Capitulo 6

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Hospedaje.


Luego de una charla tranquila los padres de Marco apoyaron completamente la idea y con prisa buscaron un colchón o catre donde el nuevo habitante pudiera dormir, la cama se acomodo en la habitación del castaño quien con tranquilidad hizo espacio en su armario. En el parque de la ciudad Mabel y Star comían helado en medio de una plática sobre chicos guapos mientras en la sala de la casa Pine, Bill y Dipper jugaban videojuegos muy tranquilamente, aquel demonio se había acostumbrado rápidamente al chico a su lado.

—Por cierto ¿Y tus padres?

—Se supone que están en un viaje de negocios —lo mira de reojo — ¿Porque la pregunta? ¿No habías arreglado todo para quedarte aquí? En mi casa con Mabel y conmigo...

—Definitivamente no lo hice, no tenía pensado quedarme todo el día y noche en la tierra, tenía planeado ir a dormir al Inframundo... Al menos ahí tengo una habitación.

Curioso vuelve a mirarlo — ¿Hay casas allá abajo?

—Para nada, pero los demonios como Tom o yo tenemos una pequeña habitación a la cual llegar, somos como las muertes recolectando almas, aunque ellos definitivamente si tienen una casa propia... Lo nuestro es como pequeños departamentos, con literas, en mi caso son tres camas para mis hermanos y para mí, Tom convive con otros dos tipos por igual.

—Eso se oye increíble ¿Que más hay allá abajo?

—Por las noches puedes escuchar a las almas gritar mientras se queman en el fuego eterno del infierno, nada muy llamativo.

Con los ojos bien abiertos el castaño soltó el mando de la consola y lentamente se giró hacia aquel chico que muy tranquilamente seguía jugando ¿Cómo era posible que dijera eso con tanta calma? Tanta había Sido su sorpresa que aquel rubio había ganado la partida y entre su grito de emoción ya se ponía de pie jalando al castaño para abrazarlo entre la emoción.

Riendo lo toma por los hombros —Esa cosa es muy divertida —apunta la consola — ¿Cómo se llama esa cosa?

—Es un videojuego...

Pronuncia aún perdido en el abrazo dado, Bill simplemente sonreía mirando al castaño a su lado y la pantalla frente a él, con la emoción recorriendo sus dedos se dejó caer en el sofá haciendo despertar por fin a Dipper que rápidamente regreso la mirada al rubio del sofá.

—Entonces —toma el mando —¿Jugamos otra ronda?

Algo incómodo toma asiento — ¿Tú duermes?

—Claro que lo hago, es aburrido estar despierto siempre.

— ¿No hay videojuegos allá abajo?

—Hay... Juegos de mesa, domino, cartas, muchos libros, también computadores, pero esos solo se pueden utilizar según la cantidad de almas que reúnas, y yo... Casi no soy llamado.

—Bueno —se encoge de hombros —Tu símbolo no es muy normal.

—Lose, hasta mi hermano Will es más convocado que yo, pero cada demonio debe tener un símbolo distinto y el de mis hermanos es similar al mío, pero con las cosas básicas que se pueden olvidar... Este es mi primer trabajo en un tiempo.

— ¿Y que tal está?

Lo mira sonriendo —Jodidamente agotador.

Sin más el castaño comenzó a reír mientras mirada a aquel demonio poner toda su fuerza en aquel control de videojuego, era extraño, parecía estar haciendo feliz a aquel demonio.

El timbre de la casa de los Diaz hizo detener a todos en la habitación de la preparación de la cena, con una sonrisa hacia sus padres Marco fue quien avanzó hacia la puerta abriéndola y mirando frente a él a aquel demonio pelirosa con una mochila al hombro y una maleta en su mano, le sonrío sin más mientras sus padres llegaban a su lado.

—Hola, tu debes ser Tom —le tiende la mano con una sonrisa —Soy el padre de Marco, es un placer.

—Un gusto señor díaz —devuelve el saludo con una sonrisa.

Con paso rápido lo toma por el hombro —Y yo soy su madre —sonrie haciéndolo entrar —Espero te sientas como en casa porque nosotros te trataremos como si fueras nuestro tercer hijo.

—Si —rie —muchas gracias —observa alrededor — ¿Y la chica? Amm... Star ¿Ella no está en casa?

—Aun no llega —Dice con prisa alejándolo de sus padres —Normalmente se la pasa en un parque cercano con nuestra amiga Mabel, no debe de tardar mucho —sonriendo sujeta la maleta —Anda déjame ayudarte con ésto.

— ¡Háganse cargo de eso mientras tu madre y yo terminamos la cena! —Dice sonriente llevándose a su mujer.

— ¡Claro papá!

Ambos subieron con prisa evitando reír y apenas la puerta de la habitación se cerró ellos dejaron caer las maletas detrás de la puerta y se dejaron caer en las camas mirando el techo, Tom rio levemente ante la risa del castaño y al igual que él dirigió la mirada al techo mientras con su mano sentía la suave manta bajo su piel, con seriedad dirigió su mirada a aquel joven de cabello castaño que sonriente miraba a el techo, una sonrisa no pudo evitar aparecer en su rostro y volviendo su mirada al techo solo suspiro.

—Dime... —dirige la mirada al pelirosa — ¿Está bien ese colchón o preferirías dormir en mi cama?

Muy relajado aquel demonio se concentro en los ojos avellana a la lejanía, miro con total atención aquellos ojos que se mantenían por igual encima suyo hasta que Marco se extraño por aquel largo silencio y parpadeo haciéndolo despertar de su transe.

— ¿Bajamos... A comer? —se endereza en la cama.

—Claro —se levanta de un salto —te encantará la comida de mi madre.

Con una sonrisa el joven castaño sale al pasillo mientras Tom se levanta admirando la tan sencilla habitación y exhalando un suspiro solo avanza hacia el pasillo mirando en las escaleras a aquel castaño que lo esperaba; apenas estuvieron abajo los padres de Marco los pusieron juntos pues a su parecer ellos se llevaban muy bien, la comida estaba siendo servida cuando la puerta se abrió con rudeza y por la puerta una rubia entraba apresurada y muy agitada se arrojó sobre su asiento.

— ¡Lo siento! ... Mabel y yo encontramos una ardilla herida y... —se detiene apenas su mirada sube.

Atónita mira al chico pelirosa sentado en la mesa con su familia, Marco le dedica con prisa una sonrisa mientras Tom solo sonríe levemente y hace viajar su mirada a los Diaz quiénes sonrientes le dan desinfectante a la joven y comienzan a servirle comida.

—Marco nos dijo que su profesor pedía ayuda para la estadía de Tom y claro que fuimos su primer opción —Dice orgullosa —Como ya te ayudamos antes me imagino que solo tuvo que practicarlo con Marco para confirmar.

Sonriente la mujer le hacía señas al pelirosa para que comenzará a comer con confianza, el joven solo sonrío y comenzó a probar aquella comida tan cariñosamente preparada por sus anfitriones, era cierto, la familia Díaz siempre había Sido muy amorosa, habían recibido a Star que venía de una cuidad lejana y desconocida para aquella familia, aunque sus costumbres eran raras ellos la habían recibido con los brazo abiertos y claro que el señor y la señora díaz habían estado siempre para cuando ella lo necesitará, ellos la cuidaron y animaron, eran claramente como una segunda familia para ella, sin más ella solo sonrío y una vez Tom subió la mirada se encontró con una Star sonriente.

— ¡Es deliciosa la comida de la señora Díaz verdad!

—Nunca había probado algo igual —dirige la mirada a la señora —Es delicioso.

Sonrojada sujeta sus mejillas — ¡Oh! Muchas gracias Tom —los mira a todos —Coman, coman, vamos que se enfría,

La comida siguió tranquilamente, apenas terminaron de comer todos los adolescentes dieron las gacias y buenas noches para subir; en el segundo piso Star tendió la mano al pelirosa quien distraído aún con el pensamiento de la cena no respondía, era de esperarse, él nunca había tenido una cena de ese tipo sin una discusión de los hermanos de Bill de por medio.

Dudosa se inclina hacia él — ¡Es un gusto!

Despertando de sus ideas Tom observa como Marco ríe abrazando a su amiga por el hombro mientras lo mira.

—El baño está por allá —apuntan la segunda puerta de la subida —Supongo que ya tienes tus cosas así que siéntete libre de pasar —empuja a su amiga por los hombros —Hablare con Star un momento.

—Si, está bien.

Sin más ambos chicos se dirigieron a una gran puerta rosa, al verlos irse el pelirosa sintió una extraña sensación en su pecho, pero solo avanzo a su ahora habitación a buscar sus productos de limpieza personal. En la casa de los Pine por fin la cena estaba lista luego de tres cortadas en el dedo del demonio rubio y dos cuchillos rotos por el mismo; molesto en el sofa Bill veía la herida en su dedo cubierta por una bandita, divertido Dipper se asoma desde la cocina con los tres platos ya servidos.

— ¡Oye demonio llorón, ven y ayúdame a llevar esto a la mesa!

—Ya voy, ya voy.

Decía sin ganas levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina, pero el abrir de la puerta de la entrada lo detuvo, Mabel muy sorprendida dejó caer su helado mientras miraba a aquel rubio, Dipper llegó de pronto abrazando a Bill por los hombros para mirar así gemela frente a ambos.

Sonriente la saluda —Ey Mabel... —apunta al suelo —Espero limpiez eso.

— ¿Que... —cuestiona apuntandolo — ¿Que hace él aquí?

—No tenía dónde quedarme —sigue mirando su mano —Asi que Dipper me ofreció quedarme aquí.

— ¿Co... —sus mejillas se enrojecen —Como crees!?

—Él se quedará en mi habitación —Dice muy tranquilo alejando al rubio —Asi que tranquilízate Mabel, Bill ¿Me ayudas ahora o que?

—Voy...

Aunque muy sorprendida la chica solo traga saliva, parpadea y comienza a sacarse los zapatos en la entrada, tomando de su mochila una caja de pañuelos comienza a limpiar el desastre del suelo y arrojando todo a la basura sube con prisa arrojando su mochila en su cama para volver con prisa mirando como Bill y Dipper hablan de videojuegos mientras se sientan a comer, soltando un suspiro Mabel avanza.

—Eras demasiado bueno para ser cierto.

Ambos chicos se miraron extrañados, pero sin más siguieron con su plática sobre la gran creación de los videojuegos y la cantidad inmensa de ellos que existían, Bill parecía emocionado por la plática y a Dipper no le molestaba en nada explicarle sobre lo que trataban algunos videojuegos y consolas que había en su hogar.

Cuando la hora de dormir llego en la casa Pine y Diaz un computador se encendió por mano de ambos castaños, abriendo un chat se vieron a través de la cámara y Tom no tardó en saludar a Bill quien sonrío divertido.

— ¿Enserio lo harás? —Dice burlón Bill.

—Marco lo pido —mira al chico a su lado —Asi que lo haré.

Marco se dirige al rubio —Entonces espero...

Sonriente lo mira —Un trato es un trato.

Divertido mira al demonio a su lado —Y yo terminaré ganando.

—Pruebame y verás —Decia retador hacia su castaño.

Algo dudoso Tom interviene — ¿Estarán bien quedándose juntos ustedes dos?

Algo inseguro Marco se hace notar —Si... Podríamos conseguir un lugar para Bill.

—No te preocupes —Dice el rubio —No lo mataré... No ahora.

La mano de Tom sujeta el hombro de Marco llamando su atención mientras al otro lado de la cámara Bill y Dipper comienzan a discutir y terminan la llamada, pero no era una pelea sería, Dipper estaba seguro de que ganaría aquella apuesta y Bill solo se divertida mirando el enojo de aquel castaño.

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