III

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Con el pasar de los días, Raven se dio cuenta de que fue buena idea contratar a Lincoln y a Dk, ya que Lincoln con su afinidad de realizar planes, siempre desarrollaba buenas promociones o estrategias de venta que comenzaron hacer que los postres y algunos platillos se comenzaran a vender, si bien el café solo servía postres, bebidas frías y calientes, Lincoln propuso que para obtener un ingreso extra, podían tratar de vender algún platillo que fungiera como "comida" o tentempié. Quien se encargó de preparar dichos platillos e incluso se tomó el tiempo de aprender a preparar algunos postres, fue Dk, al principio Raven se molestaba cada que le pedía hacer alguna orden, ya que Lincoln preparaba los cafés, tenía gran talento para la cocina, pero no siempre podía ponerlo a preparar los postres. Dk quemaba o preparaba mal los pedidos, lo único que hacía bien, eran las bebidas frías y la mayoría de las calientes.

Raven llego a considerar si realmente fue buena idea contratar al mexicano, ya que a pesar de que nunca se quejaba, tenía muchas inconsistencias y cuando se dispuso a despedirlo, este comenzó a mejorar bastante rápido, ya se había adaptado al ritmo del café y comenzó a preparar postres que antes no estaban en el menú.

Poco a poco, la remuneración económica comenzó a crecer en gran medida, por lo que también les aumento el sueldo a los dos. Finalmente, llego una estrategia de Lincoln, la cual consistía en hacer concursos, si bien, esto ya lo había intentado Raven, siempre terminaba por cancelarlos, debido a la baja participación de los clientes, trato de que fueran de música o poesía y da una pequeña remuneración económica y promociones exclusivas del establecimiento, pero ninguna funcionaba, finalmente decidió no tratar de hacer concursos y mejor seguir con la posibilidad de expresarse en el escenario.

Sin embargo, Lincoln propuso que podían hacer un concurso de poesía, donde al ganador se le daría una suma grande de dinero y podría presentarse en el teatro de Royal Woods, si bien esto era sumamente complicado, Lincoln lo propuso, ya que Haiku conocía al dueño del teatro y prontamente harían un evento de poesía como hace unos años, donde Lucy se presentó, eso le ayudo a Lincoln a dar esa oportunidad de crear esa promoción y vaya que funciono, ya que en menos de un mes tendrían su concurso de poesía y estaba completamente llena la hoja de solicitudes.

- Sabes conejo, debo admitir lo, no tenía fe en tu plan, pero me has hecho cambiar de opinión. No pensé que la chica que siempre viene aquí tenía tales contactos es bueno saber que es tu novia.

- no es mi novia, es mi amiga...creo, es amiga de mi hermana menor Lucy.

- sí, pero ha venido cada día desde que comenzaste a trabajar aquí.

-no viene por mi si a eso te refieres, le gusta este lugar, me lo ha dicho las veces en que llegamos a platicar.

- que es cada que viene.

- ¡cállate Dk! – Lincoln estaba apenado, y más porque tanto Dk como Raven reían, siendo uno más ruidoso que la otra, aunque eso lo puso a pensar ¿y si era cierto que Haiku iba más seguido al café para solo verlo a él? No, eso no podía ser, así se decía Lincoln, para tranquilizarse. Aun cuando el parece poder hablar con cualquier chica, él tiende a estar nervioso, ya que, gracias a la mala suerte, él desarrollo una especie de fobia a las mujeres, pero son solo con aquellas con las que comienza a entablar una relación, no importa el tipo, si el comienza a confiar y sentirse "cómodo" inmediatamente comienza a tener miedo a que lo fueran a herir como lo hicieron sus hermanas del trio del dolor. Por lo que no podía estar cerca de las mujeres con quienes entraba en confianza.

La razón por la que con Lori o Raven no paso lo mismo, fue porque Lori lo cuido y se encargó de curar esa herida que aún estaba abierta, por lo que el miedo a ser traicionado se fue apagado, mientras que, con Raven, él sabía que solo era una relación laboral, jefa-empleado, nada más y por eso el miedo ya no era presente en él.

Sin embargo, cuando Haiku hablaba con él, pensaba que solo quería estar al tanto de lo que paso en los dos años en los que no estuvo. Sus conversaciones eran extensas, aunque no impedían el trabajo de Lincoln, ya que cuando tenía que atender a otra persona, Haiku ponía pausa a la conversación para que el peliblanco pudiera seguir con su labor.

Sus conversaciones siempre estaban centradas en hablar de lo que Lincoln vivió, tanto la tortura, como el hecho de que 5 de sus hermanas lo cuidaran y ayudaran, claro, de manera desigual en su momento.

- Lincoln, una orden de cafés capuchinos con toque de vainilla.

- enseguida Dk – dijo el peliblanco para comenzar a preparar la orden. Mientras tanto, en una casa un poco alejada del café, una señorita gótica termino de cambiarse y ponerse un poco de maquillaje, siendo una ligera sombra de ojos, delineador y un poco de labial oscuro. Dicha señorita era nada más ni menos que Haiku, ella acomodo su flequillo y salió de su habitación, la cual estaba llena de libros acomodados en perfecto orden alfabético y por género, además de que todo estaba con detalles en negro y penumbra, aunque nada que ver con su casa, la cual era colorida y muy grande, su madre era vendedora de bienes raíces por lo que el dinero no les hacía falta, pero su madre muy rara vez estaba en casa, por lo que ella prácticamente estaba sola todo el tiempo.

Haiku tomo sus llaves, su bolso y salió, el día era perfecto, siendo nuboso y un poco gris, se pronosticó que habría una fuerte tormenta por la tarde, por lo que se recomendaba no salir de casa. A Haiku no le importo el reporte, ya que este tipo de climas eran perfectos para ella, además de que la hacía sentirse cómoda. Ella se dirigió a la parada de autobús, espero tranquilamente mientras escribía en una pequeña libreta, todo iba de maravilla hasta que sintió que alguien la abrazo por los hombros – hola Haiku, me da gusto verte – dijo un chico pelirrojo mientras bajaba su mano de manera lujuriosa a hacia el pecho de Haiku – tienes exactamente dos segundos para quitarme tu mano de encima antes de que te arrepientas Chandler - dijo ella al darle un golpe en los testículos con gran fuerza – lo que hizo que Chandler cayese al suelo y casi vomitara por el golpe – ¿por...que...hiciste eso? Dijiste...dos...segundos...eso...fue...ghu...instantáneo...- él se retorcía del dolor mientras Haiku, al llegar el autobús, lo abordó, no sin antes voltear y decirle en un tono serio – te rechace antes y lo he estado haciendo desde hace mucho, déjame en paz Chandler o te vas a arrepentir - no dijo más y luego tomó asiento para ir a su café favorito.

Al llegar pudo ver como había un poco más de gente de la normal, no le sorprendía que cada día llegaran más clientes, las bebidas que preparaba Lincoln eran excelentes y los postres no se quedaban atrás. Cuando entro pudo ver al peliblanco sirviendo al menos 6 bebidas a la vez, lo cual era impresionante. Haiku entro y fue a sentarse en los bancos de la barra, en cuanto Lincoln pudo verla ella lo saludo con amablemente con un movimiento de mano, el peliblanco por su parte hizo lo mismo.

- ¿lo mismo de siempre señorita Haiku? – dijo Dk mientras limpiaba una taza – sí, y ya no me digas señorita, solo Haiku está bien – dijo con un tono neutral – me disculpo, pero sé que no te agrado, así que solo quiero evitar conflictos, debo decir que te agradezco.

- ¿eh? ¿Por qué?

- porque gracias a ti, Lincoln ya no tiene terrores nocturnos, lo has ayudado a tranquilizarse, y poco a poco comienza a tener confianza en otras personas, Lori me pidió cuidarlo, es un buen chico, ha sufrido mucho – dijo él mirando como Lincoln tenía una gran sonrisa en su rostro, aún recuerda la primera vez que Lori no estuvo.

Lincoln no podía parar de llorar, decía que quería a su hermanita amada, quería volver a verla, que no quería que volvieran a apartarlas de él. Dk estuvo siempre a su lado haciéndole ver que nada pasaba y que volvería en poco tiempo, que tanto Lori como las hermanas que fueron buenas con él, que solo era cuestión de esperar.

- ¿y tú eres buen chico? – dijo Haiku al verlo con seriedad a lo que el semblante de Dk cambio a uno de tristeza y enojo – lo que se ve no se pregunta señorita Haiku – dijo al dirigirse a la que sería la cocina del café. Cuando Haiku vio esa acción y que no se lo dijo en su idioma hizo que, de cierta forma, ella se sintiese mal. Ya sea que el chico sea bueno o no, está ayudando a Lincoln y lo peor fue que al agradecerle, ella no dio importancia a esas palabras y casi le escupió a la cara al hacer su pregunta. – ya no puedo decir si eres buena o mala persona, pero al menos sé que no buscas hacer daño- dijo ella para sus adentros.

Al cabo de unos instantes, Dk le llevo a Haiku un té negro helado, además de un pastel de chocolate semi amargo. Cuando ella estuvo por agradecerle, él simplemente fue a atender a otra persona, ella se sintió un poco mal, ya que seguía pensando que su actitud fue grosera y se comportó como aquellos que la han juzgado, pero antes de poder seguir con sus pensamientos, Lincoln se desocupo y se dirigió hacia ella. – hola Haiku, es un gusto verte nuevamente – dijo él de manera amable – hola, Lincoln, veo que cada día te sientes más animado, puedo notar que la aflicción de tu alma se serena con cada día – dijo ella casi en prosa, mientras daba un bocado de su pastel – je, se puede decir que si...no estoy seguro realmente, pero soy más activo por lo menos.

- sí, eso se puede notar, ya que tanto es así que ya comienzas a mostrar cambios físicos. – dijo ella sin pensar, lo cual hizo que Lincoln se mirara así mismo y es que gracias a los entrenamientos que hacían y el constante trabajo, logro hacer que ambos dieran el "estirón", si bien, Lincoln ya era más alto que Dk, ahora se marcaba aún más la diferencia de tamaño, mientras que el latino había perdido peso y ya no se veía tan pequeño de estatura.

Entre los cambios físicos más notorios que se podían ver en Lincoln, era que sus músculos se estaban enmarcando más y más, pronto tendría una buena musculatura, y su rostro comenzó a "afilarse" ya que comenzaba a resaltar más rasgos físicos que lo hacían ver más varonil y por consecuente atractivo, pero no dejaba su inocencia de lado, lo que le daba un toque "especial" ya que sin darse cuenta, cada que Lincoln hacia cierta expresión con sus ojos, hacía que Haiku se sonrojara un poco, era poco perceptible, sin embargo, dos personas lograban notarlo y ya esperaban el momento para enterarse de que Lincoln y Haiku se volvieran pareja.

- parece que avanzan a paso lento.

- puede ser niño, pero es mejor ir paso por paso a...

- parecer un velocista.

- no eran las palabras que tenía en mente, pero se asemejan, solo espero que cuando esos dos sean parejas, no quiera aprovechar que trabaja aquí para darle "regalos" a su novia.

- dudo que se aproveche de eso, mínimo te pedirá permiso Raven.

- sí, lo sé, bueno, tengo cosas que hacer, los dejo a cargo, saldré por un par de horas, les avisare si deben cerrar temprano y no quiero que te comas las galletas del aparador, son para los clientes Dk, si sigues comiéndote la mercancía tu pagara será en mercancía en lugar de dinero ¿está claro?

- si Raven, ya no lo hare – dijo para en un movimiento rápido meter una galleta en su boca, mientras que Raven lo miraba con enojo, para luego dejar salir una pequeña risa sutil – eres un idiota.

- me subestimas Raven, soy más que un idiota, soy un pendejo y no me da miedo reconocerlo – dijo el para comenzar a reír – cuiden la tienda – dijo ella para tomar sus cosas, no sin antes contestar una llamada, haciendo que el semblante serio de Raven casi se esfumase y dejara ver una hermosa sonrisa. – me pregunto que habrá pasado para que se vea tan feliz – dijo Lincoln poniéndose a lado de Dk – si te soy honesto, no tengo idea, solo sé que debe haber sido algo muy bueno.

- sí, esperemos que sea algo o alguien que le haya pasado, realmente se lo merece.

- sí, bueno, hay que volver al trabajo, aunque, si quieres puedes quedarte a coquetear más tiempo con Haiku – dijo Dk en tono burlón, haciendo que él peliblanco se pusiera colorado. - ¡tenemos trabajo! – grito el peliblanco mientras el latino reía como loco.

Haiku seguía en la barra, normalmente se iba después de acabar su pastel y su té, pero desde hace un par de semanas, espera hasta que sea la hora de cerrar, ya que así tenía más tiempo para conversar con Lincoln o con Maggie, la cual iba de manera casi espontanea al café, sus platicas eran extensas y cómodas, era relajante para ambas, por lo que nunca había silencio, al menos no para ellas, cuando entablaban una conversación.

El concurso de poesía sería dentro de dos semanas y a pesar de haber tenido la oportunidad de poder participar en dicho concurso, no se sintió con la necesidad de hacerlo, si bien, la recompensa era muy buena, preferían mantenerse en su zona de confort, aun que, gracias a su figura, amabas comenzaban a ganar "popularidad" lo que hacía que cada vez más personas las voltearan a ver, tanto hombres como mujeres. Los varones solo por sus hormonas y no poder ni hablar con ellas sin mirarles los pechos o sus traseros, lo cual, ambas repudiaban con ganas esas acciones, sin embargo, las mujeres las miraban con envidia y odio, ya que destacaban más que ellas, siendo las populares quienes las envidiaban más. Para "gusto" de Haiku, Lincoln siempre que hablaban la veía a los ojos, jamás trataba de bajar la mirada, aun cuando ella lo ponía aprueba, era una pequeña diversión que tenía con él, ya que, a pesar de notar leves insinuaciones, como dejarle ver su escote o a veces menearse de cierta forma provocativa, aun estando rojo, el peliblanco solo se dedicaba a mirarla y hablarle con respeto. Poco a poco comenzaba a conquistarla, aunque le propio Lincoln no se daba cuenta de eso, aún.

- estúpida Haiku, ya verás, soy más capaz de lo que crees y ya no te quiero como mi novia, sino como algo que solo voy a usar una y otra vez – dijo Chandler al ver desde la puerta del café como Haiku hablaba con Lincoln y reía un poco, una risa elegante y hermosa – y en cuanto a ti Larry, bueno, solo debo darte una paliza como lo hice en la escuela, je, espero que aun recuerdes las pelotas de quemados que te cayeron y pensar que tu "novia" y mejor amigo en ese entonces me ayudaron con el plan. – dijo Chandler para luego retirarse y hacer unas llamadas.

Antes de que dieran las 7 de la tarde, Raven llamo a Lincoln para indicarle que cerraran el café temprano y que podían tomarse él día libre mañana, lo cual les hizo saber que Raven estaría muy ocupada esa noche y día siguiente -bueno, hay que apurarnos para dejar todo en orden, así Raven no nos colgara por no haber dejado todo limpio para cuando vaya a dar y recibir amor.

- te golpeara si se entera de lo que dijiste Dk.

- solo dije la verdad.

- sí, bueno, hay que apresurarnos, muy bien gente, el café cierra temprano hoy y me temo que el día de mañana tampoco abrirá, por lo que estaremos dando servicio nuevamente hasta el sábado – dijo Lincoln en voz alta y se pudieron escuchar algunos quejidos por parte de los clientes – oigan, son ordenes de la jefa, además, no queremos que nos cuelgue de las pelotas por no dejarla esta con su novio – dijo él, siendo que solo Lincoln y Haiku entendieron eso.

El café no tardó mucho en vaciarse y comenzaron con la limpieza, Dk se fue a sacar la basura, mientras que Lincoln se quedó al frente limpiando la barra, barriendo y acomodando las mesas, solo que no estaba solo, Haiku se quedó, si bien el peliblanco iba a protestar, Dk le dijo que no había problema, además así le daría más tiempo para platicar con ella.

Durante la limpieza, Haiku y Lincoln siguieron conversando con respecto a lo sucedido en los últimos días, ella le conto como ha comenzado a recibir más atención de la que le gustaría y que idiotas como Chandler la hostigaban mucho, y no solo a ella, sino también a Maggie y a otras chicas del club de oscurantismo, rebautizado así tiempo después de que Lucy ya no volvió a aparecer en la escuela.

- todos ellos son unos cerdos, la última vez, en clase de gimnasia, cuando me toco jugar voleibol, varios estúpidos se metieron para poder vernos en los uniformes de gimnasia, sentía como clavaban su mirada en mi retaguardia...asquerosos, lo hechizare a todos.

- me imagino lo difícil que debe ser, pero ¿porque no dicen nada?

- El entrenador Pacowski es el problema, él también nos mira, desde que su relación con la enfermera Paty se fue por la borda, ahora trata de siempre propasarse, una vez, Penélope casi lo descubre entrando al vestidor de chicas cuando ella se cambiaba.

- diablos ¡eso es horrible! ¡¿no lo reporto?!

- no hubo suficientes pruebas, se supone que hay algo así como cámaras de vigilancia a las afueras de los vestidores, pero no sirven, el director Hopkins las coloco, pero al final, solo lo hizo por mera palabra, ni siquiera están conectadas.

- vaya, no esperaba eso del director, y pensar que en su momento me ayudo para que mi comic pudiera llegar al concurso de comics de Ace Savy.

- Muchas cosas han cambiado Lincoln, no puedo decir que, para bien, ya que estaría mintiendo vilmente, lo bueno es que, dentro de poco, se sabrá si habrá que escoger nuevo director y se reemplazaran algunos profesores

- espero que todo transcurra mejor para ti, es horrible que tengas que pasar por ese tipo de cosas, todas ustedes en realidad. – dijo él un poco preocupado, ya que parecía que muchas personas estaban perdiendo la cabeza, pero no era de extrañar, gracias al actual alcalde de la ciudad, un anciano millonario que siempre tenía la manía de pasearse por la ciudad en su limusina. Llego al poder con fraudes y dinero, lo cual hizo que el sistema judicial de Royal Woods se fuera al caño en menos de 6 meses y lo peor es que dominaba siempre las reelecciones, sobornos, regalos, lo que fuera necesario con tal de seguir en ese puesto. Debido a él, Lisa ni su madre pudieron denunciar lo que paso, Lynn senior se sintió muy calmado cuando supo que jamás habría una demanda o algo por el estilo, a menos que tuvieras al menos cuarenta mil dólares a la mano para proceder con esos casos, el único crimen que se volteaba a ver eran los asesinatos, si ocurría uno, era atendido de inmediato, sin embargo, los demás eran como simples acontecimientos sin importancia.

- Bueno Haiku, voy por las llaves para cerrar, Dk ya casi debe haber terminado con la basura, no me... - no pudo terminar ya que entraron a la tienda 4 sujetos, por su estatura y complexión, dedujo que eran chicos de preparatoria o tal vez universitarios, eso activo rápidamente los instintos de Lincoln, sabía que podrían ser ladrones o algo peor, ya que su manera de entrar todos en conjunto y solo quedárseles viendo, y aunque el café contaba con alarma, la policía tardaría mínimo dos horas en arribar al lugar, prefería tratar de pensar en algo. – caballeros, el café ya cerro, claramente dice cerrado en el letrero de la tienda – dijo él en tono serio e imponente, lo cual impresiono a Haiku, ese tono de voz, le encanto, pero rápidamente se centró en los sujetos, creía haberlos visto antes, hasta que recordó.

Esos cuatro siempre estaban con Chandler, o mejor dicho, él les pagaba para que hicieran cosas por él, como golpear a alguien, estafarlo, lo que fuese que Chandler quisiera y antes de poder advertirle a Lincoln se escuchó como alguien más entro – hola Haiku, mira nada más que sorpresa, encontrarte en este lugar, es perfecto para una cita entre tu y yo, pero además, mira mi sorpresa, Larry está aquí y es camarero, siempre supe que acabarías en un lugar así, y tengo que reconocerlo, me sorprende verte, lo último que supe de ti, es que vestías un traje de ardilla, muy acorde a esos dientes que tienes Larry – dijo él con mofa, mientras Lincoln lo miro con enojo por unos segundos – estimado cliente, le pido que se retire, el negocio ya cerro, por lo tanto ya no estamos brindando servicio, puede volver cualquier otro día – dijo no sin antes quitarse el mandil del negocio.

Lincoln y Dk ocupan una camisola y mandil en su trabajo, ya que cuando estaban aprendiendo a preparar algunas bebidas, siempre acababan sucios por los decorados o las propias bebidas. Siendo que Dk siempre se quemaba al servir café y para evitar esos accidentes, Raven compro camisolas gruesas de color gris para cada uno, al final se volvió, algo así como un uniforme "oficial" para el trabajo.

Cuando Lincoln se quitó su camisola dejo ver que ya no era tan delgado, se veía fornido y como llevaba un polo naranja debajo de la camisola, se enmarcaban los músculos de los brazos, si bien, no parecían impresionar mucho a Chandler o los tipos que lo acompañaban, con Haiku era otro asunto, ya que Lincoln se seguía viendo escuálido gracias a la camisola, imaginen su sorpresa al ver que el pequeño peliblanco, ya se estaba volviendo un adonis de cabellera polar. – vaya, así que el delgaducho de Larry estuvo haciendo ejercicio, dime, ¿realmente crees que intimidas a alguien? – dijo él mientras reía a todo pulmón, aunque para sorpresa de los demás, el no dijo nada, fue hacía la parte de la oficina, regreso con unas llaves y se dirigió hacia la puerta. – le pido amablemente que se retire, ya estamos cerrando – dijo el peliblanco al plantarse frente a Chandler, el cual casi se va de espaldas al ver que Lincoln era muy alto, como el café tiene una estructura que hace que para llegar a la barra, uno deba bajar, no se notaba su altura, sin embargo, cuando lo tuvo frente a frente, el pelirrojo dio unos pasos para atrás – no quiero repetirlo una tercera vez Chandler, sal del establecimiento ¡ahora! – casi le grito a Lincoln, lo cual hizo que este último se moviera hacia atrás, los otros cuatro sujetos no sabían si debían actuar, ya que no les habían dado la orden aun y aun que quieran hacer algo, solo seguían ordenes, jamás pensaban por sí mismos.

- escúchame bien idiota, no porque tengas un poco de altura o músculos eres mejor que yo, así que, muévete o sabrás lo que es el dolor – dijo Chandler de manera amenazante, pero lo único que consiguió como respuesta fue que Lincoln comenzara a reír, esto por supuesto que enfureció al pelirrojo – ¡acábenlo! – grito iracundo y eso basto para que los cuatro idiotas se movilizaron, solo que ninguno espero ver a un chico saltando desde una de las mesas para aplicarle unas tijeras al más alto y sacarlo hacía afuera del café – ¡¿Qué demonios?! – dijo Chandler para voltear a ver a Lincoln el cual había arremetido contra un segundo sujeto y sacarlo hacia afuera del café, ambos se tomaron la libertad de cambiar las ventanas del establecimiento por unas de vidrio reforzado, ya que habían tratado de robar el lugar, por supuesto que se preocuparon por su jefa y con sus sueldos hicieron mejoras, así como la puerta, gracias a esas mejoras, pudieron hacer sus maniobras.

La acción fue tan rápida que los otros dos sujetos, Chandler y hasta la propia Haiku se quedaron asombrados, por lo que los dos restantes salieron para ser recibidos por un fuerte puñetazo y golpe de Superman por parte de Lincoln y Dk respectivamente. Si bien Dk era bajito de estatura, aprovechaba su tamaño para atacar rápidamente, mientras que Lincoln, al estar casi con las mismas características, le era posible atacar y contraatacar sin problemas.

Ambos amigos no daban oportunidad de recuperarse a los cuatro sujetos, se apresuraban a atacar tan rápido como podían, ya que al estar en desventaja numérica y sin una estrategia factible, les funcionaba mejor atacar a puntos esenciales, con velocidad y potencia. Cada que uno de los tipos trataba de levantarse, era regresado al suelo por una patada en las piernas o una doble patada a la cara, Lincoln usaba su estatura y fuerza para patearlos en la cabeza, las piernas y los brazos, mientras que Dk usaba impulso para saltar y patear o dejarse caer con un codazo sobre las espaldas o incluso hacer una patada con giro para aumentar la potencia.

Chandler no supo que hacer, esperaba humillar a Lincoln, pero no espero que supiera pelear y menos que fuera tan bueno, y por si fuera poco, tampoco espero a su amigo o quien sea que ataco primero, por lo que decidió retirarse inmediatamente, Haiku lo miro y su expresión decía todo "cobarde", cuando por fin los otros tipos pudieron levantarse, se dispusieron a pelear, pero al no ver a su supuesto "líder" se enfurecieron, querían vengarse de los dos chicos que los habían hecho quedar como tontos, pero primero tendrían que ir tras Chandler. – esto no se quedará así, volveremos y la próxima vez, no la tendrán fácil – dijo un tipo con chamarra oscura y pantalón de mezclilla, tras él se fueron los otros tres.

Lincoln y Dk esperaron a que se fueran para luego chocar los puños, y poder recuperar el aliento – debemos entrenar más duro Lincoln.

- y que lo digas Dk...fueron más duros de lo que pensamos, vasto solo un momento para que pudieran volver a estar de pie, de no ser porque no les dimos tregua, seríamos los golpeados nosotros.

- necesitamos quien nos entre, Uri dijo que volvería hasta después de un año, y eso se cumple hasta dentro de un mes, solo espero que no tengamos problemas hasta entonces.

- ¡¿Qué fue todo eso?! ¡¿Cómo es que sabes hacer esas cosas Lincoln?! ¡¿y a donde se fue el chico delgado y frágil que conocía?! – dijo Haiku sin poder reprimir más su sorpresa – bueno, entrene con Dk y bueno, solo eso.

- pero eras incluso muy delgado ¡un brazo de fideos!

- no se tu Lincoln, pero o te está adulando o te está insultando.

- creo que lo segundo.

- ¡¿Qué?! ¡no! ¡no lo estoy insultando!

- ¿segura? Porque hasta mí me dolieron las pedradas que le diste.

- no sé qué dijiste con exactitud, pero no le pegare con piedras.

- bueno, bueno, ya, vasta de bromas, dime Haiku ¿Chandler a estado molestándote? – ella se quedó en silencio un momento, lo cual le dio la razón – mira Haiku, sé que tal vez apenas y somos amigos, pero no voy a dejar que ese idiota te siga molestando, siempre hace hasta lo imposible con tal de conseguir lo que quiere, la pobre de cristina fue su novia y acabo muy deprimida al enterarse de que solo la quería para una apuesta. Es un imbécil y la verdad no me gustaría que te pasara algo igual, eres amiga de Lucy y sé que a ella tampoco le gustaría, así que, como hermano de tu mejor amigo, prometo que siempre tratare de ayudarte – dijo con firmeza, solo que no midió el alcance de sus palabras, ya que, aunque él pensaba que estaba demostrando que la apreciaba y quería hacer sentir orgullosa a su hermana menor, para Haiku fue casi una declaración de amor en forma de metáfora, por lo que se ruborizo un poco y más aún cuando vio la sonrisa de Lincoln, a lo que sin detenerse a pensar le dio un beso en los labios, corto, pero "explosivo" para luego ella irse rápidamente sin mirar atrás, dejando a un Lincoln, sorprendió y sonrojado. – ¡uh! ¡le gustas! ¡quiere contigo! Pinche Lincoln, todo un don juan – dijo Dk al burlarse de su amigo para luego esquivar lo que parecía una piedra – vamos, no te enojes, ese beso no solo fue de agradecimiento, no luego de esas grandes palabras de casanova – dijo él mientras seguía riendo.

Al cabo de unos días, Lincoln comenzó a preocuparse un poco, ya que desde que Haiku lo beso, ella no se apareció en el café en casi una semana, la única que vez que fue, estaba con Maggie y al ver a Lincoln, inmediatamente volteo la mirada, además de que lo evito cada que tuvo la oportunidad, esto deprimió un poco al peliblanco, ya que pensó que ella estaba enojada con él debido al beso. Él se culpaba, aunque no fue Lincoln quien dio el beso en primer lugar, pero, aun así, no podía evitar sentirse culpable.

- Lincoln, tienes que dejar de preocuparte, ella estará bien.

- pero no ha venido en casi 10 días...seguro me odia por haberla besado.

- primero, no seas wey, segundo, ella fue quien te beso, debe sentirse avergonzada, pero sé que estará bien, debes darle tiempo, no parece ser de las chicas que muestren sus sentimientos fácilmente. Es más, si no viene hoy, te acompaño para que vayas a verla y así te quites de preocupaciones.

- pero ¿y si no quiere verme?

- ¿también te gusta no? – Lincoln solo se puso rojo cual tomate – con eso ya me respondiste, en fin, solo es cuestión de esperar. Y en caso de que no lleguen a ser pareja, se que pueden ser amigos muy buenos, de eso estoy seguro – dijo Dk mientras terminaba de limpiar la barra. – tienes mucha confianza en esas palabras Dk...aunque no puedo negar que tienes un punto a tu favor.

- gracias, Lincoln, bien, sigamos trabajando. – dijo eso ultimo al dejar la barra limpia.

Finalmente, luego de unas horas de incertidumbre, Lincoln pudo ver como Haiku entraba al café, se sintió aliviado, pero no iba sola, Maggie también la acompañaba, dejando al peliblanco con sus impulsos por hablar con Haiku de lado. Cuando llego el momento de atenderlas, Lincoln se dispuso a ir, con sumo nerviosismo. No podía estar seguro de que sucedería, por lo que con calma llego a la mesa de las chicas y se dispuso a tomar sus órdenes -buenas tardes... ¿que...que les vamos a servir hoy? – dijo Lincoln mientras miraba a Haiku a veces, así como ella lo miraba a él y cuando ambos coincidían en la mirada, volteaban en direcciones contrarias.

Maggie era una chica "emo" aunque se podía decir que ya era una gótica en toda la expresión de la palabra, si bien, aun no se "vestía" de negro por completo, ya comenzaba a tener ciertos afines por la literatura de terror, suspenso y de gran culto, además de que siempre llevaba consigo algún distintivo, como un cuervo, ya sea un collar o una pulsera con dicho animal. Las únicas personas con las que volvía a gustar tener una conversación o salir, fue con Haiku y con Lucy, si bien eran más chicas que ella, no impedía que su diferencia de edades las distanciara. Por lo que cuando supo que Haiku se iría a Rumania, se entristeció un poco, pero no podía hacerle ver a su amiga que eso le afectaba. Lo único que nunca vio venir, fue la "desaparición" de Lucy, le tomo varios días enterarse que su amiga había sido enviada con su tía por problemas de conducta, lo cual rápidamente se le hizo una completa estupidez, ya que la única razón que hacía que Lucy se volviera "activa" se debía a su familia, en especial dos personas, siendo LJ cuando llegaba a pelearse con ella o por su hermano Lincoln, del cual había escuchado maravillas, aun luego de lo que paso en su fiesta de cumpleaños. Maggie supo entender el valor de Lincoln, pero no dejaba de verlo como a un niño que le faltaba madurar. Lo malo fue cuando se entero por lo que paso, y ella se sentía realmente mal por solo dejarse llevar por una primera impresión, le molesto que estaba haciendo lo mismo que los normies, que tanto la molestaban a ella y a sus amigas, además de compañeros de club. Ahora veía a un Lincoln diferente, más "varonil" y le agrada ver el cambio del peliblanco, estaba claro que había dejado de ser ese muchachito escuálido y enclenque, según ella, para pasarse a un adolescente apuesto, claro que sin ser como los otros imbéciles que ha conocido y que espera poder librarse de ellos sin problemas, pero ahora, ante ella se presentaba una situación particular.

Maggie observaba un poco fastidiada el actuar de su amiga y el peliblanco, si bien, el amor no era algo que le quitara el sueño, ver como la gente se lo expresaba entre sí, era molesto y hasta a veces repugnante y más cuando el pudor quedaba de lado. Ahora, le molestaba ver el típico acto de ver y luego no ver a quien te gusta, por lo que se puso de pie, tomo a Lincoln de los hombros y lo obligo sentarse junto a Haiku, la cual se quedo sin habla y antes de poder cuestionarle a su amiga porque esa acción, Maggie simplemente se fue, sentándose en la barra.

- ¿desea ordenar algo? – Maggie miro hacia quien le hablo, viendo a Dk y por consecuente frunciendo el ceño, ahí estaba otra vez, ese gordito bajito de siempre. Más que por el hecho de su apariencia, Maggie ya lo juzgaba por ser hombre y por tener esa cara desagradable, más que por "belleza" algo no le daba confianza y terminaba por ponerla de mal humor. – un poco de té negro – dijo secamente – enseguida – dijo él para ir por lo que ordenó la señorita, Maggie tenia la costumbre de observar a cualquier hombre que la atendiera en algún establecimiento, para comprobar que todos eran unos cerdos, por lo no se limito a hacer lo mismo con el peliblanco y con el feo, si bien, de Lincoln se "sorprendió" de que cada que la veía, era directamente a sus ojos y no a otra parte de su cuerpo, no espero que el feo, como ella le dice, aunque sea para sus adentros, al atenderla, siempre la veía a los ojos o miraba hacia lo que estaba haciendo, ya fuera limpiar, servir o preparar una crepa, en esta ocasión se impresiono al ver que ni siquiera trato de dirigirse hacia ella directamente, más bien, parecía que le hablaba a la nada esperando una respuesta.

Por su parte, Lincoln y Haiku estaban uno de lado del otro, se notaba la tensión que había entre ambos, si bien, nadie hablaba, se notaba que querían decir mil y una cosas. – ¡Haiku/Lincoln! – dijeron ambos al mismo tiempo, para luego voltearse en dirección contraria – Perdón por el beso – dijeron ambos a la vez, lo que provoco que Haiku mirara a Lincoln - ¿eh? ¿Por qué te disculpas? Si fui yo quien te beso.

- porque creí que te sentirías asqueada o algo peor de mí. – dijo el peliblanco con pena, lo que hizo que Haiku se sorprendiera, el hecho de que lo besara, indica que no le tiene nada de gasto y por obviedad, le gusta. – Lincoln, si me dieras asco, no te abría besado en primer lugar, hice eso porque me gustas y...- no pudo terminar, ya que se puso muy roja, su piel pálida se adorno de un tenue color rosado, muy lindo que la hacia ver encantadora, cosa que casi hizo que el corazón del peliblanco, fuese atravesado por una lluvia de flechas – te ves hermosa – dijo él sin pensar, ocasionando que ella lo mirase estando a un más sonrojada e impresionada por las palabras del peliblanco – espero que no me estés mintiendo Lincoln y que te hagas responsable de esas palabras – dijo ella al poner su mano sobre la de él.

Dk regreso con el té para Maggie y lo dejo sin más, pero antes de retirarse, él pudo ver lo que paso con la "parejita", sonrío ampliamente ante esa situación. Se notaba claramente que se estaba formalizando una relación, pero tomando en consideración la "rapidez" con la que se estaba dando, él se encargaría de que Lincoln no se precipite, no es un experto en el amor, pero era su amigo y no lo dejaría solo, como a él en su natal país.

Maggie se notaba más "cómoda", ya no había tanto nerviosismo en el aire, por lo que se decidió a probar su té, pero noto que Dk aun no se iba, ella estaba por decirle que se largara, hasta que lo vio sonriendo. Maggie muy pocas veces podía decir que veía la felicidad, pero verdadera felicidad en una persona y en esta ocasión era una de esas raras ocasiones.

Por su parte, Haiku y Lincoln se "pegaron" más el uno al otro, no hablaban mucho, salvo para decir algo con respecto a cómo les había ido en los días que Haiku no se presento al café, entre los acontecimientos más importantes, fue que Chandler no trato de molestarla en ningún momento, además de que el club de ocultismo había recibido una invitación para visitar un museo de la edad media en otro estado. La conversación comenzó a fluir poco a poco, así como el ambiente en ellos, y en ningún momento, separaron sus manos, de hecho, las entrelazaron un poco. Era una muestra de amor naciente, ninguno avanzaba más de lo debido, lo único malo es que no podían evitar sonrojarse cuando se miraban a los ojos.

- sabía que podías canijo, solo espero que no la vayas a regar Lincoln, ahora solo quedaba que su amor florezca como deba ser- dijo Dk al seguir viendo como ambos interactuaban, mientras que Maggie se hizo de oídos sordos, ya que entendió gran parte de lo que Dk dijo en su idioma natal. Ella no tenía interés por dicho idioma, pero su madre y su padre, viajaban mucho, por lo que a veces le llevaban recuerdos, como libros o novelas, claro que en el idioma del país en el que estaban trabajando, casi siempre les tocaba ir a España, mínimo 3 veces al año, por lo que ella se vio "obligada" a aprender dicho idioma para poder leer a su gusto, por lo que al escuchar hablar a Dk, entiendo en su mayoría su manera de hablar, pero su tonada y al no tener acento supo que si algún día, él le dijera algo en sus idioma, posiblemente no le entendería, aunque, no era algo mucho que le importara a decir verdad.

Finalmente, al cabo de unas horas, el café quedo nuevamente vació, ya no había más clientes que atender, salvo por Haiku que seguía hablando con Lincoln y Maggie, la cual se veía un poco frustrada, si, estaba contenta por su amiga, pero se suponía que venía con ella, al menos debió decirle que se fuera. – espero que esto no se a de todos los días, porque será una tortura – dijo ella al beber lo ultimo que quedaba de su cuarto té – es cuestión de acostumbrarse, dales tiempo y ya verás que todo estará bien – dijo Dk mientras pasaba con trapeador a unos pasos de donde estaba Maggie. Cuando ella lo vio, su seño se frunció al instante, estaba molesta o lo estaba hasta que se dio cuenta que él no la miraba, no le estaba poniendo "atención" si, le contesto, pero no con la intención de entablar una conversación, nuevamente ella se quedó pensante "¿Por qué hace eso?" fue la pregunta que cruzo por su mente y como si él fuera adivino contesto a su pregunta – la razón de que no te vea, es porque se que no te agrado para nada, tengo cara de pendejo, estoy pendejo pero se reconocer cuando alguien me odia o no me puede ver ni en pintura, por lo que no te preocupes, no te causare molestias, solo quería dejar algo así como un consejo, para que puedas estar tranquila tomando en cuenta que nuestros amigos, y digo nuestros, porque Lincoln es mi amigo y Haiku es tu amiga, a la cual tampoco le caigo bien, de cierta forma, si de verdad nos importan, tenemos que entender su sentir y que si no los apoyamos, jamás se sentirán en confianza de estar junto a cualquiera de nosotros para demostrar su cariño o amor, como quieras llamarle – dijo el al exprimir el trapeador - ¿quieres más té? – expresó Dk mientras se llevaba la cubeta y el trapeador consigo – sí, una ultima taza no estaría mal – musito ella para luego mirar hacia su amiga y su naciente amor.

Maggie y Haiku se encontraban caminando en dirección a la para de auto bus, durante el trayecto, hubo un poco de silencio ¿Por qué razón? Haiku seguía embelesada, ya que ella y Lincoln formalizaron su relación, jamás paso por su mente que estaría con él, no luego de tratar de tener una relación con el ex mejor amigo del peliblanco. De cierta forma estaba enojada con él, ya que, gracias a Lincoln, Haiku y Clyde, comenzaron a congeniar poco a poco, el único problema fue que Clyde no dejaba de obsesionarse con Lori, ella trato de ser comprensiva con él, darle apoyo y hacerle ver que era un sueño lindo pero inalcanzable, que era mejor rendirse, lo cual resulto en una discusión horrible.

- entiende Clyde, Lori es seis años mayor que tú, sé que no habría problemas en tener una relación, si ambos ya pasaran de los 21 años, para el amor no hay edad, pero no se refiere a que alguien de 17 tendrá una relación con un chico de 11 que actúa muy inmaduramente.

- tu no sabes de lo que dices, te conté sobre mi amor por ella, pensé que me apoyarías Haiku, pero me equivoqué, te estas comportando como muchos otros, incluso mi terapeuta, la doctora López me dijo lo mismo que tú, no pueden entender que mi amor por ella quema con la intensidad de mil soles.

- Entiende Clyde ¡ella tiene novio! ¿Qué tienes tu para ofrecerle, que su novio no le haya dado ya? – y con esas palabras, él, simplemente se enfureció para luego irse y demostrarle a Haiku que, tratar de esforzarse por alguien que no quiere ver más haya de su nariz, es agotarse en vano.

Por su parte, Maggie pensaba en las palabras de Dk y sobre como él mismo era consciente del desagrado que le producía a Maggie, pero había algo raro ¿Por qué no parecía molesto o incluso triste? Ella estaba acostumbrada a que cada que demostraba eso, se ganaba enemigos, sin embargo, era una especie de filtro para personas "normales", ya que si se alejaban de ella e inmediatamente comenzaban a criticarla o inventar rumores sobre ella, le demostraba que hizo bien en alejar a ese tipo de personas, claro que habían otras expresiones y actuar de las personas, algunas se deprimían por haber sido "rechazadas" por Maggie, pero si no podían tratar de entenderla y querían cambiarla, para que tener a esa gente en su vida, mejor solo que mal acompañado, pensó ella. Sin embargo, el hecho de que a Dk pareciera no importarle esa actitud, la hizo pensar dos cosas, la primera, es que no le importaba realmente Maggie, pero si ese fuese el caso, no le atendería bien o la trataría muy mal al dar servicio y menos la habría aconsejado en el café. Su segundo pensamiento, es que él no se preocupa por pequeñeces, ya que al aceptar que no es agrado de otros, no se preocupa por lo que piensen de él, algo muy raro en las personas normies. De cierta forma, le intrigaba que no fuera como los demás del montón.

- me alegra que tu y Lincoln ya sean pareja, se estaban tardando.

- ¡Maggie! No digas eso por favor, además, yo no sabia que me terminaría enamorando de él, tiene mucho dolor aun en él, no se si podre ayudarlo a superar sus miedos, pero mientras este en mis capacidades, lo intentare.

- te deseo suerte entonces y bueno, es momento de despedirnos, nos veremos luego Haiku. – dijo Maggie al bajar del autobús – hasta luego Maggie – dijo Haiku al ver como su amiga seguía pensativa – debo admitirlo Dk, si estas tratando de mover una montaña de ese tamaño, no lo haces mal y si no, pues vaya que tienes suerte, espero que lo que vi al verte sonreír por observarnos a nosotros, no sea solo un pequeño rastro de lo que eras. – dijo Haiku para sus adentros al recordar como miro de reojo hacia Dk mientras sonreía, no pudo evitar impresionarse, ya que el aura espiritual de Dk estaba de negro pasando a gris y casi llegando a blanco, dándole a entender que no busca su propia felicidad, sino la de otros.

Mientras que esto sucedía en el café, en la casa Loud, se podía apreciar como una bella ama de casa hablaba por teléfono – sí, muchas gracias, Renata, me parece perfecto, si todo sale bien, para enero del próximo año, estaré divorciándome de Lynn y es una lastima que tanta corrupción te impida hacerme el favor que te pedí. Claro, no, no te preocupes, mi hija Lisa me esta ayudando a encontrar a Lincoln, pero bueno, ya no espero mucho, gracias – dijo para cortar la llamada. En los últimos meses, la situación con Rita y Lynn senior no dejaba de ser tensa, ya que él actuaba como si todo siguiera bien y más porque veía a su querida LJ triunfar y conquistar más y mas campeonatos, lo que les hacía pensar que, así como su hija predilecta estaba feliz, el resto de sus hijas así lo estaban también, lo cual era un error fatal.

Lisa trabaja en diferentes formas de poder encontrar a Lincoln, ya que el rastreador que le implanto a su hermano seguía funcionando, pero no el control que lo activa, gracias a LJ, que lo destrozo, su argumento – no puedo dejar que esa basura vuelva a venir por aquí a lastimar más a la familia – Lisa estaba furiosa, no podía hacer mucho por ahora, por lo que se conformo con hacer drones, solo que desde que Lincoln cambio de empleo y hogar, no tenia una pista clara de donde podía estar, si tan solo tuviera un poco más de capital, seguramente ya lo habría encontrado sin problemas.

Con Lana, las cosas eran un pequeño misterio, ya que desde que hace un tiempo noto que charles andaba raro, al principio pensó que fue porque comenzaba a crecer su cachorrito, pero no, a veces se escapaba por varios días y no regresaba hasta pasado bastante tiempo, eso la preocupaba mucho, hasta que un día decidió seguirlo, y su sorpresa fue que Charls rastreaba a Lincoln ¿cómo supo esto? simple, llegado cierto día hace un par de meses, Lana seguía a Charls tomando en cuenta los posibles peligros que podrían haber gracias a su "aventura" siempre se mantuvo alerta, hasta que cierto día, su amigo canino encontró a Lincoln, el cual estaba haciendo ejercicio en una parte bastante alejada de la ciudad, no podía creer que volvió a encontrarse con Lincoln y que hacía una actividad física que no fuera jugar con sus videojuegos de baile. Al verlo, se vio tentada a ir hacia él, ya que desde que Lori se lo llevo, no le tomo mucho tiempo entender la falta que le hacia su hermano mayor, con quien gano entradas para ir a lactolandia, haciendo un esfuerzo sobre humano para ser una "princesa" o como jugaba con ella, como detenía las peleas con su hermana, como les daba consuelo cuando llegaban a tener pesadillas, claro, además de Lori y también habría querido que él le ayudase a salvar las ranas de ser disecadas, lamentablemente, la mala suerte surgió un mes antes.

Lana se arrepentía, tanto de participar como permitir que pasara, fue un grave error, pero cuando lo vio, tuvo miedo, miedo al rechazo de Lincoln, miedo a que ni siquiera tratara de darle una oportunidad y fue por ese miedo que solo se mantuvo observando a su hermano, era un secreto que tenia bien guardado, ella supo mucho antes donde estaba Lincoln antes de que Lisa lo supiera. En estos momentos, ella regresaba con Charls luego de una infructuosa búsqueda de su hermano mayor.

Con el trio del dolor, las cosas iban "normal" Lola seguía concursando, pero desde hace un año, no ha podido ganarle a Lindsey Sweetwater, no se explicaba porque razón pasaba eso, si ella había adquirido un poco más de encantos, sus dientes faltantes crecieron, dejando una bella sonrisa, su cabello seguía igual de largo, pero más "brillante" y su cuerpo comenzó a mostrar ciertos cambios hormonales que aun estaban adelantados a su edad, pero esto se debió a las hormonas que tenían las carnes que llegaban a consumir, y por culpa de algunos alimentos transgénicos, si bien, esto no le importo mucho, ya que le daba más "belleza" simplemente ya no podía quedar en primer lugar como ella acostumbraba.

Luan, bueno, que no se puede decir de ella, tuvo buenas prestaciones en las fiestas de los niños y cuando por fin logro subirse a un escenario con más de 100 personas, algo paso, sus chistes, fueron de los más ácidos y con humor negro que poco disfrutarían, al menos en ese país, lo peor es que, se suponía que era un bar, lo que no le dijeron era que en los shows de comedia, se hacen funciones donde hay familias, por lo que Luan dio rienda suelta a su material para adultos, pero cuando vio a niños pequeños entre el publico preguntando a sus padres de que hablaba la señorita del escenario o porque hablaba de cosas como miembros masculinos o femeninos, esto causo que Luan fuera vetada de ese bar y que le diera mala reputación para presentarse en otros, su negocio de fiestas, seguía funcionando, pero ella temía que algún día, los rumores de lo que hizo en el bar, llevaran a la quiebra su negocio.

En teoría, la única que tenia "buena" vida, eraLJ, ya que, al ser una deportista de alto rendimiento, era muy solicitada paracompetencias, tanto estatales como nacionales, lo cual inflaba aún más su ego yera peor porque en una semana, habría una competencia para ir a las olimpiadaspróximas de Japón, ella aseguraba que traería varias preseas a su país y queasí fuese reconocida como la mejor deportista del mundo, el problema con esaambición, fue que había otra chica, que llego a igual y casi romper tres de susmarcas, esto por supuesto que no le gusto y se aseguraría de ganar, aun sitenia que romperse los huesos para probar que era la mejor. Lo que no supo, eraque iban a televisar la competencia. 

BUENO, AQUÍ LES TRAIGO OTRO CAPÍTULO DE ESTA HISTORIA, ESPERO QUE LES GUSTE Y DÍGANME SI DESEAN QUE BAJE EL NUMERO DE PALABRAS PARA ESCRIBIR UN POCO MÁS RÁPIDO O SI TENIENDO UN MÍNIMO DE 7000 PALABRAS POR CAPITULO ESTA BIEN, DEJEN SUS COMENTARIOS Y SU VOTO EN APOYO A ESTA HISTORIA, QUE TENGAN BONITA NOCHE, TARDE O DÍA, DEPENDIENDO DE LA HORA EN QUE LO VAYAN A LEER


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