Publicada: 25/ 02/ 2018
Editada: 14/ 09/ 2020

Siempre he dicho que es mi culpa por no decirlo en un principio, y ahora que la editó me tomo el tiempo de dejarlo claro. Cada escritor tiene sus parejas, sus ideas, lo siento si la pareja no les gusta, pero los únicos personajes de otras dimensiones en esta historia son los hermanos de Bill, no hay más, no hay Dipper G y nunca lo habrá, gracias.

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Marcas.

Los dias eran largos y de las noches ni hablar, aquella chica a la que todos querían y muchos admiraban estaba mal... Se encontraba muy perdida a pesar de aquella charla en lobby del hotel, por los primeros días intento olvidar todo y convencerse de que todo estaba bien; dejo las malas ideas de lado e hizo la limpieza en su casa para distraerse, pero la noche fue larga... Dolorosa, inmersa en los recuerdos, la verdad era que su familia nunca había Sido perfecta, habían Sido tan pocos los momentos que ella paso sonriendo con sus padres. Todo inicio a sus seis años, las peleas llenaban la casa y es que pocas parejas tienen finales felices, iniciaron como problemas pequeños que después se volvían tontos, y luego escaló, pequeños problemas llevaban a semanas de enfado y noches de pelea, llegaron deudas a la casa... Y cada año las peleas empeoraban, las infidelidades se paseaban sin temor por la casa entrando por la puerta principal, y esa pequeña chica había Sido olvidada, sus padre solo estaban interesados en saber quién ganaría la disputa del día siguiente. Pero para los vecinos y amigos ellos seguían siendo una familia feliz, y aún así ella lo sabía, que todo era una mentira. Por la puerta salía una chica con blusa negra de tirantes que dejaba a la vista su hombligo y el tatuaje de unas golondrinas en su hombro, tenía un pantalón de mezclilla que enmarcaba sus caderas y cuerpo, las pulseras llenaban sus muñecas y un collar vestía su expuesto cuello. Tomando su casco hecho su cabello hacia atrás dejando ver los piercings en su oreja, se colocó el casco arreglando su cabello y lanzo su skate al suelo para subir en él con dirección a una fiesta que su séquito de chicos le había recomendado.

En un parque de podía notar a una chica sentada sobre un columpio con la mirada perdida al cielo, a su lado, con la mirada dudosa viajando hacia ella y el suelo, se encontraba un peliazul que no paraba de mirarla de reojo y jugar inquieto con sus manos.

—A veces realmente me preguntó porqué te deje llevarte mis alegrías.

—Bueno... Solo querías hacer un trato conmigo... Y eso fue lo primero que se te ocurrió.

Asiente entre su risa —Es cierto —lo observa —te deje llevarte lo único bueno de mi vida... Simplemente —baja la mirada —te hubieras llevado a mis padres.

—Los humanos son... Muy egoístas.

—Bueno... —sonrie para si misma —ellos y los padres de Jackie lo son, olvidar a sus hijas... A pesar, de que mi madre me compraba tantos vestidos con esmeró y cosas tontas de niña...

El demonio recogió su flequillo que no dejaba apreciar completamente lo hermoso de su rostro, sus ojos azules tan lindos... Su complexión masculina y a la misma vez tan linda  y fina...

—Te ves linda con esos vestidos, el morado se ve muy lindo en tí.

Su sonrisa dolida de pronto desapareció mostrando sorpresa junto al sonrojo de sus mejillas mientras su mirada descendía, ese chico era... Realmente lindo y tierno, sorpresivamente no tenía ni pizca de maldad en su cuerpo. Pero era la primer vez que ese chico le decía algo así, y sobre todo, que él permanecía a su lado sin tratarse por completo del trato firmado, mientras su mirada permanecía en el suelo ella pudo notar en su tobillo una marca que destellaba de un tono azul, ese día ella había salido sin sus habituales botas y llevaba unas sandalias negras, claramente su ropa no era la de siempre... Tenía una blusa roja bajo una chaqueta negra y un Short de mezclilla al largo de las rodillas. Entrecerrando los ojos se inclinó tocando aquella marca y extendió la otra mano al peliazul sin verlo.

—Will... Tu marca... Acaba de... Brillar...

— ¿Bri... Brillar? —cuestiona aterrado —eso es imposible, nuca antes había... Pasado algo así...

Preocupado el chico se inclinó con la rodilla en el suelo tomando el pie de aquella chica para mirar lo que ella decía... El color era tenue, pero estaba brillando. Janna se encontraba por primera vez nerviosa, avergonzada, su sonrojo era muy notorio. Will parecía preocupado y apenas soltó aquella pierna comenzó a mirar en todas direcciones con miedo y duda.

—Yo... Yo... Haa...

Janna se levantó mirándolo inquieto y en su intento de tranquilizarlo pudo notar a lo lejos, en la acera contraria, a una chica rubia que bajaba de su skate saludando a un tipo y luego subía a su camioneta blanca.

—Haaaa.... Will, necesito ir... A un lugar ¿Me ayudas?

Dirigiendo la mirada a dónde los ojos de aquella chica se dirigían, solo asintió y desplegando unas alas azules con puntas afiladas tomó a aquella chica por la cintura haciéndola sonrojar. Ellos comenzaron a elevarse siguiendo aquel vehículo por el aire hasta llegará una fiesta que parecía en descontrol a pesar de la hora, estaban sobre una fábrica abandonada... La música estruendosa llenaba aquellas calles solitarias causando que Janna soltará un suspiro de desanimo. Al bajar Janna trago grueso y tomando la mano de aquel demonio para darse valor, ambos entraron mirando a gente bebiendo, bailando, drogándose... El lugar estaba repleto, cerveza y botanas a reventar... Chicos cool por aquí y por allá, mayores, universitarios seguramente...

—Janna, no creo que éste lugar sea bueno...

Se acercaba dudoso intentado ser escuchado por aquella chica que buscaba con la mirada a la rubia.

—Solo un momento Will, Jackie debe estar por aquí...

La chica siguió con su búsqueda de esa chica adentrandose entre la gente sin soltar la mano de aquel peliazul. La música hacia vibrar todo el lugar, la gente bailaba en desenfreno, la máquina de humo y luces brillaban en todos lados. Jackie se encontraba bebiendo y fumando en una esquina mientras platicaba tranquilamente con un chico mayor.

—Entonces preciosa, podríamos vernos luego, después de esta fiesta quizá... ¿Que piensas?

—Lo siento, estoy un poco ocupada.

—Venga, solo será un rato —se acerca a su oído sujetandola por la cintura.

—Oye —lo aparta —Vengo con mi novio, déjame tranquila.

—Bueno... Pues no lo veo —bromea buscando con la mirada.

Jackie entorno la mirada y solo salió de aquel lugar para beber y fumar tranquilamente en otro lugar. Después de fumar un poco de droga entro a bailar con ánimos permitiendo que los que bailaban a su alrededor la tocaran apenas tenían la oportunidad, la fiesta apenas habia iniciado para ella, pero estaba tan entrada con aquellas sustancias nocivas que ya se sentía tan dentro de ambiente. Janna la buscaba con desesperó levantándose de puntillas.

—Will no la veo —se acerca inquieta — ¿La ves por algún lado?

—No... No la veo...

La chica parecía sumamente preocupada mientras su mirada seguía viajando de aquí para allá en la búsqueda de aquella chica. Mientras seguían andando por aquel lugar de pronto se sintió jalar, se miró sorprendida al notar al tipo rubio que le sonreía seductor.

— ¿Quieres bailar, preciosa?

—No —Dice cortante —suelta.

Sin más ella apartó la mano, pero el tipo la siguió poniéndose en su camino, enfadada Janna lo apartó de un empujón pero él solo rio y la tomo por la cintura atrayendola. Will, que la buscaba con la mirada, pudo ver aquella escena y sin más se acercó a aquel tipo empujándolo con fuerza.

— ¡Aléjate de ella imbécil!

Decía con una mirada distinta, sus ojos fríos transmitían muerte, algo que Janna notó al intentar separarlos. De un segundo empujón el tipo rubio cayó al suelo, y aunque Janna intervino sujetando a Will del brazo, éste le dedicó una sonrisa y se alejo del agarré con suavidad para volver con esa mirada fría y furiosa hacia aquel tipo con el puño en alto. Janna se sorprendió al ver aquella pelea y solo pudo cubrir su boca con desespero, la gente comenzaba a juntar dejando a los dos chicos en el medio. Tenía que pasar en algún momento, Janna había crecido y desarrollado a su forma, aún con la personalidad que tenía era hermosa, era de esperarse que algun chico se le acercara... Pero era inesperado ver que ese chico peliazul, tan tranquilo y temeroso terminará en una pelea por ella... Ahora observaba como ese chico era realmente agresivo y golpeaba al rubio con una brutalidad animal. Janna reaccionó al mirar toda la sangre pintar los nudillos del peliazul y el suelo, con prisa tomo valor y se adentro sujetado a Will por los brazos haciéndolo hacia atrás.

— ¡Para, para, detente Will!

Tragando grueso sacudió su cabeza despertando de su cólera, observó como Janna lo sostenía con algo de inquietud y como levantaban al tipo rubio del suelo. Apenas se alejaron Janna sujeto sus mejillas mirándolo entrar en pánico jalando su propio cabello con desespero.

—Will.

—Yo... Yo no sé... No sé qué pasó ahí Janna... Yo simplemente...

Nervioso, no podía detener sus manos inquietas sobre su cabello y sus ojos que viajaban de aquí para allá, pero eso cambió cuando las manos de aquella chica sujetaron sus mejillas con suavidad, cuando miró esos ojos directos a los suyos y cuando Janna se puso de puntillas besando suavemente aquellos labios. La sorpresa lo lleno y apenas se separaron observo directamente esos ojos marrones tan calmados y brillantes, él trago saliva y solo la sujeto volviendo a besar aquellos labios, un chico junto a ellos se sorprendía.

—Diablos chica, tu tobillo brilla de un azul muy genial.

Aquellos chicos ni siquiera ponían atención, las manos de Janna se aferraban al cuello de Will mientras las manos de él acariciaban con dulzura la mejilla de aquella chica, al alejarse un poco ambos sonrieron, mientras Janna sonreía con amplitud Will sentía latir su corazón de una forma que nunca antes había sentido.

— ¡Joder que me sueltes!

Aquel grito llamo la atención de Janna, y Will miró por igual hacia aquella chica que apenas y se podía levantar mientras un grupo de idiotas la acorralaban. Estaba preocupada, claro que Janna sabía luchar, pero ante tantos chicos... Ni siquiera se creía capaz con la ayuda de Will.

—Muy bien, solo toma su mano y sígueme hasta el baño.

La chica asintió sin tanta duda y avanzó al lado de aquel demonio que tomaba su muñeca, tomo la mano de Jackie sorprendiendola y al entrar en el baño del lugar un portal se abrió tras la puerta. Al abrir los ojos los tres se encontraban en la habitación de Janna y Jackie estaba totalmente sorprendida.

— ¿¡Pero que demonios hago en tu habitación Janna!?

—Tranquila —exhala un suspiro —diablos... ¡Estabas en problemas! —apunta a la lejania.

— ¡Podía deshacerme de ellos por mi cuenta! —le hace frente con furia.

— ¡O te pudieron haber violado en aquel lugar! —le grita en la cara — ¿¡Por qué otra vez!? —le saca hierva del bolsillo — ¡Pensé que lo habías dejado! ¡Pensé que te conformabas con el séquito de idiotas que estaba detrás tuyo todo el día!

— ¡Bueno, pues quería divertirme!

— ¿Divertirse? —se burla por lo bajo —Vaya que estás mal.

— ¿Mal? —le hace frente —Yo no estoy mal, ¡Maldita sea solo déjame tranquila! —empuja sus hombros — ¡Te importa un carajo lo que me pase!

La peliazul sujeto la muñeca de aquella chica que seguía empujándola, Jackie estaba furiosa y de sus ojos caían lágrimas de furia mientras miraba directo a aquella chica.

—Estas mal... Al igual que yo.

Había algo que solo esas dos chicas sabían, algo que las molestaba cada día al mirar sus rostros por los pasillos de la escuela, había pasado mucho tiempo desde que ellas habían dejado de ser amigas. Jackie rompió su disfraz de chica ruda y cool, y simplemente cayó de rodillas al suelo entre su llanto, Janna termino en el mismo estado dejandose caer al lado de aquella chica para abrazarla... Algo que solo esas dos chicas sabían.

— ¡Perdón, perdóname! ¡Yo no sabía que él y tu mamá...! —bajaba la mirada entre su llanto.

—Yo no pensé que... Ella se fuera a ir con él... Jackie lo siento...

La verdad era que esas chicas no sabían quienes eran las parejas de infidelidad de sus padres hasta que llegó el día en que ambos se marcharon, y los sobrantes huyeron con el corazón roto. Janna no tenía más noticia de su padre que el dinero que le llegaba a final de mes, y Jackie solo sabía que su madre seguía en casa de sus abuelos. Fue en navidad cuando la nueva pareja decidió unir a sus hijas, cuando una molesta Jackie y una enfadada Janna llegaron a aquel restaurante pensando que solo irían a ver el acto ridículo que la otra haría en ese lugar, hasta que se percataron de que iban al mismo sitio, en la misma mesa, y con las mismas personas. Will soltó un suspiro saliendo de ese lugar y creando un portal que lo llevo al castillo en el infierno donde se encontró enseguida a su hermano Bill.

—E... Ey —se acerca dudoso — ¿Estás llorando?

— ¡Ha, carajo! —se gira con sorpresa.

El rubio comenzó a limpiar su cara mientras aquel peliazul avanzaba dudoso por la actitud de su hermano.

—No es nada, olvídalo, tú siempre lloras.

—Pero tú eres Bill, tú no lloras con nada...

—En serio no importa —suspira negando — ¿A qué has venido?

—Es que... La Marca de Janna brillo...

— ¿La marca de Janna? La de Dipper... Hizo lo mismo —menciona entre su confusión — ¿Que hacían cuando eso paso?

—Estabamos... Charlando en el parque...

—Nosotros... Él estaba en la sala y yo cuidaba de lejos...

Sus miradas se encontraban sabiendo perfectamente que había algo que cada uno ocultaba del otro, por alguna extraña razón ambos hermanos estaban sonrojados en ese enorme pasillo solitario, y por alguna razón ambos sentían que ese lugar ya no era por completo su hogar, el lugar en el que vivieron desde hace tiempo ya no se sentía como su hogar.

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He aquí otro capitulo más de su serie favorita!

Dolor! Tragedia! Suspenso... Y un amor creciente entre dos almas distintas...

¿Que sucederá con Janna y Will? ¿Que pasara con Bill y dipper?

Descubra lo en el próximo episodio de su serie favorita "CADA QUIEN CON SU DEMONIO"....

Dejando de lado ese anuncio de televisión ¿que tal va esto? Espero que bien y que les siga llamando la atención bueno es solo una duda de escritora por el hecho de que la historia esta siendo muy larga y no hay mucho Hard ...

Gracias por seguir leyendo nos leemos luego chicos!