Hola, soy Emma. Sí, ya me conocen, soy la chica fujoshi en busca de historias de amor entre hombres.

Como sabrán, mis mejores amigos son Norman Crosley y Ray Tooru, a quienes obviamente también conocen. Y ellos están en una relación de pareja, son muy gays y me encanta verlos juntos. Pero en este momento estoy viendo como Ray hiperventila de manera preocupante y Norman por poco lo acompaña de lo nervioso que se está sintiendo.

Ahora soy la chica que les ofrece agua para tranquilizarlos. Sí, esa soy yo. ¿Quieres saber cómo llegué aquí?

Era un día normal, como cualquier otro. Caminábamos hacia casa de Ray (Norman y yo), él salió y seguimos caminando para llegar a la escuela.

En el trayecto hablamos sobre las asignaturas que tendríamos a lo largo del día, comenzando por matemáticas en la mañana e historia como última materia. Los chicos se notaban con un brillo especial, Norman más que Ray, como si hubiese sucedido algo lo suficientemente bueno como para que el albino se sintiera contento sin molestar a su chico.

¿Habían subido a un nivel diferente al que anteriormente estaban? ¿Su relación está ahora un peldaño más arriba?

Sonreí al pensarlo.

Cuando entramos al aula de clases los compañeros estaban más callados que siempre. ¿Algo sucedería?

Rápidamente sonaron las campanas indicando inicio de clase y tomamos asiento, entonces la rectora Zoe entró por la puerta del aula con paso apresurado.

"Buenos días, Rectora".

Dijimos en cuento la vimos entrar, ella nos respondió y nos pidió sentarnos.

─Les tengo una noticia un tanto sorpresiva ─comenzó a decir la Rectora─. Hoy cambiaremos los horarios y asignaremos "Educación socioemocional". Para ello, una nueva maestra se ha unido a nuestras filas ─una sonrisa traviesa cruzó por el rostro de la mujer, luego de haber dirigido su mirada a los asientos junto a la ventana. Miró a Ray y habló:─ Maestra, pase.

Una mujer alta y elegante, en un vestido negro como su cabello bien recogido, entró al aula y paró junto a la rectora. Las comisuras de sus labios se alzaron levemente, mostrando una sonrisa sutil con ojos entrecerrados.

Esa mirada…

Mi cabeza no tardó en girarse hacia Ray, a quien me encontré con la expresión de terror más clara que le había visto hacer hasta ahora. Era peor que cuando había invocado demonios con Bárbara.

─Preséntense, por favor.

─Claro. Mi nombre es Isabella Tooru, y desde hoy seré su tutora en educación socioemocional. Vine aquí en busca de alguien ─su mirada se dirigió al emo guapo─. Seguramente ya lo conocerán, a mi hijo, Ray–

El estruendo de un pupitre y una silla moviéndose con brusquedad sobresaltó a más de uno y silenció a la mujer de negro.

Ray corrió fuera del aula antes de que alguien pudiera decir algo en un intento de detenerlo.

─Rectora ─la voz de Norman la llamó─. Pido su permiso para ir por mi compañero.

─Por supuesto, ve por él.

Un apresurado Norman abandonó el salón en busca de su novio.

Sinceramente preocupada y en calidad de alimentar el chismesote(?) que acababa de cocinarse aquí, levanté la mano y traté de conseguir la autorización para ir en busca de Ray, por ayudar a Norman, pero solo obtuve un desagradable "guarda silencio, Emma, y deja en paz a tus compañeros", por parte de la rectora.

Vieja tonta.

Յ

Las clases continuaron y terminaron sin que Norman o Ray aparecieran.

La señora Isabella guardó sus cosas y antes de irse se acercó a mí. Con los nervios a flor de piel, dije en un hilo de voz un patético "ho-hola" y ella sonrió. Luego se fue. Fue raro.

Cuando conseguí respirar de forma automática una vez más, me moví al aula de arte, donde tampoco se encontraba la pareja Noray. Gillian entró casi al final de esta clase y me dijo haber visto a Ray y Norman entrando al almacén que está cerca del basurero del colegio. Después de agradecerle y correrla antes de que un adulto la viera, esperé a que las clases terminaran para ir y buscarles.

Cumpliendo lo dicho, los busqué y los encontré. Ray hiperventilaba y Norman aplicaba sus conocimientos en primeros auxilios. Les ofrecí agua para tranquilizarlos.

Para fortuna de Ray, su novio también pertenecía al club de primeros auxilios y no solo al de ciencias generales.

Sin embargo, la situación no parecía ir a mejor; porque ya me estaba saltando una clase y realmente no estaba haciendo nada y ni siquiera conseguiríamos una justificación en enfermería, ¿por qué? Es posible que sea porque estamos en un lugar que no es enfermería. Ni de cerca.

P*t* vida.

Rezo por no conseguir un reporte por esto.

─Ray está en una crisis. ─comentó Norman.

─Eso es muy claro.

─¿Escuché bien? ¿Esa era la madre de Ray?

─Sí, eso dijo ella. Solo hay un Ray en nuestro grupo, y se parecían mucho, sin duda eran familiares.

─Era mi suegra…

─Era tu suegra ─me reí ante su comentario, para luego carraspear y ponerme de pie─. Y bueno, no podemos quedarnos aquí para siempre. Las clases nos esperan.

─No quiero volver. ─nos dijo Ray, haciéndose bolita en su lugar.

─Si las clases de tutoría fueron en la mañana, quiere decir que ya no las tendremos. No te preocupes.

─No, eso ya lo sé, pero no quiero salir de aquí. Viviré aquí desde ahora ─declaró el pelinegro, levantándose a sacudir un lugar y sentándose allí─. Si vuelvo a casa ella me encontrará.

─¿Y eso qué tiene de malo? ─quise saber. Nunca había visto a un hombre asustándose tanto de ver a su madre─. No es como si te fuera a matar.

─Obvio no, pero podría torturarme hasta que mi único deseo sea morir. ─en señal de sufrimiento, Ray enredó entre sus dedos su propio cabello y con leves jalones nos hizo ver que hablaba muy en serio sobre lo que creía.

─No exageres, Ray…

─Es verdad, tu madre podría hacerte sufrir sin la necesidad de tocarte un cabello… como cuando te devolvió a la casa en llamas.

─¡¿Casa en llamas?! ─exclamé sorprendida ─, ¿alguien me puede explicar?

─Hubo una vez que Ray quemó su casa, cuando era pequeño, y escapó. Su madre lo vio, lo persiguió, lo atrapó y lo llevó a la casa y lo metió dentro cuando todavía el fuego no era completamente extinguido. Y le dijo algo como: "Cuando llegué, el olor a cabello y carne siendo calcinada me hizo pensar que te quedaste atrapado dentro, hasta que te vi corriendo a lo lejos. Ahora quiero visualizar claramente cómo te verías si no hubieses escapado y te hubieras quemado vivo".

─¿Qué clase de madre hace eso? Es una lección de vida muy dura.

─¿Cómo es eso una lección de vida? Fue un trauma.

─Pero… debes volver. En algún momento debes enfrentar a tus padres, Ray. Seguramente tienen muchas cosas que decirte.

Ray suspiró y me miró.

─Eso espero.

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Hola, queríapedirperdón. Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón. Muchos perdón :(.

Fueron casi 3 meses sin actualizar, y cuando actualizo de una vez por todas…, traigo esto.

El hecho de que Isabella haya aparecido y sea Emma la que narre, me hace creer que compenso el mal capítulo que les traje. Fue lo único que pude sacar de mi cabeza, lo siento :c.

Tengo miedo de preguntar si les gustó el capítulo.

Solo diré que trataré de ponerme un horario para las actualizaciones y ser más consistente.

Hasta luego. p(´⌒｀｡q)