Capítulo 43: Rage (parte 1).

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Ni modo, todo sea por mantener a salvo mi identidad xdxd. Lo siento, lo compensaré con creces para el próximo lunes xD.

Hmm, por qué parte 1? Obviamente, porque hay parte dos.... xdxdxd en mi mente si dio risa.

En fin, este capítulo es corto, pero espero lo disfruten como a los anteriores. 

Por cierto, ven la imagen de Riveria-sama en la portada del capítulo? Se la robé a Roxy en el mudae de discord jijijajaa.

Es todo chicos, por favor, disfruten esta humilde lectura plasmada con mis delirios.

Guionazo :3

.

.

.

El mundo se detuvo.

La risa maniática de Dix sonaba como trasfondo del escenario grisáceo. El rostro distorsionado de Bell y el confundido de Wiene predominaron sobre todo lo demás.

Protegida, o encerrada y sin escape de ese cubo creado por <Svalin Freyja>, Wiene pronto sintió calor.

Cada parte de su cuerpo derramó sudor.

-- ¿Bell...?

Ella inclinó la cabeza, murmurando suavemente el nombre del chico que corría hacia ella.

Parecía estar sufriendo, agonizando incluso.

Sus ojos parecían lamentarse tanto.

Wiene quería decirle que dejara de poner esa cara, que no le gustaba en absoluto. Ella prefería mil veces una amable sonrisa, una como las que acostumbraba a recibir del chico que la había salvado.

Así que, incluso mientras el escudo de <Svalin Freyja> desaparecía, Wiene le sonrió al chico que corría hacia ella.

'Si quieres una sonrisa, entrega una'

Recordaba perfectamente las palabras que Axela le había dicho en alguna ocasión durante su estancia en la superficie.

-- ¿...?

Pero Wiene se mostró aún más confundida.

¿Por qué Bell no sonreía? ¿Por qué comenzaba a derramar agua cristalina desde sus ojos inundados por la desesperación?

Tal vez Axela le había mentido.

-- ¡¡¡WIENEEEEEEEEEEEEE....!!!

Hubo una explosión.



X X X



Hubo un entendimiento mutuo entre amo y sirviente al mismo tiempo.

Coordinados de forma absoluta, Bell y Alvis supieron un segundo después que no llegarían a tiempo.

"¡¡Alvis, por favor!!"

Bell se sentía impotente.

Últimamente no hacía más que recibir ayuda de su habilidad o alguna de sus novias. Era patéticamente lamentable.

Pero desecharía sin dudar un solo segundo su orgullo si con eso Wiene fuese puesta fuera de peligro.

A él no le importaba su prestigio o reputación, siempre y cuando el final fuese bueno, todo estaba bien.

Por eso.

"¡¡Sálvala, a cualquier costo!!"

Por eso.

"¡¡Como tu amo, pido que concedas mí egoísta deseo!!"

Toda su fe.

Depositaría todas sus esperanzas en la compañera con la que fue bendecido desde su inicio en el mundo de las aventuras.

A su petición, Alvis respondió.

[Sus deseos son órdenes, maestro Bell].

El mundo se detuvo.



X X X



[Advertencia, iniciando transferencia de efectos en habilidad <Soberano de las llamas>].

[Re-formulando la estructura corporal del maestro Bell y Wiene, la joven ama. Analizando compatibilidad].

[Comprobado].

[Enlace confirmado].

[Advertencia. Iniciando proceso de transferencia sobre efectos de habilidad].

[Intentando transferencia de efectos].

[Intento fallido].

[Reintentando].

[Intento fallido].

[Reintentando].

[Intento fallido].

[Reintentado].

[Intento falllido].

[Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido] [Reintentando] [Intento fallido].

[Advertencia].

[La habilidad de soporte, Alvis, <Rey del conocimiento>, sacrificará la habilidad <Soberano de las llamas> e intentará transferirla completamente al objetivo].

[Realizado con éxito].

[La habilidad <Soberano de las llamas> fue transferida a Weine, la joven ama].

[Operación exitosa]

[Se iniciarán los efectos de <Soberano de las llamas> en Wiene, la joven ama]

[Operación exitosa]


X X X

XD, muchos sabrán de dónde tomé la idea xdxd, y sí, guionazo Bv solo tuve que sacrificar soberano de las llamas y listo.

X X X



El tiempo volvió a la normalidad.

-- Q-Qué...

Dix, quien estaba a una distancia considerable de Bell y Wiene, se quedó pasmado ante la escena frente a él.

La chica dragón había sido consumida por las llamas, tragada por completo en la explosión llameante que incineraba todo a su alcance.

¿Sin embargo, por qué el cuerpo de esa chica seguía intacto?

¿Por qué no se redujo a simples cenizas?

Solo sus prendas habían sido quemadas, sin embargo, se detenía ahí. Su cuerpo blanco azulado estaba intacto.

Paralizado al no comprender nada de la situación, Dix se quedó sin palabras mientras observaba cómo Bell llegaba a lado de Wiene, cubría su cuerpo con el saco de su traje de batalla y la abrazaba con fuerza.

El chico sollozaba.

Se notaba el gran alivio y felicidad en su rostro adornado por una grata sonrisa.

El tiempo se volvió relativo mientras se encerraba en ese pequeño espacio de privacidad donde agradecía a Alvis mentalmente.

Un instante después, cuando Wiene comprendió lo que había sucedido, Bell dejó de abrazarla y se levantó después de acariciar suavemente el cabello azul plateado.

Ahora era la pequeña chica dragón que presentaba indicios de querer llorar.

-- Perdóname, he roto nuestra promesa.

Bell pasó directo a una disculpa.

La suave voz varonil que escapaba de entre sus labios llegó a los alargados oídos de Wiene. Ella se acercó y abrazó las piernas de Bell, sollozando sobre la tela del pantalón negro azabache.

-- Todo estará bien, no llores. Papá se encargará del tipo malo, ¿de acuerdo?

Los ligeros sollozos acompañados de moqueos infantiles siguieron sonando. Wiene había asentido en confirmación, aferrándose con más fuerza a las piernas de Bell antes de por fin soltarlo.

Ella alzó la vista y conectó sus ojos con los de Bell.

El rojo rubí brillante la miraba con gran cariño y amabilidad. Esa grata sensación la rodeó desde todas direcciones y la hizo sonreír.

Su infantil rostro lloroso fue adornado por una linda e inocente sonrisa.

-- Suerte, Bell — dijo ella.

Fue casi cómico.

La forma de decirlo y el tono usado, ahora sonaba inusualmente despreocupada de lo anterior experimentado y más enfocada en la seguridad de Bell.

-- Gracias, necesitaré tanta como sea posible. Ahora, andando, ve a esa esquina. Ahí no correrás peligro alguno, yo te estaré protegiendo.

-- *Asentir*.

Bell observó cómo Wiene retrocedía un par de pasos sin dejar de mirarlo, luego dándole la espalda y comenzando a correr hacia el lugar indicado.

Con una sonrisa aliviada, Bell extendió la palma de su brazo derecho hacia Wiene e inmediatamente fue protegida por la magia <Svalin Freyja>.

Seguro de que Wiene estaba fuera de peligro, Bell dejó de darle la espalda al enemigo que tendría que desterrar del mundo de los vivos y lo encaró.

La distancia era considerable, pero la sola mirada furiosa del chico de cabello blanco parecía tenerlo a centímetros de él.

-- Pagarás por esto, <Hazer>.

El round 2 había comenzado.



X X X



No quise entrar a detalle en esta pelea, ya que no es para nada revelarte en la historia. Al menos no esta, ya que la segunda si xdxd




X X X



-- Belou-chan, ayuda a Dix.

-- Como ordene, Thanatos-sama.



X X X



Entre líneas.

¿Por qué terminó de esta manera?

¿De verdad, no había otro camino? Uno que no escurriera ríos de sangre.

Anhelaba una opción que resultara en distintos escenarios, no importaba cuál, solo que no fuera el actual.

¿De verdad, sigo siquiera queriendo ser un héroe? Mis manos manchadas del color rojo sangre me confundían.

Una vez más.

-- Tía...

Y otra vez más.

-- Tía....

Seguí matando.

-- Ayúdame.

Imploré hacia la mujer cuyo nombre no recordaba mientras las gargantas de mis enemigos se transformaban en fuentes de sangre.

La lluvia roja floreció.

La llovizna cubrió el blanco de mi cabello y lo adornó con un rojo intenso que combinaba con mis ojos.

Mi espada cayó un segundo después.

Alguien me había abrazado por la espalda, susurrando una vieja y nostálgica melodía cerca de mi oído.



X X X



¡¡¡R-ROOAAAAAAAAAAAAARRR....!!!

Resonó un rugido por la extensa habitación de Knossos.

Era feroz y sin la mínima pizca de cordura.

-- .... ¿W-Wiene...?

Bell detuvo sus movimientos.

Su batalla con Dix Perdix llevaba alrededor de 15 minutos, y estaba a punto de dar el golpe final.

Por supuesto, al no tener <Soberano de las llamas>, ahora ya no tenía inmunidad al fuego y no tenía el control absoluto sobre sus propias llamas.

Sin embargo, esa no era la única buena habilidad que tenía.

Había usado casi todo su arsenal, reservando su carta de triunfo solo en caso de emergencias.

Con ayuda de Alvis, que manejaba perfectamente todas las habilidades y estadísticas de Bell, había infringido un gran daño en Dix.

Entonces, solo en ese momento donde el filo de la <Espada Maldita> estaba por rasgar el cuello de Dix, Bell se detuvo abruptamente de un momento a otro.

Le dio la espalda a Dix, que estaba tan mal herido que apenas podía mantenerse de pie, y observó hacia la esquina donde ella debería de estar.

"El escudo..."

La supuesta esquina protegida por su magia en realidad estaba desolada. Ni el mas leve rastro de magia se percibía ahí.

Y lo mas importante, Wiene tampoco estaba en esa esquina, donde se suponía, estaría a salvo.

-- Tiempo sin vernos, Bell Cranel. ¿O debería decir <Rey sin corona>?

En cambio, estaba un hombre de media edad, tal vez por sus 25 o 27 años.

El cabello dorado, los ojos verde brillante y la sonrisa perversa fue fácilmente identificada por Bell.

-- Tú... eres de la <Familia Thanatos>.... ¿qué haces aquí?

-- Solo sigo órdenes, nada tan importante.

Bell estaba escéptico.

Estaba intercambiando palabras con Belou Hipnos, capitán de la <Familia Thanatos>, pero, al mismo tiempo, sus ojos analizaban cada parte de la habitación.

Estaba buscando a Wiene, como si fuese de forma inconsciente.

Su pánico fue naciendo y creciendo con forme pasaban los segundos sin poder encontrarla.

-- ¿Dónde... está?

Necesitaba ayuda, sin embargo, Alvis estaba preparando un total contraataque en caso de que la pelea se convirtiera en un dos contra uno.

Por eso, Bell preguntó directamente.

Sin rodeos o segundas intenciones, él caminó hacia Belou a paso lento. Se podía observar cómo sus facciones se distorsionaban por cada paso que daba y no le contestaban la pregunta.

-- Te estoy preguntando, ¡¡¡¡¿DÓNDE ESTÁ?!!!!

-- Oh~

En un parpadeo, la lenta caminata se convirtió en una feroz carrera de velocidad. La armadura eléctrica que cubría su cuerpo soltó destellos hacia todos lados y cubrió la hoja de la <Espada Maldita>.

Empuño la espada con ambas manos y las elevó por encima de su cabello. Tanta era energía mágica reunida en el filo color negro azabache que causaba distorsiones en el aire.

-- ¡¡¡¡DIME DÓNDE ESTÁ, MALDITOOO!!!!

La espada descendió.

El aire fue cortado y el piso de concreto hecho trizas tras el fuerte impacto cargado de magia y fuerza bruta.

-- ¡Hahaha, oye oye oye! ¡Trata de calmarte, <Rey sin corona>! ¿Está bien que luches conmigo mientras que tu querida monstruo está en la superficie?

Otro corte de espada partió el aire, y este mismo se detuvo cuando las palabras se procesaron correctamente.

-- ¿Qué?

Los ojos de Bell se abrieron de par en par.

Sentía que su respiración de atoraba en su garganta y se negaba a salir correctamente. Su ritmo cardíaco se aceleró.

Sus pupilas dilatándose enfocaron la sonrisa perversa que Belou mantenía en sus labios. Parecía tan despreocupado incluso después de haber esquivado con facilidad los anteriores ataques.

-- Eres un poco lento, huh. Te digo que, ella, está en la superficie. Mira, la dejé ir por ahí. Kuku... ¡kukufufufu...!

-- ........................

La vista de Bell se enfocó en el pasillo que Belou señaló. Fácilmente pudo detectar el rastro de algo deslizándose sobre los adoquines de concreto.

"¿Deslizándose....?"

Sudor frío comenzó a recorrer su espalda.

El mal presentimiento aumentó, tenía la sensación de estar perdiendo poco a poco la razón. La palma de la mano con la que empuñaba su espada ardía.

Era similar a estar recibiendo algún tipo de extraña energía.

[Maestro Bell, esto es malo.¡¡Por favor, apresúrese!!]

Tras un segundo, Alvis gritó con angustia.

Ella estaba detectando alteraciones en el estado mental de su maestro, al igual que en su cuerpo físico.

Sin embargo, se vio obligada a ignorar todo eso y prestar total prioridad a la seguridad de Wiene. 

-- Por favor, no.

Las palabras de Bell se quedaron flotando en el aire.

Su cuerpo había desaparecido, y el concreto bajo sus pies había explotado por la repentina aceleración y despegue potenciado por la magia de rayos.

El joven atravesó el pasillo indicado y emergió a la superficie en busca de Wiene.



X X X



El mundo dejó de ser oscuro para ella.

-- U-Uhg... me lleva, mi cabeza parece estar a punto de explotar.

Axela, la joven oriental que había sufrido una unilateral derrota contra Asterius, levantó la parte superior de su cuerpo sobre la tierra destrozada.

Sentía un dolor infernal con solo respirar, y parecía que miles de agujas venenosas estuviesen perforando cada poro de su piel por cada mínimo movimiento qué hacía.

-- D-Demonios, necesito un poco de alcohol...

Llevó su mano derecha, la que había sido arrancada por el simple hecho de bloquear un ataque de Asterius, a su frente.

Cerró sus párpados con fuerza y se quedó inmóvil durante varios minutos. Poco a poco reguló el ritmo de su respiración, ritmo cardiaco y transpiración corporal.

-- Mucho mejor...

El dolor disminuyó notablemente, pero el entumecimiento seguía presente.

Ya con la suficiente confianza para poder pararse, se puso de pie. Ella observó su alrededor con una ligera mueca de dolor.

Lo mas destacable ante la vista era el cráter que dividía el mar de árboles. No tuvo que pensar demasiado para saber qué había hecho ese cráter.

El dolor de todo su cuerpo le decía toda respuesta.

-- Ese maldito toro... juro que lo mataré.

Los ojos de Axela brillaron con genuina intención asesina y sed de sangre.

Pese a no aceptarlo frente a nadie mas que Bell, ella era una persona que odiaba perder. No le gustaba, lo detestaba con toda su alma.

Sabía que volvería a ver a ese minotauro negro, y se aseguraría de partirlo en dos la próxima vez.

Poco le importaba si era o no un Xenos, Axela solo estaba interesada en ajustar cuentas.

"Dejó en muy mal estado el cuerpo que con gran esfuerzo, sudor, sangre y lágrimas; esculpí para mi Bell. No tiene perdón de dios"

En realidad, tal vez sus motivaciones podrían ser variadas, pero todo terminaba en lo mismo: Matar a Asterius.

"Por otro lado..."

Dejando de lado el tema de su venganza, Axela siguió explorando todo el piso 18, o más bien las ruinas del piso 18.

Había tantos aventureros inconscientes que ni siquiera ella sería tan cruel como para dejarlos aquí a merced de los monstruos que subieran o bajaran de piso.

-- No tengo opción. Bell, confío en ti, aguanta hasta que llegue.

Diciendo tales palabras con un tono bajo, Axela levantó su <Katana> y la enfundó. Luego, rápidamente se dirigió hacia la primer persona que curaría.

-- Esa Elfo es la mas fuerte, me servirá.

La pequeña aventura de una Axela enfermera atendiendo y curando a los heridos comenzó, cosa que la misma enfermera deseaba que acabara.

Ella solo quería regresar a la superficie y confirmar que todo estuviera bien.

Y por otro lado, quería reunirse con Bell. Así podría eliminar el mal presentimiento que oprimía su pecho.



X X X



Había estado llena de nervios desde el inicio.

Desde el momento en que Bell me acompañó hasta la <Mansión Crepúsculo> después de haber compartido una noche íntima de pareja, hasta el actual, donde me encontraba patrullando en las calles de Dédalo.

Finn había dado la orden de vigilar esta área, y yo partí hacia al oeste junto con Aizu.

Tione y Tiona en el este.

Bete y Gareth en el sur.

Y Finn al norte.

Estábamos cubriendo el mayor terreno posible, confiando en el instinto de Finn que le advertía sobre malos presagios.

Nadie se había negado o siquiera protestado, ni siquiera yo, que mantenía mis dudas sobre las intenciones de Finn hacia Bell, mi pareja.

-- En serio, ¿qué es todo lo que está pasando?

Naturalmente, fue Wiene la primera en venir a mis pensamientos. El simple hecho de que ella estuviese en peligro me estrujaba el corazón y las ganas de llorar me invadían.

Sin embargo, me había obligado a mí misma a dejar de ser tan pesimista. Me convencí firmemente que solo se trataba de una irregularidad mas en el calabozo.

Por supuesto, me preocupaba demasiado por Bell, que había sido enviado junto a la <Famlia Ganesha> a subyugar a los monstruos en el piso 18.

"Pero la señorita Axela nunca se quedaría de brazos cruzados, es imposible que no lo haya seguido"

Estaba muy al tanto sobre la obsesión que la señorita Axela mantenía sobre Bell, y aunque ella lo llamara amor incondicional, bien podría ponerse en debate.

Debido a esa obsesión protectora, estaba completamente segura que mientras se mantuvieran juntos, nada les pasaría.

"Aunque..."

Una ligera idea surgió en mis más profundos y escondidos pensamientos.

No le deseaba ningún mal a la señorita Axela, pero era muy obvio que si ella se marchaba, yo sería la favorita de Bell.

*¡sacudir, sacudir!*

"¡¡Deja de pensar en la muerte de la señorita Axela!!"

Naturalmente, después de entender lo peligroso de mis pensamientos, me reprendí a mí misma.

Este no era el comportamiento digno de una princesa élfica, para nada. Justo cuando pensaba en eso, mis pensamientos me traicionaron una vez mas.

"Aunque mi forma de actuar con él en la cama tampoco es el comportamiento digno de una princesa élfica..."

¡Bastaaaaa...!

¡Por favor, deja de pensar en esas cosas, Riveria Ljos Alf!

Tomé mi cabeza con ambas manos y la sacudí violentamente de izquierda a derecha. Trataba de eliminar el sonrojo que invadía mis mejillas.

-- ¿Riveria, estás bien...?

Las palabras confundidas y ligeramente preocupadas de Aizu, que patrullaba conmigo, me trajeron de regreso a la realidad.

Tosí disimulada y elegantemente, luego respondí con el mismo tono de voz que usaba con ellos.

No podía simplemente hablar de forma acaramelada, justo como lo hacía con Bell.

-- S-Sí, solo recordé un chiste. No es nada.

-- ¿Un... chiste?

Que ella ladeara la cabeza en completa confusión me hizo soltar un suspiro.

-- .... Olvídalo — murmuré.

No obtuve insistencia por su parte, de hecho, seguimos caminando un par de minutos más mientras vigilábamos que todo estuviera en orden.

Fue en ese momento que lo escuché.

A tan solo unos metro de distancia, una pared fue destruida y un monstruo emergió de entre los escombros y el polvo.

Medía alrededor de 2 metros y medio, tal vez mas, no estaba muy segura debido al shock que me invadió.

Mi mente quedó en trance al momento de ver la apariencia de del "monstruo".

"No puede ser..."

Ella estaba rugiendo ferozmente, pero no me causaba ningún tipo de intimidación. Era algo más profundo.

Un grito de lamento.

"Por favor, no..."

—¡¡¡W-WOOOOAAAAAARRRRR....!!!

El llanto de mi hija.

-- .... ¿Wiene?

El mundo se detuvo ante mis ojos.

To be continued. 


Chicos, me estoy muriendo de sueño. 

Literal, ayer domingo me dio insomnio y no pude dormir mas que dos horas, luego entré a trabajar a las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde, es un maldito infierno xdxd.

En fin, estoy por caer sobre la cama, pero no sin antes decir...

Espero les haya gustado, lo sé, demasiado corto comparado con todos los capítulos de la historia, pero como dije, mi identidad corría peligro. 

Por eso, los compensaré para el próximo lunes. Ya no tengo pendientes por hacer, después de todo xd

Es todo, Barrita fuera :3 

Fueron 3 mil palabras Bv

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