Capitulo 20

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Hey... Buenos dias... Creo...

Aquí el Cap 20 como regalo extra, ahora ire a dormir.

Publicado: 01/ 01/ 2018
Editado: 09/ 09/ 2020
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Encuentro.

Las dudas de la chica castaña se mezclaban entre el trato que debía firmar y la condición que debía seguir, poco a poco las dudas recaían sobre aquella condición tan extraña, y por más que lo pensaba y unía piezas de su rompecabezas mental... Era impensable el porque de aquel pedimento, ¿Para que necesitaba aquel demonio separar a Dipper de Bill? . El sol recién comenzaba a notarse, aun estaba un tanto obscuro afuera de aquella cabaña, pero las personas dentro ya se despertaban comenzando a alistarse para un día de trabajo; mientras Marco se colocaba la camisa Tom estaba recién despertando sin tantas ganas de abrir los ojos mientras en la habitación de al lado Dipper despertaba entre un profundo respiro sintiendo un extraño calor rodear su cuerpo, al abrir los ojos la sorpresa lo lleno por completo y el calor llegó hasta sus oreja, su demonio, aquel demonio rubio dormía plácidamente a su lado abrazándolo como si nada, el pánico lo lleno junto a su vergüenza y sin pensarlo solo estiró las manos y piernas arrojando al suelo a aquel demonio que confundido y aturdido lo miraba y bajando la vista atendía el dolor en sus partes afectadas por la caída.

— ¿¡Pero que te hice!? —cuestionaba enfadado entre el ponerse de pie.

—Vamos... Vamos tarde —se incorpora dándole la espalda —demonio lunático.

Expresó con éxito escapando victoriosa mente de un momento extraño y vergonzoso, Bill se comenzó a poner la ropa de trabajo para el hotel mientras Dipper salía rumbo al baño para tranquilizarse un poco. Mientras Star y Janna terminaban de colocarse el uniforme, Dipper, como buen hermano fue hasta la habitación de Mabel para comprobar que estuviera bien.

—Mabel —toca la puerta — ¿Puedo pasar? Ya es hora de levantarse y Bill está ayudándome a hacer algunos emparedados abajo.

—Pasa...

La chica se levantó apenas escucho aquella voz y tomo sus ropas de trabajo para colocarselas. Dipper se adentro en la habitación mirando a su hermana terminar de colocarse la parte baja de su uniforme, y sin más Dipper avanzó abrazándola, ella se sorprendió, pero solo se aferró a su hermano dejando escapar algunas lágrimas en el hombro de su gemelo, él apretó los labios aferrándose por igual.

—Ahora bajo —se aleja con una leve sonrisa — ¿Está bien?

—Esta... Está bien —asiente.

El chico se alejo aún con sus dudas dejadola sola en la habitación donde ella se aferró a su misma dejando correr sus lágrimas. Tom y Marco estaban ya en la parte baja junto a las otras dos chicas, apenas Dipper bajo Bill se levantó del sofá en el cual descansaba para dirigirse a él, pero Dipper solo levanto la mano pidiéndole un minuto en silencio y partiendo a la parte de atrás de la casa; Tom y Marco se habían percatado de aquella actitud, pero al mirarse decidieron en silencio que sería mejor no entrometerse. Janna soltó un suspiró y Bill solo gruño por lo bajo subiendo escaleras arriba donde Mabel lloraba en silencio.

—No debí hacerlo... No debí... —musitaba entre el cubrir sus ojos.

—Te lo dije —mencionó con brusquedad abriendo la puerta —eso no era buena idea... ¿Que fue lo que él te quito?

—Nada —musita limpiando sus lágrimas —no ha hecho nada.

La molestia lo lleno ante esa mirada de soberbia y avanzó hasta tomar su mano para examinar la palma de ella, pero sorpresivamente no había marca alguna, confundido siguió buscando por todo el brazo de aquella chica que le permitía hacerlo, ni siquiera una diminuta marca hacia notar ese trato.

—No hicimos ningún trato —aclaró con franqueza.

—Pero él anoche... —se aparta confuso.

—Solo se burló de mí y se fue.

—Mabel —mantiene su mirada con seriedad —lo que sea que te haya pedido que hicieras... Lo que haya ocurrido... Por ningún motivo cumplas algo que él pida.

— ¿Por qué? 

— ¿Realmente crees sus palabras?. Phil es mi hermano, lo conozco, y se muy bien que siempre tiene un objetivo en mente y hace lo necesario por cumplirlo, de cualquier modo... —suspira aligerando la mirada —necesito que te quedes a mi lado y al de Tom, no podemos dejarte sola por más tiempo... Voy a... Pedirle a Janna que hable con Will —menciona con algo de desespero —podra ser un cobarde masoquista, pero nos puede ayudar.

Su mirada viajo a aquellos ojos avellana y dió dos paso para acercarse a ella y ponerse de cuclillas a su altura, la tomo por los brazos con suma seriedad soltando un suspiro luego de mirar sus ojos.

—Si algo llegará a pasarle a Dipper, será solo tu culpa... Y jamás te ayudare a olvidarlo —exhala un suspiro poniéndose de pie —baja de una vez, tengo suficiente con verlo llorar.

La mañana del primer día estaba siendo muy pesada para todos, hasta para Star que aunque estaba muy fuera del tema podía sentir un ambiente pesado rodeando al grupo durante el desayuno. Un grito en la parte de afuera les aviso que era hora de partir, Tom y Marco guardaron bien sus meriendas que habían preparado con anterioridad y salieron detrás de todos con sus mochilas al hombro, el chico del día anterior los esperaba en un auto de playa en el cual los llevaría al hotel. Al llegar se les asignaron sus trabajos, principalmente solo eran meseros, tanto en la parte de fuera en la playa como en el interior con el restaurante del hotel, su hora de salida era a las cuatro de la tarde así que tenían tiempo para pasar un buen rato en la playa, además podían hablar en su hora de almuerzo.

—Dipper, debes llevar este pedido a la habitación ciento cinco.

—Enseguida —asentia con una sonrisa.

Le relevó el pedido tomado en la playa a otro compañero y tomo el carro con la comida para ir al ascensor de empleados. Apenas llegó al piso correcto avanzó por el pasillo encontrando la habitación no mucho tiempo después, tocó la puerta informando que era servicio a la habitación y la persona de dentro le dejo pasar, él puso su mejor sonrisa arreglando su traje y al entrar... La sonrisa de desvaneció.

—Esto no puede ser...

— ¡Que bueno! Pasa.

Ella avanzó cerrando la puerta mientras lo invitaba con la mano a dejar los platillos sobre la mesa, aunque disgustado, Dipper siguió con su trabajo.

— ¿Y Marco?

—Esta trabajando.

— ¿De verdad? ¿En qué parte del hotel?

—No es algo que deba importarte Jackie.

—O... Es así —suspira entre su sonrisa — ¿Recuerdas que solo eres un empleado en este hotel? —avanza hacia una mesa en la esquina —puedo llamar ahora mismo a recepción para reportar tu falta de respeto.

—Por dios —aprieta los dientes con enfado — ¿Que falta de respeto?

Apenas todo estuvo colocado en la mesa Dipper suspiro y bajando la mirada se preparo para fingir una nueva sonrisa, él tomó el carrito y sonriendo se dirigió a la puerta informando que el trabajo estaba hecho, pero apenas tocó la puerta... Aquella voz lo hizo detenerse lleno de rabia.

— ¿Si? Recepción, tengo una queja sobre uno de sus empleados.

El chico apretó su agarre al carrito con fuerza y solo cerro los ojos dispuesto a salir.

—Abajo, en el restaurante.

Ella sonrío victoriosa colgando el teléfono y dejando a una persona en el vestíbulo con la palabra en la boca, se levantó de su asiento y tomo dinero de su billetera para avanza hacia la puerta y dejarlo en el carrito.

—Regresa eso, ya no lo quiero.

Apenas la puerta de cerró Dipper trato de contener su furia pero tomo aquel dinero arrojandolo al suelo con enfado, estaba más que furioso. Aquella chica bajaba tranquilamente en el ascensor mientras Dipper volvía a cargar todo en el carrito. Apenas Jackie llegó al restaurante busco a Marco con la mirada y lo encontró casi al instante a unas mesas de distancia tomando una orden, ella sonrío complacido y levanto la mano pidiendo que le tomaran la orden, en espera de que aquel chico la notará, pero Marco solo ponía toda su atención en la mesa que atendía dedicándoles una sonrisa a sus clientes mientras un rubio se presentaba en la mesa de aquella chica tapando la vista de ella hacia aquel castaño.

—Oye, muévete, quiero que el chico castaño me atienda —mencionaba sin verlo.

—Si, y dígame —sujetaba la pluma contra la libreta — ¿Cuál es su orden?

— ¿¡No estás escuchando!? —golpea la mesa con sus puños —No necesito que tú me atiendas. 

A una mesas de distancia él demonio pelirosa pudo notar aquella pelea y llevando un pedido en mano supo inmediamente por quien pedía aquella rubia, luego de sonreír a unos clientes se dirigió a la cocina en busca del mesero principal.

—Mi compañero está ocupado ahora mismo, ¿Puedo tomar su orden?

— ¡Que te largues hombre! ¡Y dile que venga!

—Enseguida —nego con indiferencia.

—Bill, chico —se acerca sujetando al joven por la espalda alta — ¿Que está ocurriendo aquí?

—Lider —asiente con calma —esta clienta pide por mi compañero Díaz para tomar su orden.

El hombre asiente y dirige la mirada a la rubia —Disculpe usted señorita, pero el joven Marco está ocupado y si... Es solo para tomar su orden —palmea el hombro de Bill —aqui mi amigo puede tomarla.

Jackie se levantó con firmeza en su enfado y solo salió hechando humos por la puerta principal, el jefe de meseros suspiró explicándole a Bill que había clientes de ese tipo y que había manejado muy bien la situación. Todas la miradas iban hacia la salida donde aquella joven ya se perdía de la vista de los comensales, al salir con el pedido en mano Marco dirigió la mirada hacia donde todos los susurros y miradas se dirigían, entonces pudo notar a aquel chico pelirosa mirando la escena sin importancia, se acercó a su lado.

—Oye Tom, ¿Que ha pasado?

—Nada muy importante —sonrie tranquilo — ¿Necesitas ayuda?

—Asi estoy bien, pero gracias.

El chico se alejo hacia su mesa correspondiente para dejar el pedido mientras aquel pelirosa lo observa con algo de disgusto hacia la escena de aquella chica; el líder de meseros avanzó hacia Tom sujetando su hombro con una sonrisa mientras asentía para hacerle comprender que el problema estaba solucionado, ambos se dirigían a la cocina cuando notaron a Dipper llegar entre maldiciones y con la comida intacta en el carrito.

— ¿Que ha pasado? ¿No le agrado la comida al huésped? ¿O quizá se equivocaron con el pedido?

—Con todo respeto —exhalaba un suspiro —esa chica ni siquiera toco la comida, solo me hizo llevarla y regresarla.

—Mm... —asiente pensativo —comprendo, bueno entonces —sonrie hacia ambos —vayamos dentro, la dejaremos para que se la lleven más tarde para cenar ¿Les parece?

Los sonrieron agradecidos y apenas el líder los dejo solos ambos borraron la sonrisa de sus rostro y se miraron pronunciando el nombre de aquella chica. Jackie llegó con enfado hasta la recepción exigiendo toda la información de Marco que claramente se negaron a darle ya que... No estaba pidiendo su ubicación actual en el hotel, ella exigía saber dónde se estaba hospedando y la hora en que terminaba su turno en el trabajo sin explicar el porqué necesitaba esa información confidencial. Llegada la tarde y sin percatarse de todo el revuelo que aquella chica había armado por él, Marco se encontraba en los vestidores cambiando su ropa para ir a casa cuando Dipper entro.

— ¿Ya estas listo Díaz? Tardas años cambiando tu ropa —rie abrazándolo por el hombro —te tenemos una sorpresa allá afuera.

—Ya termine... ¿Que sorpresa? —cuestionaba sonriente.

—Ya verás, vamos.

Manteniendo su abrazo Dipper lo guió hacia la parte trasera del hotel donde Marco se sorprendió al ver a Tom y Bill sobre una cuatrimoto cada uno, entonces las chicas llegaron y entre un grito animado Star avanzó hacia Tom sujetandose a su brazo dispuesta a viajar con él, la sonrisa de Marco disminuyó mientras su mirada bajaba.

—Bueno... —avanza hacia el pelirosa —Yo voy con el que sabe manejar.

Janna avanzó animada tomando asiento en la parrilla detrás de Star quien le sonreía animada, Marco suspiro por lo bajo tomando camino hacia Bill cuando escucho aquella voz.

—A Marco... De hecho, necesito tu ayuda aquí —sonrie levemente —no he utilizado una de estas antes.

—A... claro.

—Star —apartaba sus manos —sientate al lado de Janna.

La chica asintió y siguió el pedimento mientras Marco subía detrás de Tom y se inclinaba sobre su hombro comenzando a informarle sobre el funcionamiento de la máquina, los chicos a su lado ya estaban preparados para partir con Bill en el control y los gemelos en la parrilla sonrientes. El rubio se adelantó mientras Tom apenas asentía comprendiendo el funcionamiento de aquella máquina, la encerio, pero al acelerar la máquina de levanto unos centímetros del suelo causando la risa de Janna, el susto de Star y... El agarre de Marco al cuerpo de Tom. Marco estaba pegado al cuerpo de aquel chico de tal modo que era más la vergüenza que los invadía que el miedo por casi caer, ambos se miraron y sonrieron con levedad, Marco soltó un poco su agarre para guiar al pelirosa que complacido sentía la piel de aquel chico contra la suya; la máquina se encendió y apenas partieron Marco soltó un poco más aquel agarre con algo de desanimo por hacerlo.

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