Capitulo 15

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La hora de salida estaba por llegar y desde el último periodo una rubia se encontraba algo preocupada marcando a su actual novio mientras que Jackie, en el techo de la escuela, por igual se mantenía marcando para localizar a Marco, con un suspiro exhausto dejo el móvil de lado casada.

—Marco, ¿Dónde te metiste? Estoy... Realmente aburrida sin ti.

—Jackie, ¿Un cigarrillo?

— ¿Cuántas veces les he dicho que no me molesten cuando estoy aquí? —se incorpora mirándolo de reojo — ¿Alguien sabe que ocurrió con Marco?

El chico negó con la cabeza y Jackie suspiro tomando el cigarrillo, luego de que el chico lo encendiera la rubia lo corrió del lugar, con la mano en su nuca Jackie se recostó mirando el cielo y soltando el humo que invadía sus pulmones, el aire destruyó aquel humo dejando a una pensativa Jackie en aquel lugar.

—Diaz... ¿Dónde estás? No soporto estás tanto tiempo por mi cuenta.

La siguiente clase había terminado y con el profesor apenas saliendo del aula Star tomaba su móvil inquieta, Dipper la miro por milésima vez tomar el móvil de ese modo y solo suspiro, por su parte Bill estaba aburrido jugando con una pluma sobre sus labios, y Mabel simplemente estaba desanimada.

— ¿Y bien? —observa a su hermano — ¿Dónde iremos a buscarlos?

—Ellos estarán bien —menciona sin cuidado el castaño —por si ya lo olvidaron, ambos son mayores.

—Me sorprende —sonrie divertido el rubio —cada vez nos tratan más como sus iguales, somos demonios ¿Recuerdan?

—Eso no importa ahora —se levanta inquieta —él no contesto mis llamadas.

— ¿De quién estás hablando? —cuestiona el castaño — ¿Tom o Marco?

—Tom, por supuesto.

Cayendo en cuenta la rubia alejo el móvil de su oído dándose cuenta que desde temprano había estado preocupada solo por aquel pelirosa.

—Le... Marcare a Marco.

—Ni lo intentes —suspira la castaña —llevo toda la mañana intentando llamarle, y nada.

— ¡Oigan! —se adentra con una leve sonrisa — ¿Porqué tan tristes?

Janna se adentro hasta el pupitre de Bill tomando asiento en el escritorio y haciéndolo desviar la mirada con enfado.

—Vamos... —juguetea con sus rubios cabellos — ¿Me extrañabas tanto Bill? —riendo miraba a los otros —por cierto... ¿Dónde están Marco y Tom?

—No sabemos —contesta preocupada.

— ¿Cómo? ¿Los perdieron? —rie animada —Oigan, ¿Vieron a Marco en la mañana? Él totalmente no se lo esperaba, Jackie lo tomo por sorpresa por completo.

— ¿El beso? —cuestiona insegura —para mí parecía muy bien recibido.

—Pues no era así en absoluto —aclaraba Janna —Marco estaba llegando cuando ella lo interceptó con un saludo, Marco tomaba su Skate, apenas se distrajo Jackie avanzó y lo acorraló para besarlo... Aunque no te lo voy a negar, parecía bien recibido, aunque... Hablamos de Marco.

—Marco —mencionaba pensativa —salio corriendo...

— ¡Ay, por lucifer! —grita con enfado el rubio —no se preocupen mucho, ambos están bien... Confíen en éste demonio.

Apenas se apuntaba orgulloso cuando su celular del Inframundo comenzó a sonar, era su hermano Will... Ese celular se lo había regalado el peliazul, pero Bill casi no lo utilizaba al salir tan poco del Inframundo, solo lo utilizaba para contestar los mensajes de su hermano y para desaburrirse, sus ojos se agrandaron de la sorpresa al ver aquel texo.

— ¡Con un... Carajo! Necesito irme de urgencia.

— ¡He, he! —se levantaba deteniendolo por el brazo —Para tu caballo, ¿Dónde estás?

Bill parecía apurado, con prisa miraba la puerta de salida y enseguida volvía a aquellos ojos cafés enfadados, que lo retaban como de costumbre... El demonio apretó los dientes hablando entre dientes "Bien" mencionaba con el leve movimiento de sus labios. Por lo bajo mostró aquel celular al castaño que dudoso bajaba la mirada a aquel texto.

—Pense que no teniaaa... —apretaba los labios preocupado — ¿¡Que diablos hombre!? —susurra molesto — ¿¡Que tan peligroso es tu hermano!? ¡Llévame ahí de inmediato Bill!

Sin dar explicaciones tomo el brazo de aquel chico sacándolo de aquel lugar, los chicos se miraron confundidos y avanzaron con prisa detrás suyo, Janna salía con una sonrisa tranquila. En un muelle dos humanos parecían tranquilos sacándose los zapatos, al tener su pies libres se sonreían y tomaban asiento al lado del otro dejando que el agua mojara levemente sus pies, entonces dirigieron sus miradas al frente, hacia unos barcos que aún navegaban.

—Entonces... —cuestionaba al aire el pelirosa.

—Entonces...

Mirándose el uno al otro terminaron sonriendo, entonces Tom se giró atentamente a aquel chico.

—Dime lo que te molesta.

— ¿Cómo sabes que algo me molesta? —cuestiona divertido.

—Hay algo en la mirada de todos los demonios —apunta sus ojos —podemos ver luces al rededor de todos lo humanos que nos hacen entender lo que sienten —sonrie levemente —por ejemplo, cuando apareciste en el Inframundo, el color que te envolvía era el color morado... Tenías miedo.

—Bueno —sonrie levemente —eso podías notarlo con solo mirar mi cara.

— ¿Si?... Ahora mismo es verde.

— ¿Y eso... Eso que significa?

—Tambien gris, estás nervioso y mientes... Oye, ¿Que es?

El castaño se quedó en silencio bajando la mirada, Tom sonrío haciendo lo mismo y acercando su mano tocó con si meñique la mano contraria, acariciando los dedos de Marco, el castaño bajo aún más la mirada.

—El... ¿Beso de Jackie?

— ¿¡He!? —levanta la cara preocupado — ¿Lo viste? No ha Sido eso en absoluto —baja la mirada avergonzado —ella me tomo totalmente por sorpresa, no pensé que fuera a hacer algo así.

— ¿Cómo? —lo mira dudoso — ¿No están saliendo?

— ¡Para nada! —lo enfrenta con vergüenza —ella solo me beso de repente...

—Entonces... ¿Que es lo que te preocupa?

—No lo sé —se aferra al muelle — ¿Tú?... Cuando te mire irte me preocupe... Un poco, ya que te he estado dejando solo... Aunque... —aprieta los labios molesto —creo que Star te hace buena compañía.

El demonio noto aquel tono de voz y como aquel chico giraba la mirada... Tom sonrío, y rascando su mirada asintió para tocar la mejilla de aquella chica, el joven volvió la mirada ante aquella mano.

—Ahora es rojo.

Tranquilamente se acercaba a aquel castaño quien con sorpresa lo miraba abriendo levemente los labios sin saber que decir, el hecho de ver a aquel demonio frente a él, tan cerca, lo había paralizado; pero aún así... Por reflejo y deseo, Marco cerraba los ojos, sus respiraciones se unian entre la corta distancia... Sintiendo como sus labios se rozaban, Tom abrió los ojos admirando el moreno rostro frente a él. Poco a poco aquel castaño intentaba acercarse más, tragando grueso se sintió muy emocionado al pensar en que solo necesitaba acercarse un poco para besar aquellos labios, pero suspirando cerro los labios y pegó su frente a la de aquel chico.

—Soy tu demonio, así que trata de prestarme más atención.

— ¿Ha?

Tragando saliva se alejo sintiéndose un tonto al pensar que algo más podría pasar entre ambos, sacudiendo su cabeza cubrió su boca avergonzado mientras Tom sonreía complacido mirando el agua bajo sus pies.

— ¿Dónde estamos Marco?

—Mm... Es la... La playa dónde mis padres se conocieron, mi madre venía como invitada de una amiga, me dijeron que todos se estaban divirtiendo y mi padre acepto beber una botella de un solo trago, claro que ganó la apuesta —sonrie orgulloso —pero luego de eso le dieron muchas ganas de vomitar, mi madre fue la única que se separó del grupo para asegurarse de que él estuviera bien, después de que mi papá se calmara y mi mamá lo ayudará, ellos comenzaron a conocerse a la luz de la luna —sonrie nostálgico —mi madre me contó que en la mañana cuando despertó a su lado fue... Amor a primera vista, entonces él la abrazo —rie animado —aunque lo lamento un poco por ella ya que deseguro mi padre olía a vómito.

—Vaya historia de amor —rie —por su parte mi madre y padre solo estaban firmando un contrato, claro que... Al mi madre ser un demonio de alto rango, se tuvo que mostrar con forma mitad humana y solo unos cuernos y cola para que supiera en que se metía, el trato era que mi madre fingiera ser su novia el tiempo necesario para que mis abuelos no lo obligarán a desposar a alguien, salió perfecto, pero ellos se enamoraron, luego de un par de problemas mi padre ofreció su alma y vida, y ahora vivimos en el Inframundo, genial ¿No?

Sin comprender por completo asentía —Si, definitivamente.

Entre su leve risa el estómago de Marco exigió atención y entre su vergüenza y risa, ambos se levantaron dispuestos a conseguir algo de comer en una tienda de convivencia. En el castillo del Inframundo Bill podía distinguir enseguida a su hermano, pero la joven peliazul del grupo se le adelantó abrazando a aquel demonio peliazul.

—Hace raro que no te veía.

—Si, Janna... —se aleja apenado —dame un momento por favor.

—Muy bien déjense de tonterías —pedia el rubio — ¿Dónde están?

— ¿Le hicieron algo a Marco? —se acercaba con seguridad.

—Vaya... —observa sorprendida el al rededor —esto luce... Espera ¿Marco?

—Muy bien demonio azul —se acerca dominante la castaña — ¿Dónde está Marco?

Will se encontraba acorralado por muchas miradas, pero en especial por aquella castaña de mirada asesina que lo sujetaba por la camisa del traje mientras ella lucía un overol con una estrella cocida en el pecho.

— ¡Bi... Bien, él... Él está bien! Se fue... Se fue con Tom, no se... Dónde...

— ¿Y Phil? —cuestionaba su hermano.

—Cuando supo por su boca que tenía un trato con Tom, él...

— ¡Ja! —sonreia con orgullo —asi que tuvo miedo.

Una risa lleno los pasillos —Miedo ¿Yo? —se mostraba de entre las sombras —vaya que eres un idiota hermano, ese humano no quiso aceptar darme su alma aún cuando lo mire.

— ¿Lo miraste? —cuestiona con sorpresa.

—Y me ignoró —declara sin vergüenza —pero bueno... Veo que has traído la cena.

Con una sonrisa en labios aquel demonio avanzaba gustoso hasta tomar al castaño por las mejillas para mirar directamente sus ojos, la furia lo lleno y sin poder esperar más Bill jalo el brazo de su humano atrayendolo a su pecho y susurrando en su oído con palabra en un idioma incomprensible, Will resguardaba a dos chicas detrás suyo mientras que Mabel miraba directo a aquel pelirojo, casi retandolo, con odio mientras él solo sonreía complacido con esa mirada retandola.

— ¡Ninguna lo mire a los ojos! —exigia el rubio.

Janna avanzó con prisa cubriendo los ojos de Star, y Will avanzó a su lado para cubrirlas del poder de su hermano mayor, Mabel se mantenía inmóvil mirándolo con ganas de matarlo, firme, estaba molesta y él sonreía ante eso acomodando su cabello hacia atrás para avanzar a ella, Bill detuvo a su hermano por el brazo negando.

—Ella lo quiere —afirma seguro.

— ¡Que te alejes! —exige molesto.

— ¿He? —tomaba la sudadera de su demonio —Bill ¿Que paso?

—No subas la mirada —lo abraza con fuerza —quedate así un poco más.

— ¿Que pasa aquí chicos?

Todos los demonios se pusieron firmes ante esa voz, en línea y con las manos detrás de ellos hacían una reverencia. Dipper aún estaba algo perdido sujetandose del sueter de Bill que por lo bajo le pedía con la mirada que se alejara, el castaño miro al hombre en el pasillo y dudoso retrocedió hacia las chicas que retrocedían junto a él hasta la pared para bajar la cabeza por igual en señal de respeto.

—Señor Lucitor.

—Señor Lucitor.

—Señor Lucitor.

Hablaban con respeto. No era que ese hombre fuera el más intimidante, fuerte o aterrador, el problema era su esposa, la actual gobernante del Inframundo así que... Aunque no quisieran debían mostrar respeto ante ese humano, y el gigante guardia detrás suyo los hacia recordar eso.

—Si, Bill... —mencionaba con una sonrisa —mi hijo paso en la mañana y me informaron que un humano le buscaba... 

Ambos hermanos mayores observaron al menor de ellos, el peliazul temblaba de miedo manteniendo la mirada baja y los ojos puños apretados, el señor Lucitor observa a los otros dos demonios y miro de reojo a aquellos humanos que mostraban su respeto detrás de ellos, entonces retiro a su guardia.

— ¿Y ellos?

— ¡Lo lamento mi señor —aprieta la mirada entre su hablar —me están acompañando en la búsqueda de ese humano y el príncipe Tom.

Janna era la única entusiasmada de ese lugar, ella estaba en cuclillas detrás de esos demonios escribiendo y dibujando algunas cosas en aquel extraño libro suyo. Mabel y Dipper, por otra parte, estaban sorprendidos de ver a aquel demonio engreido mostrando tanto respeto a un escuálido humano y llamando "principe" a Tom. El hombre humano se acercó a los otros humanos y extendió la mano hacia el castaño que dudoso bajaba la mirada tendiendo su mano, pero Janna avanzó primero presentándose.

—Bien entonces... Es un placer... —se gira hacia el rubio —Bill.

— ¡Si! —se mantiene recto.

—Baja el volumen —sonrie tranquilo —Tom y ese chico se fueron hace rato.

—E... Es lo que les quería decir —se interponia —pero no sabemos a dónde fueron...

Mientras ellos hablaban sobre aquello, Phil se mantenía mirando a aquella castaña con una leve sonrisa, Mabel lo desafiaba con la mirada causando que el señor Lucitor los mirará. Dipper bajo la mirada hacia su móvil y encendiendolo notó unos mensajes de Marco, le avisaba que estaban llegando a su hogar, con una sonrisa le mostró aquel mensaje a Star quien sonrío animada.

—Los chicos parecen estar en casa —anuncia el castaño a los demás.

—Seria bueno irnos —se interpone animada.

— ¡Ha! —los detiene —Antes Phil.

La piel del demonio se erizo, Phil apretaba los puños a los costados bajando la mirada, tenía que mantener la compostura.

—Sera mejor que no te interpongas en los tratos de otros, y no lastimes a estos chicos.

—Entendido.

Apretando los labios con completa furia y rendición, Phil bajaba la mirada causando la risa de Mabel quien solo se cruza de brazos desviando la mirada, los ojos de Phil viajaron hacia ella con enfado mientras apretaba los dientes en una sonrisa difícil de mantener. Al notar aquella mirada Dipper golpeó el hombro de su hermana que encogiéndose de hombros solo se giró para admirar las pinturas del lugar.

— ¡Bueno! —unia sus manos sonriente —ha Sido un placer tenerlos aquí, y me disculpo Janna por no poder darte información, pero... Principalmente está prohibida la entrada de humanos aquí... Bill —lo mira de frente.

—Gracias por no llamarme la atención, entonces hermano —sujeta el hombro del peliazul —chateamos más tarde.

El chico sonrio con su muy comunmente mirada baja y con esa respuesta Bill hizo aparecer un portal, Janna se despedía especialmente del señor Lucitor mientras Will los despedía agitando levemente su mano; por su parte Mabel era empujada por Dipper mientras aquel demonio pelirojo la despedía con un giño. Haciendo una última reverencia Bill hizo cerrar el portal que los dejo frente a la escuela, Janna suspiro y con las manos en su nuca comenzó a avanzar de espalda.

— ¡Bueno! Gracias por esa genial experiencia, nos vemos luego chicos.

Apenas Janna desapareció de su vista Bill regreso la mirada al joven castaño que parecía perdido en su transe mientras que Star se aferraba al brazo de Mabel que desde temprano tenía alquel ceño fruncido. Las chicas fueron las primeras en retirarse mientras que Bill tocaba el hombro de aquel chico haciéndolo volver la mirada.

—Dime Bill... ¿Por qué... Cuando él me miro a los ojos ví... Eso?

—Nosotros —aprieta los labios —Will, Phil y yo, podemos saber las cosas que los atormentan a ustedes, y usarlo a nuestra conveniencia... Lo que él te mostró... ¿Te dieron ganas de entregarle tu alma?

Dipper bajo la mirada al suelo y solo tomo asiento en la acerca abrazandose a sus piernas con tristeza. Bill exhaló un suspiro y rasco su nuca incómodo mientras tomaba asiento a su lado y posaba con suavidad su mano en la espalda de ese chico.

—Por un momento yo... —cerraba sus ojos afligido.

—Esta bien Dipper... Sabes —sonriente lo mira —tu hermana seguía retandolo, ella es realmente peligrosa, parece que no escucha las palabras de cualquier demonio.

—Bill... —musita pensativo — ¿Tú me quitaste ese hechizo que tú hermano...? —se queda en silencio dudoso —cuando todo estaba rojo... Miré tu mano extendida a mí, entonces solo... Recuerdo estar... Entre tus brazos...

Bill notó aquella duda y confusión así que solo tomo un respiro y golpeando el hombro de Dipper, sonrío tratando de emitir confianza con su mirada, el castaño negó y sonrío con levedad más tranquilo.

—Tenemos un trato, así que ese idiota no te tocará —afirma con confianza — ¡Ahora! ¿Quieres que vayamos a casa por una partida?

— ¡Justo tengo ganas de vencerte!

Entre una risa se pusieron de pie y mientras Bill lo abrazaba por los hombros Dipper sujetaba la cintura de su compañero para comenzar a caminar. Star y Mabel entraron con prisa a la casa Díaz y mientras Mabel se quedaba exhausta en las escaleras, Star corría piso arriba y sin tocar la puerta se adentraba en la habitación brincando sobre su pareja.

— ¡Estaba realmente preocupada, tonto! ... Digo... —se aleja dudosa —yo...

—No —sonrie tranquilo —esta bien Star, lamento preocuparte, me surgió algo en el Inframundo y tuve que ir.

Marco se encontraba recostado en la cama con la mirada en el techo en su intento de ignorar a aquellos chicos a su lado, mientras Star cuestionaba a su pareja si todo se encontraba bien, Marco extendía la mano al suelo tomando un pequeño conejo que admiraba algo pensativo.

— ¿Estás bien Marco? —cuestiona sonriente la rubia —realmente nos sorprendiste.

—Sabes que... —sonrie levemente —realmente no importa, se acercan las vacaciones —observa al pelirosa — ¿Les parece ir a la playa?

Con calma aquel chico volvía la mirada a aquel conejo acariciandolo y sonriendo ante sus leves cuernos, Tom sonrío mirándolo mientras Star se encontraba perdida en su mundo de ideas y Mabel entraba asintiendo a la idea, era una increíble idea.

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