I

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

☆Antes de leer☆

Trama totalmente original de la escritora.

Si se utilizan videos, canciones, imágenes o algún otro método de entretención que no sean específicamente creados por la escritora, automáticamente se les dá crédito a sus respectivos creadores originales. En este FanFic no se busca incomodar u ofender al lector, pués está creado únicamente con el fin de entretener y hacer pasar un buen rato a quién decida leerlo. Evita los comentarios ofensivos, burlas o malas críticas tanto hacia la escritora como a los demás lectores, respetar es lo primordial.

Sin más qué decir, disfruta de la lectura.

-Fiona 🐼

[…]

–¡Jovencito Smith! ¡bastante tenemos ya con los salones que se encuentran en reparación, y usted viene y destruye medio gimnasio! ¿¡qué hemos hablado sobre sus ataques de ira!?– una mujer, ya algo mayor, regañaba furiosamente al chico ya entes mencionado. La directora de aquella institución ya estaba hasta el copete del chico peli-celeste– ¡voy a tener que expulsarlo de mi escuela si sigue así!

–¡Pues bien! ¡si tanto quiere que me vaya, debería expulsarme de una vez por todas! ¡vieja bruja!– dicho esto, tomó su mochila y se alejó se allí, ignorando todo el caos que él mismo ocasionó.

–Tranquilícese, directora Richmond, sabe cómo es él. Además, está pasando por una situación difícil– un jóven, de cabellos anaranjados y alborotados, intentaba calmar a la mayor.

–Pués esa no es excusa para destruir la mitad del gimnasio– sin más que decir, se retiró del lugar. El adolescente simplemente suspiró, para luego correr tras su amigo.

–¡Bon! ¡eh, Bon! ¡espera!– con algo de dificultad, logró alcanzar al de piel oscura, el cuál ya llevaba buena distancia del instituto, obteniendo cansancio repentino de respuesta– ¡uf! Necesito hacer más ejercicio– se apoyó en sus piernas, para intentar recuperar el aliento.

–Oh, hola Town, ¿que pasó?– preguntó con indiferencia, mirando como su amigo se recuperaba de su “mini maratón”

–¿De verdad lo preguntas?– miró furioso al de orbes esmeralda, este simplemente arqueó una ceja. Suspiró resignado– ¡me dejaste allí cuando yo intentaba defenderte! ¿¡qué clase de amigo hace eso!?– respiró profundo, intentando calmarse.

–Ay, no seas tan dramático– viró los ojos, con aburrimiento, lo que provocó que su amigo de gran melena se enfadara más.

–¿¡Me llamaste dramático!?– una pequeña vena resaltaba en su frente, lo que le provocó gracia al peli-celeste. Le parecía gracioso que Towntrap se saliera de sus casillas, ya que casi nunca sucede. Normalmente, es muy calmado y resuelve todo a la paz; pero cuando se encuentra con Bon, se volvía algo bipolar.

–Tranquilo, solo estoy jugando contigo– pasó un brazo por sobre sus hombros– sabes que te quiero.

–De una manera extraña y retorcida, pero supongo que lo haces– sonrió burlón, consiguiendo un ligero empujón de parte de su amigo como respuesta. A lo lejos, divisó un hombre, de baja estatura, que los estaba observando, cosa que alarmó a Towntrap– o-oye, ¿y si vamos por algo de comer?

–No lo sé, no tengo mucho dinero y...

–¡Yo invito!– se apresuró a decir, sin apartar la mirada de aquél tipo.

–Si insistes– se encogió de hombros, con una expresión burlona, pero a la vez triunfal. El peli-naranja simplemente suspiró y, literalmente, arrastró al chico lejos de allí.

–¿Pido un burrito o un taco?– el peli-celeste, con una mano en su mentón, analizaba bien qué ordenaría. El de orbes anaranjados simplemente lo miraba con fastidio, ¿quién se pasaba veinte minutos decidiendo qué comer?

–Decide rápido ¿quieres? No quiero quedarme aquí todo el día– bufó.

–Tú fuiste el que se ofreció a invitarme, así que te aguantas– le sacó la lengua de manera infantil, a lo que el otro respondió con otro bufido. Miró hacia afuera del local, encontrándose de nuevo con aquél hombre, vigilándolos. Esto provocó que todos los cabellos de Town se erizaran.

–¡Ordena un taco y larguémonos, por favor!– suplicó alarmado.

–Ok, ok, pediré un taco– accedió confundido– un taco, por favor.

–Aquí tiene– la cajera, con una sonrisa, le entregó rápidamente su pedido. El más alto se apresuró a pagar, tomó al menor del brazo y, prácticamente, huyó de allí.

–¿¡Qué rayos te pasa hoy, Towntrap!? ¡me has llevado arrastrado a todos lados!– el moreno de piel se detuvo en seco, provocando que su contrario también lo hiciera.

–Lo lamento– rió nervioso, rascándose la nuca. Notó que aquel hombre venía detrás de ellos– ¡no inventes! ¿¡todavía!?– gritó furioso, atrayendo la mirada confusa de su amigo.

–¿Te encuentras bien?– ni siquiera recibió respuesta, pués comenzó a ser arrastrado de nuevo por el de cabellos anaranjados– ¡oye, espera!– sus alegatos fueron totalmente ignorados, mientras su mejor amigo lo arrastraba (mientras corría) hacia su próximo destino– ¿¡el museo!? ¡ni siquiera lo pienses, Towntrap!– tarde, ya se encontraba en aquél establecimiento; en una de las áreas menos visitadas del museo, para ser exactos.

–¡Perfecto! Creo que lo perdimos– habló con una gran sonrisa, pero al segundo siguiente recibió un buen golpe en la cabeza por parte de Bon– ¡auch! ¿¡por qué hiciste eso!?– se quejó, pues el peli-celeste tenía mucha fuerza.

–¿¡Cómo que “¿por qué?”!? ¡me arrastraste por media ciudad durante toda la maldita tarde como un completo lunático! ¿¡qué rayos te pasa!?

–Creo que yo puedo responderte esa pregunta...– una voz ronca resonó en el lugar. Ambos chicos se voltearon, encontrándose con un hombre viejo, de baja estatura y ropas algo descuidadas.

–¡Santa madre de los licuados!– del susto, el oji-naranja se ocultó detrás de su amigo como acto de reflejo.

–Veo que no lograste ocultarlo de mí mucho tiempo, ¿verdad?– el viejo rió.

–Ni siquiera lo pienses, algún humano podría verte– advirtió, colocándose junto a Bon nuevamente.

–¿De qué carajos están hablando?– el peli-celeste miraba confundido la escena, pero su pregunta fué totalmente ignorada. El anciano liberó una carcajada.

–Querras decir podrían vernos– habló con expresión burlona, para luego liberar un agudo grito, provocando que ambos adolescentes cubriesen sus oídos.

–¿Ah sí? ¡yo también puedo jugar a esto!– gruñó– ¡Bon, sal de aquí!

–¡No me pienso ir hasta obtener una explicación!

–¡Dije que te fueras!– liberó un estruendoso rugido, digno del león más feroz, callando al menor. Se giró furioso, dejando ver unos colmillos sobresalir de su boca. Una luz, de tonalidades naranjas, lo envolvió por completo. Al desaparecer, dejó ver a una temible criatura.

–Una manticora ¿eh? Veo que se quedaron sin ideas– el viejo rió burlón, cosa que molestó mucho al de cuerpo de león.

–¡Te mostraré lo que una verdadera manticora puede hacer!– rápidamente, se lanzó sobre el hombre, derribandolo por completo, pero antes de que pudiera hacer algo, la alarma del museo comenzó a sonar– oh no...

–Tic Tac, amigo. Veamos que tan rápido vuelves a la normalidad.

–Bien jugado, Gregory– bufó, para alejarse de él.

–Siempre– dicho esto, se esfumó en el aire. El transformado simplemente gruñó, para luego mirar a su amigo.

–No hay tiempo para preguntas. Sube a mi lomo y no hables– sin decir nada, el de piel oscura obedeció, subiendo al lomo del de pelaje naranja, quién comenzó a correr en dirección a una pintura que se encontraba a lo largo del pasillo.

–Town, ¿qué haces?– al ver que se acercaban cada vez más a la pared, comenzó a alarmarse– ¡Town, te estrellarás!– cada vez más cerca– ¡Town, no! ¡Town!– cerró sus ojos al ver como su amigo saltaba hacia la pintura, esperando el golpe... Pero nunca llegó.

–Oye, mi pelaje no es tan grueso ¿sabes? Puedo sentir tus uñas clavándose en mi piel– el peli-naranja, de un movimiento, tiró al chico de su espalda, quién se levantó rápidamente y miró a su amigo, aterrado.

–¿¡Qué carajo eres!?

–Una manticora.

–¿¡Quien diablos era ese tipo!?

–Su nombre es Gregory, larga historia.

–¿¡Por qué eres un león con alas de murciélago y cola de escorpión!?

–Porque así lucen las manticoras.

–¿¡Cómo es que atravesamos esa pintura!?

–No es una pintura, es un portal.

–¿¡Y dónde putas estamos!?

–En un bosque, ¿no es obvio?– suspiró– ¿alguna otra pregunta?

–¿Quién eres... Realmente?– lo miró atentamente, analizandolo ¿quién es el que se hacía llamar su mejor amigo?

–Mi nombre es Towntrap Macorret, mi especie es la criatura mitológica conocida cómo manticora, cuerpo de leon, alas de murciélago, cola de escorpión; soy el último que queda en el mundo y... Soy tu protector– una vez terminó de explicar, realizó una reverencia frente al chico, quién lo miraba confuso y algo temeroso.

–¿A dónde... A dónde se fué mi mejor amigo?– preguntó, con la voz entrecortada. Towntrap y él han estado juntos desde hace ya 6 años, han pasado mucho juntos y su amistad es realmente fuerte; Bon sufrió la perdida de sus padres hace unos días, y Town fué el único que estuvo ahí para él. Ahora, ver a esa criatura y pensar que ese era su supuesto “mejor amigo” se le hacía imposible.

–Yo... Sigo aquí, Bon. Sigo siendo yo, Town, tu mejor amigo– intentó acercarse al mencionado, pero este solamente retrocedió.

–¿¡Por qué nunca me dijiste nada sobre esto!?– gritó, con lágrimas en sus ojos– ¡se supone que somos mejores amigos, hermanos de otra madre! ¿¡por qué nunca me dijiste que ni siquiera eres humano!?– gritó furioso. Le dolía creer que su amigo Towntrap, el Towntrap que el creía conocer, nunca fué real.

–Y-yo...

–¿¡Por qué, ah!? ¿¡Por qué!?

–B-bon, yo...

–¡Dilo de una maldita vez!

–¡Lo hice para protegerte!

–¿¡Protegerme!? ¿¡de qué!?

–¡De ti mismo!– gritó finalmente. El peli-celeste lo miró perplejo, ¿a qué se refería?

–¿Q-que...?

–Bon... Tú y yo nunca fuimos realmente humanos– suspiró– ambos tenemos... ADN de otras especies en nuestros organismos. En mi caso, es ADN de manticora; pero en el tuyo... Es ADN de demonio...

–¿D-demonio?

–Tus ataques de ira, tu mal carácter, tu inmensa fuerza, todo eso se debe a tu sangre demoníaca. No te lo dije antes porque... Tenía la esperanza de que pudieras vivir sin tener que ser un... Demonio, pero veo que me equivoqué– bajó la mirada– lo lamento... Solo quería protegerte. Por favor, perdóname... – suplicó, con la voz cortada. Lentamente, sintió una pequeña caricia en su melena. Levantó la mirada, encontradose con un Bon sonriente.

–Tú y tu manía de protegerme de todo, ¿cuando entenderás que puedo tomar algunos riesgos?– habló burlón. El de cuerpo de león sonrió con alegría– ¿hermanos hasta el fin?

–Hermanos hasta el fin– respondió, realmente alegre. Después de todo, su mejor amigo y casi hermano comprendió el porque de haber ocultado aquél secreto. Aunque... No sería en único secreto en ser rebelado...

[…]

Nueva historia, wii~

¿Recuerdan que había dicho que reservaría el lemmon de Bon uke para una historia mejor estructurada? Pués, es esta ewe

Esta historia va dedicada a la hermosísima BonxBonnie_is_real, quién fué la que diseño y realizó la increíble portada  uwu

¡Espero que disfruten de esta nueva aventura del B×B!

Nos leemos luego~

-Fiona 🐼

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro