◇XVII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Espera más reacciones de parte de Ray, luego de decirle eso, pero lo que hizo fue salir de la habitación, ir a la cocina, hacer Tamago gohan y comenzar a comer con expresión enojada. Se miraba demasiado tierno.

— Eso fue lo que llaman broma pesada, ¿no? — preguntó, dejando el plato de lado y cruzando brazos y piernas.

— ¡Tu actuación no fue lo suficientemente convincente! — me gritó Emma desde la puerta de la habitación.

— Demonios, y yo que pensé que era la oportunidad perfecta. ¿No lo era, realmente? — Ray me descubrió, era una broma. Aunque más que nada era una actuación que Emma, las chicas y yo habíamos estado practicando desde antes que Ray llegara a la isla.

— Debo admitir que fue muy natural. Era el kairós. — atrás de Emma esta Gillian, cruzando los brazos (como ahora la pelinaranja hacía), mientras Emma asentía. — Y Ray por un momento pensó que era verdad. También los que estaban leyendo el capítulo anterior.

— Oye, esas referencias dejamelas a mí, que soy el que narra.

— Cuando Hayato te dijo "Jefe" se dio el kairós, así que estuvo muy bien. Las líneas del guión roceadas de yaoi fueron maravillosas. Te felicito, Norman. Pero al final Ray pudo ver detrás de eso.

— ¿Acaso eres mi maestra de teatro?

Mientras tranquilamente discutíamos si mi actuación había sido buena o no, Ray hizo un estrépito en la mesa. Cuando volteamos nuestra vista hacia él su plato estaba en el suelo hecho trizas y él tenía una mano cubriendo su frente y ojos.

— ¡¿Qué sucede, Ray?!

Me acerqué a él, preocupado, esperando recibir alguna explicación sobre la postura de Ray. Pero lo único que recibí fue un gancho al hígado, y dejenme decirles que recibir un golpe del chico número uno en deporte era muy doloroso. Tan doloroso como cuando Emma patea un balón y te da en la cara.

— ¿Q-qué fue eso? ¿Por qué me go-golpeas? — AY, MI HÍGADO.

— ¡¿Una pelea de pareja?!

— Eres un idiota. — se escuchó decir al pelinegro. — ¿Qué clase de bromas son esas? Me asustaste. — llevó su otra mano a su rostro y… talló sus ojos.

— Ray… ¿estás…?

— Nunca me habían hecho una broma antes. No pensé que fueran tan desagrables.

Me sentí arrepentido, aunque ya tarde. No pensé en los sentimientos de Ray antes de hacer algo como eso. Y eso que ya sabía que Ray no convivía con frecuencia con amigos, además de que los "amigos" que tuvo no estaban interesados en su amistad realmente, solo en su posición social. Entonces seguramente no habrían jugado con él cuando niño, ni hecho bromas, pues parecía que a ellos no les agradaba, pero a Ray no parecía importarle tampoco. Hasta ahora es que ha vivido una amistad con estos lazos y, como me dijo una vez, una relación donde sintiera que lo amaban de verdad. Pero ahí voy yo, haciendo que se cuestione que mi amor es sincero y no por intereses, aunque solo fuera un segundo.

No puedo entender con totalidad cómo se habrá sentido Ray, pero en su lugar, el hecho de dudar que la persona que amo me ama como yo a él habría hecho que sintiera un gran vacío y decepción. Usaré una frase cliché: Hubiera sentido mi mundo caer en pedazos. No importa si era un segundo, solo eso bastaba para sentir mil emociones negativas.

Para cuando me di cuenta, mis mejillas estaban mojadas por las lágrimas. Emma y Gillian dieron un salto y sus expresiones se tornaron preocupadas. Ahora no sabía que debía hacer, por lo que opté a disculparme y prometer que no volvería a hacer algo así.

— Solo fue un momento de debilidad mía, no te mortifiques.

— ¿Que no me mortifique? He hecho algo terrible, merezco un castigo, que me golpees y tortures.

— ¿Por qué pienso que eso te gustaría?

— ¡¿Me crees un masoquista?!

— ¿No lo eres?

— Si te vistes sexy y así quieres castigarme con gusto me vuelvo masoquista.

— Norman… Eres un caso perdido.

— Entonces, ¿me perdonas?

— Si prometes nunca más hacer algo como eso. En serio me asustaste.

— ¡Lo juro! ¡Juro, por mi vida, no volver a hacer algo así! Primero muerto a volver a hacer que dudes de la sinceridad de mi amor por ti. Y en cuanto a eso, quiero aclarar que Hayato no estaba en mis planes. — Modo yandere: activado. — Ha-ya-to-kuuun…

— ¡Je-jefe! ¡No es lo que cree, no es lo que cree!

— ¿No…? Entonces, ¿qué has hecho con esa ropa robada? ¿has robado ropa interior? ¿en qué horarios entrabas en la casa? ¿entraste mientras Ray dormía? ¿le hiciste algo mientras estaba indefenso? ¿por qué te pasó por la mente siquiera molestarlo? — lo bombardee con preguntas, esperando meterle presión.

— No he robado ropa interior…

— ¿No? ¿quiere decir que la escondiste? Por qué no encontré nada para ponerme.

— ¿No llevas ropa interior? — y me acerqué a verificar, pero antes que nada Ray me dio un zape.

— La enterré en el patio.

— ¡¿La enterraste?! ¡Tendrás que lavarla! Maldito, y yo que había lavado hace poco.

— No, no, no, yo la lavaré. No dejaré que nadie más toque las prendas de mi novio. Solo yo puedo hacerlo.

— Solo entraba cuando Ray salía. No soy ningún pervertido, no le haría nada raro y no entraría en la noche. Y ya dije porqué lo hacía, yo pensaba que Ray había engatuzado al Jefe y que por eso el Jefe estaba más distraído que nunca. Solo quería ayudar.

— Entonces este es un caso resulto.

— De eso nada, Gilda. Un caso termina cuando el perpetrador es castigado.

— ¿No crees que fue suficiente castigo estar atado por no sé cuánto tiempo? De todos modos, no hizo algo lo suficientemente malo como para recibir mayor castigo, Norman.

— ¡Señor Ray, qué benevolente!

— ¿Crees que te mereces benevolencia, pervertido bastardo? Tomando las cosas de mi Ray e intentando separarlo de mi lado…

— ¡Por favor, tengame piedad, Jefe!

Y el asunto terminó con Hayato dos horas atado en el patio, Ray golpeándome furtivamente, las chicas sacando de la habitación del pelinegro dos micrófonos y pidiendo disculpas. También nos dijeron qué es lo que hacían y la verdadera razón por la que estaban en casa de Ray.

— Creíste que eran las fujoshis locas, ¡pero no, solo eramos nosotras, las mendigas hambrientas!

✄-----------------------------------✄

Realmente no tengo comentarios.

¿Les gustó? Espero que .

Hasta la próxima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro