Capitulo 2

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El pacto.


La noche llegaba y ambos castaños sabían que estaban acabados si no tomaban esos cuarenta dólares, su juego se lanzaba en tres día en un precio más bajo de lo usual y aún faltaba para que les pagarán en sus trabajos, ambos estafan molestos y decaídos esperando en la cama de su respectiva amiga a que está encontrará un gis entre sus Miles de cosas para dibujar el pentagrama que Janna les había enviado.

Algo enfadado el castaño del lugar se incorporó rápidamente en la cama mirando como su amiga seguía tirando Miles de cosas al ahora sucio suelo.

— ¡Star, solo olvídalo! —Decia con desespero —Ademas invocar demonios no debe ser nada bueno —ante el poco caso rueda su mirada — ¡Haaaa! ¡Vamos! ¿¡Como te crío tu familia!? ¡Solo olvídalo! —pone ojos de cachorro —Por mi.

—Marco —suspira dirigiéndo su mirada a él —Deja de quejarte —vuelve a buscar en sus cajones —Creo que debo recordarte que yo sé dónde tienes guardado ese dinero para ese videojuego tonto, y si no haces esto tomaré el dinero del videojuego y buscaré a alguien que si quiera hacerlo.

— ¡Star! —Dice sin ganas.

— ¡Por fin lo encontré! —Pronuncia animada levantando el gis en alto —Ahora si —comienda a revisar sus mensajes — ¿Que más me dijo Janna?

Entre datos de artistas y ropas Star comenzó a buscar los pentagramas que su amiga había enviado. En la casa de los gemelos Dipper se encontraba suspirando mientras miraba desde el borde de la cama como su hermana dibujaba un círculo extraño con pintura roja en el suelo.

—Oye —Dice tranquilamente bajando los pies de la cama —No es que me moleste intentar esto —suspira sin importancia —Ya sabes que me gustan estas cosas... Pero...

Levanta la mirada a su hermano — ¿Pero?...

—Invocar demonios es algo mucho más complicado y peligroso —observa su libro en el suelo —Es claro que depende mucho de que demonio sea, pero es muy normal que pida algo a cambio y... Aunque parezca que es lo mínimo... Un momento de tu vida podría cambiarlo todo —se levanta tomando su libro — ¡Además! Definitivamente no quiero volver a pelear con algún demonio otra vez.

La seriedad de su gemelo con respecto a los favores de los demonios la hace dudar, y sobre todo... Aquel tema con un momento de la vida, no solo su gemelo, si por error fuera un demonio malvado hasta ella podría estar en problemas. Mirando a su hermano buscar en aquel libro decidió tomar su móvil y salir de la habitación con la preocupación en la cara, desde un inicio la simple idea de Janna le había dado mala espina, en especial por aquel verano loco que vivió al lado de su gemelo de pequeños ¿Quien iba a pensar que en aquel pequeño pueblo vivirían tantos monstruos? Zombies, Gnomos, Hadas, habían visto tantas cosas aquel verano que sería una locura no creer en la existencia de los demonios.

*— Star al habla ¿Que ocurre Mabel?

—Star, no estoy muy segura de seguir con ésto, Dipper piensa que podría ser peligroso y yo también lo creo.

*—Oye tranquila, Janna dijo que nada saldria mal, Dipper estará bien, además ya casi pincho el dedo de Marco.

—Bueno yo...

*— ¡Por favor Mabel! ¡Talvez no pase nada así que por favor!

—Bueno...

—Mabel —sale al pasillo — ¿Lo haremos o no? —cuestiona el gemelo.

*— ¡Por favor! —Ruega atraves de la línea.

—Bien —Dice rendida.

Dos gritos se mezclan atraves de la línea, uno de júbilo y otro de dolor ante la aguja que entra con fuerza en su piel, una vez la llamada se cortó Mabel entro a su habitación mirando a su gemelo terminar el pentagrama y sentarse frente a este tendiendole ya un alfiler para que ella pinche su dedo. La mirada de Mabel duda observando el alfiler y a su gemelo totalmente relajado al lado de ella.

— ¿Estás bien con esto? —cuestiona dudosa.

— ¿Que más da? —sonrie —Janna fue quien les pasó la información, es seguro, estaremos bien.

—Pero... 

—Tranquila —Dice con serenidad —Soy bueno haciendo tratos.

Dipper tendió su mano a su gemela quien la tomo aún dudosa,  pero de igual forma cerró sus ojos para pinchar aquel dedo, ambos castaños dirigieron su mano al pentagrama dejándola caer en el centro, entonces todos se pusieron en guardia al mirar la sangre avanzar hacia las líneas del pentagrama dejando una pequeña parte de la sangre en cada punta de la estrella, Mabel miraba preocupada la escena mientras Dipper sonreia maravillado con aquel poder, en la habitación de Star, Marco se encontraba en guardia preparado para cualquier catástrofe mientras Star muy entusiasmada mirada la sangre avanzar esperando la gran aparición. Una vez todas las puntas con una gota de sangre todos bajaron un poco la guardia ante la curiosidad, pero nuevamente la subieron al mirar las gotas avanzar a toda velocidad hacia el centro, vibrando sin control comenzaba a suguir cada vez más sangre llenando el pentagrama, Marco tomo el brazos de Star para alejarla y Dipper por igual comenzó a retroceder con su gemela detrás suyo, la sangre comenzó a vibrar en el gran círculo del suelo llenando lo por completo.

—Dipper ¿Que está pasando? —cuestiona preocupada.

—No lo sé... Pero... —Abre la puerta girandose a su gemela —Sera mejor que salgas —la empuja fuera cerrando la puerta con prisa — ¡Si escuchas algo raro llama a Janna y espera por ella fuera de la casa!

— ¡Pero! —trata de girar la perilla — ¡Di... Dipper! ¡Vamos! ¡Dipper! ¡Abre la maldita puerta!

Dipper coloco el seguro y ante un fuerte dolor en su nuca cayó de rodillas sujetando el punto que ardía y le erizaba la piel de dolor, un grito insonoro era emitido por su boca mientras la sangre comenzaba a dirigirse a él, Marco sujeto su muñeca derecha ante un dolor punzante sobre sus vena y solo pudo gruñir para después sacar a Star por el brazo de la habitación y cerrar la puerta, sorprendida Star estaba por tocar la puerta cuando su celular comienza a sonar.

— ¡Es Dipper! —Dice con desespero —Se ha encerrado en la habitación y me ha dicho que llame a Janna si escucho ruidos extraños... —continua intento entrar — ¿Que... que hago? No se escucha nada... No... No puedo abrir... —Dice al borde del llanto.

—Tranquila —Dice igual de preocupada —Marco ha hecho lo mismo, llamemos a Janna cuanto antes y... —observa la puerta y duda entre bajar a buscar a la peliazul — ¡Y que vaya primero a tu casa! —comienza a patear la puerta — ¡Si, que vaya primero a tu casa me quedaré cuidando de Marco!

Ambas chicas colgaron y mientras Star preguntaba preocupada por el estado de Marco, ambos chicos dentro de la habitación sentían los lugares marcados siendo atravesados por un increíble dolor, la sangre al centro de la habitación seguía vibrando y las marcas en su cuerpo por fin acababan de dibujarse, contrayéndose al centro la sangre desapareció y los chicos tomaron una profunda bocanada de aire para caer al suelo sin conocimiento alguno del dolor y del momento, con sus respiraciones agitadas miraban el pentagrama aturdidos. Dipper fue el primero en levantarse notando como el pentagrama del suelo se desvanecía desapareciendo.

—Pero... ¿Que?

Avanzando con dificultad el chico toco donde antes se encontraba toda esa sangre y el pentagrama, sin creerlo miro su mano sin ningún rastro de gis o sangre, fue entonces que la puerta se abrió con fuerza dejando pasar a una preocupada Mabel y una sorprendida Janna. Janna fue la primera en avanzar con rapidez inspeccionando cada parte de piel del aturdido joven, no fue hasta que levanto la camisa del castaño que esté reaccionó de sobre manera alejándose avergonzado.

— ¡JANNA! ¿¡QUE HACES!?

— ¿Lo viste? —pregunta muy interesada — ¿Apareció frente a ti? —lo toma por los brazos — ¿Como era? ¿Te dijo su nombre?

— ¡No! —se levanta —Tranquila Janna —Dice incómodo sujetando su nuca —Nada paso así que supéralo —suspira girando a su gemela —Aun así, ya lo hice, los cuarenta dólares ya son nuestros ¿No?

— ¡Tonto! —lo golpea en el hombro.

Mabel más relajada abraza a su hermano con fuerza mientras detrás de ellos una Janna sonriente nota una marca aparecer en la nuca del castaño, sin más Janna se despide. En la casa de los Díaz Janna no tarda en notar la marca de la muñeca del castaño a lo que sonrío y solo avanzó hacia la cama donde ambos se encontraban sentados.

—Entonces... Yo veo que todo está bien ¿Se te apareció algún demonio?

—Para nada —Dice cabizbajo cubriendo su muñeca.

—Que mal —Dice pensativa —Por cierto Dipper está bien —comienza a salir —supongo que hablamos mañana, ya saben, salí sin permiso.

—Ho... Esta bien —Dice sonriente avanzando a ella —Gracias por venir, realmente estábamos muy preocupados...

—Lo entiendo —Dice sonriente dando animos a la chica.

—Si... Muy preocupados...

El castaño observa la marca en su muñeca algo inquieto recordando vagamente aquel dolor y Janna solo sonríe notando lo percatarse de aquella marca.

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