sus motivos por salvarla sería algo cruel.

Hubo más de una expresión sorprendida.

Todo debido a que no esperaban una solución tan buena por parte de ella, quien normalmente era una pervertida que disfrutaba de las cosas divertidas.

-- ¿Quién eres tú y qué le hiciste a la idiota pervertida de Kaguya?.

-- ¡Hey!

Tuvo que refutar de forma indignada hacia las crueles palabras de su amiga de la infancia, Axela. 

-- Esa es una muy buena idea, Kaguya. Eres increíble.

Bell tuvo que elogiarla sinceramente, lo que apaciguó la indignación en Kaguya.

-- Hmhp, quiero mi recompensa en la noche.

Extrañamente infló sus mejilla y formó un puchero con sus labios mientras exigía un premio por su audaz sugerencia.

Cuando todas las amantes de Bell comenzaron a sonrojarse al entender con qué se refería a la "recompensa", ciertamente se estableció un ambiente hostil diferente al anterior.

-- ¡Como sea! — Phobos tuvo que interferir antes de que el lugar se convirtiera en un campo de batalla — Por favor, Bell, escuchamos tus motivos. Después todos votaremos, ¿estás de acuerdo?

-- Completamente, Phobos-sama.

Agradeciendo la intervención de la diosa, Bell se aclaró la garganta antes de comenzar.

Pensó muy bien en qué diría, sin embargo, al final decidió decir lo más corto y sencillo.

--- Ella estaba llorando.

El lugar se quedó en silencio.



X X X



Emociones.

Tristeza, dolor, felicidad, amor, ira, odio, desesperación, etcétera.

Las emociones eran los sentimientos característicos de un ser humano, o en este caso, de las distintas razas que habitaban la superficie.

Tales cosas como llorar por la perdida de un familiar, sonreír al encontrar dinero tirado en la calle o maldecir a quien es causa de tus desgracias.

Las emociones intercalaban toda la estructura que conformaba a un ser humano.

Entonces, con esa base de las emociones como premisa, el resultado sería que cualquier ser vivo con la capacidad de expresarlas era un ser humano como todos en la superficie.

Cosas como lamentarse por una pesadilla interminable también entraba en esa categoría de las "emociones humanas".

Si un tigre o un ave soltaba lágrimas, era un ser humano.

O simplemente se le catalogaba como un ser vivo con el derecho de vivir en paz sin que se le acosara con "violencia" injustificada por las demás razas.

En caso de los monstruos, era un tema completamente distinto.

Los antagonistas de la humanidad, "bestias" que se mantenían hundidas en la marea de una incontrolable ira y sed de sangre, atacando a los habitantes de la superficie sin dudar.

Pese a que la locura desenfrenada también se consideraba un "estado emocional", los monstruos eran considerados como "espacios ahuecados".

Existencias que allanaban un lugar que bien podría mantenerse estable sin estar ocupado, sin embargo, al mismo tiempo funcionaban como una balanza que mantenía el equilibrio.

Hablando de esas mismas emociones como la felicidad o la tristeza, en el peculiar escenario donde un "monstruo" se lamentara del dolor y plasmara miedo en sus ojos hacia los humanos, el resultado era el mismo.

Seguía siendo un monstruo al que se le debía cortar la cabeza.

Personas que se excusaban con la idea de que esa elección era lo mejor para crear un mundo mejor.

Esa era una ley universal no escrita.

A esas personas y a esa ley universal...



X X X



De los que estaban en el lugar, solo pocos entendieron sus palabras.

'La salvé porque estaba llorando'.

Sin embargo, fue solo una mirada penetrante que ardía con una feroz voluntad lo que hizo tragar saliva a todos.

Soportaron la respiración mientras lo miraban.

Bell parecía estar enfadado, pero no con ellos, sino con algo establecido no "existente".

-- Si esa ley va a lastimar a tantos seres inocentes con la ridícula excusa de querer hacer un mejor lugar...

El humano que desafiaba las voluntades divinas y las leyes del mundo.

Un ser egoístamente puro y sincero.

-- Romperé esa maldita ilusión.



X X X



La desafiante mirada en el chico no desapareció un solo segundo, así que mientras él se mantenía firme en su decisión, Axela habló.

-- Bien, votemos.

Ella pasó a su lado neutral, sabiendo que lo siguiente quedaría a manos de la multitud.

-- Quienes estén en contra de mantener a la chica <Vouivre> en la superficie alcen las manos.

6 manos fueron levantadas.

Riveria, Lili, Daphne, Eina, Mikoto y Kaguya; todas en contra.

Por supuesto, habían entendido los sentimientos de Bell, pero tenían sus motivos al negarse.

Riveria mantenía su postura como vice-capitana de la <Familia Loki>, pero al igual que Eina, Lili y Mikoto, estaba preocupada por lo que le pasaría a Bell por haber traído a un monstruo a la superficie.

Daphne era por el mismo motivo, sin embargo, su preocupación iba dirigida hacia su pareja, Welf.

Kaguya por otro lado actuaba por mero capricho, sin embargo, sabía que su <Familia> atacaría a Bell si se llegaban a enterar.

De una manera muy extraña, trató de protegerlo.

-- Bien, ahora quienes están a favor de mantener a la chica <Vouivre> en la superficie alcen la mano.

7 manos se alzaron, estableciendo la decisión que se tomaría.

Syr, Anna, Cassandra, Haruhime, Axela, Phobos, Welf.

Al instante se escuchó un suspiro exasperado, perteneciente a Riveria.

La alto Elfo se levantó de su asiento y caminó hacia Bell sentado en la alfombra con la <Vouivre> en sus piernas.

Dirigiendo una corta mirada hacia la "chica", Riveria miró fijamente a Bell.

-- Eres tan irremediable, Bell.

-- U-Ugh...

Bell sintió que una flecha atravesaba su cuerpo.

-- Pero... es una parte de ti que me encanta.

Tomándolo desprevenido, bajó hasta estar a su altura y le robó un beso, ignorando las miradas hostiles de sus "compañeras amorosas".

El beso duró mas de lo que Bell esperaba.

-- Hey, ya detenlo. ¿Lo quieres dejar sin aire, maldita?

Fue hasta que una irritada Axela habló que separó sus labios de los de Bell, dedicándole una sonrisa coqueta antes de ponerse de pie nuevamente.

Mirando hacia todos en el lugar, declaró.

-- Mantendré mi silencio sobre esto, sin embargo, si las cosas se salen de control no podré mantenerme al margen.

-- ¿Es eso una amenaza?

-- Es un consejo, señorita Axela. Al igual que usted, yo amo a Bell y todo de mí le pertenece a él, pero no puedo olvidar mi obligación como aventurera de esta ciudad, que es mantener el orden.

-- ...

-- Estoy segura de que Bell entiende eso.

Bell tuvo que asentir a eso, haciendo que Axela se guardara los comentarios que estaba por dar.

-- Gracias, Riveria.

-- No, el resultado fue una votación después de todo, no hay por qué agradecer, Bell.

Riveria no dijo más y después de despedirse, salió de la sala, abandonando la mansión y dirigiéndose hacia su sede.

Al parecer esta vez no dormiría aquí.

-- Eso salió mejor de lo que esperaba — Bromeó Kaguya.



X X X





X X X



Al caer la noche, la mayoría se dispersó del lugar, dejando a los pocos que vivían en la mansión de forma permanente.

Por supuesto, las novias de Bell que tenían que irse se despidieron de él con un beso y abrazo, como lo había hecho Riveria.

Queda claro que Axela tuvo que subir a la habitación principal del tercer piso ya que no quería ver tales escenarios de Bell siendo besado por tantas mujeres.

Al final, todo se resolvió de la forma mas pacífica posible.

Las únicas que se habían quedado aparte de Axela fueron Haruhime y Cassandra, quienes eran parte de la <Familia Phobos> y mantenían su estadía en este lugar.

Las chicas como Syr, Eina, Anna, Mikoto y Kaguya se fueron a sus respectivos hogares de origen por ahora.

-- Wiene, ¿qué tal si vas a jugar con la chica zorro?

Lo mas importante es que a la "chica" se le había otorgado el nombre Wiene, el cual era un acercamiento de un personaje de un cuento heroico que Bell había leído.

Ahora, quien le indicaba las palabras con una voz amable era Axela, entregándole una sonrisa.

-- ... Yo quiero estar con Bell.

Sin embargo, para bien o para mal, el lado amable y la sonrisa de Axela no funcionaron para disuadir a Wiene.

Fue raro, pero Axela se había auto-nombrado como la madrastra de la "chica" después de que esta insistiera en que Bell era algo así como su padre.

Fue devastador para Haruhime, quien también había visto un lado adorable en Wiene, cuando la propia Wiene había aceptado a Axela como su "madrastra".

-- Mhh, mhh.

Axela formó un sonido pensativo con sus labios, mirando fijamente a la "chica" que se aferraba a Bell.

De hecho, ahora vestía algo más que una sola tela para cubrir su desnudez.

Había sido de improvisto, pero Axela había mandado a Kaguya a comprar varios conjuntos de ropa para niños.

Eso fue justo después de que la votación terminara.

-- Mira — teniendo una idea, Axela explicó — Papá y Mamá necesitan hacer algo importante.

-- ... ¿Importante?

Wiene ladeó la cabeza tiernamente hacia su izquierda.

Axela asintió.

-- Sí, papá tiene que darle cariño a mamá. Por eso debes darle un poco de espacio a los dos, no es algo que los niños deban de ver de todos modos.

-- Axela...

Bell miró con ojos en blanco a su novia, quien se concentraba solo en Wiene mientras trataba de convencerla para que los dejara solos por esta noche.

Por supuesto, no recordaba nada sobre lo que tuvieran que hablar, así que posiblemente se trataba mas del "cariño" que le tenía que dar.

Wiene, contrario a las expectativas de Axela, se animó y exclamó.

-- ¡Yo también quiero recibir cariño de papá!

-- ...

Que Axela cambiara su amable sonrisa a una tétrica le preocupó mucho a Bell.

Ella no atacaría a Wiene, ¿cierto? Sea como sea, debía de intervenir en esta plática que se estaba desviando a temas muy peligrosos.

-- Wiene, ¿no te gustaría que Haruhime te lea un cuento de héroes? ¿Cómo los que me gustan a mí?

Con el característico tono amable en su voz y la sonrisa bondadosa, Bell trató de disuadir a Wiene.

Él, a diferencia de Axela que posiblemente sólo quería tener una noche apasionada de pareja, sí quería hablar sobre algo importante.

-- Umm, está bien.

La disuasión de Bell tuvo mejor éxito que la de Axela.

-- ¡Bien!

Quien celebró no fue Bell, sino la chica que en un principio quería un poco de privacidad con su novio.

Tomando a Wiene en sus brazos, quien vestía una camisa color azul celeste y una falda larga blanca, corrió hacia los aposentos de Haruhime.

Fue Bell quien se quedó solo en la entrada de su habitación, mirando con una sonrisa irónica el pasillo por el cual Axela había desaparecido a una velocidad increíble.

La joven de un hermoso cabello negro no tardó mas de 10 segundos en regresar, tomarlo del brazo y encerrarse con él en la habitación que compartían.



X X X



Ya en completa privacidad, Axela sonrió de forma coqueta mientras gateaba sobre el colchón y se acercaba a Bell.

Su cuerpo era cubierto por un corsette negro semi-trasparente, el mismo que Bell le había comprado en su cita.

Revelando sus seductoras curvas y su hermosa y delicada piel, se subió encima de Bell cuando lo tuvo a su alcance.

-- Fufu, te ves lindo sonrojado, Bell.

-- ...

Presa de los encantos de su novia, Bell guardó silencio mientras Axela lo despojaba de su camisa.

Un escalofrío agradable recorrió su cuerpo cuando los suaves y delgados dedos de Axela acariciaron la superficie de su abdomen.

-- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez...? Ha sido tanto que ya ni recuerdo...

-- Axela, fue esta mañana.

Se le hacía adorable, pero a la vez preocupante, que bromeara con ese tipo de "tema".

Como Axela lo había dicho cuando dio su consentimiento para el Harem, sus momentos "íntimos" eran al amanecer y al anochecer.

Era un milagro que Bell siguiera con vida, después de todo Axela no era la única quién exigía sus momentos a solas.

-- Mh, ¿a caso ya te cansaste de mi cuerpo?

Respondiendo con un tono juguetón a la respuesta de Bell, Axela preguntó con cierta tristeza fingida.

Bell sonrió ante eso.

-- Eso nunca pasará.

Usando ambas manos, tomó ambos lados de la cintura desnuda de Axela, atrayéndola hacia él.

Ella no se resistió y dejó que su cuerpo cediera a la gravedad, presionado su abundante pecho contra el de Bell y uniendo sus labios en un apasionado beso.

Sintiendo la suavidad y humedad de sus labios, Axela soltó un suspiro excitado cuando Bell comenzó a desvestirla por completo.

No fue todo, ya que partes como las medias que cubrían sus piernas no estorbaban, pero su brasier y la panty eran un tema distinto.

Con sus pechos descubiertos, mostrando su belleza natural y gran tamaño, Axela gimió de placer cuando uno de sus pezones fueron chupados.

El beso se había deshecho, y ahora Bell estaba complaciéndola antes del plato principal.

Sintiendo el calor extremo que invadía su cuerpo y la humedad que se presentaba en su entrepierna, Axela no lo soportó.

Liberando su voz en forma de tiernos y eróticos gemidos, hundió sus dedos en la espalda de Bell en un intento de apaciguar el desbordante placer que la invadía.

Mordió sus labios, queriendo suprimir su voz pero fallando en el intento.

Que Bell chupara un punto sensible de su pecho era problemático para ella, quien se avergonzaba cuando su voz se transformaba en gemidos lascivos.

-- B-Bell....~

Pero eso no era todo el problema, también estaba el hábil movimiento de dedos que Bell estaba llevando a cabo en su entrepierna al mismo tiempo que chupaba sus pechos.

Axela no sabía si alegrarse o avergonzarse que su novio conociera todos sus puntos sensibles.

Siendo bueno o malo, el final fue uno donde no pudo resistir mas ante el placer y terminó teniendo un orgasmo.

-- Haa... haa...

Mientras jadeaba en busca de aire, sus labios fueron sellados por Bell, quien se negaba a darle un descanso y comenzaba a besarla de forma intensa.

Le dio vuelta a su posición, poniéndola de espaldas contra el colchón y manteniéndose encima de ella.

Sus piernas fueron abiertas con suma facilidad por Bell, aunque no es que pusiera alguna resistencia a eso, y acariciando un poco su mojada entrepierna, entró en ella.

-- Ahh...~

La habitación se llenó de gemidos placenteros y jadeos excitados, con el ritmo constante de piel chocando contra piel.

Siendo gustosamente dominada esta vez, Axela disfrutó cada segundo.



X X X



Cuando el "cariño" del que Axela había hablado comenzó, eran alrededor de las 8:00 pm.

Actualmente el reloj indicaba las 10:00 pm.

-- ... Eso fue increíble.

El murmullo de Axela, quien descansaba su cabeza sobre el brazo de Bell, lo hizo sonreír orgullosamente.

Sí era sincero, incluso Bell desconocía al Bell dominante de hace poco.

Casi siempre era Axela la que mostraba una actitud arrogante en el acto, o atrevida. Aunque la mayoría de veces siempre eran los dos quienes se entregaban con solo amor y deseo, una que otra vez se atrevían a nuevas "experiencias".

Como sea, ahora que había complacido a su novia, y así mismo, Bell era libre de hablar sobre lo que tenía en mente.

-- Oye.

-- ¿Um, sí? Hehe ¿Qué pasa, quieres ir por otra ronda?

Inevitablemente sus labios formaron una sonrisa ante la broma de su novia, que si aceptaba podría convertirse en realidad.

-- Me gustaría, pero hay algo sobre lo que quiero que hablemos.

-- Soy toda oídos, Bell. ¿Qué es lo que te preocupa?

-- Hah. ¿Te diste cuenta?

-- Soy tu novia después de todo, nadie te conoce mejor que yo.

Al parecer se dio cuenta de la preocupación plasmada en su rostro, lo que provocó que soltara una leve risa en forma de suspiro.

Sin duda, ella estaba en lo correcto cuando decía que era quien mejor lo conocía.

-- Es sobre tu tiempo restante de vida. Gracias a Alvis he logrado encontrar una manera de regresarte el tiempo perdido.

-- Oh... ya veo, así que por eso tu expresión. Entonces... ¿cuál es esta maravillosa y muy conveniente idea?

Estaría mintiendo si dijera que la forma en que Axela le entregaba una sonrisa divertida y le restaba importancia al tema de "salvar su vida" no le molestaba.

Parecía que ella estaba resignada a cargar con el pecado de sus acciones pasadas y la masacre a gran escala realizada por sus propias manos.

-- No estoy bromeando, Axela.

-- Yo tampoco, por eso quiero escucharte.

No llegarían a ningún lado si mantenían esta discusión, así que Bell inhaló un poco de aire y explicó su plan.

El calor del cuerpo desnudo de Axela frotándose contra el suyo no fue un impedimento para que se concentrara.

-- Solo debo reponer los días "sacrificados" por almas "sacrificadas" condensadas en energía vital.

-- ...

-- Si tomo 18 mil vidas y sello sus almas en algo que puedas consumir, con el segundo nivel de mi magia podré hacer que tu cuerpo se adapte a la energía vital, entonces—

-- Bell, detente.

-- ¿Eh?

18 mil vidas era el dígito aproximado de las vidas que Axela había tomado hace 7 años con su habilidad <Inclemencia del Rey>, así que tenía sentido que Bell hablara sobre convertir esas 18 mil almas en energía vital.

Ignorando el rostro confundido de Bell, Axela alejó su cuerpo de él y tomó una postura sentada sobre el colchón.

Cruzó sus piernas desnudas en una posición de loto, entonces palmeó la superficie el colchón con su mano.

-- Siéntate, hay algo que quiero que entiendas.

Habiendo sido interrumpido en sus palabras, Bell hizo caso y de la misma forma que Axela, se sentó sobre el colchón con sus piernas cruzadas.

-- ¿Qué es lo que debo de enten—?

*¡PLAF!*

Una bofetada con suficiente fuerza para aturdirlo lo interrumpió.

Su mejilla ardía por el dolor, y mientras sus ojos se ensanchaban por la sorpresa, miró a Axela que tenía una expresión molesta plasmada en su rostro.

-- Q-Qué...

-- Esa es la idea más estúpida que me has dicho, Bell.

Sus afiladas palabras cortaron cualquier movimiento que quisiera hacer. Solo pudo quedarse aturdido mientras ella hablaba.

-- ¿Creíste que aceptaría todo con una sonrisa? Vamos, sabes muy bien que eso no sería posible. Me niego completamente a compartir mi pecado contigo, es algo que te he dejado muy en claro desde hace años.

Ella no dudó en expresar su disgusto a la propuesta de Bell.

-- ¿Tomar 18 mil vidas? ¿Te has dado cuenta de lo que estás diciendo, Bell? Incluso si las vidas que quieres "tomar" son de las personas malas, es simplemente ridículo que yo permita que te manches las manos por algo de lo que solo yo soy culpable.

Levantó nuevamente la palma de su mano, pero esta vez no para abofetearlo, en su lugar acarició suavemente su mejilla adolorida.

-- Por favor deja de atormentarte. Lo que yo hice no puede ser revertido, reescrito o borrado. Es un pecado por el cual pronto pagaré el precio, nos guste o no.

-- P-Pero...

-- Hm, agradezco tu preocupación y tus esfuerzos por ayudarme. Pero Bell, soy una genocida, las vidas que tomé no van a regresar y ni siquiera forman parte del ciclo de reencarnación, todo por mi culpa. No deseo que tú corrompas tu amabilidad por un error de mi tonta yo del pasado.

-- ...

-- Heh, no pongas esa cara. No necesito mi vida completa de regreso, pero si quieres hacer algo por mí... el tiempo que me queda, pásalo a mi lado, no necesito nada más que tu amor.

Le dedicó una sonrisa.

En ella no había tristeza o arrepentimiento.

Era hermosa y puramente bella, libre de emociones conflictivas.

El único sentimiento era la súplica.

-- Por favor, solo pasa conmigo el resto de mi vida. Con solo eso yo soy feliz.

Fue doloroso ver que ella misma estaba resignada a su destino, pero fue aún más doloroso que tuviera razón y él no pudiera hacer nada para cambiar ese cruel destino.

¿Sus labios formaron una sonrisa o sus ojos derramaron su frustración representada por silenciosas lágrimas?

Cualquiera de las dos respuestas, Bell guardó silencio.

Sintió que su cuerpo era abrazado y recostado sobre el colchón nuevamente, luego su rostro fue llevado a los suaves pechos de su novia.

Axela lo acunó en su pecho, queriendo mimarlo un poco para que pudiera procesar sus palabras.

-- Lo siento, por haberte golpeado. Sentí que era la única forma de hacerte regresar a la realidad.

Un cosquilleo se presentó en su pecho, posiblemente por los labios de Bell que se movían en busca de formar palabras.

-- ... No, parece que la necesitaba. Me he sentido impotente al no poder hacer nada por ti... me siento inútil mientras que tu vida poco a poco se desvanece entre mis manos.

Los labios de Axela formaron una sonrisa solitaria.

Le alegraba mucho que Bell se preocupara tanto por ella, pero al mismo tiempo le entristecía que por su culpa él estuviera torturándose a sí mismo en busca de ayudarla.

Todo era un laberinto de dudas y fuertes emociones donde al final la salida había sido siempre la entrada.

-- Tonto, ya te lo dije...

Lágrimas se deslizaron por la superficie de sus mejillas.

-- ... Solo te necesito a mi lado, eso es suficiente.

Ella igual sentía esa impotencia que atormentaba a Bell, una que le recordaba el karma de sus acciones en el pasado.

-- ... Axela. 

-- ¿Si?

-- ¿No tienes miedo a morir?

Quería dejar de llorar, pero sus lagrimas no se detenían. Sonriendo de forma amarga por eso, Axela contestó. 

-- ¿Miedo a la muerte? Todos nacimos para morir, si tuviera miedo al motivo de mi nacimiento, ¿qué sentido tendría mi vida?

Se burló de la muerte, dejando en claro que no tenía miedo alguno. 

Pudo sentir los labios de Bell formando una sonrisa entre sus pechos, así que ella lo acercó mas, queriendo sentir su respiración. 

-- Eso pensé -- murmuró Bell. 

Sin embargo, mientras las líneas cristalinas se deslizaban por sus mejillas, Axela murmuró dentro de su corazón el miedo que realmente sentía. 

"Lo que sí temo es separarme de ti, Bell. Me aterra, me da miedo."

Tiempo de vida: 32 años. 



X X X





X X X



Pasaron 6 días desde el encuentro.

Pese a mostrar resistencia al principio, cada uno de los que vivían en la <Mansión del Terror> se encariñó con Wiene.

Era simplemente imposible no tomar cualquier tipo de afecto a ella.

Su sonrisa inocente y su personalidad adorable fueron dos buenas razones por la que todas las novias de Bell abrieron su corazón hacia la "chica".

Sin duda alguna, todas veían a Wiene como una mas de la familia.

Era temprano por la mañana, con la brisa fresca del amanecer recorriendo el jardín de la mansión.

Hoy Haruhime, Axela y Bell estaban jugando con Wiene sobre el pasto del jardín, teniendo un pequeño picnic con sándwiches preparados por Axela.

-- " " "Bell, di: ah~" " "

Era problemático para él que las tres lo quisieran alimentar al mismo tiempo.

-- ¡Hey, chica zorro! ¡Yo le ofrecí primero!

-- P-Pero Bell-sama quiere el mío....

-- ¡¿Hah, te revelas?!

Axela y Haruhime comenzaron a pelear entre ellas, así que Bell comió del sándwich que le ofreció Wiene.

-- ¿Te gusta, Bell?

-- Sí, está muy rico, Wiene.

Solo eran ellos quienes estaban en la mansión, o al menos en el jardín e interior, puesto que Welf estaba en la <Fragua> haciendo sus inventos.

Bell había oído hablar de algo sobre Daphne arrastrando a Welf hacia su habitación el mismo día que encontró a Wiene ya en la noche después de la votación.

Al parecer quería que la "mimara" después de haberle gritado de tal forma en el piso 18, o algo así había escuchado.

-- Bell, ¿no tenías que ir al <Gremio> hoy? — Axela lo sacó de sus pensamientos — La asesora dijo que quería hablar contigo sobre algo de los pisos profundos.

-- Ah, eso...

Bell sonrió nerviosamente.

Era mejor para él no decirle a Axela a qué se refería Eina con los "pisos profundos".

Realmente, era un milagro que siguiera vivo después de ser explotado sexualmente de tantas formas por la mayoría de sus novias.

-- Aún tengo tiempo, Eina no se molestará si llego unos minutos tarde.

-- Mh, está bien. Entonces di: ¡Ah~!

Axela no sospechó nada y extendió su sandwich hacia él, especialmente del lado donde ella ya había mordido.

Dando un pequeño bocado, disfrutó del sabor mientras trituraba el pan con jamón y verduras.

-- Hehe, ese fue un beso indirecto, Bell.

Era agradable ver a Axela bromeando de forma tierna mientras Haruhime hacía un puchero a su lado por ser la única que no lo había alimentado.

Momentos pequeños como este eran lo que mantenían a Bell con las ganas de seguir adelante en su aventura.

-- ¿...?

Pronto sintió que su brazo era jalado a forma de juego, siendo esta Wiene quien sonreía con felicidad mientras se aferraba a él.

-- Bell, Bell, Bell.

Al parecer estaba tratando de llamar su atención, lo que se le hizo adorable. Ella realmente parecía solo una niña como cualquier otra.

-- Bien, bien, aquí estoy.

Le siguió el juego y acarició su cabello azul plateado, causando que Wiene se riera tiernamente.

Pero luego el calor lo invadió.

-- ¿Eh?

Fue en un descuido que las garras de Wiene se deslizaron sobre la piel de su brazo y la rasgaron.

Después de una sensación caliente, Bell sintió la humedad de su sangre correr por su brazo.

Fue una herida profunda.

[¡Maestro Bell!]

Ni siquiera Alvis había previsto un resultado como este.

-- ¡B-Bell-sama!

Cuando Haruhime lo llamó con terror en su voz, Wiene, que había estado mirando la sangre que escurría de sus garras a los dedos, tembló.



X X X



La forma de cambiar el escenario de uno alegre a uno trágico bien podría haber sonado como una buena broma de alguna mala historia, sin embargo, para Axela fue diferente.

Al momento de ver sangre perteneciente a Bell y la profundidad de la herida, un sistema de "ataque" o sexto sentido en ella se activó.

"¡¡¿Qué iba a hacer?!!"

Fue un milagro que lograra mantener la compostura, pero supo de inmediato lo que había pasado.

Inconscientemente estaba lista para eliminar a la amenaza que había lastimado a Bell, lo que la hizo aterrarse por el simple hecho de que fuera algo tan natural que incluso la haría atacar a alguien importante para ella como Wiene.

Obligó a que su sangre se enfriara y se acercó a Bell con la mayor tranquilidad posible.

También miró a Wiene, quien derramaba lagrimas mientras murmuraba que no había sido a propósito.

-- Ya está bien, para eso estoy aquí — le sonrió para tranquilizarla.

Antes de que Haruhime corriera por un botiquín de primeros Auxilios, la detuvo y le dijo que tomara a Wiene en lo que ella curaba a Bell.

-- ... Gracias.

Bell la miró, su brazo estaba cubierto de un rojo intenso, pero él seguía sonriendo mientras extendía su mano para curarlo.

-- Vamos, es algo sencillo para mí usar magia curativa.

-- No me refería a eso.

Axela sintió que su corazón se detenía.

-- Gracias por retenerte.

-- ... Te diste cuente, eh.

-- Soy tu novio después de todo, nadie te conoce mejor que yo.

Una sonrisa amarga se grabó en los labios de Axela, quien se sentía expuesta tan fácilmente ante Bell.

Se limitó a sonreír y curarlo en silencio, alejándose un poco al terminar. Recogió sus piernas hacia su pecho, rodeándolas con sus brazos mientras miraba la escena de Wiene acercándose a Bell.

Mientras la "chica" le preguntaba al peli-blanco si le dolía y este le decía que todo estaba bien, Axela descansó su cabeza entre sus rodillas.

La escena de Haruhime sonriendo con amabilidad mientras trataba de acariciar a Wiene la hizo sonreír, y luego miró fijamente a Bell.

La escena estaba tan cerca, pero para ella parecía tan distante.

"No he cambiado nada"

Por un segundo, se sintió excluida de este momento alegre.

Había sido hace mucho tiempo que no odiaba contar con el "sentido asesino" con el que fue criada.

Pero se mantuvo con una sonrisa mientras miraba a los demás, sufriendo en silencio. 



X X X





X X X



Más tarde, en una habitación insonorizada del <Gremio> para asesores y sus aventureros.

Como Axela había mencionado, Bell tenía una reunión con Eina, pero por supuesto, no era nada relacionado con el calabozo.

-- C-Como lo pensé, era para esto.

-- Fufu, no puedes culparme, últimamente no me has puesto tanta atención, Bell.

De alguna manera se sentía traicionado, pero no es que se quejara.

Estaba sentado en uno de los sofás de la habitación y Eina estaba a horcajadas sobre él, acariciando su pecho y dandole ligeros besos en los labios y mejillas.

-- ¿En serio está bien que usemos las salas del <Gremio> para esto?

-- Um, mientras nadie se dé cuenta no pasará nada. ¿No quieres hacerlo, Bell?

Que ella hiciera una cara de cachorro regañado dificultaba las cosas para Bell, así que resignándose a su destino, aceptó los caprichos de Eina.

-- Estoy en tus manos — murmuró.

-- Hehe, me gusta cuando eres sumiso~

Incluso alguien como Eina entendía que simplemente no podían hacer algo como "eso" en las habitaciones del <Gremio>, así que se deslizó hasta estar al nivel de la entrepierna de Bell.

Los botones de su traje de oficina fueron desprendidos poco a poco, dejando a la vista sus lindos pechos.

Formando una sonrisa coqueta y seductora, usó sus ágiles y delgados dedos para quitarle su cinturón y bajar el cierre de su pantalón.

¡Que su traje estuviera hecha con bordados de <Adamantita> no la detuvo!

Bueno, en realidad fue fácil porque él no se opuso, pero aún así fue increíble.

-- Ah, es tan grande...

Que hiciera comentarios atrevidos mientras lo "acariciaba" era extrañamente estimulante.

¿A caso esto era orgullo varonil por tener una "herramienta" de buen tamaño? Bell supuso que era así.

-- P-Por favor sé gentil.

-- Yo me encargo~

Antes de que se diera cuenta, sintió una gran calidez inundando a su "compañero". Por supuesto, se debía a la boca de Eina.

Era increíble que cada vez que lo hiciera fuera mejor, no había dudas de que Eina era alguien muy capaz cuando se dedicaba a algo en específico.

No le molestaba que siempre comenzara con un oral, ya que ella misma le confesó después de su primera vez que había sido lo que más le había gustado, de hecho, no le desagradaba en lo absoluto.

¡Después de todo Eina era muy buena con su trabajo oral!

¡Era como si su alma fuera succionada por esa linda pero a la vez erótica y lasciva semi-elfo!

Como sea, un instante después sintió la suave presión de los pechos de Eina abrazando a su "compañero".

Ahora comenzaba lo verdaderamente erótico.

Los pisos profundos terminaron por convertirse en una verdadera garganta profunda.



X X X



1 hora después.

Como Eina había dicho, 'mientras nadie se dé cuenta no pasará nada', así que ella misma se había detenido por voluntad propia para no levantar sospechas sobre sus actos con Bell.

Después de succionar hasta la última gota del "alma" de Bell y que Bell igual la complaciera en su zona baja, terminaron abrazados y acostados sobre el largo sofá.

-- ... ¿Podemos continuar esto en mi departamento?

¡Ella todavía no había tenido suficiente!

-- C-Claro.

En realidad, Bell se preguntaba si su abuelo estaría orgulloso desde los cielos.

Sonriendo ante esa idea, siguió acariciando el corto y suave cabello de Eina. Estaban acurrucados, así que mientras ella ronroneaba de felicidad al ser mimada, no pudo evitar preguntar.

-- ¿No ha habido alguna información?

Se refería a casos como los de Wiene, o rumores que se acercaran a la realidad de monstruos que hablaran.

-- Lo siento, no he podido encontrar algo que sea de utilidad. Wiene es realmente peculiar, los únicos casos que se le acercan a ella serían los monstruos que roban armamento de los aventureros.

-- ¿Monstruos que roban armamento?

-- Um, sí, son pocos los reportes que se han presentado al <Gremio>, pero los suficientes para que se tome como un caso de precaución y se emitan misiones de eliminación.

Bell pensó en las posibilidades con ayuda de Alvis mientras las manos de Eina acariciaban su pecho.

"¿Podrán esos monstruos tener la misma inteligencia que Wiene?"

[Es una posibilidad, Maestro Bell]

En estos largos 6 días, la noticia de monstruos robando armamento era la primera y única pista que tenía sobre "irregularidades" en el calabozo.

Sería una apuesta, pero Bell buscaría a esos monstruos mañana.

-- Ya veo, eres increíble Eina, esa información me es suficiente.

-- ¿E-En serio?

Ella parecía feliz de recibir un cumplido, y pese a tratar de ocultar su felicidad, el sonrojo que invadía sus orejas de medio-elfo la delataron.

-- Sí, gracias a ti podré descubrir más sobre el origen de Wiene.

Eran simplemente posibilidades, pero el simple hecho de que existiera una posibilidad era un gran avance.

Eina sonrió con suficiencia y se acurrucó mas en el pecho de Bell, luego preguntó.

-- ¿Cómo está Wiene? No he podido verla en dos días debido al trabajo. ¿No ha preguntado por mí?.

Como se había dicho, todas habían tomado cierto grado de cariño hacia la inocente e infantil Wiene.

Eina era una representación como la hermana mayor según Wiene, así que era de esperar que se preocupara por ella.

-- Está bien, antes de venir la dejé con Haruhime y Axela. Y sí, ayer en la noche preguntó sobre cuándo irías.

-- Mañana iré, o al menos eso espero, Royman se ha puesto más exigente con mis horarios. Haa, ni siquiera disimula su disgusto por los medio-elfo como yo.

Tuvo que ahorrarse sus comentarios.

Bell sabía que sí le decía a Eina que renunciara ella se negaría con un absoluto no, después de todo era muy dedicada a su trabajo.

-- No te presiones, podrás verla pronto. Le mandaré tus saludos.

-- Gracias, eso ciertamente ayudaría.

Después de eso, pasaron unos minutos más mientras disfrutaban del calor que cada uno emitía para el otro, entonces, con la mayor reticencia del mundo, Eina aceptó que ya era tiempo de que Bell se fuera.

Sabía que no era la única a la que tenía que visitar y también tenía entendido que Bell seguiría recabando información.

-- ¿Vendrás mañana para otra platica de los pisos profundos?

-- Haha, sabes que no puedo negarme a una petición tuya, Eina.

De pie a lado de la puerta de la habitación, Eina rodeó el cuello de Bell mientras que su cintura era rodeada por los fuertes brazos de su novio.

-- Es una promesa entonces~

No dudó en besarlo, robando sus labios y transmitiéndole su amor tanto como le fuera posible.

Un gemido suyo fue ahogado por el beso cuando sintió que su trasero era tomado por las manos de Bell.

Separando el beso, ella lo miró con una destello de lujuria en sus ojos verde esmeralda.

-- Vaya, vaya... ¿a caso quieres que me ponga exigente y te obligue a darme el servicio completo, Bell?

-- E-Ekk....... perdón.

Tuvo que disculparse por haber activado un interruptor en su novia, sabiendo que no podían hacer algo tan arriesgado en la propiedad del <Gremio>.

-- Hm, hm... te lo perdonaré si vas esta noche a mi departamento, ¿qué dices?.

-- S-Supongo que yo mismo me lo busqué, está bien, iré esta noche.

La sonrisa victoriosa en los labios de Eina fue en su mayor parte muy lindo, la pequeña parte fue demasiado seductora.

-- Okey, es una promesa.

Dio un otro beso, esta vez uno corto, y después de tomar la compostura de una asesora del <Gremio>, abrió la puerta de la habitación.



X X X



El sol ya estaba en su máximo punto, lo que daba entender que pasaba del medio día.

Caminando por las calles de la ciudad, Bell se detuvo frente a un establecimiento.

<La señora de la abundancia>.

El restaurante/bar donde trabajaba una de sus novias, Syr, o su verdadero nombre, Hörn.

Caminó a paso lento y subió las escaleras de madera en la entrada del local, empujando las puertas dobles y pasando al interior.

La campanilla que avisaba la llegada de un cliente sonó.

-- ¡Bienvenido-Nya! Será mesa para— ¡Oh, es el chico de cabello blanco-Nya! ¿Has venido a ver a Syr-Nya? ¡Deja le llamo-Nya!

Bell sonrió ante la animada bienvenida de Anya, luego dio un salto lateral sobre sus pies para esquivar un ataque desde atrás.

-- U-Uh... fallé otra vez-Nya.

Tirada sobre el suelo de madera estaba Chloe, quien había intentado tomarlo desprevenido y agarrar su trasero.

-- Hola, Chloe-san, puedo notar que no has cambiado. Axela te manda saludos.

Solo bastó con mencionar a su novia para que la cola felina de Chloe se pusiera recta por el miedo.

Era muy agradable intercambiar palabras con la cat-man, y sus reacciones cuando se mencionaba a Axela eran divertidas.

Después de todo casi moría a manos de Axela cuando por primera y última vez Chloe había logrado poner sus manos sobre ese jugoso y apetitoso trasero de Bell.

-- ¡Bell...! ¡Has venido a verme, qué alegría!

La escena del pasado de una Chloe rogando piedad a Axela desapareció de la mente de Bell cuando una voz muy familiar lo llamó.

Levantó su vista de la aterrorizada Chloe que seguía tirada de pecho contra el suelo y la llevó hacia la chica que corría hacia él.

Una linda joven sonriente con un traje de camarera color verde con un delantal blanco encima.

La diadema en su hermoso cabello gris recogido la hizo ver demasiado hermosa.

-- Hola— ¡¿e-ekk?!

Syr saltó hacia el sin siquiera permitirle devolver el saludo.

Su abundante pecho chocó contra su rostro y lo consumió en las profundidades de la suavidad.

-- S-Syr...

Su voz apenas y salía de entre los montículos de su novia.

-- Eh hehe, ¿subimos a la habitación? ¡Mamá Mia me dio un descanso!

-- S-Seguro...

Ella no se despegó de él, así que la tomó en sus brazos como a una princesa y cuidadosamente subió las escaleras hacia la segunda planta del lugar.

-- ¡Más te vale no tardar, mocosa!

-- ¡Entendido!

Ni siquiera el grito enfadado de Mia logró apaciguar la felicidad de Syr.



X X X



<Mansión del Terror>.

El sol se estaba ocultando.

Como Bell estaba tardando mucho en sus mandados y Wiene comenzaba a extrañarlo, Axela había sugerido jugar a las escondidas.

Fue bueno que Anna y Cassandra llegaran hace poco, pues se habían unido al juego donde Wiene podría dejar de pensar en Bell.

-- Um, ¿dónde se habrá metido?.

Axela miró por todos lados en una de las habitaciones de la mansión.

Era su turno de buscarlos a todos y, por supuesto, ya había encontrado a todas a excepción de Wiene.

No era algo sobre lo que presumiría, pero había utilizado su habilidad para localizar a las demás y así poder ganar fácilmente.

-- Pero ella no aparece en el pequeño rango de búsqueda que desplegué...

Tenía sus sospechas, pero en caso de que fueran reales, sería el peor escenario posible.

-- Por favor, por favor...

Extrañamente pidió que solo fuera su imaginación, y mientras extendía el radio de búsqueda de su habilidad hasta abarcar toda la propiedad de la mansión, su expresión se tornó complicada.

-- Wiene...

Dejó lo que estaba haciendo y corrió por los pasillos.

-- ¡Wiene, Wiene!

La pequeña niña dragón no estaba en la mansión, así que la única posibilidad es que saliera a buscar a Bell.

-- ¡Por favor, por favor...! ¡Wiene, por favor mantente a salvo!

No hacía falta mencionar lo que pasaría si una de las personas vieran a la "chica" caminar por las calles.

Wiene era ajena a todo lo exterior que no fuera el interior de la mansión.

-- ¡Chicas, Wiene ha salido del lugar! ¡Todas, comiencen a buscarla! ¡¡¡Ahora!!!

Dio ordenes a todas las que estaban en el lugar y sin perder un segundo de tiempo salió de la mansión, corriendo por las calles de la ciudad.



X X X



Nota: Si Wattpad la censura me mato. 



X X X



El ambiente acogedor y el aroma sutil de las flores inundó la pequeña habitación.

-- Ha, ha... ya estoy en mi límite...

-- ¡Ehh, pero si apenas es la primera ronda! ¿Será que no te gustó?

-- Por favor entiende mi situación, Hörn. Además, fue una ronda de horas...

-- Hmph... está bien.

De entre todas sus novias, Hörn era quien obedecía mas a Bell, o escuchaba sus súplicas. Era la única que lo entendía en su mayoría.

Pero al final Bell tuvo que cumplir el capricho de Hörn sobre convencer a Mamá Mia para que le diera el resto del día libre y pudiera pasarlo con él.

Para buena o mala suerte, Mia había accedido con la condición de que volviera mañana con todas sus novias a consumir.

-- Dime, ¿cómo está Wiene? ¿No me extraña, a mí, su madrastra favorita?

Como había pensado, ella también le preguntó sobre Wiene.

Syr, o Hörn, era junto a Kaguya de las más juguetonas con Wiene, quien alegremente aceptaba las bromas de sus "madrastras".

Además de que Syr tenía más experiencia tratando con los niños debido a sus visitas al orfanato de la madre María.

No era extraño que se llevara bien con Wiene y supiera cómo tratarla.

Fue, en esencia, una cuestión de tiempo para que todas se encariñaran con Wiene y lucharan por tratar de ser la mejor madrastra.

Con su cuerpo desnudo siendo apenas cubierto por la sabana blanca, ella lo miró con una expresión divertida mientras esperaba una respuesta.

Era hechizante, tanto su cuerpo como su sonrisa.

-- Sí, no muestra tristeza, pero está impaciente sobre tu próxima visita.

-- Heh, heh... tal vez regrese contigo a la mansión y aproveche para verla.

Su voz cantarina sonaba muy convencida, lo que hizo sonreír a Bell al considerar que no era una mala idea.

-- Eso sería agradable. ¿Qué tal si regresamos ahora?

-- ¡¿P-Pero y la segunda ronda?!

-- Hörn...

-- ¡Mooo, está bien, pero quiero que me lo recompenses luego!

Asintió varias veces a la rabieta de la joven peli-gris que mantenía su forma de "Syr", accediendo a las demandas.

Ella sonrió de felicidad y levantó su desnudo cuerpo del colchón, comenzando a vestirse lentamente para salir.

Bell hizo lo mismo, recogiendo su traje y comenzando a vestirse.

Solo bastó unos minutos y ambos estaban con sus respectivas ropas nuevamente, como si el acalorado y apasionado momento de antes no hubiese pasado.

Hörn tomó su brazo derecho y lo abrazó, caminando junto a él hacia la puerta y bajando hacia las escaleras para el primer piso.

-- ¿Hmm? ¿No hay mucho escándalo en las calles?

Bell fue el primero en notarlo.

-- Sí, ¿habrá pasado algo?

Hörn a su lado estuvo de acuerdo, ladeando la cabeza en confusión mientras caminaban por la calle hacia la mansión.



X X X





X X X



Jugaban a las escondidas, así que Wiene decidió salir a buscar a su "padre" que llevaba mucho tiempo escondido.

No había sido tonta y mucho menos ingenua, y siguiendo los consejos de su madrastra suprema (Axela) se aseguró de tomar una capucha que la cubriera por completo.

Ella corrió por las calles de la ciudad en busca de la cabellera blanca, pero por más que buscaba, no la encontraba.

Entonces, bajo un pronto anochecer, la "chica" comprendió la crueldad de la superficie.

No lo sabía, que su aspecto podría causar tanto miedo en la gente.

-- Bell...

Ni siquiera cuando susurró su nombre vino en su ayuda.

To be continued. 



Bueno, ahí tienen la manera en que maté dos pájaros de un tiro XD. 

Sería como "momento íntimo" + "menciones de cómo se encariñaron con Wiene", espero me haya quedado bien. 

A ver, el próximo capítulo será dejar a Wiene en el calabozo y su secuestro a manos de Dix, por supuesto, ya empezarán  los madrazos por todos lados. 

Van a morir mucho, de una vez digo que no le temo a la funa muahahaha

En fin. 

Buzón de sugerencias: 🧐🍷 

Buzón de amenazas: T.T

9, 300 palabras, Barrita fuera, Bye, Bye 👋🏻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro