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Unos días después...

–Arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo– repetía sucesivamente el peli-morado mirando como el de orbes esmeralda hacia abdominales colgado de una rama de cabeza– cinco minutos más y acabas.

–¡N-no siento mis piernas! A-ademas ¿¡qué cojones hacemos entrenando a las cinco de la mañana!?

–Esta hora es perfecta para entrenar, yo siempre entreno a esta hora. Así que deja que quejarte como niñita y continúa hasta cumplir los veinte minutos, o te sumaré más tiempo.

–¡Y-ya no me quejo, ya no me quejo!

–Me duelen partes del cuerpo que ni siquiera sabía que tenía...– el peli-celeste se encontraba tirado boca abajo en el césped, mientras que el peli-morado se encontraba tranquilamente recostado a su lado, mirando el celeste cielo (pués ya eran aproximadamente las ocho treinta de la mañana) colocandosus brazos detrás de su cabeza una vez se ató el cabello. No le gustaba usarlo suelto, así que siempre lo llevaba atado en coleta. A excepción de cuando duerme, claro.

–¿Acaso no te cansas de quejarte de todo?

–Es muy sencillo, en realidad.

–Si te pagaran por eso, serías millonario.

–Lo sé– soltó con gracia, sacándole una pequeña risilla al de mirada rubí– oye~ y yo que pensaba que no sabías reír.

–Claro que puedo reír, ni que fuera un ser sin emociones.

–Pués, como eres un gruñón amargado– levantó un poco su cabeza y pecho, utilizando sus codos y ante brazos de soporte, para poder mirar mejor al contrario– creí que no sabías reír– soltó con burla.

–¿Yo, el amargado? Si, claro, mira quién lo dice– dijo de la misma forma que el menor.

–Hey, yo sé divertirme.

–Ajá, claro, y Golden no es oxigenado.

–No tengo ni la más mínima idea de quién es ese, pero lo tomaré como una burla– se incorporó por completo– ¿por qué no hacemos una pequeña apuesta?

–¿Una apuesta?– miró interesado al de piel morena, imitando su acción– te escucho.

–Te demostraré que sé divertirme, y tú también lo harás. Si yo gano, tendremos un día completo sin entrenamiento.

–¿Y si yo gano?

–Haré todo el entrenamiento que me des sin quejarme.

–¿Sin ninguna queja?

–Ni una sola.

–Um...– el oji-rojo colocó una mano en su mentón, analizando bien la propuesta del contrario. Un día entero de entrenamiento sin quejas por parte del peli-celeate a cambio de “divertirse” un rato no sonaba tan mal, no le gustaba tomarse un día libre, pero la propuesta era bastante tentadora– trato hecho– estrechó su mano con la del de piel piel morena, cerrando el “pacto”, total ¿qué podría salir mal?

–¡Corre, maldita sea! ¡Corre!– gritaba desesperado el peli-celeste, realizando la acción junto al peli-morado. Probablemente se estén preguntando “¿qué rayos está sucediendo?” pués, la respuesta es muy sencilla. Tras cerrar el trato entre ambos, Bon decidió empezar con una pequeña bromita hacia alguien del campamento, y no se le ocurrió mejor idea que hacérsela a cierta peli-rosa. Bonnie al principio se negaba, pero al ser llamado gallina accedió totalmente. Ahora, estaban siendo perseguidos por todo el campamento por una joven (ahora peli-azul) que tenía el extraordinario don de “cataclismo” o también conocido como “el poder de la mala suerte”

–¡Vuelvan aquí, cobardes!– gritaba Maggie realmente furiosa, persiguiendo a los dos chicos. En un momento llegaron al punto de reuniones, subiendo al pequeño escenario de madera, en donde con su habilidad logró que unos tablones se rompieran, haciendo caer al par de “bromistas” en un agujero, atrapandolos– ya los tengo...

–¡Aaah!– chillaron ambos, literalmente, como niñas asustadas, abrazándose el uno al otro. Definitivamente, no saldrían ilesos de esta.

–Vaya concepto de diversión te tienes...– decía  molesto el de mirada carmesí, mientras recogían algunos frutos con componentes colorantes. Segundos antes de que los golpearan, Towntrap se hizo presente, y en cuanto Maggie le explicó la situación “castigó” a ambos muchachos, obligándolos a crear un tinte para volver el cabello de la chica a la normalidad.

–No creí que se molestara tanto. Solo es una simple bromita inofensiva– decía rascando su nuca, recolectando algunas hierbas.

–Ella es sucesora de la diosa mala suerte, ¿¡como creías que iba a acabar!?– gritó ya furioso– ¡bien te dije que no debíamos hacerlo, pero noooo! ¡yo era un gallina!

–¡Oye! ¡tú aceptaste hacerlo! ¡tú eres el entrenador! ¿¡por qué me hiciste caso!?

–¡No tengo idea!

–¡Eso fué muy estúpido de tu parte!

–¡Tienes razón!

–¿¡Y por qué estamos gritando!?

–¡No lo sé!– ambos guardaron silencio al escuchar un extraño ruido aproximarse– oye, eso no es...

–Una...

–¡Estampida!– gritaron ambos, comenzando a correr inmediatamente. Segundos después, una manada de alces apareció justo detrás de ellos, siendo perseguidos por una manada de lobos hambrientos.

Ambos chicos corrían a como podían, intentando no ser pisoteados por los animales que huían despavoridos. En un momento rápido, Bon logró tomar una liana, balanceándose fuera de la estampida, pero en cuanto estuvo sobre la rama del árbol, notó que el oji-rubí aún seguía allí atrapado.

–¡Bon, ayúdame!– el de piel nivea intentaba correr más rápido, pués ahora no solo evitaba que los venados lo aplastaran, sino que ahora también estaba huyendo de un lobo que lo estaba persiguiendo como si fuese su presa.

–¡Bonnie!– el peli-celeste miraba en todas direcciones, buscando la manera de ayudarlo. Puede que sea un amargado, pero Bonnie se ha esforzado estos días en hacerle un entrenamiento especial, y él no paraba de quejarse ¡sí que era un malagradecido! Y por culpa suya, ahora estaba en peligro. No lo pensó dos veces, y comenzó a correr por la copa de los árboles, recordando los consejos del peli-morado.

«Si corres entre los árboles, siempre visualiza el centro de las ramas y apóyate, saltando de inmediato para ganar impulso»

«Ten los ojos entreabiertos, así evitarás que las hojas te lastimen»

«Usa tu peso a tu favor, impulsate cuando la rama se vaya a doblar»

Recordando cada palabra dicha por el mayor, logró rebasar a la manada y ganar distancia. Cosas que él creía totalmente inútiles, le están ayudando a salvar la vida de Bonnie. Dió un gran salto, quedando justo en el camino de la manada.

–¡Bonnie!– el mencionado dirigió su vista al frente– ¡sostente!– dicho esto, le lanzó una liana gruesa. El oji-rubi la atrapó de inmediato, siendo atraido por el menor y alejado a unos metros de la manada. En cuanto volteó la mirada, notó que la manada se acercaba a paso veloz; no les daría tiempo de huir. Era su culpa que estuviesen en esa situación, si él los metió en eso, él sería quién los saque– nadie se mete...– sus verdes ojos se volvieron una delgada línea. Colocó a Bonnie rápidamente detrás detrás de él– ¡con mi entrenador!– unas potentes llamas azules emergieron desde el suelo, justo debajo de ellos, envolviéndolos en una cápsula de llamaradas. Una especie de cola azul oscuro apareció en Bon de la nada, mientras unas pequeñas llamas azules aparecían en su cabeza y en la punta de aquella cola. Por culpa del brillo, el peli-morado se vió obligado a cerrar sus ojos.

–Ah...– unos minutos depués el chico telequinetico logró abrir sus ojos, notanto que la manada los había rodeado y evitado, quedando intactos– como es que...– calló de inmediato al ver la apariencia del menor. Las llamas en su cabeza desaparecieron segundos después y su larga cola ligeramente enroscada al final se movía un poco.

–¿Te encuentras bien?– el mitad demonio miró preocupado al contrario– em... ¿por qué me miras así?

–Tus llamas y... Tu cola...– decía atónito– e-eres un demonio de fuego azul... ¡Eres un demonio de fuego azul!– chilló emocionado, con brillos en sus ojos.

–¿Llamas? ¿cola?– notó a lo que él se refería con eso último al voltear y mirar su trasero– ¿¡p-por qué rayos tengo una cola!? ¡esto no es natural!– la tomó entre sus mano, para mirarla más de cerca.

–Sabía que eras demonio, pero no sabía que eras ESE demonio– decía el oji-rojo con entusiasmo– se supone que ese tipo de demonio se había extinguido hace siglos, p-pero tú eres uno de ellos– se acercó al contrario, invadiendo su espacio personal– ¡eso te hace mucho más increíble de lo que ya eras!

–A-ah...– se quedó atónito ante la confesión del mayor, ¿más increíble de lo que ya era? Eso significa que... ¿Bonnie creía que él era increíble? Un leve sonrojo apareció en sus mejillas, el cuál aumentó en cuánto sintió como el peli-morado tomaba su cola y la acariciaba sutilmente– ¿¡eh!?

–Aw~ es tán suave~

–¡O-oye!– soltó avergonzado, arrebatándole su cola de las manos del contrario, con un sonrojo en su rostro, pués esas pequeñas caricias le habían hecho tener una “extraña sensación” en la parte superior de su vientre.

–Ups, lo siento– soltó una risilla, rascando su nuca.

–N-no importa– soltó su cola, dejándola “libre”– supongo que... No logré que te divirtieras– suspiró– haré todo el entrenamiento que me des a partir de ahora, sin ninguna queja– sonrió.

–¿Eh? Pero...

–Descuida, un trato es un trato, y cumpliré mi parte.

–Um...– miró al peli-celeste. Era verdad, realmente no se había divertido tanto como el contrario le había dicho, pues terminaron metiéndose en problemas y casi terminar aplastados, pero ver como liberaba su “demonio interno” y ser testigo de sus llamas fué realmente increíble y emocionante. Además, le había salvado la vida. Sonrió– olvida la apuesta.

–¿Qué?

–Olvida la apuesta. Me he dado cuenta de que te estoy exigiendo demasiado, y tú no estás acostumbrado a entrenar tanto como yo, así que... De ahora en adelante, tendrás un día libre cada semana para que puedas hacer lo que tú quieras sin mí supervisandote.

–¿E-es en serio?

–¡Claro! Mañana no entrenarás tampoco, tómalo como una muestra de agradecimiento por haberme salvado el pellejo– pasó un brazo por los hombros del oji-verde, guiñandole un ojo, lo que provocó otro leve sonrojo en el menor– ¿te parece?

–S-si, si, tener un día libre a la semana suena grandioso– sonrió torpemente, sintiendo su rostro arder un poco debido a la cercanía del mayor. Primero sintió la gran necesidad de proteger a Bonnie cuando estaba en peligro, luego esa extraña sensación de cosquileo cuando acariciaba su “nueva parte del cuerpo”, y ahora un pequeño nerviosismo al tenerlo tan cerca, en especial de su rostro; no lograba entenderlo.

¿Qué le estaba sucediendo?

[…]

Referencia a Ao No Exorcist, ¿Dónde? XD

-Fiona 🐼

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