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Especial de Ray.

Nacido el 15 de enero.
Su madre es Isabella.
Su padre Lesly Tooru.

Desde pequeño le ha encantado la lectura y hacer historias. Un niño genio y súper creativo. Sus habilidades sociales eran buenas, las físicas igual, era casi perfecto. Aún así, aunque sus padres estuvieran orgullosos de su hijo, no le daban la libertad que alguien como él anhelaba.

Debes estudiar medicina como tu padre.

Debes estudiar medicina como tu madre.

Debes tener un futuro exitoso.

No todos los sueños se convierten en realidad.

No puedes vivir de fantasías.

Bien sabía el pequeño Ray que su padre era un prodigio de la música, pero sus padres lo habían forzado a estudiar algo beneficioso y seguro, como la medicina. Igualmente, su madre era un genio completamente, con un carisma y capacidades increíbles. Pero igualmente, tuvo problemas con su familia y decidió estudiar psicología y neurología.

¿Por qué querían hacer lo mismo con él? ¿La vida de los Tooru sería un bucle infinito?

¡No pueden detenerme! Tengo las capacidades suficientes para prepararme para cualquier trabajo y vivir estable.

Desde pequeño ya hablaba como un adulto. Daba cada sorpresa a sus padres con sus capacidades.

Tenía una vida feliz, una familia feliz, un buen hogar, estabilidad, sueños y más. Pero todo se vino abajo cuando vio que definitivamente no lo dejarían seguir con la escritura, con su sueño. La negativa era total.

Apenas había comenzado con la preparatoria. Pero ya estaban cerrando sus cuentas donde publicaba libros, borrando sus conexiones con las editoriales, escondiendo sus manuscritos... ¿Por qué? ¿por qué?

Lo primero que vino a su mente fue escapar, y así lo hizo. Se fue de casa y cambiaba constantemente de departamento, hasta que tuvo que llegar a la isla por las razones ya conocidas.

      Estudiar por internet no era tan beneficioso como lo sería en persona, aún así se llenaba de información desde otras fuentes, sorprendiendo a los profesores con su capacidad.
Había muchas cosas en las que pensar, problemas con los que lidiar, etcétera... Entre ellos: ser menor de edad.

— Ray, ven aquí, tengo algo que mostrarte.

— Voy, voy.

— Aquí. —desplazando en la mesa principal un par de folletos, Norman dejó ver la información que cargaba consigo.

— ¿Son de tu escuela?

— Sí. Pronto será primavera, lo que significa que pronto comienza el nuevo año escolar.

— Ajá...

— ¿Qué piensas?

— Estudio por internet... Y creo que he avanzado en mis estudios lo suficiente para entrar a universidad, así que considero que no sería muy provechoso esto de entrar a la escuela...

— No importa, tal vez aprendas cosas que no has entendido. Vamos, ya estás aquí, muy cerca de la preparatoria, es una buena oportunidad.

— ¿Por qué me ayudas?

— Por nada en particular. Por nada.

— Eres raro, Norman.

— ¿Por qué lo dices? ¡Oii! Siento que es alguna clase de venganza por el primer día que llegaste a la isla.

— Bueno, tal vez. Nadie le dice que es raro a alguien que no tiene ni una hora de conocer. — Ray alzó su mano hasta la frente de Norman y le dio un pequeño golpe con su dedo índice.

— Ajajaja, es verdad, lo lamento.

— ¡Raaaaaaayyyyy, Nooooorrrrrmaaaaan! — esa era Emma entrando despreocupadamente a la casa de Ray, seguida de tres personas más. — ¡Holaaaa, chicoooos!

— ¿Por qué gritas, Emma? Puedes entrar civilizadamente a las casas de tus conocidos, ¿sabes? — le reprochó Ray, acariciando a Shiro (el nombre oficial de su gato blanco). — Oh, ¿hola?

— Ho-hola... Perdone la intromisión. Nosotros somos amigos de Emma y Norman, y teníamos curiosidad por venir a conocerlo. — hablo la chica de cabello castaño.

— Hm, no tienen que hablarme con tanta formalidad. En realidad soy de la edad de Norman y Emma.

— ¡¿Eh, en serio?! ¡¿y ya se independizó?! —exclamó con sorpresa el chico de cabello verdoso.

— Así es~. Ray es genial, ¿no?

— Calla, Emma.

— P-por cierto, yo soy Runa.

— Y yo Mashiba.

— Gusto en conocerlos, chicos.

— ¡Señor Raaaay! — una vocecilla cantarina y tierna se dejó escuchar desde fuera del hogar. Terminó por entrar la pequeña Conny, acompañada de una chica más grande, rubia y con trenzas. — Vine a escuchar más historias, ¡y traje a mi hermana Ana conmigo!

— Perdonen la intromisión...

— De nuevo la casa está llena. — se quejó un poco Ray, recibiendo un codazo de parte de Norman y Emma a la vez.

— ¡Escucharemos historias del gran Ray! Todos, todos, tomen asiento. — procedió a decir Emma. Y todos siguieron sus ordenes con gusto.

Al final, Ray solo pudo suspirar y reír, para después proceder a sentarse frente a todos sus invitados y buscar en su mente una historia apta para todos.

— Bien... ¿Con qué debo comenzar?

— ¡Con la más genial y moderna! — exclamó Emma.

— ¡Donde haya hadas y conejos! — pidió la pequeña Conny.

— ¡Con demonios! — exigió Mashiba con un toque de malicia, esperando que por las peticiones tan distintas a Ray se le dificultaría crear, o encontrar, una historia.

— Hmm... “Había una vez, hace muchos años, una tierra repleta de hadas. Esta tierra era totalmente especial, puesto que todas las maravillas de la naturaleza se encontraban reunidas allí. Todas las hadas podían disfrutar plenamente de estas maravillas, a cambio de jurar total lealtad y sumisión al rey de las hadas, Dreamnight, creador de sueños y a la vez destructor de ellos. Con cientos de súbditos y muy respetado, la vida del rey sus hadas era plena y feliz. Pero, solo había un problema, y ese era que para las hadas había un enemigo natural: los demonios, maléficos seres muy poderosos y que usaban magia oscura y prohibida. También había más reinos, con distintos reyes, por ejemplo, el reino de la reina Conny, donde los conejos vivían felices y en paz, junto a todo tipo de animales que irradiaban ternura —el rostro de Conny se iluminó, notablemente contenta —. Nunca hubo verdaderos problemas entre los reinos contrarios, ni guerras innecesarias. Pasaron los años, hasta llegar a la actualidad, y los reinos antiguos parecían completamente extintos, puesto que los humanos habían encontrado erradicar muchas de las especies que habitaban las tres principales tierras...

Ray siguió improvisando la historia con todo lo que los chicos habían pedido, ordenando todo perfectamente y haciéndola completamente apta para Conny y Anna, que eran las más pequeñas (principalmente Conny).

Unas horas después terminó su narración, dándose cuenta de que todos, menos Norman, estaban dormidos. Cada uno tenía una plácida sonrisa grabada en sus rostros, lo que le causó un cálido sentimiento en el pecho a Ray.

— Finalmente, la reina Conny, el rey Mashiba y el rey Norman, junto a la reina Runa, la gran comandante mayor Emma, la valiente princesa Anna, y el fiel compañero Ray, lograron firmar el tratado de paz con la reina de la humanidad, Runa. Finalmente la paz característica de cientos de años atrás volvió a reinar sobre todo el mundo.”

Norman aplaudió, mostrando una gran sonrisa. — Fue explendido.

— Gr-gracias. — sin poder evitarlo, Ray se ruborizó ligeramente, cosa que Norman encontró de lo más tierno.

— Eh... Me gustaría ayudarte, pero realmente todos están dormidos. Parece que tendremos que esperar hasta que despierten para que vayan a sus casas.

— Es así.

— Bueno... Creo que será mejor que me vaya. No quiero incomodarte, y como es algo poco habitual el que llegue tarde, así que...

— ¿Podrías quedarte un poco más? Solo un poco. Luego te acompaño a casa y pido disculpas con tus padres.

— Ray, no es necesario...

— Lo voy a hacer aunque no sea necesario.

En respuesta, Norman solamente rió.

— De acuerdo.

Encantado, Norman le hizo compañía a Ray, hasta que todos los demás despertaron de pronto.

Ray acompañó a cada uno a sus casas, por seguridad, y se disculpó con los padres (y abuelos) de cada uno, explicando la situación del porqué habían llegado tan tarde a sus casas. Norman no había dejado de sonreír en todo el camino, feliz por la pequeña y, pudiese decirse, insignificante petición de Ray al peliblanco.

Se despidieron, y finalmente, gracias a ese día, se volvió costumbre para los jóvenes del pueblo y niños ir a casa de Ray a escuchar sus historias improvisadas. Lo que más encantaba a todos es que podías pedirle que agregara cualquier cosa a la historia y el la utilizaba cuan maestro experimentado.

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Esto es por las +2,30K de lecturas. Están creciendo tan rápido que es increíble.

Amo a todos mis queridos lectores, y perdonen si este no es un capítulo que los deje satisfechos. Prometo que el próximo capitulo será publicado en menor tiempo que este lo fue, y lo haré lo mejor posible para su disfrute.

Les agradezco mucho sus lecturas
(*ฅ́˘ฅ̀*) .｡.:*♡

Cha-chau! Hasta la próxima :3