Capitulo 36

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Publicada: 02/ 04/ 2018
Editada: 22/ 09/ 2020

Después del chasquido del pelirosa un portal se abrió ante ellos dejando totalmente pasmado al de ojos verdes, aunque Star lo hizo volver a la realidad una vez tomo su brazo con entusiasmo guiandoló dentro del portal. Tom sonrío hacia su querido Marco y tomando su mano lo guío dentro de aquel portal. Al cerrarse aquella puerta Marco sonrío impresionado del enorme lugar frente a sus ojos, era como un castillo antiguo lleno de adornos algo tenebrosos y obscuros, como si de una fiesta de Halloween se tratará ante todos los demonios y raros monstruos en aquel lugar. Marco sonrío de gran manera aferrándose al brazo de su demonio, sus ojos brillaban como si al castaño no le encantará el Halloween y mucha más estar junto a ese chico.

— ¡Ésto es increíble, parece por completo una fiesta de Halloween!

— ¿Tanto así te ha gustado? —cuestiona complacido.

— ¡Claro que sí! ¡Luce genial! —lo jala por el brazo — ¡Anda vayamos por unos aperitivos!

— ¡He Díaz! —levantaba la mano.

—Oye Tom —se acerca al pelirosa — ¿No has visto a Bill por aquí? Lo estoy buscando desde que llegamos.

Ambos avanzaron detrás de sus parejas hacia la barra de comidas dónde Star hacia amistades con demonios junto a Oskar que aunque aterrado permanecía al lado de su musa sonriendo. Un portal se abrió y Tom enseguida sujeto el hombro de Will señalando con la cabeza la dirección del demonio rubio, Will sonrió enseguida avanzando hacia su hermano.

—EY, Bill... ¿Que tal lo llevas?

—No te puedo mentir —confiesa incómodo.

De pronto la mano de aquel castaño se soltó de la suya, Dipper le dió la espalda observando firmemente a Jackie y Star que estaban cerca de ellos. Bill exhaló un suspiro alejandolo de aquellos chicas que pronto se unieron a Marco, Star y Oskar.

—Estoy a punto romperme —expresa abrumado —no quiero hacerlo... Nunca he escuchado que de verdad me quiera —confiesa con vergüenza — ¿Y si todo sale mal? Si nunca lo recuerdo ni encuentro...

Una mano se poso en el hombro de aquel rubio haciéndolo dejar esas ideas de lado para volver al mundo real.

— ¿Crees que realmente no te quiere? —cuestiona el pelirosa —vamos, solo tenemos que darle un pequeño empujon —Dice con confianza —y él lo demostrará —vuelve la mirada al grupo — ¡Star! ¿Qué te parece bailar una pieza con Bill?

La rubia volvió la mirada con sorpresa y al ver cómo aquel rubio extendía la mano hacia ella solo sonrío con entusiasmo y avanzó hacia él para tomar su mano concediendo la pieza; como si de una princesa se tratará hizo una leve reverencia que Bill siguió divertido, y ambos avanzaron a la pista de baile. Will no tardo nada en pedir la pieza a Janna quien dejó a Oskar y Marco charlando cerca del bufete, Jackie se acercó uniendose a la charla y Marco tomo la oportunidad para escabullirse en dirección a su demonio quien miraba con atención en dirección a Dipper, el chico parecía enfadado ante la cerca de su demonio con la rubia en aquella pista de baile, Marco tocó el hombro de Tom algo extrañado con esa mirada directa a su amigo.

—Ey, ¿Que pasa?

— ¿Me concedes esta pieza?

El demonio sonrío enseguida tomando la mano de aquel chico junto a su cintura mientras lo llevaba a la pista con entusiasmo. En una esquina Dipper parecía realmente enfadado mordiendo con inquietud el borde su vaso, Mabel por fin termino su plática con una chica demonio para mirar divertida como su hermano casi despedazaba el vaso por no ir directo a Star y apartarla de los cabellos, divertida se recargo un poco de él.

— ¿Y...? ¿Que haces Dipper? Sabes, no creo que sea tan difícil ir allá y pedirle un baile a tu chico.

—No es mi chico —espeta con enfado.

—Si —finge desinterés —se nota por como le sonríe a Star mientras tú estás aquí... Mordiendo ese vaso —lo señala burlona.

—A veces —aprieta los labios con enfado —realmente me molestas Mabel... ¿Que piensas hacer si me voy?

—Pues no lo sé —se encoge de hombros —ya que no tengo pareja posiblemente vaya en busca de un demonio atractivo... O no lo sé, perder mi tiempo por algún lado —suspira —sabes que lo quieres ¿Por qué lo sigues evitando?

—Por qué es molesto —desvia la mirada —el que me guste ese idiota es muy molesto, se que su egocéntrico ser estará feliz de escuchar que me gusta... —avergonzado muerde el interior de su labio —estará victorioso a decir verdad.

— ¿Y qué es peor? ¿Él y su egocéntrico ser victorioso o que escoja a cualquier chica y la bese frente a ti?

La furia le lleno las venas al momento y tirando el vaso de plástico avanzó con firmeza hacia su demonio pidiendo a Star, lo más amablemente posible, que le permitiera tomar a Bill para bailar, al notar aquello Oskar avanzó con rapidez hacia Star tomando su mano mientras Bill accedía gustoso de bailar con Dipper.

— ¿Que paso Pinetree... —sonrie gustoso —estabas aburrido sin mí?

— ¡Tch! —desvia la mirada con vergüenza —Un poco...

La sonrisa victoriosa de aquel demonio se extendió por su rostro mientras se acercaba lo más posible a aquel humano que por igual se acercaba al cuerpo contrario. Al paso del rato Jackie ya había conseguido una pareja demoníaca y Mabel era la única que estaba lejos de la pista de baile mirándolos con una sonrisa.

—Oye... ¿Que haces por aquí sola? Mabel...

Al instante aquella chica pudo distinguir esa molesta voz, apretó el vaso entre su mano y se giró con enfado para encontrarse con aquellos ojos rojos como la sangre. El pelirojo sonrío tan engreído como de costumbre y le acercó tranquilamente un nuevo vaso de agua, la chica tomo el trago con enfado.

— ¿Que haces aquí? No pensé que dejarán entrar a demonios problematicos a éste lugar con humanos.

—De hecho mi querida Mabel.

Con tranquilidad se inclinó un poco tocando el hombro de aquella chica mientras le apunta a todo un grupo de demonios en una esquina.

—Hay demonios mucho más "problemáticos" que yo en este lugar, aunque... —se engalla con una sonrisa complacida —se nos dió la orden de no tocar a los humanos de esta noche, pero... Yo no pude evitar acercarme a tí, la única humana que se ha atrevido a retarme.

— ¿¡Pero que dices!? —cuestiona con disgusto.

Dándole la cara se encontró con un cabello azulado que se interponia entre ambos, Will entrecerro los ojos apretando la mandíbula y subió la mirada haciéndole frente a su hermano, Phill sonrío con algo de sorpresa y burla, al final solo se inclinó hacia su hermano menor jalado su mejilla.

— ¿Will que haces? —lo suelta posando la mano en su cintura — ¿Acaso no ves que hablo con la dama?

—No estoy para tus juegos —se cruza de brazos —hermano mayor.

Ante esa actitud Phill sonrío sorprendido y mordiendo su labio se inclinó hacia aquel chico retandole con la mirada, suavemente deslizo sus largas uñas por la mejilla del peliazul hasta rodear sus ojos con la punta de sus dedos, presionando un poco la piel.

—Recuerdas quien soy ¿No? —sonrie viéndose apartado con brusquedad —Soy Phill, tu hermano mayor. —borra su sonrisa mirándolo con seriedad —al que nunca debes faltarle al respeto.

—Pronto no lo serás más y no me importará —finaliza con firmeza — ¿Por qué no dejas a Mabel en paz? No me hagas atacarte en plena fiesta.

—Wow... —sonrie incrédulo — ¿Tú capaz de atacarme?

—Claramente nadie más te está retando —tiende sus manos mostrado el alrededor —pero bueno... —sonrie confiado —si algo sale más siempre podré contar con la ayuda de Bill y Tom.

Sorprendido dirigió la mirada la pista de baile, dónde aquellos demonios lo miraban directamente encontrándose listos para atacar, una sonrisa gigante se expandió por su rostro y solo tocó su barbilla emocionado entre el relamer de su labio inferior.

—Solo estoy —vuelve la mirada a su hermano —hablando con ella —explica confiado.

—Esta bien Will —sujeta su hombro con tranquilidad —les avisaré si intenta hacer algo —lo empuja un poco —deberias volver con Janna, parece no poder seguir calmando a Jackie y Oskar por más tiempo.

—Cualquier cosa —observa a su hermano de reojo —solo grita Mabel, y estaremos aquí enseguida.

Ella asintió y entre su partida Will no podía evitar regresar la mirada hacia aquel demonio y la joven humana, estaba dudoso de marcharse, pero la vió mirarlo con decisión.

— ¿Qué es lo que quieres?

—Simplemente es molesto —exhala un suspiro posando la mano sobre sus cabellos —siempre me retas con la mirada —baja la mirada con seriedad —ignoras la inmensidad de mis poderes y solo me alejas... ¿Qué exactamente piensas que soy?

—Mas que claro —apunta con la barbilla los cuernos sobre su rojizo cabello —que eres un demonio.

— ¿Y tienes las agallas para enfrentarte a uno de mi especie? —esboza una pequeña sonrisa —lo dejaré claro, yo no soy como ellos —dirije la barbilla hacia la pista de baile —el odio hacia los humanos recorre mis venas... Y si no fuera porque la madre de Tom sigue gobernando el Inframundo, hace tanto tiempo que los hubiera matado a todos.

— ¿Y-que-mas-da? No tengo miedo de tus palabras.

—Y parece que ni de perder a tu familia —suspira intrigado —dejame... Intentar un último truco antes de no volver a verte más, al parecer —exhala un suspiro con disgusto —la reina del Inframundo se ha enterado de mis planes para tu hermano así que ahora mismo estoy... Cómo en la cuerda floja para ser castigado de por vida.

La chica se mostró dudosa ante la sinceridad de aquel engreído demonio, volvió la mirada hacia sus amigos que permanecían atentos a ellos y mordió levemente su labio para volver la mirada a él.

—Igual no lo lograrás, pero... Una vez que tú truco finalicé me dejarás tranquila.

El demonio extendió la mano con seguridad esperando la duda en la humana, pero ella solo estrecho sin más su mano asientiendo.

—Trató —vociferó extasiado.

De pronto un jalón la hizo avanzar y la unión de sus labios con los de aquel demonio no se pudo evitar, la sorpresa la lleno cuando él la sostuvo por la cadera evitando que se alejara. Tom, Bill y Will estaban ya en guardia preparados para hacer lo que hiciera falta, y esta vez, hasta Marco y Dipper estaban dispuestos a entrar en lucha posicionándose cerca de armas de la decoración medieval. Janna y Star miraban con atención aquel espectáculo y aunque Jackie y Oskar desconocían el trasfondo de aquello también estaban atentos a lo que ocurría. Mabel cerro los ojos, pero en lugar de disfrutar aquella unión, esperó el momento preciso para que aquel demonio bajará la guardia con la idea de haber ganado, entonces lo empujó con todas sus fuerza terminando alejada de él, sonrojada y acalorada limpiaba sus labios mientras aquel demonio relamia sus labios mostrando una sonrisa bajo aquella pequeña abertura con sangre sobre su rostro, Mabel le había mordido.

—Asi que ni eso a hecho efecto —erguido asiente bajando levemente la mirada —bueno... En mi familia —sonrie de manera normal —los tratos no se toman a la ligera, espero... No verte pronto Mabel Pine.

Al verlo salir de aquel lugar la chica exhaló el aire contenido durante todo ese tiempo y sintió el temblor llenar sus manos, sorprendida llevo una mano a su pecho y otra a sus labios cayendo en cuenta que... Aquel beso le había estremecido de verdad. Los chicos en la pista de baile se miraron sorprendidos, pero prefirieron dejarla sola.

—Ha... —expresa preocupado —No lo sé Bill, parece realmente confundida... Tal vez deberíamos ir a hablar con ella.

—Aunque el hechizo no le hizo ningún efecto, creo que simplemente... no se lo esperaba, solo está sorprendida —explica tranquilo.

— ¿Estás seguro de que ella estará bien Tom? —cuestiona el otro castaño.

—Si, realmente no parece afectada por el hechizo.

— ¿Hechizo? —dirige la mirada a su demonio.

—El truco del beso, Bill y Phill pueden hacer que una persona se enamoré perdidamente de ellos con solo besarlos, con la persona atrapada en el hechizo es muy fácil que ellos entreguen lo que sea al demonio, pero Mabel... Ella solo está confundida... Sorprendida por ello ¿Será acaso su primer beso?

—Creeme que no —Dice convencido —ella ha besado a muchos chicos, es la primer vez que la veo quedarse helada.

Ambos chicos pensaban seguir con sus dudas, pero entonces el evento especial de la noche los iluminó, el anuncio del baile principal resonó por cada esquina mientras una puerta en el techo se abría dejando entrar un brillo puramente rojo que cambiaba los tonos de la habitación. La sonrisa en el rostro de los demonios se iluminó y extendieron la mano a sus parejas.

— ¿Me concedes esta pieza? —cuestiona el pelirosa.

—Claro que si —sonrie complacido dándole la mano.

— ¿Podemos bailar? —cuestiona el rubio a su castaño.

—Si.

—Te amo —confieza el peliazul a su pareja.

—Y yo a tí —le sonríe algo decaída.

La última pareja ya se encontraba en la pista de baile uniendose en su baile, más parejas se posicionaban en la pista y para cada uno de ellos solo existía la persona frente a ellos, la que les sonreía mientras unian sus manos. La música de fondo, los pasos lentos, las cortas separaciones conectadas por las manos. Sin siquiera percatarse la luz camersi ya iluminaba a tres parejas sobre la pista de baile, mientras sus sonrisas viabajan solo sobre su pareja con completo cariño; mientras los admiraban los sentimientos comenzaron a fluir del uno al otro, la tristeza, la alegría, el amor, la necesidad, la soledad... Los ojos de los humanos se llenaban de cristalinas lágrimas que sus demonios se encargaban de limpiar con cariño mientras unian sus frente y ambos exhalaban un suspiro, las palabras surgieron sin más.

—Te amo Marco.

—Y yo... Mucho más a tí —sujeta sus mejillas con desespero.

—Me gustas demasiado, me vuelves loco y estúpido, un imbécil sensible —confiesa sin pena mirando esos ojos avellana.

—Te amo... Bill... Te amo.

El demonio rubio se quedó congelado, aturdido dejo de danzar y admiro esa cara sincera frente a él, cerró los ojos y de un momento a otro avanzó a los labios de aquel chico besandolo con profundidad, Dipper no se negó, más bien...se entregó a la unión de sus labios. Cuando la pieza terminó las tres parejas estaban abrazandose con profundidad mientras de fondo el ruido de los aplausos a su alrededor los despertaba de su transe. Tom le dedicó una sonrisa a su castaño y tomándolo por la cintura hizo salir fuego de su puño y pies mientras se elevaban hacia el exterior de aquel lugar, Marco reía sorprendido mirando a sus amigos quedarse en aquel lugar y luego subiendo la mirada a ese rostro sonriente. Will y Janna simplemente volvieron con sus amigos entre risas y empujones, entre sus miradas cómplices. Dipper se separó lentamente de aquel chico mirándolo directamente.

—Realmente me gustas —traga grueso —demonio idiota.

—Si —rie animado —tenias que romper el romance de la escena, vamos —toma su mano —quiero llevarte a un lugar...

Con un chasquido se abrió un portal frente a ellos. En el cielo Marco podía mirar las luces de su ciudad a la distancia, estaba impresionado; Tom no podía apartar la mirada de ese rostro sonriente y animado, cuando esos ojos avellana se posaron sobre él su corazón dió un enorme vuelco que volvió caliente su estómago, estaba emocionado, nervioso, las emociones se fucionaban... Poco a poco descendia por el cielo mientras sus miradas no se apartaban.

—Marco, seriamente me he enamorado de tí, de tu alegría y tus miedos... Totalmente he Sido atrapado por ti.

Por alguna razón los ojos del castaño se cristalizaban y las manos de Tom estaban listas para evitar ver correr esas lágrimas, ambos sonreían pero el sentimiento en sus pechos era doloroso, Marco se acercó besando profundamente los labios de aquel chico, entre los roces de sus labios, la separación y los suspiros... Todo aquel ambiente sabía a despedida, Marco se aferró a la ropa de su demonio con las lágrimas ya empapando sus mejillas.

— ¿Que es todo esto Tom? ¿Por qué siento que te despides para siempre de mi?

El demonio abrazo con fuerza a aquel chico, no emitió ninguna palabra sobre las cuestiones que el cataño le hizo, Marco lo tuvo claro, aquello posiblemente sería de ese modo, se aferró con fuerza de aquel chico dejando que sus lágrimas cayeran sobre aquellos hombros cálidos.

—Un demonio tiene prohibido enamorarse de un humano, mi madre espero hasta que mi padre muriera y su alma fuera a ella, pero yo no quiero esperar tanto para tenerte a tí. Te necesito ahora, quiero tenerte cerca ahora, por eso... Sin si quiera consultarte decidí eliminar mi vida como demonio, a media noche mis recuerdos y los tuyos van a desaparecer... No recordarás nada de mí o de Bill o Will, no habrá mundo de los demonios en tu mente... Y yo te olvidaré por completo.

— ¿Pero que dices? Si nos olvidamos del otro ¿De qué valdrá todo ésto?

—El conjuro que se me aplicará fue creado únicamente para esta situación, una vez nos olvidemos del otro...

El demonio se alejo de aquel abrazo para mirar de frente a aquel chico, lo sostuvo por las mejillas observando directamente aquellos ojos, sus mejillas, sus orejas, sus labios, tratando de plasmar a fondo aquella linda cara en su mente, tratando de recordar esos ojos por completo.

—Si nuestro amor es tan fuerte como para reconocer al otro luego de olvidarnos, podremos tener una vida juntos, pero si no es así... Si no estamos destinados al otro... Entonces quizá nunca nos veamos de nuevo, y yo nunca vuelva a ser un demonio... Seguiría siendo un humano normal, con una vida normal y una muerte normal.

Las lágrimas en los ojos de aquel castaño no podían evitar recorrer sus mejillas tocaba el rostro del Tom con sus temblorosas manos en un intento de memorizar aquellas facciones, Tom no pudo resistir más aquel rostro lleno de dolor y se aferró a él con fuerza comenzando a llorar por igual. Mientras tanto Bill y Dipper se encontraban en la orilla de un lago, cerca de una viaja cabaña rodeada por un bosque espeso; el castaño observo impresionado aquel lago tan resplandeciente que proyectaba la luz de aquella luna roja.

—Esto es increíble... ¡Bill ésto es!

Sin poder terminar sus palabras se vio apresado por un fuerte beso de aquel demonio moreno, aunque sorprendido, el chico solo se entregó a aquel beso siguiendo los labios del rubio que le hacían temblar del placer ante la intensidad... Las manos de Bill aferrándose a aquellas cinturas, las gotas calientes recorriendo sus mejillas. « ¿Gotas?» se cuestionó abriendo los ojos y mirándo con confusión como aquel demonio lloraba, miró esos ojos color ámbar cristalizados, las lágrimas recorriendo sus morenas mejillas, sus manos actuaron con rapidez viajando sobre aquella tez morena para tratar de tranquilizar a su pareja, pero solo obtuvo ganas de llorar por igual.

— ¿Que... Que pasa? ¿Bill? —buscaba respuestas en aquella mirada —Bill ¿Por qué...?

Sin poder creerlo, mirándo a aquel demonio con sonrisa triste que sostenía sus blancas muñecas llevándolas hacia sus labios para depositar algunos besos con sumo cariño. Una nueva idea extraña lleno su pecho. « ¿Era hora de irse? ». Dipper tenía claro que esa persona frente a él era en realidad un demonio del Inframundo que solo estaba cumpliendo su trabajo en la tierra, pero... ¿Hace ya cuánto que lo estaba deteniendo?. Tragando saliva lo sostuvo con firmeza por las mejillas haciéndolo acercarse.

— ¡TE DIJE QUE NO TIENES DERECHO DE IRTE! ¡ESTE CONTRATO NO HA TERMINADO!

Aquel Demonio comenzó a reír levemente, todo el tiempo intento que lo mirará y tocará de esa forma, pero... ¿Por qué justo en ese momento? Justo cuando debía marcharse. Se acercó nuevamente queriendo besarlo, pero esta vez aquel humano puso resistencia.

— ¿¡Que tratas de hacer!? ¡He dicho que no te puedes ir! ¡Eres mío, eres mío Bill!

Estaba tan desesperado que las lágrimas ya no dejaban que pudiera ve debidamente al chico delante suyo, tan doloroso... El dolor que llenaba su pecho. Al sentir los brazos de aquel demonio rodearlo se aferró a él por igual, se escondió en su pecho, escuchando el corazón de esa persona que amaba... ¿Cuando paso? ¿Cómo? La verdad no importaba, ahora solo importaba el ahora, solo el hecho de que esos besos, esos abrazos, esas miradas, todo... El lugar, el momento... Todo sabía a despedida. Su llanto resonaba entre la naturaleza viva de aquel bosque desierto, y aquel demonio solo no quería soltarlo, no quería alejarse... ¿Y si mejor solo rompiera las reglas? Si lo matará, si huyera con el alma de su amado y le creará un cuerpo nuevo... ¿Sería mas fácil? ¿Menos doloroso? ... Pero no podía, no se atrevería a herirlo, y si lo hiciera sería buscado, cazado y encerrado por romper las reglas, sería apartado para siempre de su querido Dipper. Ahora solo podía abrazarlo, quedarse en ese bosque hasta que todo pasara; el castaño se encontraba derrotado golpeando con fuerza la espalda de aquel demonio mientras cedía lentamente a aquel abrazo... Aferrandose, llorando a mares.

— ¿Por qué? ¿Por qué te vas?

—Un demonio tiene prohibido tener una historia amorosa con un humano... La única forma de tenerla es borrar todo tu pasado como demonio, tu vida como demonio se borrará al igual que todos los recuerdos de esa persona sobre tí... Es una oportunidad peligrosa, estoy abandonando mi vida eterna por tenerte a mi lado, y aún así cabe la posibilidad... Si es que nuestros sentimientos no son reales... De no volver a encontrarte.

— ¡Demonio idiota! ¡No pienso dejarte ir! ¡Ni pienses que voy a olvidarte! ¡Tienes que buscarme!

Se separó bruscamente haciéndolo mirarlo con detenimiento, manteniendo su mirada sobre esos ojos ámbar. Y Bill sonrío posando su mano en la nuca del castaño.

—Esta marca, quedará para siempre en tí.

El dolor que sintió aquel chico no le importaba, solo no quería olvidar esa cara... Perdidamente enamorado de un demonio, de un amor que posiblemente no iba a durar. No, esos humanos, esos dos castaños no dejarían ir a esas personas, no los dejarían ir así como así. Dipper lo miró directo, y Marco entre un abrazo se aferró aún más a Tom.

—No me olvides —pidieron al únisono — ¡realmente no te atrevas a olvidar me!

—No sería capaz —confesó el pelirosa.

—Nunca me atrevería.

—No creas que te dejare ir tan fácil —dijeron al únisono los demonios.

Entre aquellas palabras la hora por fin llegaba, era momento de olvidarlo todo, y entre un último beso la existencia de aquellos humanos en dicha fiesta nunca existió... Y esos tres demonios... Ya no estaban. Por el pasillo del Inframundo unos pasos resonaban en todas las salas vacías, aquel demonio abrió sus ojos mirando el vacío del lugar y solo suspiró...

—Realmente son unos estúpidos.


.

.

.

.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro