9.- Alimento

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Terminé de redactar el informe y lo envié a la plataforma de la Unión. Tardaría un rato en saber si sería aprobada o tendría que dar un reporte detallado frente a los ancianos, aunque lo dudaba ya que se trataba de una misión de importancia secundaria.

Decidí pues ir a la sala de entrenamientos para probar cómo seguía mi cuerpo, Durante el breve encuentro que tuve con Dust y sus bromas la realidad es que solo había sentido una ligera molestia así que probablemente ya estuviera terminando de sanar.

Aunque primero iría a alimentarme un poco, pues el hambre seguía presente como una molestia en el estómago y en el pecho. Necesitaba sangre para poder terminar de recuperarme, claro que si fuera con Agnes la sanación sería más rápida...

Sacudí la cabeza, intentando quitarme esos pensamientos de la mente. A pesar de lo mucho que me había gustado esa niña, lo mejor era olvidarla y seguir con mi existencia. Su relación conmigo podría ser bastante peligrosa para ella y su grupo.

Entré en la pequeña y confortable sala, la cual estaba dividida en varios privados por cortinas de color vino. Debo confesar que siempre me ha agradado bastante ese cuarto, solo está iluminado por algunas velas y, además del tentador aroma de la sangre, suele estar siempre envuelto por el olor de distintas hierbas aromáticas y relajantes.

Abrí el quinto compartimiento, un aroma familiar y sabroso me recibió.

—¡Oh, Scar! Que gusto volverte a ver, hacía mucho que no te alimentabas de mí.

La mujer rubia y bonita del diván era Deborah, una apetitosa donadora amante de las novelas de vampiros, aunque contrario a otros fanáticos ella solía presentarse con ropa formal que acentuaba sus curvas, siempre bien arreglada y peinada. Aunque en cuanto me vio entrar y luego de su saludo se soltó el complicado peinado que llevaba, sonreí.

—No era necesario que deshicieras tan bonito peinado. Estoy segura que te costó bastante completarlo —comenté mientras me sentaba en la orilla del diván y me inclinaba un poco sobre ella.

—Conozco lo que te gusta Scar —dijo con un susurro erótico mientras se recostaba completamente en el cómodo sofá.

Terminé de inclinarme sobre ella mientras desabotonaba los botones superiores de su blusa, obteniendo así libre acceso a su cuello. La sentí estremecerse cuando posé mis labios sobre su cálida piel, dejando que la expectación acelerara su pulso y su respiración. Incluso pasé la lengua un par de veces por su palpitante vena antes de clavar a profundidad mis colmillos.

Deborah soltó un jadeo y me rodeó con sus brazos, el sabor de su sangre era bastante deliciosa, sentí su tibieza recorrer mi frío cuerpo. Utilicé una mano para detenerme del sofá y me percaté entonces de que estaba hecho de terciopelo borgoña.

Abrí los ojos para fijar mi vista en la tela y por mi mente se coló la idea entonces ¿A qué sabría la sangre de Agnes? ¿Qué se sentiría tenerla así entre mis brazos? ¿Poder probar su apetitosa piel, su caliente sangre?

No bien la imagen de Agnes entregada a mí llegó a mi mente, Deborah soltó un gemido bastante fuerte. Cosa entendible pues en general la mordida de un vampiro transmite en buena medida sus sentimientos y para ese momento mi libido se había despertado al pensar en mi tierna Agnes. Unos instantes más bastaron para que todo el suave cuerpo de Deborah se crispara contra el mío, mucho más duro. La energía de su orgasmo me golpeó a través de su sangre, dándole un sabor más especiado y una mayor fuerza. Su placer me recorrió todo el cuerpo.

Bebí solo un par de sorbos más antes de cerrar la herida con cuidado, mordiendo la punta de mi lengua y untando la sangre en los dos pinchazos. Al incorporarme Deborah estaba ruborizada, tenía la respiración agitada y los ojos vidriosos.

—Hoy, estás inspirada...— me dijo con la voz entrecortada.

Su comentario me sacó una risilla antes de dar media vuelta y cerrar la cortina de nuevo detrás de mí. Seguramente ella querría descansar y dormir un poco luego de tan intenso encuentro.

De regreso en mi cuarto chequé la computadora, el informe estaba aprobado y la misión cerrada, de momento no había más misiones asignadas a mí. Así que tenía un buen rato para mí sola. Dejé mis cosas en el tocador y me preparé para darme un baño.

El agua caliente solía relajarme bastante, así que me metí a la ducha y permití que durante un buen rato el chorro ardiente cayera sobre mí, intentando sin mucho éxito alejar mi mente del recuerdo de Agnes, era difícil y yo no siquiera sabía por qué. En mi vida inmortal había disfrutado varias veces del cuerpo tanto de hombres como de mujeres y jamás persona alguna se había afianzado así en mi mente.

Cerré la llave, pensando que lo mejor sería dejar que el tiempo borrara su imagen de mi mente, a fin de cuentas tenía mucho. Me enredé en una mullida toalla pero antes de salir del cuarto de baño que conectaba directamente con mi cuarto me percaté de una voz que cuchicheaba del otro lado de la puerta.

Abrí la puerta de golpe y sorprendí a Dust, quien en ese momento dejaba mi celular en el tocador donde yo lo había dejado.

—¿Qué diablos crees que haces? —pregunté, más intrigada que molesta por su presencia.

Él me contestó con una sonrisa enigmática.

—No es nada. Por cierto, mañana iremos al "Sirenia" por unos tragos —cuando me acerqué salió corriendo y a lo lejos pude escuchar su risa.

Con un bufido tomé mi celular, había una llamada de un número al que no reconocía, pero supuse que de ser algo importante ya me lo diría Dust o volverían a llamar. Como fuera, tomé mis cosas para ir a entrenar un poco en lo que restaba de la noche.

********

Hola mis bonitos lectores

Scar también piensa en Agnes a cada rato ¡Y no exactamente en formas inocentes! XD

Y Dust tramando cosas ¿Qué creen que planee?

Dejenme saber su opinión y no olviden dejar bellas estrellitas

¡Sean felices!

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