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Me enganché de su brazo viendo como todos nos hacían reverencias con nuestra llegada. Pasamos a través de la gran puerta de cristal hacia el interior del también gran edificio forrado de cristal. Más y más reverencias hasta el elevador. Ya después yo llevaba su mano, era más cómodo. Las puertas metálicas se abrieron dándonos el pase a salir a ese piso por el que deambulaba hace unos meses con estibas de papeles desde mi cubículo hasta mi escritorio, desde el de Tae hasta la fotocopiadora.

-Amor, espera- lo freno, el me mira confundido, y a pesar de que luce hermoso hoy no me concentro en eso- es que... no lo sé , no quisiera que me vieran- miro al final del pasillo, nerviosa. Mis ojos vuelven a enfocar Tae.

-Oh vamos, estás exagerando. Que estemos juntos no es asunto de nadie, ¿si?- de momento me relajo al sentir su suave caricia en mi mejilla - además viniste a ver a Chaeryeong, ¿se te olvida?.- río ante lo último

-¡Buenos días señor Kim!- todos saludan y verencian. Pero nada es casual cuando me notan. No tienen malas expresiones. De hecho parecen felices de verme. Y

-Hola- dije sonriente, moviendo levemente mi cabeza en saludo.

Escucho varios 'señorita Park' y me siento vulnerable recordando que antes me hacía llamar así y todo terminó fatal.

Las chicas ponen una cara de adoración al ver que estoy embarazada, y me sorprendo, porque de verdad fuimos buenas amigas y eso gracias a Dios no cambió.

-Bien.- tae corta el buen ambiente con su cara de entierro- ¿Alguien puede decirle a Chaeryeong que pase por mi oficina al llegar?- rápidamente todos le afirmaron que lo harían

-Vámos amor- me dijo a mí. Yo miré hacia atrás antes de seguir sus pasos.

-¿Puedes emplear un por ciento de todo el cariño que te doy?- dije riendo mientras él cierra la puerta de su impecable despacho.

-Ningun vicepresidente es cariñoso- me da una mirada obvia mientras me conduce hasta su escritorio. Miro todo detalladamente y si que ha cambiado muchísimo. -Siéntate, con cuidado- me senté como dijo y luego reí. Realmente se pasa aveces.- no me mires así- entrecierra sus ojos antes de agacharse y besar mis labios rápidamente. Tome su nuca y di besitos extras.

-estoy embarazada, no enferma- él se endereza y va a su lado de la mesa. Se sienta frente a su escritorio y me mira mientras se quita el abrigo.

-¿Por qué Chaeryeong no a llegado?- hago puchero y tomo un lapicero que encuentro cerca para comenzar a dibujar corazones en mi mano

-Es la irresponsabilidad en persona. Viene cuando le da la gana. La despediré un día de estos- mordió el interior de su mejilla mientras abría una gaveta

-¿Ah, si? entonces seguro no viene hoy por ser el último día a las vacaciones de invierno.

-Ya, igual sabe que morirá en mis manos si lo hace- solté una risita sin dejar de mover el lapicero por mi piel dejando cualquier dibujo tonto- ¿qué tal si la llamas?, le saldrán alas si le dices que estás aquí. Gracias a ti llegará temprano.

-Okey...- murmuro encendiendo el celular.

Es nuevo ahora que lo recuerdo

¿No es magnífico? Incluso un dispositivo tiene más clase que yo.

Moví mis ojos y por las aplicaciones y encontré ese típico ícono del telefonito verde.

Lo toqué para entrar pero solo vi un solo contacto. De echo pensé ver ninguno.

Kim TaeHyung.

Mi cara completa se va abajo.

-¿Kim taeHyung?- le reprocho con un puchero- ¿por qué eres tan anti-amoroso?

-¿De que manera lo iba a poner?. - dijo, está muy ocupado leyendo algo en la pantalla del plano computador

-¿Cómo de que manera?, ¿Ni siquiera 'Tae'?- excavo en el tema.

-amor, guárdalo ahora tú como mejor quieras, es tu teléfono- se sacude el cabello y atiende a los papeles concentrado en leer algo.

-Como sea, préstame tu celular, no tengo el número de Chaeryeong aquí- él lo busca en el bolsillo de su abrigo y me lo da.

-Puedo usar tu WhatsApp ¿verdad?- le lanzo una mirada sospechosa.

-Claro. No encontrarás nada interesante.

Tal como dijo solo vi chats viejos míos, de Jimin y...sus amigos. Algunas cosas de la empresa. Dios, su foto de perfil. Parece modelo. Eso es interesante.

La miré unos segundos más y busqué el Chat de Chaeryeong, estaba totalmente vacío. Ignoré eso y le escribí, me ponía en línea así que supuse que lo vería rápido. Sonreí cuando me contestó. Le pregunté dónde estaba. Dejó de escribir y pronto recibí una foto.


¡Estas loca Lee Chaeryeong, ven a trabajar!

Busqué un emoticono riendo y se lo envié

-Tienes que ver esto-Tae me prestó atención y yo le mostré el chat enseñándole la foto. Veo su cara disgustada y suelto una risita torpe.

-Si siendo como soy es así no me quiero imaginar si soy un poco más amable.

Chaeryeong me dejó dicho que ya venía así que simplemente seguí utilizando el teléfono de Tae para no aburrirme.

No me percaté siquiera cuando la puerta se abrió, pero cuando salí de la pantalla una chica entraba a la oficina, tenía un uniforme de secretaria por lo que me imagino me remplaza. Su cara se veía seria y intrigada al mirarme, más que los de allá fuera, como si hubiera algo escondido detrás. Yo me extrañé pero no dije nada.

Cuando miré a Tae ella empezó a dictarle su agenda, justo lo que hacía yo.

-Nada más- dijo Taehyung al ella preguntarle si deseaba otra cosa- Oh, si, mi café cargado por favor, que no se te olvide.

Flashback

-¿Algo más? - beso sus labios de nuevo provocando un pequeño y morboso chasquido. Estaba sentada en sus piernas.

Ya daban las ocho de la noche, casi todos se habían ido a sus casas, pero él me cargaba de trabajo a propósito para tenerme con él todo el tiempo que se pudiera. Intentaba convencerlo para que me dejara ir de una vez, pero se me saldría de las manos si no me paraba de encima suyo

-¿Puedo irme a casa?

-No, bésame, es una orden- gruñí frutrada, por varias cosas en realidad. Él apretó mis caderas transformando el beso a uno menos delicado.

Su mano subió por uno de mis muslos y acarició la cara interna de este repetidas veces, dentro de poco avanzó más, sentí sus dedos palpar por encima de mis bragas. Lo bueno de todo era llevar un vestido.

-¿Todavía quieres irte?- detengo mis ojos en sus labios mojados e hinchados, lamo los míos y boqueo involuntariamente cuando noto su poco favorecedor juego con mi braga, tira de ellas y por ende me inquieta cuando la húmeda tela choca contra mí . Porque si, ya estaba mojada a más no poder.

-Baja las cortinas- tomé sus mejillas y comencé a besarlo como si no hubiera un mañana.

No quiero ni pensar en que hayamos echo a nuestro bebé en los sillones y sofás de esta oficina.

-Amor, ¿quieres algo de comer?- con mucho trabajo empujé mi recuerdo.- ¿Gelatina de fresas? - Taehyung me propone, sabiendo que me gusta

Tengo veintidós años, pero a pesar de mi corta edad, sigo siendo mujer y se identificar cuando otra está dolida. Y la cara de esta mujer me lo dice todo.

Ja, me pregunto qué hubiera pasado si yo no hubiera aparecido. Nadie le dijo que Taehyung tenía pareja.

-Que sean dos- especifico mirándola a ella, una sonrisa falsa me delata.

Sigo teniendo su mirada seria y meticulosa. Me mira como si quisiera buscarme un defecto. ¿Defectos para qué? Esto me da ganas de reír, por primera vez no me siento con baja autoestima- ya te ibas ¿o no?.

Hace una reverencia y después la vemos marcharse.

-¿Le gustas o algo? Lo disimula pésimo- hablé apenas tuve la oportunidad, consumida en celos y un poco molesta.

-No es algo que me guste presumir, le gusto a todas las mujeres ¿qué puedo hacer?- dice apropósito formulando una sonrisa arrogante y malditamnete sexy- pero ya sabes, me concentro en una sola.- me guiña un ojo.

-Holaa!- escuche una conocida voz sumarse a la de nosotros, volteé con una sonrisa para ver a Chaeryeong acercarse a nosotros, al parecer entró cuando la estúpida secretaria salía.

Ambas gritamos al vernos.

-¡Nooo! Mira esta pancita de aquíiii!- exclama sonriendo mientras mira mi barriga.

-Hola Yeong- dije, ella se acercó y chocamos nuestras mejillas en un beso, olía bien como de costumbre-, pensé que eras una modelo trasladada de París.

-¡También estas divina! ¡Y volvieron! ¡Dios mío cuentamelo todo!

-Sigo aquí- Taehyung llama nuestra atención
-Estoy trabajando - añade señalando el computador

-Yo iré con Cheryeong y la ayudaré a trabajar mucho- estiro mis labios hacia arriba y me pongo de pie, Chaeryeong intenta ayudarme, pero ve que no es necesario.

-Espero que Chaeryeong trabaje más de lo que hable- comentó sin mirarnos. Las dos compartimos una mirada cómplice y nos dirigimos a la puerta. Adoro la hora en que me hice tan amiga de ella.

-Ah, aquí están mis gelatinas- freno a la pelinegra de antes, quien ya venía con lo que le pedí.

Tomo los recipientes pero apesar de que hago el intento de ser agradable, ella mantiene su mirada despectiva sobre mí y entra a la ofinica, cerrado la puerta detrás.

Yo me quedé incrédula en mi puesto procesando todo. Juro que si mi humor no estuviera tan bueno hoy no lo habría dejado pasar.

-Confías en Taehyung- me recuerda Chaeryeong antes de irnos por el pasillo.

-En ella no, ¿La conoces?, ¿Cuánto lleva aquí?- me acomodo el vestido mientras caminamos

-Solo sé que es antipática. Tiene cara de víbora, creo que fue ese animal en su antigua reencarnación.

-Chaeryeong- reí, había olvidado su buen sentido del humor

-¿Qué dije?

Gracias por leer ❤😚

Pd: perdonen los errores

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