𝗗𝗼𝘀: Creer en la magia

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"Aquel lugar considerado maldito por muchos,

se convirtió en mi refugio ". 

    La parte del día que Jaeyun solía disfrutar más era el momento exacto en el que su pies lo llevaban lejos del Colegio Moonblood y, después de una larga caminata, donde su única compañía era él mismo y la suave brisa que lo golpeaba al salir de los límites de Mondsee, conseguía ingresar a un pequeño rincón oculto dentro de lo más profundo del bosque aledaño a la ciudad. Cuando lograba despojarse de su molesto uniforme del colegio (que consistía en una camisa blanca de manga larga, la cual se cubría con un chaleco negro que llevaba un bordado de un emblema en la parte posterior según la clasificación del aprendiz y un pantalón de la misma tonalidad) y lo reemplazaba por sus prendas habituales, se sentía tranquilo.

El bosque Hoba era un inmenso arbolado que se ubicaba al salir de la ciudad, conocido por ocultar múltiples secretos y por ser el hogar de variadas criaturas mágicas. Hoba en la antigüedad solía ser considerado como un lugar de ensueño, pues en su interior se ocultaba una belleza sin igual que estaba protegida por los llamados Hijos de Tenebris y un grupo nombrado como "Los Guardianes". Hasta que una sangrienta guerra se desató, en donde el control de Mondsee y la protección del bosque estuvieron en juego.

Desafortunadamente, el líder que en ese entonces dirigía ambos grupos cayó y sin su líder, el bosque entró en un modo defensivo, aislándose del exterior con ayuda de un manto de neblina que dificultaba el acceso a este y sus criaturas que antes solían ser amables y adorables, adoptaron un modo hostil para ahuyentar a cualquiera que se atreviera a ingresar.

En la actualidad, Hoba estaba marcado por una imagen horrible. Sus criaturas eran tachadas de peligro inminente, al punto de ser nombrados monstruos y ante la ausencia de alguien que tomara el mando de líder, el bosque fue perdiendo su magia verde paulatinamente, cubriéndose de penumbras y energía negativa.

Sin embargo, a pesar del aspecto tétrico que el bosque Hoba proyectaba, Jaeyun fue capaz de encontrar verdadera belleza a sus adentros y aquel lugar que muchos consideraban maldito, se convirtió en su refugio. Porque una vez adentro, no existía nadie que pudiera identificarlo al estar envuelto en sus holgadas prendas y sus habituales gorros cubriendo su cabellera castaña. Ahí, dentro de los terrenos desolados podía sentirse libre, porque ya no era Sim Jaeyun, el joven que solía ser una promesa a mago de alto nivel, pero que ahora, estaba arruinado.

Bajo el manto del bosque, simplemente era Jake, un chico que poseía un ordinario trabajo a medio tiempo en una cabaña naturista situada exactamente al centro del bosque y que se dedicaba a vender remedios y suministros especializados para hechiceros de magia verde.

Justo como la que él solía tener.

Jake sonrió a la anciana frente a él, entregando el cambio de su compra recién finalizada: dos botones y un trozo de hilo era su devolución, algo extraño, sí, pero así funcionaban los negocios entre los sanadores. Después, le tendió una bolsa que contenía varias de las pociones e insumos que había solicitado.

—Que tenga un buen día —dijo sin borrar su brillante gesto.

Cuando la anciana se marchó dando un agradecimiento, Jake dio un vistazo por todos los alrededores de la cabaña. Hoba Cabana era un lugar precioso, lástima que sus alrededores no coincidieran tanto con esa belleza.

Se encontraba oculta entre los rincones del bosque Hoba, lugar al cual solo pocos tenían el valor de llegar, pues dicha zona estaba protegida bajo un hechizo colocado por los guardianes del bosque como otro de los tantos seguros colocados para el resguardo de Hoba, en dicho hechizo todas tus peores pesadillas se volvían realidad y en caso de no poseer la fuerza suficiente para vencer tus miedos más profundos, la angustia provocada por los horrores del encantamiento terminaba consumiéndote y transformando tu alma en uno de los espíritus errantes que poblaban el lugar.

Los múltiples obstáculos puestos hacían sumamente difícil y totalmente mortal la visita a Hoba, era casi seguro que quien ingresara, jamás volviera, a menos que, el intruso (denominado así por las Stella, otras de las criaturas de Hoba) haya recibido una cordial invitación para ingresar y que dicha invitación tuviera de remitentes a los guardianes del bosque. Cosa que Jake, en medio de su cumpleaños número diecisiete, recibió.

Al principio lo tomó como una broma, pues conocía los rumores que corrían sobre aquella locación considerada maldita, el bosque Hoba era una trampa para cualquier practicante de magia que se atreviera a entrar. Ni siquiera los magos recientes, que eran la clasificación más alta, se atrevían a ingresar. Así que, para él, quien ya no poseía el control sobre su magia y su vínculo con su sub-elemento se encontraba roto, poner un pie en ese lugar no entraba ni en sus planes más locos, aquello era ir directo a una muerte garantizada.

Por lo tanto, desechó sin pensarlo dos veces esa carta que rezaba entre sofisticadas letras cursivas: «Aquello que realmente anhelas, te está esperando».

Jake jamás debió hacer eso. Porque al siguiente día, se vio a sí mismo siendo perturbado en distintas situaciones, la primera y la más calmada a su consideración, fueron un montón de cartas tapizando el suelo de su casa, todas orando distintas palabras las cuales pusieron a al chico residente de Mondsee a sudar frío. En la segunda ocasión, el miedo comenzó a correr por su ser al sentir pesadas miradas y susurros abrumadores encima de él y al verificar que aquella atención no venía de sus compañeros burlones, sino de un grupo de espíritus Tenarre vigiándolo cautelosos, la sangre se le heló.

Pasó días tratando de evadir a aquellos entes oscuros, carentes de un cuerpo sólido y formados por nada más que humo, con una presencia que tenía la capacidad de poner a cualquiera a temblar peor que un chihuahua indefenso. Pese a sus esfuerzos, siempre terminaba topándoselos y en cierta manera, durante esos días se acostumbró a ello, sin embargo, a Jake se le ponían los pelos de punta al ser continuamente observado.

Pese a que dichos seres jamás traspasaron las barreras de su espacio personal y simplemente revoloteaban a su alrededor, dejaban un mensaje perfectamente claro: «Te estamos esperando».

Cuando llegó la tercera semana desde aquel día en el que recibió la dichosa invitación causante del desastre, sorpresivamente nada ocurrió. Jake mentiría si dijera que no sintió un pinchazo de decepción al notar que todos aquellos actos para llamar su atención se habían detenido abruptamente, pero se obligó a eliminar esa sensación, pues eso era lo que él deseaba ¿No?

Jake solo quería estar en paz...

Entonces ¿Por qué rayos sus pies se habían dirigido hasta lo profundo del Bosque Hoba? Él realmente nunca terminaría de encontrar una respuesta a eso, repentinamente una chispa en su interior se encendió, dentro de su ser se creó algo que lo llamaba, que le pedía a gritos ingresar a ese lugar y cuando lo hizo, se sintió aliviado.

Hoba podía ser considerado para muchos como un lugar perverso, pero para él, ese lugar que se ocultaba detrás de la espesa neblina y árboles pronunciados se había convertido en su espacio seguro. Cuando sus pies tuvieron el primer contacto con los terrenos del bosque, una corriente cálida lo recorrió, que se sintió justo como si el lugar le estuviese dando una pequeña bienvenida.

Aunque estuvo a punto de darse media vuelta y huir despavorido cuando, sin previo aviso, uno de los Lignum Tenarre se desprendió de uno de los pinos del bosque y se plantó frente a él, imponiendo su temible presencia. Jake temió por su alma al ser oteado por las cuencas vacías de aquel espíritu, pues los Lignum eran bien conocidos por alimentarse de las esencias de los que se atrevían a ingresar sin invitación, pero al paso de unos cuantos segundos, el ente marrón de casi dos metros de altura soltó un ronroneo parecido al de un gato, confundiendo a Jaeyun en demasía. Después, algo brotó desde este, dos manos, similares a las ramas de un árbol comenzaron a crecer desde sus costados y cuando estuvieron a punto de tocar el suelo, se detuvieron.

El chico se ruborizó en demasía cuando el ser palmeó su cabeza y soltó pequeños balbuceos como los de un bebé juguetón.

—Demasiado extraño —pensó Jake. Pero dentro de sí, prefería esa peculiar situación a que se encontraran consumiendo su alma o algo por ese camino.

Cuando el amigable Lignum terminó de consentir al chico como si este fuera un pequeño cachorrito, lo oteó una vez más, dando la impresión de que estuviera asegurándose de que realmente fuera él y no un vil engaño. En ese instante, Jake fue testigo de un fenómeno que jamás imaginó posible. Los ojos del espíritu se iluminaron de un espectacular verde, idéntico al que adornaba los alrededores del lugar y casi igual al ligero verde que teñía también a sus orbes hazel y aunque suene completamente increíble, Sim jura haber visto a la criatura sonreír.

Posteriormente, uno de los largos brazos del Lignum se dirigió a la espalda del moreno y le dio un pequeño empujón, mensaje que Sim tradujo como un «adelante». No desobedeció, pues después de aquel extraño pero fantástico encuentro, al chico le quedaba más que claro que debía ingresar, pues había algo esperando por él.

—Hey, Jake.

—¿Sí, Namjoon?

Lastimosamente, aún no descubre que es con exactitud.

—¿Te encuentras bien? —Aquel moreno alto lo analizó con una de sus cejas alzadas, haciendo sentir pequeño al chico que continuaba detrás del mostrador acompañando a la caja registradora.

—Sí, Namjoon. ¿Por qué la pregunta? —Respondió titubeante.

El moreno señaló al cubículo ubicado a sus espaldas.

—La alarma que indica que las pociones se encuentran listas sonó hace diez minutos, Jake. Si no hubiera venido yo a verificar su estado, se habrían sobre activado.

El moreno menor abrió los ojos con nerviosismo frente a la intensa mirada inquisitiva del hombre de cabellos grisáceos.

—Y cuando una poción se sobre activa...

—¡Por Merlín! —Dijo —. Namjoon, juro que no fue intencional. ¡Me perdí en mis pensamientos y no me di cuenta!—exclamó tembloroso —. ¡Lo siento mucho!

El Terra-Natura estaba lleno de nervios, porque ¡Vamos! ¡Por poco y hacía explotar el lugar!

Jake dio una reverencia de manera torpe, pero después, cayó al suelo tembloroso, sintiendo las lágrimas comenzar a asomarse por sus ojos hazel.

Hace tres años, cuando su corazón se tornó oscuro y la conexión con su sub-elemento llegó a su punto de quiebre, perdió su magia. Con ello, también vio ir muchas otras cosas, su padre le dio la espalda sin decir palabra alguna, sus supuestos fieles amigos y seguidores lo desconocieron de un instante a otro y aquella reputación tan prestigiada que poseía se desvaneció en el aire en cuestión de segundos.

Sin embargo, hubo algo o más bien, alguien, que Jake no perdió.

Park Sunghoon continuó siendo la luz en medio de la oscuridad que rodeaba su vida, tal como siempre lo había sido desde el instante en el que ambos se conocieron. El pelinegro jamás lo vio diferente después de aquel incidente, su relación continuó de la misma manera que antes y Sunghoon en ningún instante dudó de las capacidades del chico de pecas. Su inteligencia y fuerza continuaba ahí, él solo había perdido el camino correcto para dejarlas salir.

Sunghoon permanecería siempre al lado de Jake y lo ayudaría a sanar cada pequeña herida, sin importar el tiempo que eso tomara, porque para el Quarius Gélida, el Terra-Natura lo valía. Él era una estrella que lastimosamente había sido opacada, pero que él se encargaría de ayudar a volver a brillar.

Costó muchos esfuerzos y varias heridas para el par de chicos, pues cada que el pecoso hacía el intento de ejecutar algún hechizo, su magia salía disparada causando pequeñas explosiones de energía errática que acababan por mandar a volar a los dos amigos, pero finalmente se dieron cuenta que Sim aún podía realizar una cosa: pociones.

Hacer pociones era algo sumamente sencillo, ya que requiere un porcentaje de magia casi nulo. Los mágicos lo aprenden a partir de los seis años, pues es algo básico que se estudia independientemente de cuál sea el tipo de magia que este posea, sin embargo, si dicha es la magia verde, se deben profundizar bien los conocimientos en estas áreas porque aquellos que poseen magia verde tienen una conexión especial con la naturaleza y esa unión les entrega más ventajas en esta tarea.

Se les llama Terra-Natura a aquellos que son bendecidos por la naturaleza y se les caracteriza por ser, en su mayoría, brujos o hechiceros que se convierten en sanadores y los sanadores son los más valorados y respetados en la comunidad, ya que sus pociones al ser tan complejas y poderosas, son consideradas como sagradas.

Afortunadamente, pese al castigo que significaba tener su magia rota, Jake aún conservaba un poco de su esencia de Terra-Natura, permitiendo así que el chico realizara algunas pociones, aunque estas fuesen aquellas que los infantes suelen realizar en sus primeros pasos de aprendizaje.

Al menos era algo, así que Jake no podía quejarse.

Gracias a la ayuda de Sunghoon y al apoyo brindado por los guardianes como Namjoon en Hoba Cabana, él había tenido la oportunidad de recuperar un poco de esa magia que tanto extrañaba.

Por eso, a Jake le asustaba en demasía cometer algún error y ver perdido ese apoyo. Debido a ello, en ese instante, se encontraba al borde del llanto sintiendo como si una parte vital de él estuviese a punto de ser cruelmente arrancada.

Escuchó un pesado suspiro.

—Levántate —ordenó el mayor.

Con más movimientos torpes, obedeció.

—Namjoon en serio lo lamento —lloriqueó.

—¡Haré lo que sea, pero por favor, no me eche! —El brujo tomó el brazo del más alto, quién lo observó con el ceño fruncido —. ¡Hoba Cabana se ha convertido en algo especial para mí, aquí me siento cómodo y nadie me juzga!, por favor...

—Jake.

Tragó saliva con pesadez.

—¿Sí, Namjoon?

—Solo iba a decir que tuvieras más cuidado, porque tú habrías tenido que limpiar y eso toma bastante tiempo.

—¿Ah?

Kim Namjoon soltó una pequeña risa, enternecido por el morenito y después, habló.

—Descuida, desde que el bosque te permitió ingresar, Hoba Cabana se convirtió en un lugar a prueba de Jake's —le guiñó y después hizo una pausa —. Además, sé lo importante que es este lugar para ti, Jake. De lo contrario, la cabaña no te habría escogido —Namjoon hizo un ademán, invitándolo a tomar asiento en el sofá situado en uno de los pasillos de la cabaña.

—Dime, ¿Sabes lo que realmente es Hoba Cabana, Jake?

Negó.

Kim sonrió, llevando su vista al frente justo donde un chico de cabellos claros y labios abultados se encontraba estudiando algunos libros de Hechicería nivel III.

—Hoba Cabana es el lugar que te ayuda a encontrar aquello que realmente anhelas — Jake en ese instante recordó las palabras talladas en la carta que inició todo —. Independientemente de lo que sea, si Hoba Cabana te elige para ayudarte, lo encontrarás.

—Aquello que realmente anhelas te está esperando, eso decía la invitación —citó ese texto que podía recordar a la perfección —. Pero, no entiendo cómo es que la cabaña podría ayudarme a conseguir lo que deseo ¡Ni siquiera yo sé que quiero! —Se quejó, dejando que su cabeza castaña reposara contra el respaldo del confortable mueble con la sensación del nudo en su garganta y las lágrimas que hace unos instantes amenazaron con salir aun calando en su ser.

El de hebras platinadas se encogió de hombros.

—Yo tampoco lo sé —dijo, Jake lo contempló incrédulo —. No me mires así, es verdad.

—¿Ningún guardián lo sabe? —Inquirió, a lo que Namjoon negó —. ¡Vamos, eso no puede ser cierto! Alguno de los libros que hay aquí debe de explicar qué es con exactitud este lugar y cómo funciona —apuntó vagamente en dirección a unas repisas que contenían varios volúmenes, solo para terminar dando un resoplido cuando su mayor hizo otra negativa.

—Genial —masculló.

—Vamos, ese es el encanto de este lugar —dijo con alegría, dándole al brujo un apretón en el hombro —¿Qué sentido tendría la fe si todo en nuestro mundo tuviese explicación? Ese es el precepto de Hoba Cabana: debes de creer en su magia, confía en que ella hará el trabajo.

Jake soltó un sonoro suspiro, haciendo que Namjoon lo mirara con compasión.

—Eso me resultaría fácil si aún tuviera... no sé ¿Ocho años? Cuando creía que la magia era genial y veía a Mondsee como un paraíso —elevó sus manos e hizo un breve movimiento circular. —Lo único bueno que vine a encontrar aquí fueron Sunghoon y este bosque. Todo lo demás es una completa mierda —bramó.

—Pequeñajo, cuida tu boca —le señaló el mayor, Jake murmuró un breve lo siento acompañado de una mueca.

Después, un silencio breve se formó entre los dos. Namjoon decidió adoptar la misma posición que el más joven, dejando su cabeza reposar sobre el respaldo para contemplar con calma el colorido techo de la cabaña, el cual había sido adornado con múltiples plantas trepadoras por cierto chico rubio que justo en ese instante, se situó al costado de ambos.

—Que tengamos magia no nos hace perfectos, Jake. Hasta el mago más inteligente y poderoso puede llegar a cometer errores —dijo, dejándose caer en el reposabrazos del mueble para mirar al joven brujo —. Aunque los espíritus Lux y Tenebris nos hayan dado sus bendiciones, jamás seremos como ellos, nosotros somos mágicos: simples seres capaces de manejar la energía que nos rodea, no somos dioses ni ninguna otra entidad. ¡Es más! Puedo asegurarte de que ni ellos están exentos a errar.

Namjoon asintió, coincidiendo con el discurso de Jimin.

—Tienes razón, Mondsee está manchado por una gran cantidad de errores de mágicos que sucumbieron ante la codicia o se dejaron llevar por el dolor y tú sabes que muchas de las cosas que les han contado no son verdad. Pero eso no significa que debas perder tu fe en la magia —Jake dio un suspiro que brotó de lo más profundo de su pecho, dejando salir la sensación de pesadez que lo aquejaba —. La magia es parte de nosotros, Jake y ella jamás nos abandona. Entiendo que quizás para ti resulte difícil creerlo, pero independientemente de lo que te sucedió, siempre seguirás siendo un mágico.

Finalizó el rubio de ojos esmeralda, oteando al brujo con atención. Jake se tomó unos minutos para analizar sus palabras antes de enderezar su postura, entrelazando sus propias manos en el acto.

—Yo también cometí muchos errores ¿Sabes? Unos tan terribles que quizás nunca pueda corregir y esta vida no me sería suficiente para terminar de arrepentirme. Por eso no puedo salir de esta cabaña, ese es mi castigo —confesó el mayor —. Pero, tú aun tienes una oportunidad, puedes recuperar tu magia y cambiarlo todo.

—Namjoon, por favor no me dé falsas esperanzas. —pidió, sintiendo el corazón dolerle.

—Sabes que no lo son —respondió con seguridad —. En el fondo sabes que lo que dicen de ti no es cierto, Sunghoon también es consciente. Lo que pasó con tu magia no fue por tu culpa —continuó, Jake desvió la mirada con un ceño fruncido.

—Ni siquiera puedo recordar lo que pasó como para poder afirmarlo o negarlo y aunque pudiera hacerlo, no sé si estuviera listo para afrontarlo. No tengo ni la menor idea de quién soy ¿Cómo podría atreverme a decir que todos se equivocan, Namjoon? ¿Cómo podría? —Dijo con un hilo de voz, las lágrimas nublaron su vista nuevamente. —Sé lo que quiero, lo supe desde que entré a esta cabaña y vi mi reflejo en la fuente de los anhelos. Pero no sé si estoy listo, me asusta demasiado —admitió, rompiendo finalmente en llanto. El rubio que compartía la misma clasificación con él lo rodeó con sus brazos, invadiéndolo con su suave aroma a hierbabuena. Namjoon en cambio, acarició su cabellera con lentitud, limitándose únicamente a ello pues él tenía ciertas dificultades para consolar a los demás, contrario a Park Jimin, quien parecía poseer una empatía desbordante.

—Cuando estés listo, aquí estaremos. Solo cuando tú lo decidas, estaremos aquí para afrontar cualquiera que sea la verdad, juntos —prometió sin dejar de peinar los cabellos castaños del menor —. Ya no estás solo, Jake. Ya no más ¿sí? Así que por favor, deja de cargar con todo solo, puedes apoyarte en Jimin y en mí.

Jake asintió sin dejar de aferrarse al rubio.

Ese día, una de las tantas pesadas cadenas que asfixiaban a Sim Jake, finalmente cedió.



* Hazel: Hazel es un color de ojos que es muy difícil de definir, ya que cambia constantemente de marrón a verde y siempre es una mezcla de dichos colores.


Corregido: 2023.

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