—Debes relajarte.

Lisa no paraba de pasearse de un lado a otro mientras miraba el suelo pensando en lo que había hecho, sabía que algo así podía pasar, pero no le había prestado atención porque creía que al hacer lo que hizo, sólo se crearía una línea alterna que se llevaría consigo el problema, pero no, su padre tenía razón con la teoría de una sola línea del tiempo. Nicha estaba sentada en la banca donde anteriormente ellas estaban.

—Deben estar jugándome una broma, es su venganza por no decirles ni explicarles nada... —mordió su labio inferior, intentando convencerse de que nada era real.

—Lisa. —llamó a la mayor, quien parecía ignorarla.

—¿Pero cómo Jennie y Rosé...? Ellas jamás aceptarían —miró a su mejor amiga—. Sorn... Claro, tenemos que ir con ella. —tomó la mano de la menor para jalarla y así correr.

—¿Quién es Sorn? —frunció su ceño mientras se dejaba llevar por Lisa.

—Es tu hija. —respondió de inmediato, en ese momento ya no le importaba decirle sobre su matrimonio o hija, sólo quería buscar la solución a lo que hizo.

—¿Mi hija?

Corrieron hasta la salida de la universidad, la puerta era cerrada una hora después de ser abierta, así que salir les fue fácil, luego corrió hacia la casa donde vivía Sorn. Lisa no prestó su atención a otro sitio, quería llegar rápido con la hija de su mejor amiga. Al llegar, la casa estaba pintada de otro color y la decoración era diferente a la última vez, sin tomarle mucha importancia a eso, la Tailandesa golpeó suavemente la puerta, esperando respuesta por parte de adentro.

—Lisa. —de nueva cuenta la llamó, pero Lisa la ignoró otra vez.

La puerta se abrió, una señora unos centímetros más baja que Lisa se dejó ver, era castaña y parecía de unos treinta y siete años aproximadamente, Lisa la miró confundida.

—¿Si? —preguntó la mayor con una sutil sonrisa.

—Eh... ¿Dónde está Sorn? —preguntó la pelinegra, frunciendo su ceño ligeramente confundida.

—¿Dónde está quién? —la mujer parecía confundida, y la pelinegra al notar ésto se confundió aún más.

—Disculpe, nos equivocamos de casa. —habló Nicha, haciendo una reverencia y tomando del brazo a Lisa para alejarla de ahí.

—¿Qué haces?

—¡Lalisa! —finalmente la tomó por los hombros para mirarla fijamente y hacer que la mayor le ponga atención—. Hemos cambiado la línea del tiempo.

—¿Qué?

—Estoy aquí Lisa, ¿Cómo voy a tener una hija si estoy aquí? ¿Cómo voy a conocer a mi esposo si estoy en el 2020? —la mayor cayó en cuenta— ¡Sorn no existe, Minne no existe!

—Pero... —murmuró nerviosa—. Tienes razón, pero por qué JiSoo, por qué YoungJae...

—Dices que YoungJae estaba enamorada de Minnie, ahora ella no existe. —soltó a su compañera después de que la misma se alejara un poco.

—JiSoo y yo nos conocimos en esta calle —señaló la misma—, ella iba caminando con Minnie, JooHyun y SoYeon... Ahí escuché que YoungJae tenía la mirada en JiSoo pero Minnie dijo que le gustaba, Minnie no se metió en el camino de JiSoo y YoungJae, por eso ellos están juntos —soltó un suspiro sintiéndose triste y decepcionada—, JiSoo jamás me conoció porque ella jamás conoció a Minnie, jamás pasó por aquí, jamás nos encontramos... Pero, eso no explica porqué Jennie y Rosé iban tomadas de la mano y eran amigas de JiSoo.

—Quizás Minnie tenía algo que ver con que Jennie y Rosé fueran enemigas de JiSoo. —se cruzó de brazos.

—La casa... —miró preocupada a su amiga, luego volvió a correr pero esta vez a su casa.

Nicha la siguió por detrás hasta que Lisa se detuvo en una pequeña casa de ladrillo, no tenía segundo piso y su fachada era vieja.

La mayor se acercó hasta la puerta, giró la perilla y por suerte no estaba cerrada. Miró la casa por dentro, un pequeño sofá viejo junto a una televisión vieja, no terminó de mirar, volvió su vista a la menor.

—Tú le ayudabas a mi padre con la casa...

—Te lo dije.

—Después de ti siguió Sorn, tu hija...

Lentamente se sentó en el suelo, intentaba recapitular y aceptar lo que sucedía.

—Literalmente mi existencia influye en la historia, me siento importante. —una pequeña sonrisa se formó en sus labios, luego se sentó frente a Lisa.

—Pero. —miró su muñeca, el reloj seguía ahí—. Nicha, el reloj... Lo sigo teniendo, ¡Eso significa que no hay una sola línea sino varias, dañamos una sola línea temporal, al traerte aquí se creó otra!

—¿Eso crees? —murmuró no tan convencida, puesto que ella no estaba tan enterada de las teorías que su amiga y el padre de la misma tenían.

—Sí, Sorn me dio este reloj, ¿Cómo seguiría teniéndolo si ella no existe? —sujetó por los hombros a la contraria—. Hay otra línea, mi línea.

—¿Cómo vas a ir a "tu línea"? Dañamos la línea principal Lisa. —la mayor suspiró al darse cuenta que lo había arruinado todo.

—La paradoja Polchinski es real... —murmuró con miedo.

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