Prólogo: El inicio del final.

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Comienzo de edición de capítulos debido a la pésima ortografía de esos tiempos xd. Literalmente es un bodrio. 

Siempre me retuve debido a la posibilidad de que se eliminaran los comentarios del capítulo, cuyo disfrute es el mayor entre mis pasatiempos, pero ya es hora de arreglar esta historia, la cual tiene todo mi cariño. 


X X X


Estoy en ese "sueño" otra vez. 

Lo digo así ya que no tengo ni idea si en verdad es uno o solo es mi cabeza jugando con mis recuerdos y haciendo una broma de mal gusto.

Estaba junto a "esa persona" otra vez caminando lado a lado conmigo, tomando mi mano y yo la suya. 

"Es tan cálida"; pensaba cada vez. 

De su tacto irradiaba un sentimiento de seguridad y una calidez acogedora. 

-- Pon atención, Bell. 

Su voz llegó con un tono triste y desolado, lleno de dolor y sufrimiento. 

Nunca me agradó ese tono, ya que me hacía saber que sus palabras no serían agradables.

-- No me queda tiempo. No tarda en llegar el día en que nos separemos. 

Me dolía el pecho. 

Quise gritarle que se detuviera y no dijera tales cosas, pero un nudo en mi garganta me lo impedía. 

Como si ella supiera eso, me miró con ojos suaves y calmó con un tono de voz igual de suave y dulce. 

-- No temas, siempre y cuando no me olvides, yo estaré contigo, justo aquí.

Su dedo tocó mi pecho, y entonces el dolor desapareció. La sensación de ese dolor estaba grabada en mi ser, pero su tacto lo eliminaba completamente. 

Cuando vio que mi pequeño yo lucía mas tranquilo, esa persona continuó.

-- El mundo necesita un héroe. El caos reinando estos tiempos debe cesar. Nosotros fallamos, y es algo que no me deja dormir por las noches.

Dirigió sus palabras al viento, lamentándose mientras su cabello danzaba sobre el campo de trigo dorado. 

Viendo su perfil desde abajo, tuve la sensación de ver lo más bello del mundo. 

¿Que por qué tuve solamente la sensación? En realidad, no podía ver a esa persona. Todas las veces que este recuerdo asaltó mi sueño eran iguales. 

Su rostro estaba distorsionado y su cuerpo parecía una silueta.

-- El día que parta, sigue tu camino y no te lamentes. No sufras, no llores. Perderás cosas en el trayecto, pero aún así, aunque te destroce el alma, sigue caminando, sigue corriendo y no pares.

-- Y-Yo...

-- Lo sé, no tiene sentido que te lo diga ahora ya que lo vas a olvidar, pero recuerda... no tengo tiempo, Bell.

Tuve el presentimiento de que esa persona estaba llorando. No podía verlo, pero podía sentirlo.

Aún viendo su perfil desde abajo, esa persona llevó su mirada hacia la mía. La sensación de tristeza que emanaba se deshizo en ese momento e inmediatamente desprendió amor.

-- Tal vez me olvides, también estas palabras y el tiempo que pasamos juntos, todo eso está bien, lo tomaré como castigo por haber fallado. Sólo prométeme una cosa, Bell. 

-- Hagas lo que hagas, no falles. El camino que elijas, recórrelo firmemente.

-- Mhn.

Di un leve asentimiento con la mirada caída y esa persona desordenaba mi cabello con su cálida mano. 

Me atrapó la cómoda sensación de estar completamente seguro. 

Bell...

Entonces escuché una voz completamente diferente murmurando mi nombre. Esa persona pareció notarlo, y mientras sonreía, habló suavemente. 

-- Parece que te llaman. Es momento de que continúes tu camino y dejes de mirar hacia atrás, hacia mí.

Cuando dijo eso, el dolor regresó a mi pecho. Siempre regresaba. 

La persona que tomaba mi mano tenía ese poder sobre mis emociones. Era tan preciso que podía considerarse aterrador. 

Bell, despierta...

Nuevamente, la voz ajena murmuró mi nombre. Un mal presentimiento se adueñó de mí. 

-- Hm, parece que hay alguien a quien le importas además de ese viejo senil, Bell.

Con las mejillas rojas, lo negué. 

Mi voz se sintió forzada al salir en lo que era un balbuceo lamentable.

-- N-No es así, ella solo se molesta y me golpea porque no ayudo en el huerto...

-- Mh, mh, lo que digas, entonces. Por cierto, espero que no seas igual a ese vejete y sigas siendo como eres, ¿entendido?.

La sensación que invadió mi cuerpo hacia su advertencia me hizo sudar frío. Inmediatamente asentí frenéticamente. 

-- ¡S-Sí!

-- Bien, buen chico. Ah, y una cosa mas...

Mientras detenía su hablar, dobló sus rodillas para bajar a mi altura y darme un abrazo. Fue cómodo, agradable y cálido. 

Fuerte pero sensible, con lamento y dicha al mismo tiempo. 

Los sentimientos y emociones que desataba un simple abrazo de esta persona me daba la certeza absoluta de que era alguien muy importante para mí. 

Cuando sentía que el tiempo perdía sentido entre sus brazos, su voz soltó un murmullo cargado de amor. 

-- Sé un héroe, Bell. Si así lo deseas, sé que lo conseguirás. Serás el héroe mas genial que haya existido.

¡¡BELL, DESPIERTA!!

-- Y por favor, que tu corazón no me olvide...

Sus últimas palabras se desvanecieron justo al momento donde esta persona desaparecía y el espacio a mi alrededor colapsaba.

Desperté un segundo después. 

                                                                                         


X X X


Mis párpados temblaron por el ardor de abrirlos rápidamente. Miré frenéticamente hacia todos lados mientras mí respiración acelerada se calmaba poco a poco. 

"Ese sueño otra vez..."

Llevé mi mano a la frente, y solo entonces noté que estaba sudando. Casi parecía que, en vez de un sueño, había tenido una pesadilla. 

Dejé caer mi cuerpo sobre el colchón y mi vista cansada se fijó en el techo desgastado de la cabaña donde vivía con mi abuelo. 

No podía llamarlo completamente un "cuarto propio" debido al hecho de que estaba justo al lado de la sala de estar. Tampoco podía quejarme, ya que tener un techo para refugiarse de la noche era suficiente para estar agradecido. 

Mas aún teniendo en cuenta que el pueblo, ubicado al pie de las montañas, estaba muy alejado a cualquier establecimiento humano. Tener cobijo y refugio de los monstruos errantes de la superficie ya era una fortuna en sí. 

"La luz del sol..."

Fruncí el ceño ante la molestia de la mañana. Ya era un día más en el que debía esforzarme en el huerto.

-- Bell....

-- ¡¿...?!

Entonces, una voz de ultratumba llegó a mis oídos. Inmediatamente giré la cabeza para ver al origen de la voz, y mis ojos se encontraron con otro par de ojos fruncidos en molestia. 

-- ¿Sabes qué hora es, Bell?. 

Al verla, sonreí nerviosamente. 

Sus ojos, de un hermoso color verde agua con fondo cristalino, desprendieron un sentimiento hostil que hizo temblar mis huesos. 

-- B-Buenos días Axela-san, veo que estás igual de linda como siempre...

Mis elogios directos como sistema de defensa actuaron de inmediato para mi supervivencia. Nunca era bueno hacerla enojar más de lo que ya se veía. 

-- ¡¿L-Linda?!

Esta linda chica que me miraba con una furia adorable era Axela Ogara. Mi amiga mas cercana en el pueblo, así como la persona conocía desde hace ya unos 7 años. 

Siempre pasaba tiempo con ella todos los días, y su ayuda en el huerto de mi abuelo era imprescindible.

Su edad me superaba por 3 años y su estatura rebasaba por un poco la mía. Su carácter era bastante famoso en el pueblo, pero no era una mala persona. 

Ayudaba siempre que podía, y a pesar de no ser buena en ello, daba una sonrisa a todos los aldeanos. 

Era amable a su manera, aunque menos conmigo. 

-- ¡¡D-Deja de decir estupideces y levántate, conejo pervertido!!

-- ¡Ack...!

Roja hasta las orejas, me dio un golpe. 

La fuerza que usaba a menudo me hacía pensar que bien podría romperme un par de costillas uno de estos días. 

Aunque dejando de lado su carácter conmigo o los demás, era una chica que representaba la palabra "belleza". 

No sería exagerado decir que era la chica más hermosa que había visto en mis 14 años de vida. 

Su cabello negro y brillante como la obsidiana caía como cascadas sobre sus hombros y espalda, y sus iris color negro azabache adornando sus ojos verde agua con fondo cristalino. 

Parecía la representación exacta de la noche en luna llena, adornando con una fría luz la basta oscuridad en el cielo. 

Su piel blanca adornada con matices rosados encarnaba la belleza de los atardeceres. Y luego estaban sus labios, mismos que parecían ciruelas de algodón en plena maduración. 

Barrita: Las ciruelas de algodón son las siguientes, para que se den una idea del color.

-- ¡No soy un conejo! 

-- ¡¿Entonces sí eres un pervertido, conejo pervertido?!

Refuté, pero ella regresó tal cosa con un grito histérico y avergonzado mientras cubría su cuerpo con ambos brazos y lanzaba un patada hacia mí. 

Había olvidado que cada vez que la elogiaba su reacción era molerme a golpes, y si trataba de defenderme, también me molía a golpes. Aunque gracias a eso podía sentir la suavidad de su piel. 

Espera, ¿no era esto el masoquismo del que tanto hablaba el abuelo? ¡No, no, no! ¡Imposible! ¡No era un pervertido que disfrutaba de los golpes de una linda chica!

-- ....

-- ¡Di algo!

-- ¡No importa lo que diga, seguirá diciendo que soy un pervertido!

-- ¡Porque lo eres, conejo pervertido!

No había manera de ganarle cuando su cordura era reemplazada por su vergüenza. Era linda cuando se sonrojaba, pero eso conllevaba a ser golpeado y difamado como un pervertido cada 5 minutos. 

-- V-Vamos a calmarnos, ¿sí? ¡La violencia nunca es la solución, Axela-san!

-- ¡Hmph! Bien, ¿pero qué tienes que decir en tu defensa?.

-- .... ¿Defensa?. 

Cuando por fin creí que estábamos por llegar a un acuerdo mutuo de no agresión, sus palabras me hicieron inclinar la cabeza en confusión.

¿De qué hablaba? Tampoco podía pedir perdón por ser golpeado sin motivo alguno y tan temprano. 

Al momento que iba a mencionar eso, su voz ya calmada entonó. 

-- Obviamente hablo de que es tarde y no has ayudado en el huerto, estúpido albino.

Sudor bajó por mis sienes mientras una sonrisa nerviosa se formaba en mis labios. Tontamente, pregunté.

-- ¿Q-Qué hora es...?.

-- Las 10:00 am, tonto. Se supone que hoy iban a cosechar desde las 6:30 am.

-- No puede ser..., ¿me quedé dormido? ¡¡Ahhg!!

Revolví mi cabello al mismo tiempo que me ponía de pie. 

Definitivamente sería la burla para el abuelo después de jactarme la noche anterior de que cosecharía más que todos. Debía ir al huerto tan rápido como pudiera antes de que terminaran la cosecha. 

Había esperanza.  

-- ¿Por qué te quedaste dormido? Es muy raro que te pase. 

-- ¿Ah? Bueno, al parecer tuve un sueño raro y no me de-

-- ¡Seguro estabas soñando con mujeres, pervertido! 

-- ¡¿Cómo diablos llegaste a esa conclusión?!

-- ¡Cállate, pervertido! ¡Estabas soñando con mujeres, ¿cierto?! ¡¿Serás igual a tu abuelo, que se la pasa coqueteando con todas las señoras del pueblo?!

-- ¡C-Claro que no! ¡Deja especular sin pruebas!

Esto era malo, ¿a caso descubrió mi sueño de ser el rey del harem?.

"No, tranquilo, Bell. ¡Ni siquiera el abuelo lo sabe, así que ella no debe saber nada!"

Cuando esos maravillosos pensamientos llegaron a mi mente, Axela-san me miró con desprecio y asco mientras hablaba. 

-- Bell, ¿qué crees que balbuceas dormido las veces que he venido para jugar?. 

-- ¿Q-Que seré el mejor A-aventurero...?

-- .... 

Su silencio no indicaba nada bueno. Necesitaba salir de este lugar antes de ser masacrado unilateralmente.

-- L-Lo siento Axela-san, necesito apurarme para ir y ayudar en el huer-

-- Hace media hora que acabaron, no quieras cambiar de tema.

-- ¡¿Entonces para qué viniste a despertarme si ya todos acabaron?!

Un mal presentimiento me invadió. Debía escapar, o hacer que de alguna manera se olvidara de las cosas.

-- Dime, Bell. ¿Sabes qué balbuceas cuando estás dormido...?.

Dio un par de pasos al frente e inclinó su cuerpo hacia mí. Su bello rostro bajó hacia el mío, entregándome una mirada aterradora. 

Con el miedo estrujando mi corazón, hablé.

-- A-Axela-san, necesito cambiarme. No creo... que quieras verme sin camisa. 

Su rostro se puso rojo como un tomate casi al instante. Sus ojos reemplazaron la aterradora mirada con una avergonzada.

-- ¡C-Claro que no, idiota! ¡Estaré afuera, ¿okey?! ¡Tenemos que ayudar para el festival, así que no se ocurra escapar!

-- ¡E-Entendido!

Solté un suspiro de alivio cuando se dio la vuelta y corrió fuera de la cabaña. Podía sentir cómo mi alma regresaba a mi cuerpo.



X X X



Con un lindo puchero en sus mejillas, Axela tomó asiento sobre la escalera de tres escalones que conectaban con el pasillo de la cabaña. Los rayos del sol bañaban su cuerpo, otorgándole cierta calidez contra el frío de la mañana. 

"Hmhp, estúpido conejo. ¿Querer un harem cuando ya me tiene a mí? ¡Es un idiota!"

Toda su cara estaba roja, y su corazón palpitaba alocadamente. Había salido despavorida luego de que Bell mencionara cambiarse de ropa, y a pesar de negarlo firmemente, en realidad deseaba verlo sin camina. 

"Ya lo he visto, pero..."

Sus emociones se alborotaron al recordar las muchas veces en donde se bañó en el río con Bell. La sola imagen donde su abdomen era mojado y revelado la hizo soltar humo por la cabeza. 

"¡N-No pienses eso! ¡Se supone que estoy molesta por sus sueños desvergonzados y pervertidos!"

Reemplazó la vergüenza con enojo y celos. 

Siempre madrugaba y embellecía para Bell, por lo que encontrarlo balbuceando entre sueños cosas como: "Ehehe, seré el rey del harem...", o "Tranquilas, no se peleen por mí...", le hacía perder los estribos. 

Le era imposible esconder los celos que afloraban desde lo profundo de su ser, pero tampoco era capaz de confesar su amor secreto por Bell. 

"No es como si me gustara, nadie podría enamorarse de un conejo pervertido. Hmph, al final, no tendrá su harem y seré yo la que lo consuele".

Sus pensamientos eran contradictorios, pero sus emociones genuinas. Su carácter era, en esencia, el de una Tsundere. 

La forma en que tomaba sus mejillas con ambas manos mientras hacía movimientos de izquierda a derecha con una sonrisa tierna tampoco iba acorde a sus pensamientos.

Actuaba como un joven, pero su cuerpo esbelto presumía de una madurez seductora que le costaba ocultar. 

Pechos grandes, un trasero redondo bien formado, abdomen plano y caderas curvas que atraerían la atención de cualquiera. Por eso mismo hacía su mejor esfuerzo en vestir correctamente, y sutilmente mostrarlo solo a Bell.

Barrita: Mira nomas, cosa bonita, cosa bien, cosa hermosa.

Ahora, volviendo al asunto, Axela estaba claramente entusiasmada que el rol de juntar leña para la hoguera del festival hecho una vez al año le tocara a Bell y a ella. 

El Tenjin Matsuri, o festival de los dioses, consistía en armar un hoguera, preparar un gran banquete junto a danzas ceremoniales dedicadas a las deidades que descendieron del mundo superior. 

Las oraciones para las buenas cosechas del año siguiente no podían faltar.

Entre Bell y ella debían recolectar la madera suficiente para que la hoguera ardiera durante al menos 7 horas, y al tener la actividad en pareja, creía firmemente que se desarrollaría un evento romántico donde sería invitada a bailar frente a la hoguera a la media noche.

Era una creencia popular que si una pareja enamorada bailaba bajo la luz de las llamas a la media noche, estaban destinados a estar juntos hasta la muerte. 

"El único lugar donde hay corazón de pino es en lo profundo del bosque, así que posiblemente me pida ser su pareja de baile allí, donde no hay personas. Bell es tímido, por lo que nunca me invitaría en público..."

Aún en sus fantasías, no se dio cuenta del sonido de la puerta abriéndose y los pasos detrás suyo. Entonces, murmuró para sí misma con un tono dulce. 

-- Bien, ese conejo caerá este día.

-- ¿Axela-san?.

-- ¡¿E-Eh?! ¡B-Bell...! ¿Cuánto tiempo llevas ahí...?.

Un suspiro salió de los labios de Bell mientras Axela estallaba de nervios por la emboscada. Su cara se tornaba de un rojo cada vez más brillante por cada segundo que pasaba.

-- El tiempo suficiente para saber que sigues llamándome conejo -se quejó, sentándose a lado de Axela -¿Y qué estás tramando ahora? Trata de no golpearme otra vez. 

Afortunadamente para Axela, Bell era bastante denso. La idea de que Axela estuviera maquinando un elaborado plan romántico para esta noche no pasó por su cabeza.

Se le podría llamar pureza o ingenuidad, pero Axela prefería el término "estúpido". Le daba mucha rabia que sus sentimientos fueran ignorados de manera tan despiadada. 

Rápidamente se encogió de hombros para restarle importancia y disimular una actitud calmada.

-- Hmph, dejaré de llamarte conejo hasta que me llames por mi nombre, idiota. 

Luego dio un codazo ligero al costado de Bell, completamente irritada. Si había algo que odiaba mas que sus sentimientos siendo ignorados, era el hecho de que Bell aún la llamaba con formalidades pese a ser tan cercanos. 

-- Axela-san, decir el nombre de una persona sin honorífico es porque... son pareja, ¿sabes?. 

Al momento que Bell dijo esas palabras con un ligero sonrojo en sus mejillas, el tiempo pareció detenerse. 

Lentamente y con un sonrojo muchas veces más intenso, Axela miró a Bell. Sus ojos como remolinos y su expresión completamente anonada. 

Entonces, estalló. 

-- ¡¿P-Por qué dices que eres mi pareja, conejo pervertido?!

-- ¡Ack...!

Cerró sus ojos y lanzó un golpe hacia Bell, conectándolo justo en la cara. El cuerpo del desafortunado salió volando un par de metros hacia la tierra cubierta de maleza frente a la cabaña. 

-- ¡Había dicho que sin golpes!

-- ¡Es tu culpa por decir cosas pervertidas, conejo pervertido!

Axela dio un brinco y se puso de pie, entonces caminó a paso rápido por el camino que llevaba a lo profundo de las montañas. Lo único en su mente era no mostrarle su cara avergonzada a Bell. 

-- Hmph, deja de hablar estupideces y vayamos por la madera. 

-- Eso dolió...

Bell alzó la vista al momento que se ponía de pie, clavando sus ojos sobre la espalda de Axela. Realmente no sabía cómo había logrado sobrevivir durante siete años con ella a su lado. 

-- ¡No te golpee tan fuerte, deja de dramatizar todo!

-- ....

Curvando sus labios en una sonrisa seca y sin esperanza, Bell siguió obedientemente a su despiadada amiga. 

Lo que no sabía, era que en realidad esa "despiadada" amiga estaba ansiosa por untar un pañuelo con agua tibia y frotar la herida del golpe que le había dado. 



X X X


Tras ser insultado y golpeado, nos dirigimos a lo profundo de la montaña para recolectar la madera necesaria que utilizaríamos en el festival. 

Sobraba decir que era yo el que jalaba la carreta debido a la falta de un caballo, y que Acela-san iba sobre esta, siendo escoltada por mí. 

-- Ponle un poco de ganas, Bell. 

-- Sería mas rápido si bajas y me ayudas, Axela-san. 

-- No digas tonterías, soy una chica frágil. 

-- ....

Siempre era despiadada conmigo, sin embargo, sabía perfectamente qué me apreciaba tanto como yo a ella. Además, el abuelo le tenía bastante confianza. 

No por nada recibió una copia de la llave de la caballa en caso de emergencias, y tampoco olvidaba la sonrisa pervertida que mostraba el abuelo mientras lo decía. 

"Bueno, tampoco me quedaré mucho tiempo..."

Detuve la carreta al ver un pino de 6 metros de alto. Rápidamente tomé el hacha comencé a talarlo. Axela-san hizo lo mismo.

Los sonidos contundentes tomaron un ritmo constante que me sumergió aún más en mis pensamientos. 

"Un año más..."

Fue un tema que toqué con el abuelo hace tiempo mientras me relataba cuentos de héroes y sus hazañas. Y yo, completamente fascinado, me juré a mí mismo convertirme en el héroe mas genial de la historia.

El abuelo no se opuso a mi deseo, y que siempre y cuando no titubeara en mi camino, todo estaba bien. También añadió que todo buen héroe cuenta con un buen harem. 

"Desde entonces me obsesioné con la idea de ser un aventurero, ganar mucho dinero, lograr hazañas legendarias, salvar chicas en peligro y derrotar monstruos que atentan contra la vida de los humano"

Un golpe seco resonó y me sacó de mis pensamientos. Rápidamente miré hacia Axela-san, que había terminado de talar un pino.

-- Con este y el tuyo será suficiente -dijo, sin ninguna gota de sudor -De lo contrario, no podrás con tanto peso de regreso a la aldea. 

-- ....

Ese no era el punto. ¿No había dicho que era una frágil señorita hace poco? Talar un pino de varios metros de alto sin derramar una gota de sudor no era algo que lograra una frágil señorita. 

-- Está bien. 

Pero no era tan estúpido como para mencionarlo. 

Sabía muy bien sobre el meticuloso cuidado que Axela-san llevaba sobre su cuerpo y apariencia, así como lo sensible que era ante cualquier mención de ello, por lo que mencionar su fuerza sobre humana era una clara sentencia de muerte para mí. 

-- Será mas eficiente hacer dos viajes. No quiero que el peso me aplaste en la baja, y tenemos tiempo suficiente. 

-- Pienso lo mismo. 

-- Bien, andando entonces. 

Tras eso, aceleré la secuencia de mis golpes y derribé el pino. Su caída causó un ligero temblor por el área, espantando a las aves. 

Entonces nos dedicamos quitar la corteza y cortar el corazón en trozos pequeños para acomodarlos en la carreta. 

No sabía por qué, pero Axela-san dirigía miradas de reojo regularmente hacia mí, como si esperase algo de mi parte.



X X X



Bell y Axela estaban de regreso al pueblo después de talar completamente los dos pinos y cargarlos en la carreta. 

Al final, debido al mal humor de Axela por no ser invitada a bailar a la media noche, decidió que castigaría a Bell haciéndolo cargar toda la madera en un solo viaje. 

Por supuesto, se aseguró de subir a la carreta e insultarlo una que otra vez durante el camino. 

-- Es terrible...

-- Pensar que lo atacarían unos monstruos al otro lado de la montaña...

Al llegar a la entrada, mientras Bell estaba por colapsar del cansancio, ambos escucharon la pequeña revuelta entre la mayoría de los aldeanos. 

Extrañados por el hecho de que estuvieran reunidos y no haciendo los preparativos para el festival, se acercaron. La carreta fue abandonada en la entrada. 

-- ¿Qué pasará con el festival...?

-- Se cancela, no podemos hacerlo con alguien fallecido. 

Bell aceleró el paso. 

Un extraño sentimiento punzó dentro de su pecho, llenándolo de ansiedad. Los aldeanos estaban sumergidos en la plática que no notaron la llegada de los dos. 

La noticia de un fallecido y la cancelación del festival le dejaron sorprendido, y antes de que pudiera preguntar, Axela tomó la delantera y habló. 

Había planeado ser ella la que invitara a bailar a Bell, así que la noticia de que el festival sería cancela la hizo palidecer. 

-- ¿Por qué va a cancelarse el festival, señora?.

Se dirigió a la señora que la cuidaba y con la que vivía. Esta soltó un leve gemido de sorpresa cuando la miró, al igual que los otros aldeanos. 

Sabían que si Axela estaba aquí, Bell también lo estaba. Rápidamente vieron por detrás de ella, dónde estaba Bell sin poder entender nada de lo que estaba pasando. 

-- Bell-chan...

-- Escucha, Bell, debes mantener la calma. 

-- Algo le pasó a tu abuelo. 

La pregunta de Axela fue ignorada completamente, y todos sin falta alguna rodearon a Bell mientras le entregaban miradas compasivas. 

No podían encontrar las palabras correctas para informarle de lo sucedido.

"¿Eh...? ¿Qué está pasando...?"

Bell entró en pánico. 

Quería saber por qué habían ignorado tan descaradamente la pregunta de Axela, pero cuando mencionaron a su abuelo, tembló por dentro. 

No le gustó la sensación extrañamente familiar que le hacía sentirse sin aire. 

-- ....

Axela guardó silencio, como sí entendiera lo que estaba pasando. Sus ojos hermosos enfocaron la figura confundida de Bell. 

Ella estaba acostumbrada a la palabra "muerte". 

-- ¿Q-Qué le pasó a mi abuelo....?

Con miedo en su voz y duda en sus palabras, Bell preguntó. El sudor frío bajando por su nuca le envió escalofríos por la espalda. 

Axela tuvo el mismo escalofrío, pero no por miedo o tristeza. Su pecho gimió con dolor al ver la expresión de Bell. 

La idea de bailar juntos a la media noche ya estaba fuera de discusión. 

-- Bell, tu abuelo fue atacado por unos monstruos al otro lado de la montaña...

El tiempo se detuvo. La vista de Bell se distorsionó brevemente, y todo a su alrededor era de un gris opaco. 

-- Mientras estaba recogiendo las limas kaffir para el curry de esta noche, una manada de <Arpías> lo atacó. 

El vacío aumentó. 

La existencia de monstruos errantes era de conocimiento común, y la aldea tenía las contramedidas necesarias para lidiar con uno o dos. 

Sin embargo, el hecho de que una manda completa atacara a una sola persona estaba catalogado como imposible.

-- Mienten...

Un susurro emergió de los labios de Bell, negando las noticias. 

Una voz cuyo tono roto negaba todo a su alrededor. 

Era la voz de un niño incapaz de aceptar la realidad de haberse quedado solo en el mundo.

Además, odiaba el sentimiento familiar de la situación.

-- ....

Axela apretó sus manos en puños. Estaba en shock, y no por la noticia de la muerte del abuelo de Bell. 

A diferencia de Bell, ella aceptaba el hecho de que las personas morían de un momento a otro. Había cierto pesar en su pecho por la muerte del anciano que también consideraba un abuelo, pero su dolor fue mas por Bell.

No le gustaba ver a su anhelo y mejor amigo derrumbarse como ella lo había hecho en el pasado.

Tuvo un profundo miedo de verlo sufrir lo que ella sufrió, así como el terror de que su corazón se oscureciera.

-- Bell. 

Uno de los aldeanos, el que parecía ser el alcalde, posó su mano sobre el hombro de Bell. Sus ojos desgastados miraron con dureza y pesar al chico que se caía en pedazos. 

-- Tu abuelo murió. 

No tuvo piedad en sus palabras. No porque sintieran un odio por él, o tuvieran malas intenciones al echarle la realidad en cara como un balde de agua fría. 

Solo fueron sinceros de acuerdo a la petición del anciano. 'Si me llega a pasar algo, no le mientan al chico'; había dicho. 

Sintiendo todo el dolor del mundo por romper el corazón de un joven, el alcalde del pueblo extendió el sombrero de paja que tenía en la mano izquierda. 

-- Fue lo único que encontramos en el lugar. 

Los ojos de Bell cayeron hacia el sombrero. Sin darse cuenta, ya lo tenía en sus temblorosas manos. 

-- Lo sentimos mucho, Bell. Cualquier cosa que necesites, nosotros te ayudaremos. 

Seguido del alcalde, los demás aldeanos comenzaron a dar sus pésames y palabras de apoyo. Sin embargo, Bell no lograba escucharlos. 

Todo sonido se esfumó.

Bell estaba absorto en sus pensamientos. No escuchaba nada a su alrededor, no veía nada, completamente aislado en una basta oscuridad creada por el dolor. 

Había dejado de escuchar desde el momento donde mencionaron el ataque hacia su abuelo en la montaña. A sus oídos llegaba un sonido agudo, como si una explosión hubiese ocurrido justo a un lado.

"Abuelo..."

Recordó la noche anterior. 

Las palabras que su abuelo le había dicho mientras compartían una cena con Axela, que siempre se quedaba hasta tarde con ellos, emergieron como cadáveres en el río. 

'No dejes que las personas decidan tu camino, Bell. Ya sean Dioses o amigos cercanos, escoge por ti mismo. Cuando tengas dudas y te siento arrinconado, recuerda quién eres. Recuerda el origen del por qué haces lo que haces, y tras hacerlo, sigue tu camino. Corre como nunca, solo así serás el héroe que deseas ser'.

El recuerdo alegre y pintoresco de la noche anterior lo sumió en una desesperación rodeada de oscuridad. 

Se había perdido a sí mismo, y no sabía qué hacer.


To be continued XD (3434 palabras). 





Me pregunto cuántos comentarios van a desaparecer con esta edición, sino es que todos. Bueno, supongo que eso me pasa por no escribir bien hace dos años xd. 

Lo que sigue de aquí ya son escritos de hace dos años, pero no quiero borrarlos, así que los dejaré como están. Ahora me paso a editar el capítulo 1.

Bueno gente, no sé si esta historia les llegue a picar la curiosidad y la lleguen a seguir, pero estoy seguro que así como le doy un comienzo le quiero dar un final.

No he encontrado una historia como la que quiero hacer, y las que llegan aparecerse terminan siendo abandonadas por sus autores, así que me decidí y crearé una que me deje conforme antes de regresar a mis estudios XD.

El próximo capitulo lo subiré el viernes y a más tardar el sábado, quiero darle unos buenos momentos.

Perdón por el prólogo tan largo, cuando me di cuenta ya estaba así XD

Bueno, me despido no sin antes preguntar, qué les pareció la mejor amiga de bell? preciosa no? Quiero darle un buen desarrollo, va a cambiar un poco después de este suceso de la muerte del abuelo de Bell, pero será para mejor, aunque no quiero quitarle la actitud tsundere XD.

Nos vemos en unos días, Barrita fuera. 


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