O3 - [ 2O2O ]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- ¿No vas a entrar? -dijo la más baja al mirar como la extraña chica veía la casa con la boca abierta.

Ya habían llegado al sitio que marcaba el mapa, pero para nada Lisa esperaba algo así; Incluso comenzaba a pensar que era el lugar equivocado.

-Eh... Sí -sacudió suavemente su cabeza, no era una ‹‹casa››, era una mansión, (al menos para ella)-. Muchas gracias por la ayuda. -hizo una reverencia a las cuatro.

Luego de que ellas continuarán su camino, Lisa dio la vuelta y se quedó mirando la casa al no saber qué hacer, pero Minnie vio una última vez a la chica, quién seguía afuera, observando la casa a detalle. Soltó una pequeña risa antes de acercarse corriendo.

-Veo que no tienes llaves. -volvió a sonreír-. ¿Sabes? Mi abuela solía decir ‹‹a veces sólo hay que buscar en las flores para encontrar la llave››. -levantó un poco una maceta pequeña con flores color azul, debajo de la misma había una llave, la levantó y se le entregó a Lisa.

Lisa se quedó mirando a Minnie, juraría que le era parecida, su sonrisa, sus ojos, todo, incluso su voz. Al sentir la mano ajena sobre la suya, inmediatamente reaccionó, mirando la llave y asintiendo, haciendo otra reverencia después para agradecerle.

-Muchas gracias. -murmuró sin mirarla.

Minnie regresó con sus amigas luego de sonreírle aunque ésta no pudo verla, dejando a Lisa con la llave en mano, quien aún dudaba en entrar.

Era una casa grande, dos plantas, jardín grande. ¿Y si alguien ya vivía ahí? Aún con ese pensamiento, la casa parecía ¿Abandonada? Quizás no era la palabra correcta.

Lentamente ingresó la llave y dio vuelta dos veces, con la tercer vuelta la puerta se abrió, se asustó un poco por ésto pero luego de dudarlo, empujó un poco la ya mencionada, abriéndola por completo tras unos segundos. Alzó su mirada, todo estaba tan... Diferente, frente a ella estaban unas escaleras enormes. Pero primero se adentró a la casa, el piso parecía ser de madera color blanca, el cual era brillante, a su derecha había una habitación así que decidió entrar en ella.

Dos artefactos color gris con algunos papeles pegados, en ellos pudo leer sus nombres; ‹‹lavadora y secadora››, sorprendido se acercó un poco para verlas mejor ya que eran muy distintas a las que ya conocía; Además, junto a ellas había accesorios para lavar ropa, incluyendo jabón. Del lado izquierdo de esa misma habitación estaba una puerta que dirigía a lo que parecía el patio (pudo verlo gracias a la ligera transparencia de la puerta).

Salió de ahí, del lado izquierdo de las escaleras estaba la sala principal, tres sofás color negro, una pequeña mesa en el centro, plantas, una chimenea del lado derecho y una... ¿Televisión? Leyó el papel que estaba sobre la enorme pantalla plana.

-¿Eso es... -murmuró mirando el artefacto- Una televisión? -con las yemas de sus dedos tocó la suave pantalla-. Es enorme...

Se dio la vuelta, la sala era de un espacio cómodo, debía admitir. Sin embargo, siguió avanzado hasta encontrarse con nuevamente otra puerta grande de cristal. Con cuidado la abrió y entró, reconociendo inmediatamente que era la cocina.

Encimeras color negro brillante, en los cuales había electrodomésticos, muebles, una estufa, una nevera enorme y una pequeña barra junto a sillas acolchonadas. Del lado derecho había otra habitación, era el comedor; Una mesa con seis sillas y del lado izquierdo una puerta con marco negro y el cristal oscuro. A su derecha se encontraban otras dos puertas.

Se dirigió a la entrada del cristal oscuro, abriendo ésta con cuidado. El patio era enorme, una gran valla de madera blanca alta lo aseguraba, del lado izquierdo había una pequeña mesa con dos sillas, del lado derecho una heladera junto a más asientos, alrededor de la valla había plantas, y no sólo eso, sino que también había una piscina y máquinas de ejercicio.

-¿Qué demonios...? -frunció su ceño-. Esto debe ser un error, no debe ser esta casa. -aterrada por esa idea, rápidamente regresó al interior, llegando hasta la puerta principal la cual seguía abierta.

Pero antes de salir, se giró un poco y miró las escaleras. ¿Y si la casa ni siquiera la había comprado su padre? ¿Y si no era la dirección correcta? Tantas dudas pasaron por su cabeza, y el miedo cada vez se hacía más grande, pero algo dentro de ella quería seguir ahí, quería confiar en su papá.

Aún nerviosa pero más tranquila, tragó saliva antes de suspirar, una vez hecho eso subió las escaleras lentamente, la pesadilla había vuelto. Llegó a la segunda planta, y admiró todo el pasillo con detalle, había una puerta enfrente en el fondo, y otras tres de cada lado, en las cuales se encontraban unos papeles.

Primera puerta de la derecha; ‹‹habitación››.

Primera puerta de la izquierda; ‹‹videojuegos››.

-¿Qué es eso? -murmuró viendo la puerta de la izquierda, aún así continuó.

Segunda puerta de la derecha; ‹‹baño››.

Segunda puerta de la izquierda; ‹‹música››.

Siguió avanzando.

Tercera y última puerta de la derecha; ‹‹habitación››.

Tercera y última puerta de la izquierda; ‹‹estudio››.

-¿Estudio? -frunció su ceño, fijando sus ojos en la puerta que tenía enfrente.

‹‹Tu habitación››.

Lisa tomó la perilla de la puerta, girando ésta con cuidado y abriendo la misma, al entrar oservó la enorme habitación. Una cama grande, dos mesas de noche en cada lado, un armario y un mueble extra, otra ¿Televisión? Enorme, un pequeño sofá y junto a la mesa de noche del lado izquierdo visto desde la perspectiva de Lisa, una puerta blanca.

La pared estaba llena de cuadros y ahora que lo pensaba, la casa entera estaba llena de cuadros, sólo no había prestado atención en esos detalles.

Sobre la cama había un sobre de papel, se acercó a éste hasta poder tomarlo entre sus manos y abrirlo, había muchísimas fotografías y una carta, la cual tomó primero para leer.

‹‹Lalisa.

Fue difícil pero lo conseguí, fue duro pero conseguí una casa para ti. Lamento que estés en el año 2020, sinceramente busqué la época perfecta para enviarte ahí, has sufrido mucho... Quería que vivieras al máximo, desde que naciste lo quise, pero por lo sucedido no se pudo, así que espero que puedas olvidarte de eso. Sé que es fácil pedirlo ya que no lo viví yo, pero realmente me gustaría que pudieras hacerlo...

¿Sabes? Te sorprenderás al saber quién fue el que me ayudó a conseguir esa casa en la que ahora estás, ¿Te gusta? Me gustaría verla en persona.

Sé que lograrás adaptarte, sé que podrás aprender rápido las cosas geniales que hay en ese año, y no te preocupes por mí, todo en esta época está bien, por favor vive feliz sin preocuparte por mí. Debajo del colchón hay más sobres de papel, cada uno con dinero que fui ahorrando con el pasar de los años... Lisa, sé que lograrás sobrevivir con eso hasta que termines la carrera porque, te inscribí a la universidad, ¿Es genial, no? A ti te encanta la música, quisiste ocultarlo tanto tiempo para fingir que querías seguir mis pasos y continuar el camino de la física cuántica y la biotecnología, pero por favor ve y estudia, sé que tu verdadera felicidad es la música. La dirección está debajo de la almohada en los papeles. La universidad será pagada cada mes, no te preocupes por eso, tu padre siempre con sus secretos, ¿Cierto? Y todo lo que necesitas está en una caja guardada en el armario, además te tengo un regalo en la misma.

No tengas miedo de esa época, eres libre.

Y si te hace sentir mejor, te traeré en un año, ¿Está bien?

Por favor se feliz...

Con amor, tu padre››.

¿Era una broma?

Pensó Lisa apretando la hoja entre sus manos, mientras sentía su vista nublarse poco a poco.

‹‹Todo estaba planeado, todo››.

Comenzó a llorar, dejó la nota en la cama y miró aquellas fotos, era su padre en la pequeña casa, abajo decía ‹‹primer día, 18 de agosto de 1949››, limpió las pocas lágrimas que alcanzó a derramar y tomó otra foto, decía ‹‹un año, 18 de agosto de 1950››, su padre se veía en esa foto ¿Preocupado? Tal vez cansado. No obstante, buscó las fotografías de 1951, 1952 y 1953 pero no las encontró. Así que miró desde el 54 al 77, su padre estaba en cada foto sonriendo, sin embargo, en la foto de 1978, salía su padre junto a una chica... Era Nicha Yontararak, la misma chica que había conocido en los campos de concentración, su mejor amiga. ‹‹cambio de dueño a Nicha Yontararak, 1978››. Su padre en el 78 tenía 83 años, Lisa apretó la mandíbula al saber que significaba esa foto. Su amiga tenía 47 años.

En las fotos desde 1978 a 2012 aparecía su amiga con una gran sonrisa, una sonrisa que pareciera como si ya la hubiera visto recientemente, pero pensar en eso hizo que su corazón se rompiera más, al recordar que ni siquiera se pudo despedir de ella.

‹‹Cambio de dueño a Kim Sorn, 2012››, leyó en aquella fotografía.

-Así que viviste hasta los 81 años, ¿Eh? -dijo entre lágrimas refiriéndose su amiga-. Idiota... ‹‹nunca tendré hijos››. -soltó una risa, sin dejar de llorar-. Seguramente la criaste muy bien...

La última foto había sido tomada ese mismo día, Sorn estaba en la foto, por lo que sorprendida la giró, encontrándose con algunas palabras.

‹‹Último día, después de arduo trabajo durante 71 años, al fin está terminada. El amor que un padre le tiene a su hija es impresionante y tan grande, que el amor de este padre llegó hasta el 2020. Una obra desde el 18 de agosto de 1949 hasta el 18 de agosto de 2020 por Kwon JiYong, Kim Nicha y Kim Sorn››.

-Padre... -miró el techo, dejando que las lágrimas corrieran por su cuello, luego soltó la fotografía y cerró sus ojos con fuerza, mordiendo su labio también para reprimir el llanto-. ¿Por qué me dejaste en otro siglo?

dato: no hay fotografías de los años 51, 52 y 53 ya que era la Guerra de Corea, por lo que una vez más, el padre de Lisa tuvo que refugiarse.

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro